-¿Estás seguro de hacer esto? - Preguntó Jimin con una sonrisa burlona mientras miraba el perfil de Jungkook.

-Por supuesto que sí - Afirmó Jungkook con confianza.

Jimin levantó una ceja incrédulo -¿No tienes ni un poquito de miedo? -

-No -Aseguró Jungkook mirando por el espejo retrovisor la canasta de mandarinas en el asiento trasero junto a un ramo de flores, se había levantado muy temprano en la mañana para ir al supermercado y escoger las mejores mandarinas, incluso le puso un moño rojo como decoración.

Esta vez todo saldría bien con su cuñado Jungkook se sentía seguro de ello.

Jimin se rió al ver la confianza de Jungkook y se acercó dándole un rápido beso en la mejilla -Que valiente es mi Mr. Arrogante-

-¡Deja de burlarte de mi- Se quejó Jungkook aunque estaba sonriendo.

-Pero si no me burlo, al contrario te doy ánimos - Jimin hizo un puchero - Mi mamá es muy dulce, sólo se tu mismo, bueno un tantito menos arrogante -

-Tu mamá no me preocupa se que me amará- Afirmó Jungkook.

Jimin dejó salir una risa -Creo que te estas juntando demasiado con tu primo -

-¿Eso es bueno no? - Preguntó Jungkook uniéndose a su risa.

-Creo que ustedes dos no tienen remedio - Jimin negó con la cabeza.

-Pero así me amas - Afirmó Jungkook, tomando la mano de Jimin y llevándola a sus labios para darle un beso.

-Lo hago, realmente lo hago - Jimin suspiró dramáticamente.

Siguieron hablando y riendo durante todo el trayecto, los últimos días los habían pasado en la mansión Jeon junto a Gong Yoo, además de estar un poco ocupados con asuntos de la compañía y hoy era el día para recoger a los gatos en la casa de Yoongi.

Jungkook al principio tuvo una pequeña crisis nerviosa, es que el hermano de Jimin le ponía los vellos de puntas, no es que tuviera un aspecto intimidante, apenas y era unos cinco centímetros más alto que Jimin.

Sólo que bueno, Yoongi era de esas personas francas, que dicen lo que piensan y si no les caes bien no se va a molestar en ocultarlo, te mandará a la mierda directamente.

Además Jungkook sabía que Yoongi estaba muy enojado con el por hacer sufrir a Jimin durante toda esa semana que estuvieron separados, aunque después de recordar el consejo de Hoseok de comprarle mandarinas sintió más confianza.

-Hemos llegado -Cantó Jimin una vez que el auto se estacionó frente a la casa de Yoongi.

Jungkook trago grueso, la confianza que había creado durante todo el camino parecía haberse esfumado.

Jimin se rió de nuevo de su expresión -Vamos no temas, estoy justo a tu lado-

Jungkook asintió y bajo del auto sin olvidar su canasta de mandarinas, ¡El podría hacerlo!, aunque tener un poco de suerte líquida sería genial en este momento.

Jimin enganchó su brazo al de Jungkook y juntos caminaron hasta la puerta, Jungkook tomó un largo suspiro antes de tocar.

La puerta se abrió de inmediato dejando ver el rostro de una muy bonita mujer, era la madre de Jimin, el se parecía mucho a ella.

-¡Oh han llegado! - Los saludó a los dos con un cariñoso abrazo.

Jungkook se puso un poco rígido, el no estaba acostumbrado a las demostraciones de afecto al menos que estas vinieran de Jimin y de su padre últimamente.

-Hola mamá -Jimin le dio un beso en la mejilla cuando ella los dejó ir -Te presento a mi novio -

-Jeon Jungkook, es un honor conocerla - El pelinegro le hizo una reverencia y parecía un poco tímido -Le he traído este presente- murmuró entregandole las flores.

Jimin le dio una mirada incrédulo, su jefe siendo tímido era algo nuevo de ver, al parecer su familia tenía un raro efecto en Jungkook.

