»Chapter 17«
Miré mi reflejo una vez más en el espejo de la habitación.
Sentía que algo estaba fuera de lugar; generalmente siempre me gusta la forma en la que visto pero ahora nada parecía ser lo suficientemente convincente.
¿Qué era? ¿las zapatillas? ¿el vestido veraniego no era adecuado? No lo sabía y era realmente frustrante.
Analicé con la mirada cada detalle del conjunto que elegí, era bonito, los colores combinaban, el peinado... ¡Oh, el peinado! Sí, debía ser eso.
Solté la trenza francesa que había realizado hace algunos minutos y sonreí al reflejo. No era un gran cambio pero tenía el impacto que deseaba.
Salí de mi habitación después de haber tomado un pequeño bolso en el cual llevaría algunas cosas primordiales para mí.
Mis ojos divisaron a Olivia cambiando las flores de una de las jarras costosas colocadas en el pasillo.
Aclaré mi garganta para que notara mi presencia, la castaña alzó su mirada hacia mi subiendo sus cejas al instante.
— Buenos días Olivia—saludé con una espontánea sonrisa.
—Señorita Elsa—Sonrió en grande—luce hermosa, como todos lo días, pero hoy más. ¿Algún evento en especial?
Carcajee al captar el trasfondo de su pregunta; Olivia y sus locas ideas.
—Bueno, hoy seguiré con la investigación, así que no es algo en especial—Contesté sincera.
Sí, me había arreglado más que de costumbre pero no era para tanto mi conjunto era algo normal desde mi perspectiva.
Miré a Olivia una vez más la cual no parecía creer en mis palabras; ¿en serio me había arreglado tanto? No, no era para tanto Olivia estaba exagerando.
—Elsa...—Llamó dejando el jarrón en su lugar—¿Sabes que puedes decirme cualquier cosa, cierto?—Cuestionó, no hice más que asentir con simpleza—Entonces dime la verdad.
Solté un suspiro mirando hacia arriba. A veces odiaba que Olivia me conociera tan bien.
—Bien.—Dije ya resignada—Hoy Jack y yo iremos a ver a uno de los chicos.
—¿Y por eso te arreglaste tanto?
Dudé unos segundos.
—Creo...
Aunque realmente lo sabía, pero decirlo en voz alta sonaba patético, me estaba haciendo ideas con un chico que no conocía y temía salir lastimada al ver que mis expectativas eran una farsa.
|• • •|
Me removía incómoda en mi lugar jugando con el pliegue del vestido, el peliblanco a mi lado lucía igual de nervioso.
Nadie abrió la puerta, Jackson volvió a tocar ésta vez con un poco más de ímpetu. La puerta fue abierta.
—¿Buenas?—Ambos bajamos la mirada, un pequeño adolescente de cabellos azabaches y facciones asiáticas nos recibió.
Miré directamente a Jack esperando respuesta, a estas alturas lo peor estaba pasando por mi cabeza, ¿y si aquel era el hijo del sujeto? maldije en voz baja.
Estaba hecha un manojo de nervios y el chico que abrió la puerta lo notó, me dirigió una mirada de preocupación.
—Hola pequeño—habló Jack con una sonrisa que emitía confianza—¿Aquí vive Tadashi Hamada?
El de facciones asiáticas pareció dudarlo un poco.
—Si... él es mi hermano.
Al escuchar eso la tensión abandonó mi cuerpo. Estuve a punto de soltar un suspiro aliviada, pero no quería verme tan obvia así que me retuve guardando la compostura.
—Oh... —Jack me miró—¿Podrías llamarlo? Debemos hablar con él.
—Claro, pueden pasar si desean—el azabache se hizo a un lado dejándonos entrar al pequeño apartamento, observé cada detalle del lugar—por cierto, soy Hiro.
—Yo soy Jack.—me quedé callada ajena a la situación—Y ella es Elsa.
—Un gusto, ya en un momento traigo a Tadashi.
Hiro se retiró de la sala dejándome a Jack y a mi solos; lo miré de reojo, se encontraba recostado sobre una de las paredes del living, su ceño estaba fruncido y a pesar de ya estar aquí seguía nervioso.
¿Qué le sucedía?
Él notó mi mirada y volteó hacia mi, rápidamente me recompuse observando el cuadro colgado frente a mi, evitando a toda costa su mirada
Las yemas de mis dedos rozaron el vidrio que recubría la foto en el portaretrato, me sumí observando cada detalle, aún podía notar a Jackson observándome por ello me dedique a analizar cada detalle de la fotografía.
Un hombre de rasgos asiáticos sonreía hacia la cámara posando sus manos en los hombros de los dos pequeños que reposaban a su costado, ambos niños parecían bastante distraídos observando al hombre con sonrisas infantiles, no dudé en que fuese su padre, sería lo más lógico.
Unos pasos resonaron a mis espaldas haciéndome girar. Mi respiración de hizo entrecortada al ver a aquel chico frente a mi.
Él me miró fijamente por unos segundos; yo no lo reconocía, no se me hacia en lo absoluto conocido.
