Gong Yoo sonrió ampliamente mirando a su hermosa y amada esposa jugar con flores de dientes de león, soplándolas al viento.

La imagen era tan angelical y perfecta ante sus ojos que su corazón saltó de felicidad.

SoHye estaba vestida con un hermoso vestido blanco que tenía bordadas diminutas flores de lirio rosado. La fresca brisa movía su cabello y los tenues rayos de sol acariciaban su piel, casi haciéndola resplandecer.

Era tan afortunado de haber conocido a una mujer tan hermosa como ella.

Gong Yoo caminó lentamente hacia su esposa con un ramo de lirios en sus manos y, sin que ella se diera cuenta, la abrazó por la espalda, sorprendéndola.

SoHye soltó una risita divertida. —¡Cariño, me asustaste! — Se quejó sin dejar de sonreír.

Gong Yoo dejó un beso en la mejilla de su esposa. —Sólo quería darte una sorpresa — Murmuró, moviendo los lirios frente a ella.

—¡Están hermosos! — Exclamó alegremente, tomando las flores de las manos de su esposo y llevándolas hacia su rostro para olerlas. —Sólo por ellas te perdonaré por llegar tarde. —

—Pero no es tan tarde — Se quejó Gong Yoo con un puchero. —Y es que quería darte los lirios más hermosos, no te enojes. —

SoHye se dio la vuelta, aún en los brazos de su esposo, y le dio un pequeño beso en los labios. —Nunca podré enojarme contigo. —

—¿Incluso cuando no pude ser un buen padre para nuestro hijo? — Preguntó Gong Yoo, bajando la mirada.

—Cariño, cometiste errores, todos los humanos lo hacen, pero al final las cosas entre Jungkook y tú mejoraron, y nuestro hijo te ama, al igual que yo — SoHye le pasó una mano por el cabello a su esposo, arreglándoselo un poco.

Gong Yoo tomó la mano de su esposa y la llevó a los labios, dándole un besito en la palma. —Te amo, cielo. —

—También te amo, querido — Respondió ella con una preciosa sonrisa en su rostro.

Gong Yoo le robó un beso rápido de los labios. —¿Es hora de ir? —

—¡Por supuesto, es la boda de nuestro hijo, no podemos llegar tarde! — Exclamó alegremente. —Además, tenemos que ir por el Sr. Park. —

—Espera, cariño — Gong Yoo la detuvo, tomando una flor de lirio que aún le quedaba y se la puso detrás de la oreja a su esposa. —Perfecta — Susurró.

—Gracias — Ella sonrió.

Ambos caminaron juntos, tomados de las manos, por un bello sendero de flores y hierba verde hasta llegar donde el Sr. Park les estaba esperando.

—Pensé que no vendrían — Se quejó el hombre, aunque tenía una amable sonrisa en su rostro.

—¿Cómo podríamos perdernos este evento tan importante? — Preguntó Gong Yoo, devolviéndole la sonrisa.

—Todo es tan perfecto: la decoración, los invitados y, por supuesto, los novios — Cantó SoHye emocionada, mirando las imágenes que estaban ante ellos.

—Jungkook está algo nervioso — Comentó Gong Yoo.

—¡Oh, por supuesto que lo está! Es el día más feliz de su vida, se casará con el hombre que ama — expresó ella.

—Más le vale hacer feliz a mi pequeño — Advirtió el Sr. Park.

—Lo hará, por supuesto que lo hará, nuestros hijos serán una pareja llena de felicidad por el resto de sus vidas — Anunció SoHye.

—¡Oh Minnie, mi bebé! — El Sr. Park sonrió con sus ojos acuosos. —Estoy tan orgulloso de él, se ve precioso vestido de novio. —

—Tienes razón, su hijo es encantador y hermoso. No creo que exista alguien más perfecto para estar junto a Jungkook que Jimin — Confesó SoHye.

—Allí están mis nietos — Cantó Gong Yoo, señalando a los dos elegantes y tiernos niños.

—Nuestros nietos, querido — Lo corrigió su esposa.

—Qué guapo se ve Jungkook, nuestro niño ya es todo un hombre, Gong Yoo — susurró SoHye con lágrimas de felicidad mojando sus mejillas.

—Un gran hombre — Estuvo de acuerdo Gong Yoo, con voz temblorosa.

—Pero se deja intimidar por mi Yoongi — Se rió el Sr. Park.

—Es que se parece a Gong Yoo. ¿No recuerdas, querido, que tú le temías a mi padre? — Se burló su esposa.

—Es que tu padre era muy intimidante, cariño — Chistó Gong Yoo.

—Tan intimidante como el hermanito de Jimin — Ella negó con la cabeza.

—¡Oh, ya va a empezar! — Anunció el Sr. Park, llamando la atención de todos.

Los tres padres orgullosos presenciaron la boda desde el maravilloso lugar donde estaban. Tal vez no podían estar allí personalmente, pero desde sus corazones les enviaban los mejores deseos a sus hijos.

Disfrutaron de verlos sonreír y disfrutar de su día al máximo. No existe nada mejor para un padre que ver feliz a su hijo.

—Estoy tan feliz de que mi pequeño Minnie haya superado sus miedos y haya encontrado a un buen hombre que lo ame, lo apoye y comparta sus gustos, como su hijo — Les dijo el Sr. Park.

—Nosotros también estamos felices de que Jungkook tenga a alguien tan especial como Jimin a su lado — Le aseguró Gong Yoo.

—Sé que la felicidad de nuestros hijos durará para siempre — Susurró SoHye, limpiándose las lágrimas de sus ojos.

Y ellos no se equivocaban, los sentimientos que unían a Jimin y Jungkook eran únicos y maravillosos, un amor tan puro que había crecido por sí solo y afianzado sus raíces en sus corazones.

El futuro era incierto, posiblemente ellos tendrían dificultades a las que enfrentar como toda pareja, pero estando juntos y amándose de la manera en que lo hacían, no habría nada que los pudiera separar.

En la tierra tenían a muchos familiares y amigos que los apoyaban, y en el cielo, sus padres les enviaban las mejores bendiciones.

Deseando que el amor y la felicidad de sus hijos perduraran para siempre.

Hola mis amores, quise traerles este pequeño capítulo especial en modo de epílogo con mucho cariño para ustedes.

Jimin y Jungkook se preguntaban si sus padres estaban allí acompañándolos y quise poner este pequeño momento dejando claro que ellos siempre estarán para cuidarlos y velar por su felicidad.

Yo creo que todos tenemos una persona especial que aunque ya no esté con nosotros siempre permanecerá en nuestro corazón y que nos cuida desde allí esperando que seamos felices y cumplamos nuestros sueños.

Hermosuras gracias por acompañarme en esta historia que significa muchísimos para mi.

Les amo demasiado.