-No seas tan formal cariño, es placer conocerte - ella le brindó una cálida sonrisa - Y muchas gracias, están hermosas-

-Me halaga que le gusten - susurró Jungkook.

-No tenías que traerme nada pero están muy bellas y me alegra mucho que las cosas entre ustedes estén bien ahora -

-Lo están mamá - Respondió Jimin sonriendo - Cuando hay amor, cualquier cosa es posible, es lo que tu dices-

-¡Ay mi niño está tan enamorado! - Ella le pellizco una mejilla a Jimin- Pasen no se queden aquí- ordenó abriendo más la puerta.

-Vinimos por Ron y Hermione, los extraño mucho - Le Informó Jimin.

-Y ellos a ti, Ron no deja de pelear con tu hermano - Dijo negando con la cabeza -¡Yoongi, llegó Jimin con su novio! - llamó cuando estuvieron dentro de la casa.

Jungkook pasó saliva y apretó su agarre en la canasta de mandarinas.

En ese momento bajando por las escaleras apareció Yoongi, con una mirada poco interesada y con las manos en los bolsillos.

-Jimin - Murmuró mirando a su hermano, ignorando olímpicamente a Jungkook.

-¿Cómo estás Yoongi? -Preguntó Jimin con una pequeña sonrisa.

-Bien, ¿Y tú?, ¿ningún imbécil te ha hecho llorar de nuevo verdad? - Y en ese momento su mirada cayó sobre Jungkook.

-Hijo no seas así - Lo regaño su madre.

-¿Dije algo malo? - Preguntó Yoongi simplemente.

Jimin se rió al ver la cara de Jungkook -Mamá ayúdame a buscar a Ron y Hermione -Pidió.

La Sra. Park miró entre Yoongi y Jungkook -¿Estas seguro que quieres que te ayude hijo? -
A ella no le parecía muy seguro dejar a ese par solos.

-Claro que si, ellos son muy escurridizos - Jimin tomó la mano de su madre llevándola a las escaleras.

Jungkook le había dicho que el quería hablar directamente con Yoongi así que los dejaría tratar sus asuntos, ¿Qué era lo peor que podria pasar?

Yoongi miró el rostro de Jungkook por un largo rato - ¿Asustado Jeon? - Preguntó viendo como las gotitas de sudor recorrían la frente del pelinegro.

-N-ni un poco -Jungkook tomó aire -Sólo quiero hablar contigo -

Yoongi se dio la vuelta y entró a la cocina tomando dos vasos de agua y los puso sobre el mesón -Hablemos- murmuró tranquilamente.

Jungkook recordó su canasta, la levantó y las puso al lados de los vasos con agua.

Yoongi levantó una ceja y tomo una sin preguntar y empezó a pelarla lentamente.

Jungkook sentía que su sudor frío empapaba su cuello, ¿Eran dulces verdad?, ¿Por qué no se le ocurrió probarlas cuando las compró? ¡Sólo tomó las que se veían más grandes y jugosas!
Cuando Yoongi se llevó un poco de la fruta a la boca Jungkook sintió como si su corazón se detuviera, pero para su fortuna su expresión fue buena y comió un poco más.

-Habla, ¿Qué querías? -

-Y-yo... yo amo a Jimin, lo hago de verdad, se que tuvimos un mal entendido y sufrió por mi culpa pero ya quedó atrás, quiero hacerlo feliz y me gustaría que tu y yo estuviéramos en buenos términos ya que eres su hermano y le importas mucho- Explicó Jungkook.

Yoongi asintió - Bien, no me agradas y mucho menos quiero que seas la pareja de mi hermano, pero Jimin esta enamorado de ti sin importar lo idiota que seas, así que no puedo hacer nada más que apoyarlo - Se encogió de hombros.

-¿Gracias? - Murmuró Jungkook entre dientes.

