La paciencia da sus frutos.
Nota de autora:
Mil disculpas por la tardanza gente, no es falta de inspiración, sino que entre que doy clases, preparo mis exámenes, estaba terminando mi otro, y encima estoy buscando maneras de mejorar como escribo, apenas he tenido tiempo para efectivamente dedicarme a esto.
Posta no saben cuánto extrañaba escribir, lo necesitaba mucho porque es mi bía de escape por así decirlo. Pero también extrañaba dar mi granito de arena para entretenerlos, así que acá está. Por favor comenten al menos que les pareció para saber si valió la pena, si les gustó, y que puedo mejorar. Les amo infinito.
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Tomás PDV
De vuelta me veo en la carretera manejando con Hache a mi lado para cumplir con el trabajo. Afortunadamente con la llegada de la primavera ya no hace tanto frío por las noches, aunque eso no haga a la calle más hospitalaria, la hace más tolerable. Lucas me habla de temas triviales para pasar el rato, pero la verdad es que ninguno de los dos tiene ganas de charlar.
-"La primera parada es por Progreso, tenemos que dejar unos paquetes."-Me indica mi compañero, yo solo asiento.
Al llegar seguí las indicaciones que Lucas me daba, terminamos en una plazoleta donde estaban dos pibes parados debajo de un farol a lo lejos, lo suficiente como para no verse a simple vista pero si para nosotros. Nos bajamos y caminamos hasta ellos, una vez estuvimos frente a frente casi no pude ver bien sus caras.
-"¿Qué onda wacho?"- Saludo con la mano, cuando miro sus caras puedo distinguirlos y a decir verdad es me sorprendí.
-"¿Qué hacen wacho? ¿Tienen todo?"- Habla el chico al que le dicen "El Titi", nosotros les damos las bolsas para que las guarden y ellos nos agradecen con un choque de manos.
-"Che ¿qué onda Titi? ¿Te conseguiste compañero nuevo?"- Digo yo enarcando una ceja con una sonrisa irónica.
Es que su compañero nuevo pertenecía hasta donde yo sé a otra banda del barrio con la que no se llevaban del todo bien, y en estos negocios no es frecuente que de repente estén haciendo alianzas para trabajar, al contrario.
-"¿So' policía vo'? ¿Qué te importa?"- Me contesta está vez el otro conocido como "Peke."
-"No wacho tranca, yo preguntaba nomá'. Ya nos vamos nosotro'"-Contesto, y Lucas pasa a darles la mano yo detrás de él. Una vez nos despedimos fuimos al auto en silencio hasta que hablé yo.
-"Che Lucas, ¿no te pareció medio raro verlos a estos dos trabajando juntos?"- Pregunto extrañado todavía.
-"Anda a saber que negocio tendrán, mientras a nosotros no nos hagan problema ¿qué más da?"-Se encoge de hombros y yo cedo. La siguiente parada es en un local bastante apartado de la villa, y otra vez nos dirigimos en silencio.
Al llegar nos recibe el lugar prácticamente de fiesta, suena cumbia de fondo mientras algunos consumen, otros ya están totalmente dados vuelta tirados sobre la mesa, algunas mujeres con ropa diminuta ofrecen sus encantos a los hombres. Pero al vernos el ambiente cambió.
La música seguía sonando pero las miradas se posaron en nosotros, unos cuchicheaban, otros intentaban disimular. Tengo que admitir que me sorprendí, ¿qué nos ven? ¿Les debemos algo? Obviamente no les dimos mayor atención, y nos dirigimos a nuestro objetivo inicial.
El lugar más que un bar es una fachada, atrás del todo hay una puerta que da a un pasillo poco iluminado y angosto, al final de este otra puerta custodiada por dos tipos altos y grandes, ninguno habla pero uno de ellos le pone la mano en el pecho a Hache que va adelante mío.
-"Venimos a traer un paquete"-Dice Lucas para que nos dejen pasar. Ellos entienden y nos abren el paso.
Al entrar nos encontramos con una habitación poco iluminada, con una mesa sillas, muebles descuidados, y tres hombres esperándonos. Walter, Guillermo, Andrés, son quienes el manejan el local entre otros negocios, para los que nosotros les abastecemos.