Rompió la conexión cuando ahora miró a Jack, inmediatamente Tadashi frunció su ceño.
Si Jack al principio estaba nervioso ahora lo estaba aún más.
—Buenas tardes.—Saludó Jack rompiendo la tensión.
—¿Qué se les ofrece?—El gélido tono del chico me llegó a asustar, noté como le dirigía una mirada a Hiro indicándole que se retirara, el menor pareció dudarlo mas aun así se fué.
Jack aclaró su garganta mirándome ahora a mi.
—Soy Elsa, Elsa Arendelle—Tadashi relajó su expresión.
—Sí... sé quién eres—La habitación se hundió en un silencio indescriptible, no sabía que pensar ni cómo actuar, ni mucho menos sabía cómo era que podía siquiera sostenerle la mirada.
No es él.
Pensé convencida, aquel castaño estaba demasiado calmado ante mi presencia aunque la de Jack parecía molestarle un poco, la tensión entre ambos chicos era notoria.
La respiración de alguien más se sintió cera de mi, justo en sobre mi mejilla provocando un escalofrío, rápidamente voltee encontrándome con el peliblanco a pocos centímetros de mi rostro, me sonrojé con duda ante su repentina cercanía.
—No es él—Susurró en mi oído, yo solo asentí mirándole.
—Lo sé—contesté en voz baja. Jackson de alejó de mi cuerpo lentamente.
Regresé mi mirada a Tadashi el cual seguía con sus ojos puestos en mi.
—¿Me dirán que hacen aquí?—Dijo mirando tanto a Jack como a mí.
—Disculpa, nos hemos equivocado,—Habló el ojiazul, sin dejarse intimidar—ya nos retiramos.
Tadashi nos miró con confusión no obstante nos dirigió a la entrada, seguí caminando a lo largo del pasillo con mi corazón latiendo desenfrenadamente.
—Hey tú,—Ambos giramos ante el llamado de Tadashi, más el miraba a Jack, intuí que era a él a quien se refería—¿podemos hablar?
Los ojos azules de Jack chocaron con los míos, simplemente asentí y él avanzó nuevamente hacía la puerta de aquel departamento donde se encontraba Tadashi, mientras tanto yo me quedé en mi lugar viéndoles hablar desde lejos.
Los observé hablar desde lejos, ambos estaban de espaldas así que realmente no pude identificar o intentar adivinar sobre que hablaban.
Sentí la presencia de Jack a mi lado, no voltee a verlo simplemente seguí el camino hacia el ascensor.
Las puertas se cerraron y el aparato comenzó a descender.
—¿De qué quería hablar?—le cuestioné.
Había estado dudando el preguntarle pero después de todo ésto tenía que ver conmigo, merecía saber sobre que hablaron.
Jackson me miró desde la otra esquina del ascensor metiendo sus manos en los los bolsillos de sus vaqueros.
—Al parecer lo asustamos...—Respondió riendo levemente, él notó mi seriedad y aclaró su garganta sonrojado—te reconoció, bailó contigo o algo así, pero dice que no más de ahí.
—Lo sospeché, aunque realmente no puedo recordarlo ni siquiera se me hizo un poco conocido aquel chico.
Las puertas volvieron a abrirse indicando que habíamos llegado a la planta baja, Jack me dejó salir primero, simplemente avancé sintiendo sus pasos detrás mío.
Frené en seco volteando hacia mi acompañante.
—Debia haber llamado a Henry,—Coloqué mi mano sobre mi frente—me dijo que estaría ocupado o algo así, mamá hoy tenía muchas cosas que hacer y él la llevaría. Maldición como pude olvidarlo.
—¿Es el único chófer que tienen?—Miré a Jack con una ceja alzada—digo, pensé que habían más.
—Solo somos tres personas en casa, no es para tanto—expliqué caminando de un lado a otro, me detuve y miré al ojiazul—¿Traes dinero?
Él asintió y me sentí aliviada al instante, miré como buscaba en sus bolsillos lo que suponía era el dinero o la cartera donde lo guarda.
—Joder—me miró—lo siento, dejé mi chaqueta en tu casa, ahí la guardaba.
Solté un bufido exasperada.
—¿En serio?—Jackson simplemente asintió—¿Ahora que haremos?
Él lució pensativo por unos momentos.
—Podemos caminar a tu casa.—En mi rostro se dibujó una expresión horrorizada—No queda tan lejos después de todo.
—Esta bien—dije después de llegar internamente a la conclusión de que no había otra solución más que ésta.
Empecé a caminar por la acera abarrotada de personas, mi mirada se fijó en Jack rogando a mis adentros no perderlo de vista, si lo hacía probablemente entraría en una crisis, el tumulto de personas centradas en sus asuntos era agobiante, mi mente paranoica viajaba demasiado lejos haciéndome ver cosas que realmente no pasaban, sentía todas las miradas sobre mi, juzgandome, murmurando, las náuseas me invadieron, el temor invadía cada parte de sistema, el aire en mis pulmones se sentía nulo, no sabía cómo actuar o reaccionar así que simplemente seguí girando cuadra por cuadra buscando llegar lo más rápido posible a casa.