-Sólo una cosa Jeon - Yoongi lo miro directamente a los ojos - No me hagas pasar el resto de mi vida en la cárcel -

-¿Qué? - Jungkook lo miro confundido.

-Si le haces daño a Jimin, te pondré tres metros bajo tierra - Afirmó Yoongi antes de tomar la canasta de mandarinas y darse la vuelta para ir tranquilamente a las escaleras.

Jungkook se quedó atónito viendo a su cuñado subir y desaparecer en el pasillo, esa última frase significaba que...

¡Por el diablo y todos sus jodidos demonios! ¿al menos le gustaron las mandarinas verdad?

En ese instante Jimin aparecía cargando al par de mininos en sus brazos.

-¿Cómo te fue? - Le preguntó alegremente dejando a Hermione en las manos de Jungkook.

El pelinegro se aclaró la garganta -Bien, supongo - Murmuró.

Jimin se echó a reír -Seguro que sí -

-Tu hermano es tan egoísta - Se quejó la Sra. Park negando con la cabeza mientras bajaba las escaleras -Sólo me dio una mandarina, dijo que Jungkook se las había traído a sólo para él -

-Ya sabes como es Yoongi cuando se trata de mandarinas, así ha sido siempre - Se burló Jimin y codeó a Jungkook - Comprárselas fue una buena idea-

-Le traeré unas a usted la próxima vez - Le aseguró Jungkook a su suegra.

-Eres muy dulce cariño - ella le sonrió -¿Se quedan a comer? -

-En realidad sólo vinimos por los gatos mamá, tenemos que ir a casa también por otras cosas que se quedaron allí - Le explicó Jimin.

-Cierto, que se mudaran pero tenemos que comer juntos antes de que yo regrese a Busan- les advirtió ella.

-Claro que si mamá - Jimin le dio un beso en la mejilla.

-Espero que les vaya muy bien entonces - Se despidió ella abrazándolos de nuevo.

-Gracias mamá, llevemos a este par al auto -le dijo a Jungkook para salir, ubicaron a los mininos en sus jaulas para viajar y se pusieron en marcha.

-Estabas muy pálido allí - Exclamó Jimin tratando de no reírse.

-Lo tenía todo bajo control -Musitó Jungkook.

-Si claro, claro ya se me había olvidado que estaba hablando con el mismísimo presidente de la compañía Golden Gruop y dueño indiscutible del título de Mr. Arrogante, Jeon Jungkook- Expresó Jimin como si estuviera haciendo un anuncio de presentación.

Jungkook le dio una mirada de reproche - A veces eres muy molesto, pequeño gnomo pelirrojo -

Jimin sólo una sonora carcajada y siguió burlándose de Jungkook para sacarlo de quicio hasta que llegaron a su casa, donde recogerían los muebles y juguetes de los felinos.

Jimin fue el primero en entrar -Voy a extrañar este lugar - Murmuró.

Jungkook lo abrazó por la espalda -Podemos conservarla, venir aquí de vez en cuando-

Jimin sonrió y se dio la vuelta pasando sus brazos por el cuello de Jungkook -¿Para qué vendríamos aquí? - Preguntó pasándose la lengua por los labios.

Las manos de Jungkook descendieron hasta el trasero del pelirrojo apretándolo - A recordar buenos momentos -

-Creo que mi memoria está fallando -Jimin hizo un puchero -¿Y si empezamos a recordar ahora? - sus manos se deslizaron por el pecho de Jungkook y lo empujó hacia un sofá.

Jungkook cayó sentado y con sus ojos llenos de deseo mirando directamente a los de Jimin.

El pelirrojo se encaminó hacia Jungkook sentándose sobre su regazo para unir sus labios en un beso.

-Me encantas - susurró Jungkook sobre los labios de Jimin.

-Demuéstramelo - Jimin tiró del labio inferior de Jungkook entre sus dientes.

El pelinegro tomo a Jimin y lo quitó de su regazo poniéndolo sobre el sofá - Me encantas, me encantas demasiado - Siguió diciendo mientras se desasía del suéter del pelirrojo.

Jimin tenía una sonrisa traviesa en su rostro, amaba la forma en que Jungkook lo miraba cuando hacían el amor, tiró de la camisa de Jungkook casi haciendo que los botones volaran por todo el lugar.

En otro momento le gustaría ir lento y con muchos juegos previos pero ahora joder quería sentir al pelinegro en su interior lo antes posible.

Sus manos sin basilar fueron a los pantalones de Jungkook para quitarle el cinturón.

El pelinegro sonrió con malicia y tomó el cinturón entre sus manos y lo envolvió en las muñecas de Jimin.

El pelirrojo abrió los ojos sorprendido - ¿Qué haces? -

-Demostrandote lo mucho que me encantas- aseguró Jungkook poniendo las manos de atadas de Jimin sobre la cabeza de este mientras le arrancaba los pantalones.

Jimin estaba totalmente desnudo y con la manos atadas sobre el sofá, era la cosa más jodidamente caliente que había hecho en su vida.

Jungkook también se terminó de desvestir dejando ver su muy endurecida erección.

Jimin se mordió el labio inferior y abrió las piernas.

-Eres ten sensual- Gruñó Jungkook antes de tomar entre las piernas de Jimin haciendo que sus duros miembros se rosaran haciéndolos jadear.

Jungkook tomó la boca de Jimin entre la suya devorando sus regordetes labios apasionadamente.

Sus caderas moviéndose en un vaivén erótico que los tenía a ambos temblando de deseo.

-Jungkook, por favor - Suplicó Jimin, no podía soportarlo por mucho tiempo.

-¿Me quieres dentro de ti? -Preguntó Jungkook moviendo sus caderas contra las de Jimin.

-¡Ah, si! - Jadeo Jimin.

Jungkook sonrió sus ojos estaban completamente nublados de lujuria, llevo sus dedos a la boca de Jimin.

El pelirrojo los chupó a su antojo, estaban demasiado excitados como para ir por lubricante.

Jungkook sacó los dedos la boca de Jimin y los llevo a la entrada de este, cuando el primer dedo lo penetró Jimin sintió un poco de dolor pero valía jodidamente la pena, estaba tan necesitado que se empujó a si mismos contra los dedos de Jungkook.

-¡Más! - Exigió.

Con ayuda del presemen que destilaba el miembro de Jimin Jungkook introdujo otro dedo, la espalda de Jimin se arqueo.

Con sus manos atadas Jimin sólo podía retorcerse de placer, gimiendo y exigiendo más por parte de Jungkook.

Sus cuerpos estaban más allá de la excitación, la mano de Jungkook que recorría los muslos de Jimin se sentía como si quemara su piel.

Y ambos perdieron el control de todos sus sentidos, cuando volvieron en sí, Jungkook estaba empujándose dentro de Jimin.

Las manos atadas de Jimin rodeaban el cuello Jungkook y sus piernas estaban alrededor de las caderas del pelinegro.

Ambos entregados a la ardiente necesidad de sus cuerpos, moviéndose el uno contra el otro jadeando sus nombres.

Jungkook descargo todas sus emociones en Jimin, ese precioso hombre pelirrojo era lo que más amaba y lo único que le incentivaba a seguir.

Jimin aceptó cada empuje y estocada gustoso, sintiéndose totalmente ido en el placer, ambos se corrieron de forma salvaje temblando por el orgasmo, fue rápido y caliente.

Dejaron sus frentes juntas mientras jadeaban recuperándose de los réplicas del orgasmo.

-Así me encantas - susurró Jungkook besando los labios de Jimin.

-¿Y si vamos a la habitación y yo te demuestro lo mucho que tu me encantas a mi? - Propuso Jimin.

Los ojos de Jungkook se oscurecieron - Joder, si-

Hola mis amores se que tarde pero volví, la verdad no me encuentro muy bien de salud.

Espero que les haya gustado el cap y nos leemos pronto hermosuras.