-"Pero miren nada más, los Barderos. ¿Tienen lo que les pedimos?"- Pregunta Walter, el más alto, los tres esbozan sonrisas irónicas que intentan disimular, pero al menos yo las noto y me parecen sospechosas. Lucas les da lo que les corresponde, y Andrés le da la paga.
-"Bueno, listo."-Dice Lucas después de contar la plata.
-"Veo que siguen trabajando por su cuenta ¿cómo les está yendo?"- Habla Guillermo sin sacar su sonrisa sarcástica de su rostro.
-"Todo tranquilo por ahora, ya saben con todo esto de la yuta hay que estar atento"-Comenta Lucas encogiéndose de hombros.
-"¿Rigetti ya anduvo por su barrio también? Digo...ha estado bastante..."-Me mira Guillermo y pone una mirada dudosa mientras piensa en cómo seguir su oración-"Ha estado bastante ocupado con los asuntos de la calle ¿no te parece Tomás?"- ¿Se referirá a lo de la investigación? ¿O hay algo más que estamos pasando por alto?
-"Rigetti ha andado revolviendo por el barrio si, igual que con el resto vaya uno a saber que está buscando, no me preocupa en realidad"-Esta vez me encojo yo de hombros para restarle importancia. Pero los tres hombres bufan y se ríen levemente, nos miramos con Lucas extrañados sin entender bien la situación.
-"¿Ah sí? ¿No te preocupa? Ya sabes lo que dicen hay que tener a los amigos cerca, y a los enemigos más."-Me responde Walter con una ceja enarcada.
-"Ya sabemos eso, pero no consideramos que a un tipo como Rigetti haya que tenerle miedo...ladra pero no muerde la mayoría de las veces."-Explico yo.
-"Tsk...por más inútil que parezca Rigetti, sigue siendo quien tiene la autoridad, no te olvides de eso, además, no deberías subestimarlo tanto, uno nunca termina de conocer a los otros..."-Niega con la cabeza Andrés.
-"Solamente les recomendamos que tengan cuidado por si acaso, ustedes mismos lo dijeron la calle está brava y Rigetti no muerde...sólo a veces..."-Acota Walter tras los dicho por su hermano.
-"Por Rigetti vamos a saber cómo manejarnos, y la calle siempre ha sido brava, nosotros pudimos sobrevivirla no vamos a caer ahora. Igualmente lo vamos a tener en cuenta...vamos."- Responde Homer por mí, nos damos la mano para irnos, y la verdad es que fue lo mejor ¿fue eso una advertencia, una amenaza, o qué? Sea como sea de verdad vamos a tener que estar más alerta.
Las miradas y murmullos vuelven cuando nos dirigimos a la salida, al parecer la gente no se aguanta las ganas de chismear ni siquiera enfrente tuyo, que se vayan a la mierda, cómo si ellos fueran mejor que nosotros. Secuestradores, violadores, borrachos, muchos agresivos, que se dejan la vida en un par de cartas sin acordarse a quién tienen que darle de comer ¿realmente quieren ponernos en una balanza?
Acá el que más cómo el que menos tiene su historial, pero a más de uno se le olvida cuando tienen que apuntar con el dedo, que se jodan desde el primero hasta el último, y tampoco es que lo digo por creerme mejor que nadie, sólo que yo sé ubicarme un poco mejor tal vez.
Entramos al auto y de vuelta quedo yo como piloto, Hache sólo cuenta la plata en silencio hasta que suspira.
-"Posta hermano, cada vez estoy más seguro que acá está pasando algo que no estamos pudiendo ver, algo serio."- Niega, se pasa las manos por la cara y el pelo.
-"¿Sabés qué es lo que me da más impotencia? Que ¿cómo puede ser que no nos enteremos de nada? ¿Posta a nadie se le ocurre decir nada? ¿Nadie ha metido la pata cómo para que se sepa algo?"- Levanto la voz porque de verdad es frustrante la situación en sí.
-"¿Te imaginas cuáles serían las consecuencias para quién meta la pata? No es ninguna casualidad todo esto."- Me explica Lucas y ahora caigo.
No es que cierren el orto porque es una cuestión de negocios, sino que si Rigetti fue capaz de pegarle un tiro a un chetito soplón ¿qué les haría a los demás? No puedo evitar fruncir el entrecejo al pensarlo. Tenemos que apurarnos y conseguir más información, aún así hay que conservar la compostura, hay que tener calma porque todo esto en cualquier momento nos va a afectar de alguna manera, y no va a ser nada bueno que nos agarre desprevenidos.
