Cap.29 Son...¿Quienes?
-¿No harás lo que te dijo?.-Preguntó Mayra a Nadia.
-Escucha...- la interrumpió y secó sus lágrimas.- Iré a la policía y diré todo... Así de simple.
Mayra bajó la cabeza.- Tienes razón, es lo mejor...
—Si van a la policía, comenzará una investigación, la cuál llevará a Brown y lo pasado conmigo... Eso lo llevaría a la cárcel.— pensé.
- ¿Luis?.- preguntó Alice.-¿Estás bien?...
La miré y después a Valeria que iba llegando.- Necesito hablar con todas.- interrumpí el saludo de ella.
-Oh... Por supuesto, pero... ¿Pero saben que les pasa a las parlantes?.- los señaló con el índice.- Ha sido bastante raro lo que pasó.
Fruncí el ceño.- Si, pero en serio necesito hablar con ustedes.- miré a mi alrededor.- pero en otro lugar.
-Vamos a las bancas que están cerca del salón.- opinó Valeria.
-¡No!.- la interrumpí.- Tiene que ser fuera de la escuela, al parecer...Las paredes escuchan.- volví a fruncir el ceño.
Todas asintieron.
Comenzamos a caminar a la salida cuando Isaac se acercó a mí.
-Luis, ¿No entrarás a las siguientes clases?.- preguntó con su voz apagada.
Me rasqué la cabeza.-No, no creo entrar...
Miró a las demás pero con Nadia agachó la cabeza.- ¿Ellas también irán contigo....?
Las miré y asentí con la mirada. -Sabes que somos un equipo...
-¿Luis?.- interrumpió Nadia.- Deja al taradito y muévete, ¿Si?.- frunció el ceño al ver a Isaac.
Lo miré directo a los ojos.-No le hagas caso - susurré y guiñé un ojo.- No debes de tenerle miedo...
-¿Y por qué susurras?.- me interrumpió.
Nadia me tomó de brazo y llevó hasta con ellas, ya no pude responderle a Isaac.
-Deberias dejar de hablar con el.- me dijo Nadia.
-¿Por qué te cae tan mal?.- pregunté.- Nunca te ha hecho algo...O a alguien.
Pensó un poco, pero nunca me respondió.- ¿A dónde vamos?, Debes estar consciente que si hablaré con el padre de Mayra.
Jadié y me solté de ella para verla frente a frente.- ¡No!, No puedes hacer eso, Nadia...
-Entonces iré con la policía...¿Crees que no sé lo que has hecho?.- alzó una ceja.- Tus celos con Brown están a flor de piel.- rió y volvió a sujetar del brazo para caminar hasta con las demás.- No sé qué tanto hayas hecho... Pero debes atenerte a las concecuensias...
-Brown iría a la cárcel...
-Si.
-El no tiene la culpa, no quiero involucrarlo... Nadia, buscaremos una solución, tenemos que saber quiénes son los que envían los mensajes.
Frenó un momento y me miró.- "¿Quienes?".- recalcó mientras fruncia el ceño.- me soltó y se cruzó de brazos.
-Si, son "Quiénes".- continúe caminando.
Saliendo de la preparatoria, Valeria nos llevó en su auto hasta Tibiego y entramos a una cafetería cercana para poder platicar mejor.
Después de contarles lo sucedido con Brown y la razón por la que no quiero que vayan con la policía, estaba claro que un debate estaba a punto de estallar.
-Luis, ¡Es un maestro!.- me gritó Valeria. Bajé la cabeza.
-¿Pero qué solución das?.- interrumpió Mayra.- ¿Y qué si Nadia no hace lo que la persona de los mensajes quiere que haga? Es... Es confuso.
-Son "Quiénes"- interrumpió Nadia y me miró.- Diles...
Levanté la mirada.- Por lo que he visto, son dos personas quiénes envían los mensajes.
-¿Por qué lo dices?.- preguntó Valeria.
-Por qué un día me llegaron distintos mensajes, ninguno concuerda con el otro y más aparte, la manera de escribir era distinta... La persona que les envío los mensajes a Mayra y a Nadia es alguien mayor, alguien... Alguien que puede ser más peligroso.
-Eso es muy estúpido.- interrumpió Valeria.- ¿Cómo vas a saber si son más personas solo por eso?.
-Oye, tu te diste cuenta que era yo cuando envié el mensaje que nos viéramos en el salón.
-¡Si, pero supuse que sería uno de todos ustedes!
-Cómo sea, yo sé que es alguien más...
-Yo también creo que es alguien más.- dijo Nadia.- Pero ¿por qué nos quiere joder a nosotras? Disculpame, Luis, pero quien se cogió a Brown fuiste tú.
La miré, fruncí el ceño.- No tuvimos relaciones.
-Ay, ajá.- interrumpió.- Y le sigo dejando cartas a Santa y me asusto en la oscuridad, ¿No?.
-Si te asustas en la oscuridad...- le susurró Valeria al oído.
Nadia la miró frunciendo el ceño.-¡Era solo un ejemplo!.
-Uy.-regresó a su capuchino.
-Okay, okay...- tomé un poco de aire y exhalé .- No sé por qué las quiere joder, no sé si ésta persona habla en serio... Pero sé que si nos unimos podrémos descubrir de quién se trata.
-Otro asunto.- interrumpió Mayra.-¿Cómo mierda se enteró de esa parte de nuestras vidas? Entonces es alguien que conocemos.-Se levantó un instante de su asiento y recargó sobre la mesa.- Y lo más seguro es que esté sentado o sentada con nosotros.- nos miró uno a uno.
-No digas estupideces, Mayra.- la interrumpió Nadia.-Eso es algo que nadie sabía.
Bajó la cabeza y asintió.- bueno, tienes razón en eso... Jamás le había dicho del todo...
Nadia me miró.- no delataré a Brown, pero tenemos que apresurarnos a descubrir quién es esa persona, ¡solo en cuatro días!
-¿Por qué cuatro días?.- preguntó Valeria, miraba a Nadia.
-¿Cuatro días?, Solo cuatro porque.- nos mostró su celular, abierto en mensajería nueva.- Me llegó un nuevo puto mensaje diciendo que tengo cinco días sino Daniel se enterará....- alzó una ceja.- Entonces, hay que movernos, perras.- se levantó y sujetó su bolso.
Y...mi celular comenzó a vibrar, era una llamada pero esta vez de un numero desconocido. Lo miré, escuchaba mi tono y sentía como mis manos temblaban al mismo tiempo que miraba alrededor, pensando en quién podría ser.
Pensar que nos pueden hacer algo, que alguien nos ve...
Esto no era lo mismo a cuando era chico y enviaban cartitas diciendole a una niña que me gustaba. No siempre he sido gay, me hice gay...
A final de cuentas, todo me lleva a un solo sentimiento. Y vaya que yo sé de sentimientos...
Éste es muy conocido, temido, odiado... Idolatrado por otros...
-¿Contestarás?.- me preguntó Mayra mientras sujetaba del hombro.
La miré directo a los ojos y respondí con una voz seca y cortante:
-Tengo miedo...
- El miedo se crea por lo desconocido, contesta y ya no lo será...
Miré nuevamente mi celular...Y contesté la llamada.
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