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Llantos


La leyenda de Wendigo nos permite adentrarnos en las profundidades del bosque, nos permite ver a las bestias desde su interior, comprender que son el cazador nato que atrae a sus víctimas de una forma sobrehumana con el llamado de voz, imitando la voz de familiares, amigos o enemigos, susurrando desde la copa de los árboles hasta lo más bajo del bosque, obligando a sus víctimas a seguirlos como lo haría un marinero ante el canto de una sirena, es por ello que son criaturas tan peligrosas y difíciles de asesinar pues pocos son los viajeros que han logrado romper el encantamiento de su voz y a han sobrevivido a su encuentro.

Se sabe que el Wendigo es una criatura peligrosa desde sus primeros años de vida, pues en este tiempo tienen menos control sobre su instinto y se ven más vulnerables a ceder ante él y convertirse en asesinos por primera vez, es por esto que la idea de dejar a Peter en una guardería perturbó a Tony pues el conoce la naturaleza de sus bestias, bestias es una palabra tabú en el vocabulario del millonario una parte de él aún se encuentra en negación ante la naturaleza de su familia, le resulta complicado aceptar la idea de que un hombre tan amable, juguetón y risueño como lo es Steve sea el mismo que en más de una ocasión ha observado convertirse en aquella criatura que los criptozoólogos describirían como un cazador innato, una criatura con la habilidad de imitar voces y de conocer a sus víctimas con una sola mirada, una criatura que en muchas ocasiones se le describe como un espíritu del bosque que jamás está satisfecho, y que su deseo por alimentarse de carne humana es tal que observa a las personas a su alrededor como si fueran salchichas recien hechas, humeantes y listas para ser deboradas en cualquier segundo, aun más increible que esto es el hecho de que él trajo al mundo a una de estas criaturas, Tony jamas imagino que el se convertiria en parte de esta mitica leyenda.

Tony se encontraba en la cocina, mirando por la ventana hacia el bosque, después de su conversación con Bruce, decidieron que lo mejor sería mudarse, el bosque es el hábitat natural de estas criaturas, así que es un sitio ideal para criar a su hijo, Peter, parece apreciar el bosque, le gusta jugar entre naturaleza, gateando y babeando, incluso Tony puede jurar que lo ha escuchado comenzar a imitar el sonido de diversos animales del bosque a la perfección, su llanto se transforma en el canto de las aves, el sonido de los siervos e incluso, en el llanto de otros pequeños que hemos visto en televisión e incluso en las calles del pueblo, es sumamente sorprendente, pero a la vez lo llena de curiosidad.

-¿Tony?- la voz de Steve lo hizo regresar la mirada a él- ¿Qué haces afuera?.

-Peter no deja de llorar, ahora parece ser un ave o una ardilla- murmuro en respuesta- Está hambriento.

-Lo sé- Steve se sentó a su lado- es como yo cariño, él siempre tendrá hambre.

Tony asintió.

-Me lastima- murmuró- no calmarlo me lastima.

-No puedes hacerlo, alimentarlo cada segundo del día puede dañarlo, ya sabes, su estómago es pequeño.

-Lo sé- suspiro, llevando sus manos a cubrir sus oídos- lo odio.

-Lo sé- respondió Steve.

El llanto de Peter resonaba en cada rincón de su hogar, es un eco de desesperación que parece aumentar la tensión en el aire, Tony sintió cómo el brazo de Steve lo envolvía en un abrazo que buscaba calmarlo. Tony se acurruca en el pecho de su pareja aun cuando existe algo en la manera en que lo sostiene, es inquietante, como si en instinto de la bestia intente apoderarse de él.

-Steve, por favor, debemos encontrar la manera de calmarlo- dijo Tony, su voz, temblando mientras lucha por mantenerse tranquilo- no podemos dejrlo gritar hasta perder el aliento.

-Cariño- respondió Steve, su tono es suave, pero había un destello de oscuridad en ella- él no es humano, su hambre es natural y debemos aprender a manejarlo, no puedes protegerlo de ella.

Tony se apartó un poco, mirándolo a los ojos.

-No se trata solo de su hambre, se trata de lo que significa- suspiro- ¿Que pasa si no sabe controlarse?, ¿qué pasa si disfruta de la cacería y no es como tu?, ¿Qué pasa si se convierte en un monstruo?.

Steve lo miró fijamente, y por un momento, logró sentir la inquietud crecer en él, ya no se encuentra en su época, ya no es tan sencillo ser quienes son, por lo menos no es sencillo mantenerse en las sombras.

-No puedo controlar su naturaleza, apenas puedo con la mía- respondió Steve- pero él puede aprender a sobrellevarlo, de alguna manera.

-Me asusta que lleguen a cazarlo.

Steve lo atrajo nuevamente hacia él, presionando lo contra su cuerpo.

-Peter será criado en dos mundos, podrá controlarse.

Tony sintió el calor del cuerpo de su pareja, y por un momento, se dejó llevar por la calma que este le ofrecía.

-¿Ves?- dijo Steve- el llanto ya se detuvo.

Tony se apartó un poco para ver el interior de la casa.

-¿Se habrá dormido?- preguntó.

-No- respondió- él cazo algo.

-Tiene seis meses, ¿Como va a cazar algo?.

-Siento el aroma de la sangre, pero no es humana.

Explicó Steve al ponerse de pie, tendió una de sus manos a Tony para ayudarlo a levantarse y de esta manera ambos entraron a la casa, Tony puede sentir una sensación de inquietud en la casa, se encuentra un silencio sepulcral, y el clima en su interior es tan helado que los Vellos de Tony se erizan de inmediato. Ambos subieron en silencio directamente a la alcoba de su cachorro, Steve arruga la nariz y Tony puede escuchar el sonido de succión, al abrir la puerta de la alcoba, pueden ver al pequeño sentado en su cuna, sosteniendo con ambas manos a una pequeña ave color azul, su pequeño rostro se encuentra manchado de sangre y había plumas del animal alrededor de él, la cabeza del ave fue arrancada y lanzada al otro lado de la alcoba y el pequeño había perdido todo rastro de humanidad.

-Peter- llama Steve, ganando la atención de su pequeño, quien de inmediato gateo sobre la cuna para acercarse a ellos, tanto como le era posible- ¿Qué tienes ahí cariño?- pregunto.

Peter, posee una mirada aterradora, una que fácilmente puede rivalizar con la de algún leopardo que está dispuesto a proteger su comida. Las orejas de Peter se agacharon, siendo estas de un color dorado, similar al color de su cabello, su cuerpo se encuentra cubierto de un pelaje brillante, y lo que normalmente es un rostro angelical, fue reemplazado por el cráneo de un siervo, sin piel, sin pelaje, sin vida, los colmillos del cachorro se aferraron a aquel animal, a la par que sus pequeñas garras lo atravesaban como lo si de navajas se tratara, sus pequeñas pezuñas golpeaban el colchón de su cuna.

-Sabes amor, no creo que comer eso sea bueno para ti- finalmente intervino Tony, saliendo de su shock- no se ve bien.

-Ayuda a calmar su llanto- respondió Steve adentrándose en la alcoba para cargar al niño- Querías que se calmara.

-¿Cómo logró atraparlo?- Tony se acercó acariciando las orejas de su bebé.

-Lo llamo- respondió- El llanto del cachorro no es un llamado para la madre, es un llamado para la víctima- explicó- nosotros imitamos voces, llamamos a nuestro alimento, somos el cazador nato y los seres que son nuestro alimento no pueden evitar seguir nuestro llamado.

-¿Por eso imita a los animales del bosque?.

-A su edad, Peter, no puede cazar nada más grande- aseguro- cuando comience a imitar voces humanas será cuando realmente deberemos preocuparnos por su hambre, ahora, no existe la necesidad de ello.

De alguna manera, Tony se sintió un poco más tranquilo, aun cuando su hijo en este momento parece más un demonio que un ángel, sigue siendo una criatura maravillosa, peligrosa, si, pero maravillosa.

-Papper, sugirió una guardería, pero no creo que sea adecuada- susurro, besando la mejilla esquelita de su bebé, quien terminó dejando caer el cuerpo sin vida del ave para tender sus manitas a su madre.

-No creo que sea una buena idea, ya cambia por completo, mi pequeño cazador- Steve tomó el cuerpo para poder tirarlo.

-Si, eso mismo pensaba- respondió acunando al pequeño en su pecho- me tomaré otros seis meses de descanso antes de volver a la empresa.

Mientras Steve desecha el cuerpo del ave, Tony observa a Peter con una mezcla de asombro y preocupación, la transformación de su hijo es asombrosamente inquietante, el pequeño, que antes era solo un bebé, ahora es una criatura que parece de otro mundo, es una mezcla entre lo tierno y lo aterrador.

-¿Qué haremos cuando comience a imitar voces humanas?- pregunto Tony incapaz de apartar su mirada del rostro de su hijo.

Steve se acercó a él, sosteniendo a Peter con ternura.

-Ya existen sitios donde puede adquirir carne sin la necesidad de arrebatar vidas, estará bien- respondió- la voz del wendigo es difícil de ignorar pero mientras su hambre sea saciada podrá controlarse.

Tony suspiró.

-Entiendo, hablando de eso, me aprobaron los permisos para la funeraria.

-¿Ves?, ya estamos resolviendo lo de su hambre.

El pequeño miró a su padre, sus ojos rojos mostraban su inteligencia, que va más allá de su corta edad, es como si lograra comprender lo que sus padres dicen, la preocupación y el miedo de su padre humano. Con un rápido movimiento, levantó su mano y tocó la mejilla de Tony dejando una mancha de sangre en su mejilla, cambiando casi en el mismo instante que lo toco, regresando a ser ese pequeño bebé regordete y adorable, un bebé humano.

-¿Ves?- dijo Steve con una sonrisa- él ya sabe cómo comunicarse, no es solo un wendigo, también es humano.

Tony sonrió débilmente, asintiendo a sus palabras.

-Es mi pequeño niño, nuestro pequeño niño- comentó- y necesita una ducha.

Con esto dicho, se encargó de levantar al pequeño, apartando lo de los brazos de Steve.

-Limpia el desastre de tu cachorro, yo iré a bañarlo.

Steve asintió.

Tony decidió alejarse del lugar, cargando a su pequeño hasta el baño de aquella casa de campo, prepararía la bañera para su pequeño, dejando que se llene de agua tibia por lo menos unos 20 cm de altura, coloco algunos de los juguetes de su pequeño, y simplemente lo sentó en el agua, usando sus pequeños calcetines, aprovecha para lavarlos, y así quitarles las manchas de sangre. Peter fiel a su instinto infantil, golpeó el agua con una carca, causando chapoteos, risas y mojando un poco a su padre.

Mientras Tony se encargaba de bañar a su pequeño, le resultó imposible no pensar en la conversación que había tenido con Steve. La dualidad de su hijo, esa mezcla entre lo humano y lo salvaje, debe admitir que cuando ve a su pequeño le es imposible solo ver a su hijo, también puede ver aquello en lo que podría convertirse algún día.

-¿Qué pasa, bebé?-murmuró, pasando la esponja suave por su piel- ¿Acaso perderás tu humanidad?.

Peter, con una mirada inocente, sonrió a su padre, dejando escapar sus risitas que resuenan en el baño, en ese momento, es simplemente un bebé, uno que es ajeno a las preocupaciones de su padre, Tony lo miraba con admiración, amor y cariño. Mientras era lavado por su padre, Peter dejó las risas de lado, comenzando a imitar el sonido de un ave, un canto alegre que llenó el baño, Tony se detuvo, sorprendido por el canto.

-Eso es impresionante bebé- dijo sonriendo- eres un pequeño genio.

Peter movía sus piecitos emocionado.

Tony terminó de duchar a su pequeño, levantandolo con una linda toalla de elefante, y acunando a su pecho, Peter, agotado por el baño y su pequeña cacería, se apresuró a buscar el pecho de Tony, dispuesto a lactar para poder tomar su tan merecida siesta. De esta manera fue en que Steve los encontro, Tony sentado a la orilla de su cama matrimonial, con su pequeño en pijama de cuerpo completo y amamantando al cachorro hambriento, quien en realidad se encuentra al borde del sueño, sus pequeños ojos están agotados, y es claro que pronto terminara durmiendo.

-Son tan lindos ustedes dos- dijo Steve caminando a ellos para besar los labios de Tony.

-Losé, es hermoso- murmuró dejando que su pareja se sentara a su lado- quiero que te hagas la vasectomía.

Steve se sorprendió, apartándose para ver su rostro.

-Amo a nuestro hijo, pero su naturaleza necesita toda mi atención y la tuya también- se apresuró a explicar- no podría con un segundo niño tan extraordinario como el nuestro.

Steve se mantuvo en silencio, para inquietud de Tony, parecía meditar lo que este le había dicho.

-Está bien- finalmente habló- no necesitamos otro bebé, nuestra familia es perfecta tal y como es.

-Solo nosotros tres- agregó Tony.

Steve sonrió, tomando su mejilla para besar sus labios con suavidad, fue un beso lleno de cariño, comprensión y sobre todo amor.

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