Por el momento intento fingir que me preocupa manejar bien por la calle en lugar de todo este asunto, no necesito seguir calentándome por otras cosas en el horario de trabajo. Hoy no voy a volver al hogar de la morena, hoy no hay silencio tranquilizador, hay música y ruido que aturde, no hay luces tenues, hay oscuridad, nada de sabanas y abrazos calientes, sólo el envolvente frio de la noche. Y si la comparación ya de por si me incomoda, no es necesario buscar algo más con lo que complicarme.
Narrador ¿X?
¿Quién diría que encontraría tan rápido un lugar tan...perfecto para la ocasión? Uno piensa que sería difícil pero no, tampoco es que tuviera grandes expectativas, sólo necesitaba un espacio apartado, sencillo, silencioso donde reinara la tranquilidad.
Claro tenía que estar bien iluminado, que no sea muy frío o sofocante, el aire fresco también es esencial. No puedo darme el lujo de que los futuros invitados se sintieran incómodos...oh no para nada. Es mi deber hacerles de buen anfitrión...puede que se quejen al principio, pero estoy seguro que si me aseguro de brindarles todas las comodidades se pueden adaptar muy rápido.
No tendrían muchas opciones tampoco, es adaptarse o sería una lástima verme obligado a usar otros métodos, todo va a depender de ellos al fin y al cabo. No, no creo que hagan mucho problema, podría ser peor. Podrían terminar con un loco que quien sabe de lo que sería capaz, podría tenerlos encerrados en un sótano
La pequeña cabaña es linda, claro no tiene mucha tecnología, pero no la van a necesitar para su estadía temporal, tienen muebles prolijos para descansar, me voy a asegurar de que tengan una rica comida y agua caliente. Toda la comodidad para ellos.
Me paró en seco la imagen que me corresponde el espejo cuando lo limpio, la detesto, detesto esa imagen, mis facciones chupadas, círculos azules debajo de mis ojos que hace tiempo ya dejaron de ser ojeras para ser pozos oscuros. Las gotas de sudor, mi pelo despeinado, mi piel descuidada son señal de una ardua tarde de trabajo.
Me miro y me repugno, no hay casi nada ya de quien fui una vez eso me perturba demasiado ¿en qué me transformé? Yo siempre he sido alguien normal, crecí en una familia que no nos faltaba nada pero tampoco nos sobraba, fui al colegio, estudié como corresponde.
Pero en el último tiempo todo comenzó a desmoronarse, hace unos años una enfermedad comenzó a corroerme, mi rendimiento estudiantil había bajado mucho en la Universidad, conseguí un trabajo pero es demasiado sacrificado para poder sobrellevarlo, me consume lentamente, y no sé cuánto tiempo podré sostener tanto peso sobre mis hombros.
Claro, tuve mi pequeño halo de luz durante un tiempo, un pequeño momento de gloria que me impulsó a seguir, pero por estupideces lo perdí, perdí lo poco bueno que me quedaba, y en el reflejo de ese espejo a medio limpiar lo único que queda de quien una vez fui es el hambre y el fuego irrefrenable que alimenta mi deseo de querer recuperarlo.
Suena mi celular y con un sobresalto me salgo de mí trance es mi socio:
-"¿Cómo vas?"- Directa y simple es nuestra comunicación, la verdad es que es mejor así.
-"Viento en popa, ya casi está todo listo"- Le aseguro con orgullo.
-"¿Tenés municiones, medidas de seguridad y eso?"- Pregunta con interés.
-"Si, sólo faltan unos detalles."- Reafirmo.
-"Mejor, acordate que no tenemos tiempo que perder y si todo sale bien tu recompensa va a ser grande pero tené paciencia"- Usa un tono seco para darme ánimos.
-"Lo sé, pero a mí lo que me preocupa es asegurarme de que nadie va a tocar mi parte del trato"-Le recuerdo.
-"Y la vas a tener sólo no descuides lo que has logado"- Termina la frase y corta.
Esto me recuerda a que tengo que continuar trabajando, no puedo perder ni un segundo más, así que me pongo manos a la obra, no pienso para hasta que mi recompensa esté en mis manos. Aún así sé que tengo que tener precaución, la paciencia para no cometer ningún error y hacer todo bien es fundamental.
