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Capítulo Final

—Despierta —susurró Jungkook al oído de Jimin suavemente.

—Quiero dormir más —Jimin hizo un puchero, aún con los ojos cerrados.

—Pero me dijiste que te llamara temprano porque hoy es un día importante —Jungkook le besó la mejilla.

Jimin abrió los ojos de inmediato y sonrió. —Hoy es el día de mi boda.

—¡Oh! ¿Eso es lo importante que tienes que hacer? —preguntó, arqueando una ceja.

—U-hu —respondió Jimin sonriendo. —¿Tú qué planeas hacer hoy?

—También es mi boda hoy, pero como que estoy más cómodo aquí en esta cama, sosteniéndote entre mis brazos —Jungkook se acurrucó más, abrazando al pelirrojo.

Jimin se rió. —Deberíamos quedarnos aquí y dejar a nuestros novios plantados —propuso.

Jungkook lo miró sonriendo. —¿Quieres fugarte conmigo? —preguntó Jungkook, siguiendo el juego.

—¿A dónde iríamos? —Quiso saber Jimin, divertido.

—A donde quieras. Yo podría hacerte mucho más feliz que tu novio.

—¿Estás seguro?

—Completamente —respondió Jungkook.

—Pero yo tengo dos gatos, tendríamos que traerlos con nosotros —anunció Jimin.

—Yo amo los gatos —Jungkook le dio un beso rápido.

—Es bueno saberlo, porque a mi novio no le agradaban mis gatos al principio —Jimin hizo un puchero.

—Qué tonto es, déjalo y quédate conmigo —Jungkook besó el tierno puchero de Jimin.

—¡Torolos, es hora! —Unos golpes en la puerta hicieron que se detuvieran.

—Ya vamos —contestó Jimin.

—¡Dense prisa, no querrán llegar tarde a su boda! —cantó Hoseok.

Jimin se estiró y se puso de pie. —Creo que no podré quedarme contigo, mi novio me espera.

—Está bien, ese hombre es muy afortunado al casarse con alguien tan maravilloso como tú —dijo Jungkook poniéndose de pie y abrazando a Jimin.

—¡En serio, chicos! Ya tendrán tiempo para eso en la luna de miel —ahora fue TaeHyung quien los llamó.

—¿Nos volveremos a encontrar? —preguntó Jungkook.

—Esta noche te espero en mi cama —le susurró Jimin, sonriendo, antes de dirigirse a abrir la puerta.

—Eres un travieso —Jungkook le dio una nalgada antes de que saliera, haciendo que Jimin riera de forma pícara.

—¡Al fin! —cantaron TaeHyung y Hoseok casi al mismo tiempo.

Jimin solo se rió. Había pasado una semana desde su llegada a Orlando y desde que Jungkook le propusiera matrimonio. Estaba tan emocionado.

¡Hoy era su boda!

Su boda con el hombre que una vez había jurado que odiaba, pero que ahora amaba con locura.

—Vamos, Jiminnie, tienes que ducharte y arreglarte, tenemos mucho que hacer —los dos chicos lo llevaron para vestirse.

Fue una mañana ocupada, pero Jimin no podía estar más feliz. Los nervios de novio le hacían sentir un cosquilleo en el estómago.

Después de pasar por las manos de estilistas y maquillistas, estaba listo para dar el gran paso hacia el altar.

—Te ves hermoso, cariño —la señora Park se limpió las lágrimas con un pañuelo mientras miraba a su hijo vestido de novio.

—Mamá, no llores, me vas a hacer llorar —chilló Jimin mirando el rostro de su madre.

—Es que no puedo evitarlo, bebé —ella tomó un largo suspiro intentando retener las lágrimas—. Tu padre estaría tan feliz y orgulloso de ti en este instante.

Esas palabras hicieron que Jimin no pudiera soportarlo más y sus mejillas se empaparon en lágrimas. —¿Tú crees, mamá?

—Oh, por supuesto, cariño. Ahora mismo debe estar mirándote desde donde esté, sintiéndose muy orgulloso del hombre en que te convertiste —ella limpió también las lágrimas de su hijo.

—¡Oh, Dios, Minnie! ¡Tu maquillaje! —TaeHyung entró, mirándolo alarmado.

—Es mi culpa —dijo la señora Park, sonriendo—. Estoy tan emocionada que no pude evitar ponerme a llorar.

—Es normal, señora Park, incluso yo siento ganas de llorar —susurró Tae—. Lo bueno es que este maquillaje es muy resistente y no se estropeó.

Jimin sonrió ampliamente, sorbiendo su nariz, y se volteó para mirarse en el espejo. —Me voy a casar —murmuró feliz.

—Sí, pero aún estás a tiempo y puedes arrepentirte —dijo Yoongi al entrar.

—¡Yoongi! —Jimin le dio una mirada molesta a su hermano mayor, formando un puchero en sus labios—. ¡Mamá, míralo!

—Yoongi, deja de molestar a tu hermano —lo regañó su madre.

Yoongi solo se rió acercándose a Jimin. —Te ves increíble —le dijo, dándole un beso en la cabeza—. Y quiero que seas muy feliz.

