✨' Capítulo 003
Unos minutos les costó solamente para poder salir de esa cómoda y tranquila oficina, aunque sabía que eso no duraría para siempre, pues la mirada que le estaba dando Kyungsoo no le hacía sentir del todo bien.
—¿Por qué lo hiciste?— cuestionó de brazos cruzados.
—Necesito una razón para alejarme de todó lo que conlleva el nombre Asmodeo, el muy idiota me vigila y no solo eso, tiene a muchos siguiéndome.— suspiro. —No se lo que debo hacer ahora, él solo busca a alguien que no sabe ni quién es exactamente.— rodó los ojos.
—¿Es por eso que me buscaste?— preguntó despacio.
—Sí, además de que Kris tiene otras cosas importantes que decir y creeme que no sabía a quién más recurrir, todos son unos idiotas lambe botas.— masculló molesto ante lo último que menciono.
—¿Cosas como qué?— el pelirrojo volteó hacia el más alto esperando a que hablara.
—Ah sí, lo siento.— limpio su boca, pues estaba comiendo un pastelito que le robó a Tao de su pequeño bar y por su sabor sabía que su madre se lo había hecho. —Pues, la historia es más que una simple venganza y aunque mantuvieron en secreto el nombre de los hijos, Lilith se los reveló a Gabriel en un ataque pasional.
—¿Mi padre?— Kyungsoo pasó su mano derecha por su cabello rojizo totalmente sorprendido.
—Así es.— tragó el pedazo de pastel que mantuvo saboreando en su boca. —Yo me enteré por accidente, sin embargo, Lilith es un poco desvergonzada que al final me lo recalcó y solo porque me vio desnudo.
—Eres su hijo, que asquerosa.— Baekhyun hizo una mueca.
—Es la madre de la lujuria, no esperes menos.— se burló de eso. Después solo se dedicó a terminarse el pastelito mientras que se aguantaba las miradas exigentes de los otros dos.
—Kris evitarme la pena de cortarte el maldito cuello.— el pelirrojo estaba a punto de acercarse al pelinegro pero como siempre el rubio no lo dejo.
—Es mejor que vayamos a otro lado, aquí no podemos ni siquiera cambiar el color de nuestros ojos porque los demás seres están sospechando.— el rubio miró a Kris para que hiciera su magia y los llevará al baño de cualquier sitio privado.
Tiro con molestia el pastelito que se estaba comiendo Kris y presiono el pulso de su mano derecha a modo de advertencia.
—Es por eso que no debo juntarme con omegas, siempre son más berrinchudos.— rodó los ojos y como en pasado, chasqueo sus dedos, detuvo el movimiento y espero a que el mini portal se abriera. —Adelante señoritas.— bromeó una vez más.
—Van dos, maldito desgraciado.— levantó sus dedos Kyungsoo con una mirada molesta, para después dar un paso y así atravesar el portal.
—Si sigues así, vete despidiéndote de tus ojos.— Baekhyun trató de intimidar, pero lo único que logró fue una sonrisa por parte del pelinegro.
—Cada vez más me doy cuenta que sí son necesarios los alfas en sus vidas, malditos gruñones.— rodó los ojos entrando también al portal, después de eso chasqueo sus dedos y desaparecieron de ese lugar dándole paso al movimiento cotidiano.
—¿En dónde estamos?— cuestionó Baekhyun al notar que todo estaba oscuro.
—Creo que en el baño de Kyungsoo.— masculló retorciéndose pues el lugar era más pequeño de lo que esperaba. —En serio, ¿Aquí puedes follar bien?— intento tocar el cabello rojizo pero no lo logró.
—Maldita sea Kris, aprende a usar tú don.— cómo pudo el pelirrojo abrió la puerta causando que los tres cayeran de bruces uno encima del otro.
Los quejidos fueron los únicos que se escucharon, pues Kris se golpeó la cabeza, Baekhyun la frente y por último Kyungsoo se dió un golpe en la boca, causando que la sangre se apoderara de esta pues se había roto el labio inferior desde dentro.
—¡Kris!
—¡Eres un idiota!
—¡Kyungsoo tú tuviste la culpa, no me jodas!
Si seguían así terminarían en golpes y no por nada lo presentía muy en fondo de su estómago, así que cómo pudo empujo a los otros dos para poder levantarse y sacudir sus ropas.
—¡Baekhyun!— gruñeron al mismo tiempo.
Sonrió victorioso, pues había logrado que se volviera a golpear pero en diferentes partes. Mientras los otros se levantaban dió un vistazo rápido a todo el lugar, sin dudas era lindo y muy cómodo, era bueno que Kyungsoo no fuera hijo de Asmodeo y eso le hacía sentir un alivio enorme.
—Confieso que no me divertía de esta manera hace muchos años.— el pelinegro se sincero con una leve sonrisa.
—Aunque quiera arrancarte los ojos todavía, tienes razón.— Kyungsoo rió levemente mientras sacudía sus ropas. —Después de la academia ya nada fue igual y es una pena porque ahí si éramos medio libres.
—¿De qué hablas? Si tú eres quien hizo más que nosotros.— Baekhyun lo miró sin entender.
—No realmente, siempre he vivido bajo la sombra de mi padre y no es tan bueno como otros lo piensan.— se encogió de hombros. —Él vive con la idea de que yo debo seguir sus pasos, por lo cual me quiere para procrear más hijos.— masculló con desprecio.
—No me jodas.— el pelinegro hizo una mueca. —Eso es igual o más asqueroso que mi madre tratando de acostarse conmigo solo para bajar su sed de penes.
—Bueno al menos no están bajo vigilancia y no son ordenados a matar a alguien que quizá no existe.— se sincero de nuevo el rubio.
—A todo esto ¿Qué es eso que tanto busca Asmodeo?— invitó a sentarse a los otros dos el pelirrojo, mientras se movía para traerles algo de licor.
—No es qué.— se acomodo en el sofá cruzando de paso sus piernas. —Es quién.— ondeó su mano solo por inercia. —Asmodeo busca al hijo de Samael para matarlo.
—Pero, Samael tiene varios hijos.— se metió Kris.
—Exacto.— apuntó el rubio a la nada. —Es por eso que no sé bien a quien busca.— mordió su labio inferior.
—Por lo que tengo entendido, Samael tiene dos hijos más ¿No?— entrego con cuidado los vasos de licor.
—Así es.— después de un trago y una mueca el pelinegro respondió. —Tao es uno de sus hijos también, solo que no es tan importante debido a que Samael prefiere dejarlo así.
—Vaya, eso sí que es sorprendente.
El rubio asintió ante las palabras del pelirrojo, ahora que sabía que Tao sería descartado aún le quedaba un hijo más, solo que al parecer Kris no lo conocía y era de esperarse pues él se enteraba de las cosas de una forma no tan agradable.
—Solo que hay algo que no me cuadra.— tomó asiento a un lado del rubio. —Y es que Lilith se mantiene neutral, pero cada que le mencionan el nombre de Asmodeo, sus ojos parecen desaparecer y cambia totalmente su expresión a una de asco.
—¿Alguien más sabe de estás cosas?— se metió Kyungsoo al ver cómo no estaban llegando a ningún lado.
—Sí, existe alguien.— respondió Kris. —Se llama Sehun, pero él no está aquí y el único que puede ser capaz de verlo o hablar con él, es un ángel.
Ese nombre no se le hacía conocido para nada y era de esperarse pues Baekhyun siempre vivió rodeado de seres infernales incapaces de pensar más allá del mal así que sí, estaba completamente jodido.
—Los únicos ángeles que conozco no creo que quieran ayudarnos, pues ellos no están capacitados para este tipo de cosas, sin mencionar que son ignorantes ante tales cosas que nosotros sí sabemos.— frotó su frente el pelirrojo sin saber qué más hacer.
Luego pensó en algo el rubio, se supone que uno de esos ángeles que Kyungsoo mencionaba era Chanyeol, por lo que eso le daría un poco más de "ayuda".
—Sobre el trabajo que le iban a dar a ese tal Minseok ¿Qué se supone que debo hacer?
—Trabajar para él en un restaurante y modelar un poco para Peache's Corporation.
—¿Qué pretendes hacer?— Kris le cuestionó con una ceja enarcada.
—Ganarme su confianza, luego contarle que necesito ayuda...
—Para llevarlo con Sehun, hacerlo que te cuente lo que quieres saber y luego dejar botado a Chanyeol.— terminó por él Kris.
—Exacto.— sonrió.
—No creo que esa sea buena idea.— se metió Kyungsoo.
—¿O quieres que usemos a Jongin para esto?— cuestionó con evidente sarcasmo.
—No.— negó molesto el pelirrojo.
—Entonces ahí está.— Kris aplaudió al notar como el plan ya estaba armado. —Ustedes centren su energía en eso, yo por otro lado averiguaré dónde está exactamente Sehun y cuando ya tengan todo bien armado me buscan de nuevo para llevarlos.— chasqueo sus dedos nuevamente para abrir el portal. —Si me disculpan tengo cosas que hacer.— metió una pierna. —No se tarden por qué puede ser más difícil si Asmodeo se entera que estás cerca de un ángel y más si es porque necesitas de su ayuda.— después de esas palabras y un simple adiós, desapareció junto con el portal.
—Es arriesgado lo que intentas hacer, pero no tenemos de otra.— Kyungsoo levantó los vasos que anteriormente usaron para llevarlos a lavar.
Al notar que se fue, Baekhyun se quedó pensando demasiado en lo que hablaron, si Samael tenía tres hijos ¿Por qué querer matar a sólo uno de ellos?
La historia no tenía sentido y más por el simple hecho de que era una tontería, Asmodeo estaba encadenado y no podía hacerle nada a menos de que quien lo puso en ese estado apareciera, pero sabía que eso era imposible.
Así que se preparó mentalmente para lo que pronto se avecinaba, los recuerdos y las sensaciones aún las mantenía vivas, la academia solo fue un pequeño plus para saber que sí podía sentir más cosas, el odio no era parte de su ser, sin embargo, tenía que sentirlo por culpa de Asmodeo.
—¿Estás listo?— preguntó el pelirrojo una vez llegó a su lado.
Al asentir se preparó para sentir ese leve vuelco en su corazón y los nervios al cien. Se levantó del sofá y caminó junto con Kyungsoo a la puerta.
—Tenemos que ir directamente a Boomerang Corporation. Ahí siempre se encuentra Chanyeol, así que será un camino pesado.— le mencionó con calma mientras tomaba las llaves de su auto para así emprender el viaje.
(•••)
Dos horas les costó llegar al sitio, era tan aburrido viajar entre híbridos, seres y humanos. No estaba acostumbrado y jamás lo haría pues no era algo que fuera sumamente interesante.
—Quita esa cara, pudo haber sido peor.— se burló.
—Tan chistoso Kyungsoo.— rodó los ojos.
Pero por dentro se estaba desmoronando, ver un antigüo amor no era lo más excitante del mundo y más cuando los chismes escalaron a dimensiones que jamás pensó, porque sí, se dió cuenta que alguien le comentó a Chanyeol que le gustaba, y desde ese entonces dejó de ser el rarito, para pasar a ser el blanco de pequeñas bromas y burlas de los demás demonios.
Jamás pudo pasar por eso, sin embargo, se sintió bien al saber que él sí tenía sentimientos y no precisamente malos. Era diferente, cosa que le gustaba bastante, pero como todo, se acabó. La academia cerró y ya nunca volvió a ver a ese ángel de sonrisa extraña.
Después ocurrió todo el alboroto de Asmodeo y ahora estaba ahí a unos cuantos pasos de volver a ver al bonito y deslumbrante ángel de ojos grises.
—Vamos Baek.— el pelirrojo le dió un suave empujón, pues al parecer ya habían llegado.
Tan perdido que estaba en sus pensamientos que no noto el silencio tan aburrido de todos los demás al verlos entrar.
Kyungsoo empujó las grandes puertas para ambos dándole una primera vista del lugar tan iluminado y bonito que era. No sabía de oficinas, pero al menos podía notar que está era más grande que la de Tao y qué por supuesto estaba en un lugar sano, lejos de las aberraciones y los olores horrendos.
—Kyungsoo, que bueno verte.
La voz tan varonil le llegó tan profundo al corazón que lo dejó por unos instantes sin aire en los pulmones, tanto que no supo el motivo por el cual sus mejillas se calentaron.
—Dime que traes buenas noticias.
Esa sonrisa preciosa causó un escalofrío en toda su espina dorsal que lo dejó pensando otra vez en ese extraño motivo.
—Sí, la verdad es que Tao ha hecho un excelente trabajo, me alegro de que al menos este si haya salido sincero.— suspiro. —Pero, eso es otro tema.— miró a Baekhyun unos momentos. —Traje a tú nuevo trabajador, espero que te sea de utilidad.— señaló al rubio quien estaba embobado mirando a una de las bonitas flores que Chanyeol mantenía con vida. —Su nombre es Baekhyun...
En cuanto menciono su nombre levantó su mirada para darle toda su atención a los otros dos. Solo que no espero toparse con esos bonitos ojos grises que de la nada lo inundaron en miles sensaciones que otra vez no entendía, pero que sin dudas le causaba muchos sentimientos encontrados, aún así no evitó para nada que la sonrisa floreciera.
Pues ahí frente a él, estaba el mismo ángel, del cual se enamoró en la academia, solo que sí, con rasgos más maduros y un aura llena de cosas que no tenían explicación.
—Un gusto Baekhyun.— extendió su mano para que el contrario la tomara y así formar un saludo.
Pero eso jamás pasó, porque los ojitos del rubio no dejaban de lado los grises del contrario, eran como si fueran un lago lleno de sentimientos bonitos, de una tranquilidad que jamás en su vida había experimentado y sí, le gustó tanto que no pudo evitar ensanchar más su sonrisa.
—Bueno, un placer conocerte.— bajo su mano despacio ignorando que el más bajito no le estaba correspondiendo de la misma manera, aun así lo dejó pasar por el simple hecho de que ese hermoso omega le intrigaba de una manera que hasta ahora él tampoco entendía.
Para Baekhyun ese sentimiento era más de lo que pudo comprender en ese instante, pero se aguanto pues la mirada de Kyungsoo no le ayudaba en nada.
—Creo que eso es todo de mi parte.— el pelirrojo aclaró su garganta para después mirar a todos lados. —Chanyeol te deje los documentos en el escritorio, las aprobaciones también están ahí y bueno el dinero más tarde te lo transfiere Jongin.— así sin más camino hacia las puertas para abrirlas y así salir dejando a esos dos a solas.
—¿Qué haré?— murmuró aún perdido entre la tranquilidad y esos hermosos ojos grises.
—Bueno, primero contesta unas preguntas.— sonrió un poco sin dejar de observar cada detalle de su pequeño y delicado rostro.
Asintió sin necesidad de oponerse a nada, su cuerpo se inundó en una tranquilidad haciendo que poco a poco se dejará caer en ese mar de buenas sensaciones que su corazón le permitía sentir y no estaba mal, al contrario, quería más de eso.
—¿Tú eres ese demonio de la academia que confesó estar enamorado de mí?— preguntó en un susurro.
—Lo soy.— sé sincero. —¿Te molesta?— mordió su labio inferior preocupado, pues lo menos que quería era alejar todas esas sensaciones tan lindas que estaba experimentando.
—No.— respondió. —Al contrario, me hubiera gustado conocerte más en ese entonces.— tocó delicadamente una de las mejillas del rubio, sintiendo como la electricidad recorrió todo su brazo hasta poder perderse dentro de su corazón.
—Pudiste haber cambiado mi mundo en aquel entonces.— murmuró con una pequeña sonrisa, sin embargo, todo había cambiado.
Ellos eran diferentes ahora y nada volvería a ser lo mismo, pues ya no estaban en la academia, esos momentos tan lindos solo se quedarían en ese sitio y ahora todo eso estaba muerto.
Así que se alejó despacio dejando que todo su alrededor se oscureciera, Baekhyun sabía que el motivo por el cual estaba frente a ese ángel, era para usarlo y así saber quién era ese hijo que Asmodeo estaba buscando con tanto desespero.
La burbuja se había reventado y ahora solo quedaba la fría distancia que el mismo había puesto, pues no sé podía permitir enamorarse, si sabía que su vida corría peligro.
—Pero ya todo cambió y ahora solo voy a trabajar para ti.— con una leve mueca dió varios pasos hacia atrás. —Así que dígame ¿Qué voy a hacer?— miró al ángel como a todos los demás, sin sentimientos y aburrido.
—Entiendo.— Chanyeol asintió. —Boomerang Corporation. Es una valiosa cadena de restaurantes y hotelería, solo que por un mal ser termine en bancarrota y ahora tengo que subir de nuevo mi única oportunidad, por lo tanto necesito meseros y de eso vas a encargarte tú.— le dió la espalda para acercarse a su escritorio y así poder darle unos folletos con información. —No es tan difícil, es solo llevar la comida a las mesas y listo.— sonrió un poco. —Un día irás al restaurante y otro día a Peache's Corporation. Ahí posaras para fotos junto con mi hermano, tendrás tu sueldo y por supuesto me ayudarás a mí con un poco de las ganancias.— concluyó su explicación. —¿Estás bien con eso?— preguntó con cautela.
No podían contra sus instintos pues todo su ser le gritaba para que se lanzará sobre su cuerpo, lo llenará de besos y le sacará toda la ropa, pero no tuvo que reprimir absolutamente todo con tal de seguir en su papel de demonio irritante.
—Me parece bien.— asintió sin ganas.
—Bueno ¿Podrías empezar hoy?— arqueó su ceja derecha en un gesto que el rubio no comprendió.
—Sí, claro no hay problema.
Solo esperaba no meterse en más cosas importantes, porque no sabía si podría soportar más sensaciones extrañas y por supuesto no sabía si iba a poder soportar ver ese cuerpo aún aún con ropa.
—Bien, sígueme. Vamos a llevarte al restaurante.— le entregó los folletos con amabilidad y una vez que los tomó el rubio se dirigió hacia las puertas para abrirlas.
—¿No te molesta que un demonio esté trabajando para ti?— cuestionó tratando de entender aunque sea un poco sus sentimientos.
—Si te soy sincero, no.— se metió las manos a sus bolsillos. —Es solo trabajo y como dijiste en aquel pasillo de la academia: Nosotros no podremos ser algo más, debido a que tú eres hijo de Asmodeo.
Y eso dejó paralizado al rubio, pues no creyó que pudiese recordar tales palabras.
—Así es, un demonio como yo jamás podría estar con un ángel como tú.— sentenció sin expresar más allá de lo que realmente pensaba.
Su rostro no mostraba lo que sentía y eso ya era un avance, pues solo quería lanzarse sobre su cuerpo para devorarlo.
—Bueno, habiendo dicho eso y que todo está claro, hay que irnos a trabajar.— no lo miro y solo le dió la espalda para salir de la oficina.
Cosa que causó un dolor en el pecho del rubio, pues no sabía que sus propias palabras podrían dolerle así de fuerte. Y ahí es que entendió que trabajar para ese ángel, sería su propio castigo divino.
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