Pronto todo va a estar bien, voy a tener lo que quiero y al fin voy a poder sanar de una vez por todas, porque a mi alma ya desgastada no le queda más aliento que la esperanza de un mejor porvenir, el resto es puro chamuyo.
Cazzu PDV.
Al día siguiente...
El arome a café recién hecho que sale de mi taza térmica inunda mis fosas nasales mientras la brisa suave mueve mi pelo al viento, el sol está radiante, veo vecinos que pasean por la calle, y a lo lejos veo a mi vecina con su perro salchicha, hacía mucho que no me la cruzaba.
-"Miriam ¿cómo le va? ¿Cómo ha estado?"- Me le acerco sonriente y ella esboza una sonrisa que le ilumina los ojos al mismo tiempo, Toby ladra y sacude su colita. A ella le doy un beso en la mejilla, y me inclino para acariciar a Toby.
-"Julieta linda ¡qué alegría verte! Yo muy bien por suerte ¿y vos? Hace varios días que no te veía ¿vas de camino al trabajo?"- Me sostiene la mano tiernamente.
En los últimos tiempos Miriam se transformó en la tierna anciana que siempre me cruzo, con la que charlo, al principio era sólo yo, después también se nos sumaron Joaquín y Tamara, todos estamos encantados de poder compartir las tardes tranquilas con té y torta de manzana en su casa por la tarde, pero con tanta locura se me ha complicado bastante. Incluso sabiendo todo el tema de la investigación nunca dejó de ser una vecina espléndida conmigo, claro ella no sabe de mi pequeña alianza con los otros involucrados.
-"Yo bien por suerte no se preocupe, escuche más tarde voy a ir a comprar cosas ¿necesita que le traiga algo?"-Le pregunto con amabilidad, ella siempre se acuerda de mi y lo menos que puedo hacer es ayudarla.
-"¿Podrías traerme algunas cosas que necesito para cocinar?"- Me mira fijo y entrecierra los ojos -"Te noto cansada Juli ¿segura que todo bien?"- Dice preocupada, y yo en confianza suelto un suspiro.
-"La voy llevando Miriam, usted se imaginará como es la situación"- Le digo un poco cansada.
-"Claro que si mi niña, ¿por qué no venís más tarde por mi casa y merendamos? Tal vez te sirva estar un rato tranquila..."- Me sonríe.
-"Me encantaría Miriam, esta tarde voy a su casa entonces"- Antes de despedirme saco el celular y anoto todo lo que precisa que le lleve, para después darle otro beso a ella y otra caricia a Toby.
¿El Universo me compensa por no haberme dejado tener al peli verde en mi cama estas últimas noches? Puede que sí, porque el resto de la tarde pasó sin mayores sobresaltos, lo que si me llamaba la atención es que cada vez tengo más trabajo. No termino de hacer una cosa cuando ya tengo otra, son todas por mail, y la gran mayoría no tienen mucha información, sólo que pertenecen a sesiones de fotos, como las del otro día. Sin mencionar lo familiares que me resultaban algunos de los lugares, pero mientras me paguen no pienso añadirme más dolores de cabeza.
-"Tami ¿vamos a lo de Miriam por la tarde? Hoy me la crucé en la calle y me invitó, seguro le encantaría que vayas."-Le hablo a mi amiga.
-"Re sí, pero Seven hoy atiende un cumple en el café hasta tarde con la Joaqui, así que seríamos sólo nosotras."-Dice con una sonrisa.
-"Está bien, pero antes hay que pasar por el supermercado ¿sí?"- Ella asiente.
-"Che ¿y vos cómo estás? ¿Qué onda?"- Pregunta con interés.
-"Remándola, vos sabes cómo es todo..."-Me reclino pesadamente en el asiento.
-"Lo sé, no te digo que aflojes, pero de vez en cuando merecés un descanso ¿me entendés?"- Ella pone su mano en mi hombro yo la sostengo con una sonrisa.
Continuamos nuestro trabajo en silencio casi, cada una con sus auriculares escuchando música, pero intercambiando palabras de a ratos. Así se pasa la tarde liviana entre nosotras, y cuando por fin termina nuestro horario, nos encaminamos a hacer las compras.