—Gracias, Yoon —Jimin se puso de pie y se dio la vuelta, abrazando a su hermano.

—Miren quiénes llegaron —cantó Hoseok con Ron y Hermione en sus brazos.

El gatito tenía puesto un lindo esmoquin con todo y su pajarita, mientras Hermione traía un vestido y una tiara de princesa adornando su cabeza.

—¡Oh, mis amores! —Jimin chilló emocionado, mirando a sus mininos vestidos de forma tan linda.

—Qué preciosos se ven para la boda de sus papis —murmuró Tae.

—Sí, y debemos ir a recibir a los invitados, ya están empezando a llegar —dijo Hoseok.

—Yo me quedaré para terminar de ayudar a Minnie, vayan ustedes —les sugirió TaeHyung.

—Yo iré a ver a tu prometido —dijo Yoongi de forma maliciosa.

—¡Yoongi! No lo hagas poner nervioso, por favor —Jimin abultó sus labios.

—Pero si solo iré a ver si está listo —Yoongi se encogió de hombros.


— Estoy tan nervioso — murmuró Jungkook, arreglándose las solapas de su traje.

— Tranquilo, Jungkook, todo está planeado a la perfección — le aseguró su primo, dándole un par de palmaditas en la espalda.

— Lo sé, sólo que nunca pensé que llegaría a casarme con un hombre tan maravilloso como Jimin — suspiró. — Quiero que sea perfecto.

— Lo será — le aseguró el castaño. — Eres un Jeon, que tu confianza nunca te falle.

Jungkook sonrió. — Conocer a Jimin fue gracias a mi padre — le contó. — Me gustaría que él estuviera aquí — confesó con su voz un poco temblorosa.

— Él está aquí, siempre a tu lado — le aseguró JungHyeon. — Eso nunca lo dudes.

Jungkook sonrió asintiendo; eso era cierto, su padre estaría siempre en sus recuerdos y en su corazón.

— El encargado de los anillos está aquí — anunció Jaemin, trayendo al pequeño Yooseok en sus brazos.

— ¿Todo está listo? — preguntó Jungkook, con sus manos temblorosas.

— Sí, este lugar es hermoso. Jimin estará encantado — aseguró Jaemin.

— Es hora, primo. Casarte con la persona que amas es la mejor decisión que puedes tomar en la vida — afirmó JungHyeon, abrazando a su esposo y dándole un beso en la mejilla a su pequeño hijo, que estaba por cumplir tres años.

Jungkook suspiró sonriendo. Esperaba que él y Jimin fueran tan felices como JungHyeon y su esposo, que ya llevaban casi diez años de casados y se amaban tanto.

En ese momento, alguien se aclaró la garganta y Jungkook miró hacia la puerta, encontrándose con el rostro de Yoongi.

— Nosotros iremos a saludar a los invitados, nos vemos en un instante — dijo Jaemin, llevándose a su esposo con él.

— Jeon — Yoongi lo miró con una ceja levantada.

Jungkook tragó grueso. — ¿Sí?

— Hoy te convertirás en el esposo de mi hermano — empezó diciendo. — Hazlo muy feliz.

— Lo haré, lo prometo — contestó Jungkook.

— Más te vale — Yoongi sonrió, tendiéndole la mano. — Bienvenido a la familia.

Jungkook sintió un gran alivio recorrer su cuerpo al escuchar esas palabras y estrechó la mano de su cuñado. — Gracias, Yoongi.

— Aunque todavía tengo esperanzas de que Jimin diga "No acepto" — murmuró en tono burlesco.

— ¡Cariño, deja de molestar a los novios! — lo regañó Hoseok de repente. — Jungkook, Jimin ya está listo.

El corazón de Jungkook dio un salto y asintió, tomando una larga respiración. Llenó sus pulmones de aire antes de dejarlo salir lentamente.

Y lentamente salió de la habitación, sólo para encontrarse con la imagen más hermosa sobre la tierra.

Jimin también iba saliendo de su vestidor y sus miradas se encontraron. Al verse, fue como si una lluvia de emociones cayera sobre ambos y no podían dejar de sonreírse el uno al otro.

Jimin tenía puesto un traje blanco impecable que hacía que su cabello rojo resaltara en todo su esplendor, atrayendo toda la atención sobre su precioso rostro. Jungkook estaba hipnotizado, sin poder dejar de verlo.

— Si no cierras la boca vas a babear, amor — se burló Jimin, acercándose a él.

Jungkook sonrió, haciendo que aparecieran algunas arruguitas en su nariz y ojos. — Te ves precioso, como...

— ¿Cómo un ángel? — preguntó Jimin, sonriendo ampliamente.

Jungkook asintió. — Eres como un ángel caído.

Jimin dejó salir una risita, encantado. — Tú también te ves muy, muy guapo.

Jungkook tomó las manos de Jimin entre las suyas, dejando un beso en el dorso de cada una. — Es hora de casarnos, mi precioso gnomo pelirrojo.

— Entonces vamos, Mr. Arrogante — dijo Jimin.

Ambos entrelazaron sus manos y se dirigieron a las escaleras. Los invitados estaban en posición y el salón era increíblemente hermoso.

El lugar, por supuesto, estaba decorado con temática de Harry Potter, y como el libro favorito de Jimin era El Cáliz de Fuego, Jungkook había decidido sorprenderle con la decoración.

Era totalmente ambientada en el baile de Navidad que realizan en esa película antes del Torneo de los Tres Magos. Todo se veía absolutamente hermoso.

Cada detalle era perfecto, incluso los bocadillos y, por supuesto, el pastel de bodas, que era una miniatura del castillo Hogwarts.

A Jimin se le pusieron los ojos acuosos de nuevo. Él no había visto el salón, y encontrarse con esa imagen fue totalmente mágico. Toda su vida se imaginó que su boda sería así, pero nunca pensó que de verdad lo haría. Y este era su sueño hecho realidad.

Jungkook era un hombre que tomaba en cuenta cada detalle, y eso lo hacía amarlo más.

Todos los invitados los miraban sonriendo mientras se escuchaba la marcha nupcial con músicos en vivo. Caminaron sobre un camino de pétalos de rosas blancas que los llevó hasta el altar.

Después de ellos, era el turno del pequeño Yooseok de llevar los anillos. El bebé se veía hermoso con su trajecito y llevando las alianzas de boda.

Pero lo más curioso era que Ron y Hermione caminaban junto a él, haciendo que todos se enternecieran.

Cómo habían logrado que sus gatos hicieran eso, Jimin no lo sabía, pero estaba completamente encantado.

Luego, cuando el juez empezó a hablar, todos estaban atentos, aunque los novios no tanto. En realidad, Jimin y Jungkook no podían dejar de mirarse mientras se sonreían.

— Pueden decir sus votos — les ordenó el hombre, sacándolos de su ensimismamiento.

Las palabras que se dijeron el uno al otro fueron hermosas y llenas de mucho significado para ellos.

Aunque cuando utilizaron referencias de Harry Potter, varios de los invitados no entendieron, pero estaba claro que lo que sentían la pareja era un amor tan grande y maravilloso que más de uno tuvo que limpiarse las lágrimas con sus pañuelos.

— Por el poder que me confiere la ley, yo los declaro esposos — alcanzó a decir el juez.

En ese momento, Jungkook rodeó la cintura de Jimin con sus brazos y lo levantó del suelo, dándole un gran beso que fue aplaudido por todos.

¡Ahora estaban casados!

— Te amo, bebé — susurró Jungkook sobre los labios de Jimin.

— Te amo mucho, amor — respondió Jimin con una sonrisa, para luego volver a besarse.

En medio de felicitaciones y buenos deseos, la feliz pareja recién casada abrió la pista para su primer baile, y estaba demás decir cuál fue el baile que interpretaron.

Así como en la película, se unieron tres parejas más: Hoseok y Yoongi, JungHyeon y Jaemin, y TaeHyung y Namjoon. El baile fue todo un éxito.

Jimin sonrió, escondiendo su rostro en el pecho de Jungkook. — ¿Cómo lograste todo esto en una semana?

— En realidad, la ceremonia llevaba más de una semana siendo planeada — confesó Jungkook. — JungHyeon me ayudó un poco.

Jimin abrió la boca sorprendido. — ¿Tan seguro estabas de que aceptaría casarme contigo?

Jungkook se rió y le besó los labios.

— Eres tan arrogante — se quejó Jimin. — Pero así te amo.

— Tú eres muy molesto, pero igual te amo — Jungkook bajó su rostro, rozando sus narices.

— Decirle a nuestros hijos que me enamoré del hombre que me bañó con agua sucia el día que tenía una importante entrevista, y que este terminó siendo mi jefe, el que me hacía la vida imposible, será muy gracioso — dijo Jimin alegremente.

— Pues contarles las travesuras que me hizo cierto asistente, como poner sal en mi café, también será una gran anécdota que contar.

Jimin se rió y unió sus labios en un dulce y cariñoso beso mientras seguían bailando en la pista.

Jimin y Jungkook tal vez no se conocieron de la forma más convencional, su relación tampoco inició de la manera en que una pareja suele hacerlo.

Pero quizá fue porque el destino así lo quiso. Unió a dos personas totalmente distintas, pero que se complementaban el uno al otro para ser felices.

Todos tenemos diferentes formas de encontrar el amor, y la de Jimin y Jungkook vaya que fue única.

Ellos se amaban y seguirían juntos, apoyándose en sus buenos y malos momentos, enfrentando sus miedos y superando las adversidades, compartiendo su felicidad y su amor siempre.

Fin.

Hola mis amores, AAAAAHHH no se en este momento tengo varias sensaciones en mi interior, estoy feliz porque llegamos al final de esta historia, pero también siento un vacío porque extrañaré escribirla.

¡Ay Dios! Sólo me queda agradecerles muchote por todo su apoyo, se que muchos ni siquiera entendían las referencias de Harry Potter pero aún así estuvieron aquí apoyándome.

Les amo con todo mi corazón, gracias de nuevo y espero leernos en nuevos proyectos y en los que ya están en emisión también.











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