Capítulo 29
TaeHyung suspiró mientras masajeaba sus sienes; tenía indicios de una molesta jaqueca. Las últimas semanas habían sido demasiado estresantes para él.
Había intentado dejar de lado todo lo sucedido con Namjoon y fingir que nada había pasado, o al menos lo intentó.
Incluso tuvo un par de citas durante los fines de semana, pero fue una pésima idea y no dieron resultado. Al final del mes, prefirió centrarse en su trabajo, mantenerse lo más ocupado posible y tener un contacto mínimo con el arquitecto.
Para su suerte, al menos debido a su exitoso proyecto, pudo obtener un ascenso. Ya no era más el asistente de Kim Namjoon; ahora era uno más de los arquitectos de cabecera de Golden Group y tenía su propia asistente.
Y, por supuesto, le agradecía a Namjoon dejar de mencionar el tema; su corazón necesitaba sanar.
TaeHyung dejó de masajear sus sienes, se pasó las manos por la nuca y luego por el rostro. No podía seguir así. Necesitaba un pequeño descanso antes de seguir revisando esos documentos, o su cabeza estallaría.
Miró el reloj en su muñeca. Casi era hora del almuerzo, pero él saldría en ese instante. Tomó el saco que había dejado en el respaldo del sillón y se lo colocó antes de salir de su oficina.
—Arquitecto Kim, ¿necesita algo? —preguntó su asistente de inmediato.
—No, gracias, Momo. Regreso después del almuerzo —dijo despidiéndose.
Momo solamente asintió con una pequeña reverencia de despedida.
TaeHyung tomó el ascensor directo al primer piso. En realidad, debía aceptar que una de las razones por las cuales salía antes a almorzar era para evitar toparse con Namjoon en los pasillos. También regresaba antes por la misma razón. Tal vez estaba siendo cobarde, pero esto era lo mejor que podía hacer.
Las puertas del ascensor se abrieron en el lobby, y TaeHyung fue directamente a la puerta de salida. Se detuvo de repente, abriendo los ojos ampliamente.
¡Mierda! De todas las personas con las que podría encontrarse, ¿por qué tenía que estar allí justamente Kim Soojin, la esposa de Namjoon?
Nunca antes se había sentido incómodo en presencia de ella, aunque no podía negar que algunas veces sintió una pizca de celos. Pero ahora ni siquiera se sentía capaz de mirarla a los ojos.
—¡TaeHyung! —ella lo saludó con la mano.
El castaño quería que la tierra se abriera y lo tragara. ¿Este era su karma por amar a un hombre casado?
—Sra. Kim —TaeHyung hizo una reverencia.
Ella le sonrió, aunque había algo inusual en su mirada. Hoy se veía un poco triste.
—¿Cómo has estado? —le preguntó ella.
TaeHyung se aclaró la garganta.
—Bien, ¿cómo está el pequeño YeonJun?
—Travieso como siempre. Está en la escuela… Namjoon me dijo que te dieron un ascenso. Felicidades.
—Gracias —respondió TaeHyung simplemente, bajando la mirada. Ahora se sentía bastante incómodo con el hecho de que Namjoon hablara de él con su esposa.
Soojin lo miró con un poco de nostalgia.
—¿TaeHyung, podemos hablar un momento?
Los ojos del castaño la miraron con incomodidad. Lo último que quería era tener una conversación con la esposa del hombre que amaba.
—Pensé que vendría a ver a Namjoon —murmuró.
—Lo hago, pero me gustaría hablar contigo antes —respondió ella.
TaeHyung se mordió el labio inferior. Namjoon no le habría hablado a su esposa de lo sucedido, ¿verdad?
—Está bien —contestó, no muy seguro.
—Vamos a la cafetería que está a la vuelta —sugirió ella.
TaeHyung asintió y caminó a su lado sin decir una palabra. En este punto, su nivel de estrés estaría por los cielos.
Cuando llegaron, TaeHyung le rodó la silla para que se sentara y luego tomó asiento frente a la mujer. No podía negar que sentía un poco de curiosidad por lo que ella quería decirle.
—¿Sobre qué desea hablarme, Sra. Kim? —preguntó directamente.
—De hecho, ya no soy más la Sra. Kim —susurró Soojin, mirando a la ventana.
—¿Qué? —exclamó TaeHyung.
¿Había escuchado bien?
Ella trató de sonreír, aunque no lo logró.
—Vine a ver a Namjoon hoy para entregarle los documentos de nuestro divorcio. Ya no somos esposos —le contó.
TaeHyung tenía los ojos muy abiertos, sin poder creer lo que acababa de escuchar. ¿Namjoon se había divorciado? ¿Lo había hecho por su culpa?
Ahora, al mirar el rostro entristecido de la mujer frente a él, no pudo evitar sentirse culpable, y ni siquiera sabía qué decirle.
—Yo... yo lo siento —murmuró.