No demoramos mucho por suerte en el local, tal vez unos 15 o 20 minutos, cosa que agradezco porque ni Tamara ni yo contamos con la paciencia para esperar y encima mantener el buen humor. Luego de pagar ya íbamos de camino a lo de Miriam. El camino estaba plagado de risas por un programa de radio, y cuando llegamos a su casa la señora nos abre con un abrazo.
-"Mis niñas ¿cómo están? Qué lindo verte bien Tami"- Nos saluda a lo que nosotros le correspondemos para entrar a su hogar.
El lugar es lo típico que te encontrarías en la casa de una señora mayor, muebles de madera con adornos de porcelana, cuadros antiguos, vajilla en estantes, y un sillón enfrente de la tele al lado de una estufa a leña.
La señora es viuda, tiene un hijo y una hija poco más grandes que yo con 4 hermosos nietos 3 varones de entre 5 y 8, y una bebé de 1 año apenas, lo sé no sólo por nuestras charlas y sus cuadros de fotos, sino porque también los he podido saludar cuando vienen de visita.
Ambos viven con sus respectivas familias a unas pocas horas de distancia, pero ella nunca se quiso, ni por haber envejecido ni enviudado, dice que este es su barrio y que le gusta estar acá, me enternece mucho cuando añade que nuestras visitas hacen que valga aún más la pena "es tal cual una tierna abuelita".
A ninguna nos gusta hablar de cosas de tristes porque como si desde un principio existiera un pacto nunca hablado entendemos que demasiadas amarguras tiene la vida para nosotras recordarlas en nuestras charlas. Entonces con Tamara le contamos la versión más inocente posible de nuestras salidas, ella nos narra anécdotas de su vida, o simplemente nos mostramos manualidades que hayamos hecho.
De repente mi celular suena y sonrío a la pantalla cuando aparece en la pantalla:
Tomás:
-"¿Vas a estar más tarde en tu casa?"
YO:
-"Si obvio, date una vuelta si querés."-
Tomás:
-"A vos te quiero voltear"-
YO:
-"¿'Tamos graciosos Crackero?" /*Inserte emoji riéndose*
Tomás:
-"Me la dejaste picando ajajajj Ok luego paso"-
Le clavé el visto porque el carraspeo de la garganta de Tamara y la risa cómplice de Miriam me llaman la atención.
-"No le digo yo Miriam que él le habla y ella se distrae a cada rato"- Le guiña el ojo y Miriam se ríe más fuerte, yo me sonrojo y abro los ojos para darle un codazo.
-"Tamara..."-Digo para luego reírme yo también.
-"Hmm...ahora le da vergüenza, pero de las veces que se habrán saludado en la vereda mejor ni hablemos."-Ahora acota Miriam y más fuerte nos reímos, yo me tapo la cara ante la sorpresa de escuchar a la señora mayor.
-"Bueeno chee...no nos damos cuenta..."-Intento defenderme llevando mi taza de té a la boca.
-"Se nota..."-Dice Tamara pícara y le doy otro codazo.
-"Que no te de vergüenza todas las mujeres tenemos derecho a disfrutar un amor sano y lindo, en cualquiera de sus formas. Háganme caso que cuando el amor es del bueno no vale la pena andar tapándolo con pudor y prejuicios."- Dice sabiamente, pero yo no pedo evitar al casi atorarme.
-"Comparto su idea Miriam pero a ver...con Tomás no va por ese lado no es de ese amor en serio. Ninguno de los dos está hecho, ni listo para algo así todavía."-Le aclaro pensativa.
-"Listos tal vez no, ¿pero hechos? Juli las personas que tienen el alma negra, podrida y corrompida son los que no están hechos para el amor en su forma más pura, pero ustedes no tienen de que preocuparse."- Ella me sonríe con ternura pero me habla con firmeza.
-"No somos ángeles tampoco, no hemos tomado las mejores decisiones en nuestra vida..."-
-"Nunca se los conté pero antes de fallecer mi marido él era policía, estaba muy cerca de jubilarse, pero murió en servicio todos dicen que fue un disparo en tiroteo, que como era policía no había manera más noble de morir que cumpliendo con su oficio. Yo me sentí muy mal obviamente por su pérdida, pero además porque fue algo tan injusto, no era ni ningún santo pero tampoco se merecía lo que le hicieron ¿y saben lo que más me dio impotencia?"- Nos pregunta, pero ninguna se anima a contestar.
