Tomás P.D.V

Pero no me dejó continuar, me besó y me dejó totalmente anonadado, no entendía nada.

-"Pero gracias por haberme defendido, si no fuera por vos no sé que hubiera hecho ese tipo. No, no arruinaste nada, yo todavía quiero una salida contigo."-Ella me agarró los cachetes, y me sonreía mientras me miraba fijo.

-"¿Segura? No quiero que te sientas mal ni nada."-La miré preocupado.

-"No me siento mal, estoy totalmente segura. Ahora ¿qué te parece si compras unas birras bien frías por ahí, y vamos a otro lugar?"- ¿Cervezas al aire libre? La idea me encanta y conozco el lugar perfecto.

-"Me encanta la idea, ya sé a dónde podemos ir."- Le sonreí con gran entusiasmo.

-"¿Y qué estamos esperando? El último en llegar al auto compra helados."- Y salió corriendo hacia el auto, yo no me iba a dejar ganar por nada, y a las risas por la situación de dos adultos jugando carreras corrí tras ella, ganándole.

-"Jajajaja ¡Gané! Pero el helado te lo compro yo."-Dije entre risas.

-"Noop, yo perdí y yo cumplo, yo compro el helado."-Me miro con cara de: por más que insistas lo voy a comprar yo.

-"Bueeno, pero sólo porque sé que no me dejás de otra."- Arranqué el auto.

No parábamos de reírnos, la morocha no paraba de hacer bromas y contarme cosas de cuando recién llegó, era muy divertida y me hizo entrar en confianza. Para cuando llegamos a una estación de servicio nos reíamos tanto que parecía que hubiéramos fumado. Bajamos, yo elegí la birra, ella el helado, y retomamos nuestro camino, y apuesto lo que sea a que el destino le iba a gustar.

Continuamos el camino entre risas y por fin llegamos:

-"Tomás ¿dónde estamos? ¿Qué es este lugar?"- Bajó del auto maravillada.

-"¿Te gusta? Pensé que estaría bueno venir a un lugar más tranquilo sin tanta gente, al aire libre."- La abracé por atrás y empecé a darle besos en el hombro y cuello, esa se estremecía.

El lugar es un parque que suele vaciarse por las noches, con faroles de luces tenues, mucho paso y árboles de raíces lo suficientemente grandes como para sentarte en ellas. La verdad que el paisaje me parecía perfecto para el momento, la brisa suave mueve los rulos de Julieta dejándome sentir su aroma a jazmines que se combina lo más bien con las flores del alrededor, relajando mi mente de lo que había pasado.

Ella se dio vuelta, sus ojos se mezclaban con el cielo porque son igual de oscuros pero gracias al resplandor de la luna y estrellas conservaban un brillo como pocos. Me sonrió al alejarse, abrió la puerta de su lado y sacó las cervezas junto con los alfajores de helado.

-"Te sugiero que tranques por si a caso."- Me indicó, y le obedecí, ella empezó a caminar alrededor buscando algo, hasta que en un momento se detuvo.-"Tomi, vení debajo de este árbol."- Me estiró la mano en señal de que fuera hasta donde ella, yo lo hice, estábamos debajo de un árbol con un colchón de pasto en sus raíces, yo me senté apoyando mi espalda en una raíz para evitar la dureza puse una campera en mi espalda.

-"¿Me hacés un lugarcito?"- Preguntó, yo pensé que quería sentarse al lado mío así que me moví, ella rodó los ojos y se rió-"Así Tomás"- Se agachó, me separó las piernas y gateó hasta mí "Ahh bueeno, no pensé que ya íbamos a..." pero no, interrumpió mis pensamientos pervertidos dándose vuelta sentándose en el hueco que había hecho, apoyando su espalda en mi pecho.

Esto me encantaba en realidad, estar en un lugar tan lindo y cómodo con Julieta era lo mejor, me hacía olvidarme de todos mis mambos. Ella abrió el helado primero, supongo que para que no se derritieran y me dio uno, quedándose con el otro. Empezó a palpar buscando algo, cuando llegó a mi mano entrelazó nuestros dedos y se abrazó a sí misma.

-"Tomi, me encanta el lugar, es precioso, ¿cómo se te ocurrió?"- Volvió a preguntar

-"Hmm antes veníamos a tirar free, jugar a la pelota y eso, tengo muchos recuerdos con mis amigos acá de cuando recién llegué, pensé que estaría bueno compartirlo contigo."- Sonreí mientras saboreaba el helado.

-"De chiquita me decían que cuando una persona que querías mucho se iba te cuidaban desde una estrella. Y yo me imaginaba todas las cosas que podían guardar las estrellas, las almas de los seres queridos, deseos, recuerdos, como si fueran cofres. Supongo que por eso siempre me han gustado."- Habló con una voz soñadora, como si estuviera reflexionando para sí misma.

Una cosa que me llamaba la atención de Julieta era su manera de pensar y sentir, no era de las chicas a las que estoy acostumbrado que les mostrás algo y se quedan con lo superficial, no, ella mirá más allá intentando apreciar lo que significa. El valor que le da a las cosas me hacía sentir como que realmente le importaba.

-"Eso es muy lindo Juli, que bueno que a pesar de los años sigas manteniendo esa esperanza de ver más allá."-

-"¿Perdón? Jaajaj ¿Juli? ¿No más morocha, o Julieta?"- Ella reía.

-"Bueeno, perdón ¿cómo puedo decirte? A ver...-Me reí con ella, ella giró su cabeza y me besó suavemente de sorpresa, yo le correspondí.

-"Decime como quieras."- Me sonrió cuando se separó.-"¿Te parece si abrimos unas?"- Agarró una botella bebió de ella, luego me dio otra.

Empezamos a hablar sobre nosotros, sobre nuestra infancia y recuerdos, pero sin ahondar demasiado, hablamos sobre qué tipo de música nos gustaban, películas, libros. Qué nos gustaría hacer en un futuro, me sorprendió cuando mencionó los autos, al parecer también le gustan y tiene conocimientos de mecánica por su papá.

No preguntamos mucho sobre relaciones o pasados amorosos porque ninguno de los dos aparentemente la pasó bien y no queríamos arruinar el momento. Así que para volver a alivianar el ambiente ella preguntó:

-"Che, y con las birras que tomaste ¿cómo vamos a hacer para volver?"-

-"Bueeno, fueron dos cervezas suavecitas, no es taanto. ¿Pero ya te querés ir?"-Pregunté algo desilusionado.

-"Al contrario me quedaría acá toda la noche, pero me parece que va a llover Tomi."- La verdad es que no me había dado cuenta.

-"Segura ¿porqué decís eso?"- Pregunté

-"Por las gotas que me están cayendo en las piernas ajajajj"- Mire sus piernas y tenían razón tenían unas gotas, pero las hojas del árbol las hacían casi imperceptibles.

-"Muy en contra de mi voluntad vamos a tener que juntar todo e irnos".- Ella suspiró y se levantó. Empezamos a juntar todo, y cuando quisimos acordar empezó efectivamente a llover. Antes de que pudiera decirle algo ella corrió con nuestra basura a un bote, mojándose. Yo corrí a abrir el auto, me siguió y ni bien terminó de entrar largó la carcajada.

-"Okey eso cuenta como baño ajajajj, dios está helada."- Yo me reí también y me detuve a verla, unas gotas corrían por su piel suave dándome ganas de sacarlas a besos, pero no podía todavía. Arranqué el auto en dirección a su casa, está vez el viaje fue silencioso con sonrisas de a ratos, pero no era incómodo sino más bien disfrutable con la lluvia de fondo que cada vez se hacía más fuerte, la morocha parece sumergida en sus pensamientos.

Llegamos a nuestro destino, la casa de Julieta, y cuando yo pensé que iba a despedirse se volteó y me dijo:

-"Tomás voy a necesitar ayuda con la puerta de mi casa, perdona que te moleste pero es que con la humedad se hincha y..."- La detuve.

-"No es molestia, vamos te ayudo."- Y así fue como bajé a la lluvia torrencial para ayudar.

Corrimos pero aún así nos empapamos, ella agarró el pestillo y tiró, yo hice fuerza a su lado y luego de unos intentos cedió, casi tirándonos al suelo por la fuerza y la falta de equilibrio. Ella cerró la puerta para evitar que entrara el agua.

-"Tomás ¿no querés esperar a que termine la tormenta? Digo son las 23:30 recién, que necesidad de que te sigas mojando."- Ella ofreció, yo no estaba muy seguro, si me quedaba íbamos a pasar mucho más tiempo seguro.

-"Em no sé...yoo."-

-"No no, está bien, es sólo que...bueno está bastante fuerte y..."- No terminó de decir la frase que sonó un relámpago bastante fuerte.-"Encima es eléctrica, mirá dejame ir a buscar unas toallas ¿sí? Después me decís"- Ella se fue da en dejándome con la palabra en la boca, la verdad es que me encantaría quedarme con ella, pero no quería que se sienta presionada a hacer algo que no quiere.

-"Emm Tomás, acá tenés..."- Me di vuelta y estaba parada enfrente mío con las toallas.

-"Morocha yo...me encantaría quedarme pero no quiero exigirte ni presionarte a..."-Puso su dedo sobre mi boca.

-"Nadie le exige nada a nadie acá, yo te invito porque quiero."-Se acercó más y sacó su dedo para rozar nuestros labios- "Además tenemos pendiente lo de ayer ¿no? ¿No me dijiste hoy que querías una oportunidad de seguir?"- Me besó lentamente dejándome saborearla-"No te quiero presionar tampoco, pero si querés te espero en mi cuarto."- Ella se acomodó el escote y me guiñó. "¿No quería un momento para besarla todo lo que quisiera? Bueno, es ahora o nunca."

N/A: Aviso partes explicitas a continuación, si lo desean pueden salteárselas.

Fui hasta su cuarto, antes de abrir la puerta respire suavemente intentando relajar mis ansias, luego de unos segundos por fin me digné a abrir.

La habitación estaba ambientada por las luces tenues de las lámparas y relámpagos con el sonido de la lluvia, empecé a mirar y la vi, estaba sentada como indio en su cama, tenía solo su pollera, medías y corpiños, nada de accesorios ni top, dejándome ver su pecho abundante y tentador.

-"Pensé que te gustaría retomar desde nuestro punto de partida."- Sonreía anhelante y habló con voz suave, mientras me daba la mano para acercarme a la cama.

Quise besarla pero no me dejó, si no que pasó sus brazos por mis hombros y besó mi cuello mordisqueando y pasando su lengua por la piel, enviaba corrientes de placer por mi cuerpo con eso más aún cuando con sus uñas presionaba en mi carne.

Agarró mi buzo y se acercó a mi oído:

-"Tenemos que estar en igualdad de condiciones."- Relamió mi lóbulo y lo mordió suavemente, haciéndome estremecer Lo sacó y se quedó mirando un rato mis tatuajes mientras los trazaba con los dedos, para después besarlos, bajando al borde de mi pantalón, me estaba volviendo loco lo bien que se sentía lo que hacía, pero tengo que sacarme las ganas.

La agarré de las muñecas y la enderecé para que quedara frente a mí:

-"Morocha, ahora dejame hacerlo a mi manera."- Ella me sonrió con los ojos oscuros de deseos dándome permiso.

La recosté a la cama y empecé a devorar su boca, quería sentir todo eso que sólo ella me transmitía. Luego de unos segundos necesitaba más, bajé por su mentón y cuello, dejando chupones, mientras mis manos acariciaban su torso sin parar, ella no paraba de gemir suavemente. De sorpresa bajé los breteles de su corpiño, ella entendió lo que quería y lo desabrochó, lo deslicé en un principio para luego tirarlo a un costado.

Por favor, unas hermosas tetas grandes saltaron cuando las descubrí, bajé mis besos necesitando probarlas urgentemente. Con una mano envolví una mientras pellizcaba y tiraba del pezón, con mi lengua lamí su otro pezón al principio para luego llevármelo entero a la boca y chuparlo, luego de un rato hice lo mismo con la otra, para este momento ya tenía las manos de Julieta en mi pelo rogándome entre gemidos que no parara.

-"Po-por favor, aah ay no parés, seguí..."- Intentó decir, sus deseos son órdenes. Mi boca paso a su vientre, su ombligo, y cuando llegué al cierre de la pollera lo bajé, ella me ayudó a sacarla porque era muy ajustada, junto con sus medias. Le faltaba solo una prenda, pero quise divertirme.

Empecé a besar sus piernas, la cara interna de sus muslos, su vientre, ella se retorcía pidiendo más:-"Tomás... te juro que si no hacés algo... ahora voy a morir sofocada"- Dijo como pudo entre respiraciones cortadas.

-"Estamos ansiosas...-"Mi voz salió ronca y no era para menos tener a una Afrodita rogándome que la tocara era lo suficiente para calentarme. Empecé a deslizar su ya mojada tanga blanca, una vez ya estaba en el piso separé sus piernas. Dios, estaba totalmente hinchada y empapada, separé sus labios y su clítoris se hizo presente, no pude contenerme y puse mi boca en él.

-¡ TO-TOMÁS, ME ENCANTA TU BOCA....MMM SEGUÍ!"- Me parece que lo disfrutaba.

Succioné sus líquidos y me volví loco, dulce igual de adictivo que su boca, necesitaba más de ese néctar, y empecé a mordisquear su botón, mojé dos de mis dedos y de improvisto los metí un su vagina pensando que estaría lista por lo mojada, pero estaba increíblemente apretada, pero aún así sondeé y encontré su punto G.

-"¡Su-suave Tomi, aah exacto...ahí justo ahí!".- Estaba totalmente colorada de cara y sus manos tiraban de mi pelo, yo estaba totalmente perdido en el sabor que salía de ahí así que continué con mi trabajo succionando con mi boca y penetrándola con mis dedos, en un momento sus paredes empezaron a contraerse:-"¡ME- ME VENGO, TOMÁS NO- NO PARES POR FAVOR...VOY-VOY...AAHH LA YUTA MADRE TOMÁS!"- Mientras gritaba sus líquidos salían en chorros, yo me quedé ahí para que se relajara.

-"¿Squirting?... Fue muy excitante ver cómo te venías, muy bien preciosa."- Le hablé al oído y ella temblaba a mi lado, pero aún así me besó con ganas, como agradecida por su orgasmo.

-"Woow...no pensaba que ibas a ser tan bueno en esto Tomi, me volaste la cabeza."- Dijo ella entre respiraciones cortadas.

-"Hmm ¿tanto te gustó morocha?"- Le pregunté mientras le besaba el cuello y masajeaba un pecho.

-"Hmm si, pero ahora quiero saber que puedo hacer yo contigo."- Insinuó, y sin pudor bajó su mano a mi pija para acariciarla por sobre el pantalón, yo me acosté boca arriba y dejé que ella se satisfaga.

Al igual que yo bajó sus besos con su lengua serpenteando por mi torso mientras me arañaba suavemente. Las sensaciones son magníficas, solo con este tipo de contacto el placer que estoy sintiendo me vuelve loco. Llegó a mi pantalón y lo sacó junto a mis medias, se arrodilló entre mis piernas y puso sus manos en mi piernas muy cerca de donde yo quería, masajeando alrededor, haciendo que las corrientes aumentaran.

-"Mmm que duro que estás para mi bebé, ¿sigo? ¿Te gusta?"- Preguntó

-"Por favor, me encanta seguí morocha"- Y para mi sorpresa bajó el bóxer de repente y agarró mi pene sin ningún problema, pero mi cuerpo pedía más. Ella pareció entender y empezó a masturbarme, al principio suave, para luego aumentar la velocidad.

-"Chupame, por favor Julieta chúpame...no puedo más"- Ella sonrió con satisfacción y se la llevó a la boca. Listo esto era la gloria, yo cerré los ojos debido al placer y me pareció ver el paraíso cuando paso su lengua por la punta y se lo llevó hasta el fondo de la garganta.

Lo chupaba hasta el fondo, luego lamía, mientras estimulaba mis testículos, luego de un rato sentía que iba a acabar.

-"Ju-Julieta...ay la concha de la lora, voy-voy a acabar."-

-"Hacelo en mi boca papi."- Me pidió haciendo pucherito.

-"Quiero cogerte primero bebé."- Le confesé. Ella me sonrió pícara, se alejó yo extrañé el placer cuando se dio la vuelta.

-"Sé lo mucho que te gusta mi culo así que ¿porqué no me das en cuatro?"- Se inclinó y me dejó la mejor vista de su culo para mí. Si antes era una obra de arte, entonces en 4 y desnudo no tengo palabras para describirlo, es espectacular.

Agarré un forro de la mesa de luz, me lo puse, y me coloqué atrás de ella. Agarré sus nalgas y las masajeé un rato.-"Pegame papi, dame fuerte"- Empezó a sacudirlas como haciendo twerking, le dí las primeras palmadas.

-"¿Te gusta que te maltrate ehh?"- Le di una palmada.-"¿Querés que dé en 4 mientras te pego?"- Otra palmada.

-"Mmm si Tomi, quiero que me trates mal. Quiero que me hagas tu putita en la cama."- Rogaba ella, ganándose más palmadas. Pero esta vez con una mano agarré mi pija y rocé la punta con su clítoris.-"Metémela, por favor, la necesito."- Y sin responder obedecí, lo único que se escucharon fueron nuestros gemidos ahogados.

Su interior húmedo, cálido, y apretado me hacían sentir como nunca, el placer era inminente y me recorría de pies a cabeza, escucharla gemir solo lograba excitarme más. Cuando la penetraba intenté variar velocidades, ella también tenía sus trucos porque aflojaba y apretaba sus paredes a su gusto.

-"Me-me vas a romper...es muy grande...aayy..."- Gimió, tal vez necesitaba otra posición. Salí un momento de ella, y la puse boca arriba, ella sonreía aliviada por el cambio, puse sus piernas en mis hombros y volví a entrar, estás vez su cara se volvió una mueca de placer.

Hacía mucho tiempo que nadie me hace sentir tanto placer en una cama, a pesar de que continuaba penetrándola y sabía que no nos faltaba mucho, no quería salir de Julieta. Pero sus paredes replicaban y de su interior salía aún más jugo, me daba a entender que no le faltaba mucho.

-"Tomás, no aguantoo...ahh ayy...Tomaaass."- Y pasó cuando dijo mi nombre mientras se retorcía de vuelta, se estaba viniendo otra vez a chorros alrededor de mi pene adentro suyo. A mí no me faltaba mucho más.

-"Julie-eta, ¿lo querías en tu boca? No falta mucho"- Le advertí, ella asintió pero no sé levantó sólo abrió la boca. Me saqué el forro, me acerqué a la misma y le permití que se lo tragara, en parte la ayudé masturbándome. El placer fue demasiado y:

-"Aay Julieta...la puta madre sos una reina en esto..."- Dije mientras mi líquido caía en su boca y ella lo tragaba.

Me recosté agotado en la almohada, y ella vino al lado mío, nos cubrí con las sábanas y dejé que me abrazara, para poder sentirla cerca. La besé, no dijimos nada y cerramos los ojos para descansar luego de aquello.

N/A: Aquí termina la parte explícita, pueden volver a leer.

Al otro día me despierto por el ruido de la ducha, y la luz del sol que entra por la ventana, me refregué los ojos para acostumbrarme, y darme cuenta de que estaba desnudo en una cama que no era la mía "entonces no lo soñé, lo hice con Julieta" eso fue suficiente para tener el mejor humor el resto del día.

-"Buenos días Tomi ¿como dormiste?"- Pegué un salto debido a la voz repentina de la morocha que estaba parada en la puerta vestida con un buzo gris, unos jeans rasgados y championes.

-"Buenos días morocha, más que bien dormí ¿vos?"- Le sonreí mientras me desperezaba.

-"Yo genial Tomi. Mmm te dejé unas toallas en el baño por si querías...refrescarte, te espero para desayunar."- Dijo y salió a la cocina supongo.

Yo junté mi ropa, y me metí en el baño, intenté relajarme en la ducha y funciono, igualmente después de lo de anoche era muy difícil quedar estresado. Todavía me cuesta creer lo hermosa que se ve Julieta sin ropa haciéndolo, era literal toda una Afrodita. Pero sería mejor que no piense en eso si no quería...animarme demasiado.

Me vestí y me peiné. Cuando salí vi a Julieta sentada en la mesa con dos tazas de café, leche y tostada "de verdad es la mejor", estaba distraída con el celular.

-"Emm ¿dónde la cuelgo?"- Pregunté por la toalla para llamar su atención lo logré. Porque ella se acercó agarró la toalla y me dio un beso.

-"Sentate a desayunar dale, son las 7:30 ¿Siempre te levantas tan temprano?"- Preguntó

-"No siempre pero luego de lo de anoche quedé con un montón de energía."- Dije agarrando una taza para hacerme el desayuno.

-"Jajaajaj ¿se lo decís a todas eso?"- Se reía, mientras se sentaba enfrente de mí.

-"Mmm no, vos sos la única aunque no le creas."-Dije serio.

-"¿Si? ¿Porqué?"-Preguntó curiosa.

-"Porque el resto de las pibas con las que he estado se van antes de que salga el sol, no les interesa más nada."- La verdad es que me bajonea un poco pensar en esa, y al parecer ella lo notó.

-"Si te hace sentir mejor me pasó lo mismo. Y aunque en este momento no podamos, cuando quieras se puede repetir."- Se acercó para besarme mordiendo mis labios provocadoramente y acariciar mis manos, "esta piba sí que sabe alegrar el humor".

-"¿Quién dijo que no podemos repetir ahora? Yo no tengo problema."-Intenté convencerla.

-"Vos no, pero yo entro a trabajar 8:30, así que dale, desayuná."-Me ordenó riéndose.

Entre besos, risas y caricias pasamos el desayuno, que fue demasiado rápido para mi gusto. Me encantó que a pesar de aquello ella me siguiera hablando como un amigo, o un amigo al que quería conocer, sin intereses ni ganas de irse, si no con el mismo humor de anoche.

Salimos de su casa luego de limpiar todo, y repetimos la rutina del auto, mi mano en su muslo y la música de fondo. Luego de un rato llegamos a su trabajo.

-"Muchas gracias por todo Tomi."- Me sonrió.

-"¿Por el parque, las birras, los orgasmos..."-Y ambos largamos la carcajada.

-"No seas guarango, dale. En serio gracias."- Me besó con suavidad mientras me acariciaba la cara.

-"No agradezcas morocha. Nos vemos luego."- Se bajó y antes de entrar al edificio nos despedimos con la mano.

Me dispuse a volver a casa, cuando llegué estacioné el auto, y entré, afortunadamente Lucas dormía todavía, así que fui a mi cuarto a cambiarme igual sé que no me libraría más tarde del interrogatorio.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Holaa...

De estos capítulos no pienso decir más que: necesitaba un verdadero momento Croazzu, porque ke werwenza ajajajaj

Ya saben comenten y díganme que les pareció ¿muy denso? ¿Bueno? ¿Malo?

Les abrazo, Lucía