—No lo sientas —dijo Soojin—. No es tu culpa, aunque seas una de las razones por las cuales nos divorciamos.
En ese momento, TaeHyung sintió como si su corazón se detuviera. ¿Ella lo sabía?
Tae abrió y cerró la boca, pero no logró decir ninguna palabra.
—Discúlpame, no quería que sonara de esa manera —dijo Soojin entonces—. No es como si tú me estuvieras robando a mi esposo. Namjoon me contó lo que sentía y también me dijo que lo rechazaste. Eres un buen chico, Tae.
—Yo... realmente no quería ocasionar problemas en su matrimonio —TaeHyung tragó grueso; ni siquiera sabía qué pensar.
—Lo sé —Soojin suspiró—. También sé que Namjoon ha estado enamorado de ti por mucho tiempo. Sólo había que prestar atención en la forma en que te mira y habla de ti.
—¿Usted lo sabía? —TaeHyung sentía que su cabeza daba vueltas. ¿Por qué ella quería tener esta conversación?
¡Él no le había pedido a Namjoon que se divorciara!
—Siempre lo supe. Siempre supe que este día llegaría, aunque nunca pensé que sería tan doloroso —a Soojin se le pusieron los ojos acuosos—. Tal vez es mi castigo por ser egoísta.
TaeHyung la miró sin comprender.
—¿Qué quiere decir?
—Namjoon y yo crecimos juntos —comenzó a contarle ella—. Nuestros padres eran mejores amigos, y nuestro matrimonio fue arreglado incluso antes de que naciéramos. Namjoon siempre ha sido un buen hijo. Él sabía que tenía que cumplir con su palabra, aunque no estuviera enamorado de mí.
TaeHyung se sorprendió un poco al escuchar eso. No tenía ni la más remota idea de que el matrimonio de Namjoon fuera arreglado. Eso era algo totalmente arcaico.
¡Un matrimonio sin amor sería una tortura!
Pero necesitaba preguntarle a ella directamente—¿Usted lo amaba?
Soojin asintió—Estaba muy enamorada de Namjoon, pero cuando entramos a la universidad, me di cuenta de algo: él estaba enamorado de un chico, y yo me sentí devastada. Pero, aun así, no quise renunciar a él. Se lo conté a su padre. Él era homofóbico, y yo sabía que nunca permitiría que Namjoon tuviera una relación con un hombre. Así que decidió que adelantáramos la boda, sin importar que aún no hubiéramos terminado nuestras carreras. Yo estuve de acuerdo, y Namjoon, debido a que no quería decepcionar a su padre, no se negó y dejó de lado a ese chico. Con el tiempo, pensé que él había aprendido a amarme. Luego tuvimos a Yeonjun, y llegaste tú.
Soojin tenía los ojos llenos de lágrimas en ese momento, y TaeHyung estaba en shock con toda esta información. ¿A Namjoon siempre le habían gustado los hombres?
—Namjoon nunca me miró como lo hizo con ese chico y ahora contigo. Supongo que renunciar a lo que siente por ti es imposible para él, y por eso fue sincero conmigo y me pidió el divorcio —Soojin se limpió las lágrimas—. Soy una mala persona. Lo retuve a mi lado los últimos 10 años de su vida, sabiendo que no lo hacía feliz.
TaeHyung se mordió el labio inferior—Quizá no fue tan malo para él. Usted le dio un hijo y...
—Eres un buen hombre, TaeHyung, por eso Namjoon te ama —lo cortó ella—. Yo ni siquiera soy capaz de decirle esto a él. Sigo siendo demasiado egoísta y no quiero que me odie. Te lo cuento a ti porque no necesitas sentirte culpable si le das una oportunidad. Yo sólo puedo afrontar las consecuencias de lo que hice y regresarle su libertad. Namjoon es un hombre maravilloso, y espero que sea feliz —ella puso un sobre encima de la mesa—. Entrégale esto por mí, por favor —murmuró antes de levantarse.
TaeHyung se quedó sentado un largo rato mirando el sobre frente a él, intentando asimilar la información que Soojin le acababa de decir.
¡Namjoon lo amaba! ¡Namjoon era libre! ¿Pero qué debía hacer él?
¿Qué se suponía que debía hacer ahora?
TaeHyung se pasó las manos por el cabello y se puso de pie, tomando el sobre en sus manos. ¿Le daría esto a Namjoon y luego qué?
Su corazón latía rápidamente, y había demasiadas emociones chocando en su interior. En realidad, estaba confundido.
TaeHyung tragó grueso y decidió volver a la empresa para entregar el sobre. Podría hacer como si no supiera lo que había en su interior, y así tendría más tiempo para pensar, ¿verdad?
Con esa idea, se encaminó de nuevo hasta la compañía. Aún los ejecutivos no salían a almorzar. Tomó el ascensor hasta el área de diseño y caminó por el pasillo hasta la puerta de la oficina de Namjoon.
Levantó la mano para tocar, pero se detuvo. ¿Y si mejor dejaba esto con su nuevo asistente y él iba a hablar con Jimin? Necesitaba un consejo de un buen amigo en este instante. Pero antes de que pudiera dar un paso atrás, la puerta de la oficina de Namjoon se abrió.
A pesar de trabajar en la misma área, hacía un par de semanas que no veía al moreno. Hoy estaba vistiendo un elegante traje azul oscuro, y sus lentes enmarcaban las facciones de su atractivo rostro.
De nuevo, TaeHyung se encontró hipnotizado por el atractivo de este hombre, incapaz de decir una sola palabra.
Namjoon le sonrió, dejando ver ese par de adorables hoyuelos—TaeHyung, ¿necesitas algo? —preguntó de inmediato.
—Yo… sólo te traigo esto —logró contestar TaeHyung, tendiéndole el sobre.
Namjoon lo recibió, levantando una ceja.
—Oh, gracias.
—Tengo que irme —dijo TaeHyung, haciendo ademán de darse la vuelta, pero Namjoon le tomó del brazo.
—Tae, ¿podemos hablar? —preguntó Namjoon.
¡No, no me pidas que hablemos!, pensó TaeHyung. No ahora.
Pero sin esperar respuesta, Namjoon ya lo había llevado dentro de su oficina.
—TaeHyung… —Namjoon lo miró a los ojos—. Estos son los documentos de mi divorcio —dijo directamente.
Tae asintió.
—Lo sé —contestó antes de poder detenerse.
—¿Ya lo sabes? —Namjoon lo miró sorprendido.
TaeHyung jugueteó con sus manos.
—La Sra. Kim me lo dijo.
—¿Ella te los entregó?
TaeHyung sólo volvió a asentir sin mirarlo a los ojos.
Namjoon suspiró, dando un paso más cerca—TaeHyung, no quiero que te sientas culpable —dijo rápidamente—. Divorciarme fue mi decisión. No lo hice sólo por ti, sino también por mí. Ya no podía seguir viviendo una mentira.
—Namjoon…
—Nunca le fui infiel a Soojin, y tampoco decidí que tú me gustarías de la noche a la mañana. Créeme, esto ha sido algo que he llevado dentro por mucho tiempo —Namjoon tomó la mano de TaeHyung entre las suyas—. Tae, ya no quiero ser un cobarde. Quiero ser yo mismo y amar a quien amo libremente.
TaeHyung bajó la mirada hacia sus manos entrelazadas—Yo…
Namjoon lo interrumpió—No te estoy pidiendo una respuesta inmediata, Tae. Pero quiero que sepas que estoy dispuesto a empezar desde cero contigo. Si me das la oportunidad, quiero que salgamos, conocernos aún más y ver qué puede surgir.
TaeHyung lo miró sorprendido. Su corazón latía rápido, pero ahora había menos presión. Namjoon estaba siendo sincero y dándole el tiempo que necesitaba.
—No sé qué decir… —murmuró TaeHyung, con un leve rubor en las mejillas.
—No tienes que decir nada ahora —respondió Namjoon con suavidad—. Sólo piénsalo. Yo no tengo prisa, Tae. Sólo quiero intentarlo contigo.
Por primera vez en días, TaeHyung sintió que podía respirar un poco más tranquilo. Asintió lentamente, y una pequeña sonrisa curvó sus labios.
—Está bien. Podemos intentarlo.
Namjoon sonrió, aliviado, mostrando sus hoyuelos—Eso es todo lo que necesito por ahora. Gracias, Tae.
TaeHyung salió de la oficina con una mezcla de nervios y emoción. No sabía qué les depararía el futuro, pero una cosa era segura: por primera vez, estaba dispuesto a arriesgarse.
Namjoon se quedó junto a la puerta, observando cómo TaeHyung se alejaba por el pasillo. Una sonrisa se dibujó en su rostro, iluminando sus hoyuelos. Por primera vez en mucho tiempo, se sentía libre, ligero, como si un gran peso hubiera desaparecido de sus hombros.
Había pasado años atrapado en un rol que no era suyo, intentando cumplir con las expectativas de los demás, pero nunca con las suyas propias. Ahora, al fin, estaba dispuesto a vivir una vida auténtica, una vida que le hiciera feliz.
Fingir ser quien no eres para no decepcionar a otros es el peor error que se puede cometer, pensó, sintiendo un alivio sincero en su pecho. Pero al menos yo tengo la oportunidad de enmendarlo, de ser yo mismo y estar con la persona que realmente amo.
Y mientras cerraba la puerta de su oficina, Namjoon supo con certeza que estaba en el camino correcto.
Hola mis amores estoy aquí con este pequeño cap NamTae, es la primera vez que utilizó este ship en una historia y es muy bonito.
Espero que les haya gustado les amo muchote.
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