Mis pasos cada vez eran más apresurados, chocaba con personas viendo imposible el hecho de poder hablar siquiera para disculparme, me estaba sintiendo realmente mal.
La urbanización y la multitud cada vez disminuía a medida que avanzaba, divisé un parque verdoso con unas pequeñas bancas cerca de la acera, no dudé ni un segundo en sentarme sobre éstas recargando mi cuerpo, intentaba regular mi respiración pero se me hacia imposible, incluso con lo vacía que se encontraba ésta parte de la ciudad.
—Elsa, Elsa—alcé mi mirada encontrando los profundos ojos de Jack sobre los míos—joder, llevo persiguiendote desde que salimos, te llamaba y tú solo caminabas más rápido, ¿estas bien?
Mierda. Él me estaba llamando y yo ni siquiera lo noté por estar tan centrada en cosas que posiblemente solo eran producto de mi paranoia.
Me estaba volviendo loca.
En mis ojos se acumularon las lágrimas y no pude evitar soltar sollozos, mi respiración se aceleró aún más.
El peliblanco tomó asiento a mi lado, mi cabeza estaba gacha y las lágrimas caían como cascadas por mis mejillas mientras soltaba sollozos sin poder retenerlos, mi pecho subía y bajaba en un intento en vano de recuperar el aliento, el sentimiento era indescriptible, se sentía horriblemente mal, de pronto la mano de Jack se posicionó en mi mentón haciéndome elevar la mirada, no me preocupé por dejar de llorar o por mi absurda apariencia.
—Elsa, mírame—intenté sostener la mirada pero las lágrimas me lo impedían—Elsa, no dejes de mirar mis ojos, por favor—hice lo más que pude por no separar mis ojos de los suyos, perdiendome por un momento en lo profundos que eran éstos—ahora vas a inhalar y exhalar, lentamente, no lo hagas forzado. No olvides mirarme, no dejes de hacerlo, mírame.
Al principio los sollozos me impedían el poder inhalar y exhalar con calma, logré silenciarlos al mantener mi mirada fija sobre la de Jack, hice justo lo que me indicó, luego de aproximadamente cinco minutos haciendo lo que había dicho, logré calmarme recuperando el aire que antes se sentía nulo, la mano de Jack aún se encontraba sobre mi mentón y nuestras miradas conectadas.
Me sentí tan vulnerable que lo único que se me ocurrió hacer fue abrazarlo, mis delgados brazos rodearon fuertemente su cuerpo, noté como se tensaba más aún así correspondió a mi abrazo.
—D-disculpa,—me separé lentamente, encogiéndome en mi lugar—no se que me sucedió.
Una de sus manos atrapó una de las mías, deteniendo el ligero tik que tenía jugando nerviosamente con mis manos.
—No debes disculparte Elsa.—me sonrió—Posiblemente fue un ataque de pánico, hace unos años solían pasarme mucho cuando me mudé aquí. Mi madre hacia conmigo justo lo que te indique intentado calmarme.
Su tacto me hizo sentir nerviosa, así que separé mi mano de suya para poder secar los residuos de lágrimas que habían en mis mejillas.
—Se sintió horrible—Intenté reír, algo muy forzado teniendo en cuenta la situación—¿Podemos quedarnos aquí un momento más? Quiero calmarme lo suficiente como para asegurarme que no volverá a suceder de camino a casa.
Jackson asintió comprensivo.
Uno de sus brazos rodeó mi hombro, me apegué a él recostando mi cabeza sobre su pecho, escuchaba los latidos de su corazón, los cuales eran acelerados.
—Mi madre solía dicirme que nada mejor que la calidad de un abrazo después de pasar por ello.—Sonreí al escucharlo.
—Gracias.
—No hay de que. Sé lo que se siente y realmente no se lo deseo a nadie.
El viento de primavera chocó contra mi rostro, cerré fuertemente mis ojos aún con los brazos de Jack alrededor de mi cuerpo.
Realmente se sentía bien, luego de toda la mierda que he pasado, el tacto de un completo extraño al cual aún considero un completo idiota, se sentía bien.
La vida es una ironía.
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Bueee creo que ni las 2100 palabras de éste capítulo pueden excusar mi ausencia. No pretendo hacer esta nota algo extenso, solo diré que no actualizaba por simple falta de inspiración, decidí tomarme un tiempo de la escritura ya que realmente lo necesitaba, últimamente nada me inspiraba y no tenía ganas de nada, Jelsa forma parte de mi corazón y aún leo varias historias que realmente me tienen enganchada, eso realmente fue lo que me hizo querer regresar, por ello mandé a hacer esta nueva portada con 280601Luna que hace un fantástico trabajo y le agradezco infinitamente ya que gracias a que está portada está publicada en su Cover-shop hay muchos nuevos lectores en la historia, eso me inspiró ya que los comentarios y votos me hicieron saber que no puedo dejar esta historia así por así. No prometo actualizar seguidamente, simplemente quiero que sepan que así como la inicié la terminaré y espero que sea de su agrado.
Igual hice larga la nota, lol.
Los amo ❤️
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