Miriam nos hablaba de vez en cuando de su marido y del gran hombre que ella da fe que supo ser, pero nunca lo hizo con tanto dolor, con tanta tristeza reflejada en su rostro, eso nos hacía permanecer calladas.
-"Que yo si pude ver al mismísimo mal en los ojos de quienes estaban en su funeral, esas personas que tienen el alma totalmente echada perder, que no tienen más que desgracia para traer al mundo. Vi lo peor del ser humano en ellos y todos están vivos, alegres disfrutando de la buena vida, nunca vi semejante injusticia ni sentí tanta impotencia."-
Entonces su narración se transforma en un recuerdo amargo que llega en forma de desahogo para ayudarla a quitarse un peso de encima, lo entendemos y la escuchamos, le damos el apoyo que necesita para continuar, sosteniéndole la mano una cada una.
-"A lo que voy con todo esto mis niñas, es que créanme, incluso con todas las malas decisiones que creen que han tomado, con todos los errores que creen que han hecho. Ni siquiera piensen en comprarse, no son nada que ver con la maldad, están muy lejos de eso. Por eso pueden vivir y sentir las cosas lindas de la vida, porque ninguno de ustedes ha hecho nada para desmerecerlo."-
Cuando dice ninguno asumo que eso nos incluye a todos, y sus palabras que vienen de la experiencia me dan cierto alivio de que no todo está perdido en nosotros todavía. Sus palabras terminan con una sonrisa esperanzada que se nos contagia.
Tamara no tarda en sacar un poco la tensión del ambiente, pero la verdad es que me significó mucho haberla escuchado y de a ratos pienso en sus palabras. Pasamos el resto de la tarde entre risas cuando Tamara que está cerca de la ventana me señala y me dice:
-"Tenés visita Juli, y yo por mi parte ya tendría que irme."- Se despereza.
Le agradecemos con un abrazo a Miriam, y ella a nosotras, nos despedimos de Toby también. Al salir y dirigirme a mi casa veo a Tomás a punto de tocar el timbre.
-"Acá estoy, vengo de ir a visitar a la vecina"- Llamo su atención detrás de él.
Tomás se da vuelta y me sonríe, yo le correspondo. Corto la distancia con un abrazo y dejamos que nuestros labios demuestren cuanto nos extrañamos, se abraza a mi cintura y yo a su cuello, para luego separarnos.
-"¿Cómo estás Morocha?"-Dice pegando su frente a la mía con una sonrisa, me encojo de hombros.
-"Bien ¿y vos?"- Me despego de Tomás para abrir la puerta.
-"Igual..."- Nuestra conversación es corta pero porque no queremos usar palabras, una vez entramos y cerramos la puerta, el me alza para hacer que enrede mis piernas su cintura, me saco la remera y él empieza a buscar mi carne con pasión pero queriendo al igual que yo disfrutar el momento lentamente.
Me recuesta en la cama e incluso con todo y nuestras ganas, con lo que nuestros cuerpos se han extrañado, entiendo que a veces es necesario tener paciencia y hacer las cosas con la misma suavidad que nos tocamos mutuamente, para obtener cualquier recompensa ¿en este caso? Placer y compañía.
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Recomendación:
Principalmente recomiendo a esta autora porque he estado bastante estresada y déjenme decirles que su lectura sirvió para endulzarme y sacarme de varios bajones. Ella tiene una manera bastante romántica y sencilla de escribir por lo que siempre es agradable cuando te querés sacar malas vibras por así decirlo.
Otro motivo muy importante es que esta autora tiene una única novela en wattpad "One-shots Multifandom" donde estaría genial que aprovechemos para darle sugerencias y que ella pueda darle vida y forma a esa historias que tal vez nosotros no nos animamos o por falta de tiempo no podemos.
Tenemos la oportunidad que alguien narre de manera muy linda esas historias románticas de nuestros "ships" preferidos y considero totalmente que al menos darle una leída totalmente vale la pena. Y si, cómo se deben imaginar sus one-shots Croazzu son mis favoritos ajjajaj están más que invitados a inspirar a esta autora.
Les abrazo,
Lucía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro