Capítulo 20
Dedicado a mi bebé JENNIFERV889
—¡Mira lo que hicieron las bolas de pelos!
— No los llames así y no es para tanto…
— Park Jimin, ¿tienes alguna idea de cuánto costaba ese sofá? — Preguntó Jungkook con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre su pecho.
Jimin hizo una mueca mirando los rasguños que destrozaron dicho mueble mientras jugaba con sus deditos.
¡No entendía cómo había pasado esto, pero cuando llegaron muy temprano en la mañana había un desastre en toda la casa! El sofá estaba lleno de arañazos y había un florero quebrado en el piso. Era como si sus mininos hubieran tenido una batalla campal.
— Es… es que ellos no están acostumbrados a estar solos durante toda la noche — El pelirrojo se mordió el labio inferior mirando el rostro claramente enojado de Jungkook.
— ¿Entonces vas a contratar una niñera cada vez que estés fuera por las noches? — Preguntó en tono sarcástico.
Si estuvieran en otro momento de su vida, quizá como cuando se conocieron, Jimin le diría a Jungkook que se fuera a la mierda, que él le pagaría todos los daños causados por sus gatos.
Pero ahora había otro estatus en su relación y Jimin estaba un poco apenado por el desastre y necesitaba encontrar una forma de calmar a Jungkook. La verdad, la idea de poner un anuncio para contratar una niñera para Ron y Hermione era muy graciosa para él y tuvo que apretar los labios para no reírse.
Tomó una larga respiración para controlar las carcajadas que amenazaban con salir antes de hablar:
— Jungkook, tú los conoces, ellos no se portan mal. Quizá anoche estaban un poco asustados por estar solos e hicieron todo esto — Dijo Jimin, parándose delante de Jungkook, haciendo un pucherito — ¿Cómo podrías enojarte con ellos? —
Los ojos de Jungkook se posaron en los culpables. Hermione se lamía sus patitas delanteras, mientras Ron estaba profundamente dormido en una extraña posición de las que solo un gato puede lograr, y su enojo pareció bajar un poco. Sin embargo, dijo— Todo esto te saldrá muy caro —
Jimin levantó una ceja.
— ¿Cuál es el precio que debo pagar? — Preguntó, pasando su mano por el pecho de Jungkook.
— Lo sabrás cuando recibas tu pago el próximo mes — Dijo, tratando de ignorar la muy tentadora insinuación de Jimin.
Jimin abrió la boca indignado.
— ¿En serio me lo vas a descontar de mi salario? —
— Sería lo más lógico — Aseguró Jungkook.
— ¡Es injusto! — Chilló Jimin.
— ¿Por qué es injusto? — Interrogó Jungkook — Son tus hijos-gatos —
— Pero ahora también son tus hijos — Bufó Jimin.
— ¿Mis hijos? — Jungkook le dio una mirada llena de incredulidad.
Jimin volvió a su estrategia de persuadir a su jefe:
— Por supuesto — Cantó alegremente, rodeando el cuello de Jungkook con sus brazos — Perdónalos esta vez, no seas un padre tan estricto —
— Para asumir mi paternidad, creo que debo tener una relación más comprometida contigo — Jungkook suspiró, atrapando la cintura de Jimin entre sus brazos — Quizá si aceptas ser mi novio…
Jimin dejó salir una risita.
— Tú no das puntada sin dedal, ¿eh? —
— Soy un hombre dedicado a los negocios, ganar siempre es mi objetivo — Dijo, dándole un beso corto en los labios al pelirrojo.
Jimin asintió.
— Está bien — Murmuró.
Jungkook sonrió victorioso.
— Descuenta el precio de los daños de mi salario — Terminó de decir Jimin con resignación.
Jungkook abrió los ojos.
— ¿Qué? —
— Pagaré la fortuna que cuestan tus muebles — Jimin se encogió de hombros.
El pelinegro lo miró sin poder creerlo.
— ¿Prefieres pagar a aceptar ser mi novio? —
— Es que no sé si quiero tener a un hombre tan arrogante y odioso como mi novio — Murmuró Jimin, mirándose las uñas — Déjame pensarlo un poco más —
— Ya no estoy siendo tan arrogante y odioso contigo — Gruñó Jungkook.
— ¿Y quién me asegura a mí que no es una estrategia que estás usando para atraparme y una vez me tengas…?
— ¡Jimin! —
— Además, quieres que sea tu novio y ni siquiera me has invitado a una cita — Añadió Jimin.
— ¿Quieres ir a una cita? Vamos a una en este instante — Propuso Jungkook.
El pelirrojo se rió y presionó sus labios con los de Jungkook en un largo beso.
— Vamos paso a paso, lo que tenemos está bien por ahora, sin presiones, ¿sí? —
Jungkook bajó su rostro y lo escondió en el cuello de Jimin, asintiendo. Dejaría de insistir por ahora.
Jimin sonrió mientras era sostenido por este alto y fuerte hombre. En realidad, a él le gustaba muchísimo Jungkook. Se sentía a gusto con él, a pesar de lo desastrosa que fue su forma de conocerse y todo lo que pasó después.
Pero aún no se sentía preparado para aceptar tener una relación comprometida con Jungkook. Además de su claustrofobia, había algunos otros miedos que seguían en su interior, secuelas de ese trágico suceso.
Y uno de ellos era temer a ser demasiado aprensivo con las personas que lo rodeaban. Amar sin reservas era algo que asustaba, es que no sabes cuándo vas a perder a las personas que amas y entre menos personas amara, ¿sufriría menos sus pérdidas?
Su lógica era un poco cobarde y se añadía a uno más de sus defectos, y tal vez por eso sus relaciones no funcionaron en el pasado. El círculo de personas que apreciaba se reducía a su familia, TaeHyung y, por supuesto, a sus gatos.
Pero quería intentarlo con Jungkook, ir poco a poco aumentando gradualmente su compromiso el uno por el otro. Así era como se sentía mejor.
— Tendremos que comprar muebles nuevos — Susurró Jungkook después de un momento.
— Qué bueno que el futuro papá de Hermione y Ron tiene mucho dinero — Dijo Jimin divertido.
Jungkook se rió.
— Sí, eso es muy conveniente, conmigo no les faltará nada, así que ayúdenme a convencer a su padre de aceptarme — Le habló a los gatos.
En ese instante, el teléfono empezó a sonar.
— Déjame ir a contestar — Ordenó Jimin, intentando soltarse del abrazo.
— Es sábado, ¿a quién se le ocurre llamar un sábado? — Se quejó Jungkook.
— Tal vez sea importante — Jimin levantó el teléfono mientras Jungkook fue a buscar los implementos de aseo para recoger el desorden.
— Hola…
— Hola, Jimin, hablas con el Sr. Jeon…
Jimin abrió los ojos de inmediato.
— Oh, ¿en qué puedo ayudarle? —
— ¿Jungkook tiene su agenda libre el día de hoy?
— Sí, señor…
—Hubo un silencio del otro lado de la línea.
—¿Podrías preguntarle si quiere venir a almorzar a casa hoy? — La voz del padre de Jungkook sonaba un poco indecisa.
Jimin se quedó un poco confundido. —Por supuesto, deme un momento— puso el teléfono en la mesita y caminó hacia la cocina donde el pelinegro había ido.
—Jungkook…
—¿Sí? —el pelinegro tenía las manos ocupadas.
—Tu padre está en el teléfono y pregunta si podrías ir hoy a almorzar a casa—
Jungkook frunció el ceño. —Dile que no, gracias—
Jimin se le quedó mirando. —Pero…
—Fui a comer con él porque tú me lo pediste, y después porque tú tenías que ir con tu amigo, Jimin—
El pelirrojo se sentía tan impotente ante esa situación. —Es tu padre, Jungkook, tal vez quiere que su relación mejore—
—Sé que es mi padre y lo tolero, pero es un poco tarde para…
—Es mejor tarde que nunca— Jimin tomó la mano de Jungkook entre las suyas. —Por favor, guardar rencor no es algo que te beneficie, son padre e hijo, y aunque estén enojados, eso no cambiará. ¿Por qué no intentas darle una oportunidad?—
Jungkook suspiró. —Pero tú debes venir conmigo, si quieres que vaya—
—¿Yo?—
—Sí, tú, ya que yo tuve que ir a la casa de tu hermano, quien realmente me detesta, es tu turno para ir a casa de mi padre, quien tú le agradas mucho— propuso Jungkook.
Jimin negó con la cabeza mientras sonreía. —Está bien— y volvió a salir, esperando que el Sr. Jeon siguiera en la línea.
—¿Sr. Jeon?—
—¿Sí?
—Jungkook dijo que irá a almorzar con usted hoy—
—Muchas gracias, Jimin— el tono de voz del padre de Jungkook sonaba sinceramente agradecido.
—No tiene que agradecerme, Sr. Jeon—
—Sabes que sí, Jimin— le escuchó decir al Sr. Jeon. —Ten un buen resto de día—
—Usted también— respondió Jimin antes de colgar.
Jungkook entró a la sala cargando con la aspiradora, escobas y recogedores. —Manos a la obra— dijo entregándole una escoba a Jimin.
El pelirrojo hizo una mueca. —Tengo flojera—
Jungkook le dio una palmada en el trasero. —Vamos, mueve ese culo y ponte a limpiar—
—¿Y si mejor yo solo muevo el culo y tú limpias?— propuso, mientras movía las cejas y tomando la escoba como si fuera un micrófono, empezó a cantar mientras bailaba.
Jungkook no pudo evitar reírse ante la ocurrencia de ese pequeño gnomo, aunque al final ambos terminaron bailando y cantando mientras recogían el desorden.
Terminaron un poco agotados y se dejaron caer en el arañado sofá.
—Creo que casi es hora de alistarte para ir al almuerzo con tu padre— le recordó Jimin.
—Querrás decir alistarnos— corrigió Jungkook levantándose.
—Estoy cansado, no puedo moverme— se quejó Jimin.
—No hay problema— Jungkook lo tomó como si no pesara nada sobre su hombro, como un saco de papas, y lo llevó hasta la habitación.
Jimin solo podía reír cuando fue puesto sobre la cama. —Está bien, yo voy a alistarme, pero nos duchamos en baños separados—
—¿Por qué?— Jungkook hizo un puchero.
—Porque si nos bañamos juntos llegaremos a la hora de la cena—
Jungkook bufó. —Bien—
—¿Qué debería ponerme?— le preguntó Jimin.
—Lo que sea, te ves bien con cualquier cosa—
—¡Lo sé!— Jimin hizo un puchero. —Pero es un almuerzo con tu padre, ¿No debería usar algo en específico?—
—Solo es un almuerzo, nada en especial— Jungkook le restó importancia.
Jimin le lanzó una almohada, definitivamente Jungkook no iba a ser de gran ayuda, así que se dirigió él mismo a buscar algo.
Algo no tan formal pero tampoco informal, tomó una camisa de algodón blanca de mangas largas, un pantalón azul rey y unos zapatos negros.
Después de elegir sus prendas, fue directo al baño a ducharse. Jimin no sabía cómo sentirse en medio de esto.
Jungkook le importaba mucho y quería que mejorara su relación con su padre, que no le quedara ningún arrepentimiento una vez que el Sr. Jeon se muriera.
Ni siquiera quería imaginarse cómo se tomaría Jungkook todo eso. Esperaba que el Sr. Jeon se decidiera pronto a contarle a su hijo la verdad.
¡Estaban perdiendo demasiado tiempo valioso!
Jimin salió de la ducha y empezó a alistarse con una idea en su cabeza, necesitaba preguntarle algunas cosas a Jungkook.
Tomó un suspiro y antes de alistarse, se vio muy bien cuando se miró en el espejo; su esbelta figura resaltaba de manera natural.
Pero había algo que no le parecía que le quedaba bien y eso era su cabello. Mientras usaba el secador, llegó a la conclusión de que se veía muy opaco.
—¿Listo?— Jungkook entró a su habitación usando una camisa de rayas delgadas negras y blancas y un pantalón negro.
Se veía increíblemente guapo, como siempre.
—Ya casi— Jimin hizo un puchero. —No me gusta mi cabello, creo que cambiaré el color en estos días—
Jungkook se acercó a él mirando el cabello de Jimin. —El rojo se ve muy bien en ti, no lo cambies, a mí me gusta—
Jungkook estaba fascinado por el cabello rojo de Jimin.
—A mí también me gusta, me hace ver sexy— Jimin sonrió pícaro. —Pero está un poco opaco—
—Si lo retocas un poco, se verá aún más hermoso—
Jimin asintió. —Tienes razón y es hora de irnos—
Salieron de la casa rumbo al almuerzo con el Sr. Jeon, no sin antes darles de comer a los dos pequeños desastrosos y mimados.
—No pareces nervioso de ir a comer con mi padre— Jungkook miró a Jimin una vez que iban en el auto.
—Le caigo muy bien, ¿Por qué debería ponerme nervioso?— respondió Jimin con confianza.
—Para ti es más fácil llevarte con mi familia que a mí con la tuya— protestó Jungkook.
Jimin se rió, pero en ese momento vio la oportunidad de hacer las preguntas que deseaba.
—Jungkook, ¿Tienes más familia además del Sr. Jeon?—
—Sí, mi padre tiene un primo que tiene dos hijos, aunque no somos muy cercanos— respondió Jungkook simplemente.
—¿Por qué no son cercanos?— quiso saber Jimin.
—Bueno, yo estuve la mayor parte de mi vida en un internado al otro lado del mundo, la última vez que los vi probablemente fue en el funeral de mamá— explicó.
—¿Nunca has intentado acercarte a ellos?—
Jimin negó con la cabeza. —Son personas bastante ocupadas, esa rama de nuestra familia se dedica a la medicina, casi todos son médicos muy reconocidos y galardonados, como “la realeza de la medicina", excepto su hija menor, creo que es pintora o escritora, algo así. También tienen varias clínicas “Jeon". Nosotros nos dedicamos a los negocios y la construcción, así que cada quien se dedica a lo suyo—
—Es aquí— hizo saber Jungkook una vez que estacionó frente a una hermosa y elegante mansión.
—¿Creciste en este lugar?— preguntó Jimin con la boca abierta.
—No, la casa donde vivíamos, Gong Yoo la vendió cuando me envió lejos— había un poco de resentimiento en esas palabras.
Entraron, encontrándose de inmediato con el Sr. Jeon, que los esperaba con una pequeña sonrisa en sus labios, como si supiera de antemano que vendrían juntos.
—Hijo, Jimin, bienvenidos—
Jungkook solo asintió con la cabeza. —Padre—
—La mesa está casi lista en el jardín trasero, podemos sentarnos— el Sr. Jeon los guió por el elegante lugar.
Jimin ahora se sentía un poco cohibido. La casa donde vivía con Jungkook era bastante grande y bonita, pero este lugar era de esas que se ven en los dramas.
—¿Hay alguna razón para este almuerzo?— preguntó Jungkook directamente.
Gong Yoo lo miró. —No, en realidad, hijo, solo quería que comiéramos juntos en casa—
Jungkook iba a responder algo y por su mirada no parecía ser agradable, Jimin le apretó el muslo por debajo de la mesa.
—La comida se ve deliciosa— comentó entonces.
—Mandé a preparar la comida favorita de Jungkook—
—¡Oh!— Jimin sonrió. —Es tu comida favorita, empecemos a comer, Jungkook—
Jungkook probó un poco de su plato. —Sabe bien, pero la que tú preparas es mejor—
—No exageres, mi comida no es tan buena— dijo Jimin. —Pero puedo intentar prepararte un par de estos platillos—
—¿De verdad?— Jungkook sonaba más animado ahora.
Jimin asintió. —El Sr. Jeon también podría acompañarnos— propuso Jimin. —Sería un honor cocinar para ambos—
Gong Yoo lo miró con una sonrisa en sus labios. —El honor sería mío. ¿Tú qué piensas, hijo?—
—Suena bien— dijo simplemente sin mirarlo. —Jimin, prueba esto, te gustará— tomó un poco de comida con sus propios palillos y los llevó a los labios de Jimin.
El pelirrojo lo recibió con naturalidad hasta que vio que el Sr. Jeon los miraba sonriendo.
La primera idea del Sr. Jeon al invitar a su hijo a esta comida fue hablar con él, pero ahora simplemente no se atrevía. No sabía cómo.
No podría decirle simplemente:
“Hijo, me quedan menos de cinco meses de vida.”
Hola mis amores, espero que les haya gustado y no se vayan muy lejos, el próximo capítulo será subido en una hora.
Les amo muchote.
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