La Fiesta
Tomás P.D.V
A mí me dan de aquí a un año y estoy seguro que me convierto en puto adivino digno de show en Las Vegas, cuando dije que nos fuéramos de la plaza porque algo malo iba a pasar tuve razón, terminamos en un hospital por dos semanas, dije también que no hiciéramos este trabajo porque no iba a traer nada bueno: dicho y hecho.
Ahora me encuentro en la seccional segunda, con Julieta, la morocha de la otra vez esperando para nuestro interrogatorio, está vez salió mal, no por nuestra culpa, pero claro vez a una morocha toda tatuada, con piercings, ropa ajustada, al lado de un chico que tiene su historial con la ley era obvio ¿a quiénes iban a culpar?
Pero esta vez no, no habíamos sido nosotros, ¿estábamos relacionados? Sí, pero no como culpables, igualmente Rigetti nos puso en la mira, y si no teníamos como probar lo contrario, se nos iba a pudrir todo.
Flashback:
Ya estábamos todos listos, nos habíamos arreglado casual como para no llamar la atención dentro de la joda, el lugar es en la casa de un pibe chetito, no sabemos por qué ni para qué teníamos que llevar las drogas y armas a aquél tipo de lugar, pero no nos interesaba tampoco, lo bueno es que al ser paquetes chicos Mauro y yo nos habíamos podido esconder todo.
El plan era simple, Ecko y Khea al tener más facilidad para socializar y averiguar iban a llevarnos hasta las personas que debíamos entregarle todo, la cuestión era parecer otros pibes más en la joda, ellos iban a lograr dar esa imagen. Homer nos cuida la espalda, nos va avisar si pasa algo, es nuestra "campana" por si hay algo raro alrededor. Duki y yo solo transportamos la mercadería.
Llegamos al lugar luego de unos minutos, era una casa enorme, una mansión más bien, llena de gente de todo tipo bailando, tomando y quien sabe que más. Por dentro estaba oscuro, iluminado únicamente por luces de colores y una bola de espejos, el living estaba decorado con cosas caras; jarrones, cuadros, vajilla de porcelana, esta gente se ve que era confiada o tenían con que cuidarse, después de todo nadie invita gente como nosotros así como así y encima deja cosas caras a la vista.
Ivo y Nacho se adelantaron para averiguar a quién y dónde teníamos que dejar todo, Homer se quedó con nosotros. Al poco rato los vemos que se acercan
-"Dicen que dejen todo en el cuarto de puerta blanca que está en el segundo piso, en unas cajas de cartón que dicen 'vasos', van dejan eso y si queremos nos podemos quedar en la joda."-Dijo Nacho.
-"Eu chicos, esa de ahí ¿no es Juli?"-Dijo Khea.
-"¿Juli? ¿De qué Juli estás hablando?"- Pregunta Homer.
-"La morocha de aquella noche...esa Juli."-Respondió
"¿QUÉ? ¿QUÉ HACÍA ACÁ LA MOROCHA? ¿DE TODOS LOS LUGARES PARA SALIR? ¿DE TODOS LOS DÍAS QUE TENÍA LA SEMANA PARA IR DE JODA? ¿JUSTO TENÍA QUE ESTAR ACÁ, JUSTO TENÍA QUE SER HOY? NAAHH ESTO TENÍA QUE SE JODA, DE OTRA EL UNIVERSO QUERÍA ROMPERME LAS PELOTAS A TODA COSTA."
-"Bueno, ahora vamos a terminar de hacer esto. Después van a saludar a Juli si quieren."-Dijo Homer poniendo un poco de orden y devolviendo la atención a lo que realmente importaba, el trabajo.
Khea y Nacho se quedaron abajo con la gente, Homer nos acompañó hasta la escalera que habían unos conocidos y se quedó charlando, con Duki subimos a buscar la famosa habitación. En la planta alta la situación era muy parecida a lo que pasaba en el living, gente bailando y tomando, pero en este caso había más parejitas apretadas contra rincones chapando, y de algunas habitaciones se escuchaban gemidos y muebles rechinando, "bueno, por lo menos están ocupados, no iban a andar metiéndose".
-"Wacho mirá, me parece que es ahí, es la única puerta blanca acá arriba."- Dijo Duki, yo asentí en respuesta.
Entramos en la habitación que era bastante grande, pero parecía de esos áticos que aparecen en las películas yankees, ósea, sólo tenía muebles viejos cubiertos de polvo, llenos de cajas que seguramente guardaban cosas que no se usaban casi nunca como documentos, adornos, o herramientas. Debajo de una ventana grande había una mesa de madera que tenía una caja que decía "vasos", le di un codazo a Mauro y le señale la caja, el me siguió y dejamos todo rápido.
Cuando salimos nos encontramos a Homer hablando con unas personas, nos acercamos a saludar.
-"¿Y? ¿Todo bien?"- Preguntó él, sabíamos que se refería al trabajo.
-"Si, todo tranqui, vamos a buscar a Nacho e Ivo."- Contestó Duki.
Recorrimos un poco y los encontramos con una bebida en la mano y charlando con unas pibas, cuando nos vieron se acercaron.
-"¿Listo?"-Preguntó Nacho.
-"Si listo, ¿qué dicen ustedes? ¿Nos quedamos?"-Dijo Mauro
-"Sabelo wacho, está buena la joda, che de paso podemos buscar a la morocha, y ver qué onda, cómo ha estado"- Dijo Ivo-
Después de que me plantearon lo de ir a buscar a Julieta o decidí apartarme, las cosas no habían quedado muy bien la última vez que nos vimos, ¿qué se suponía que le dijera; perdóname, soy terrible idiota"? ¿Por qué? Si ella no era nada para mí.
Fui a la cocina a buscar una cerveza "ya que hay que quedarse, por lo menos tengo que aprovechar el escabio" razoné. ¡PERO LA REPUTA MADRE QUE ME PARIÓ! El karma o lo que sea me odiaba seguramente, estaba ahí, Julieta estaba en la cocina con sus amigos, la chica y el chico de la otra vez.
Estaba apoyada contra la mesada, ¡y cómo estaba la pendeja! Ya era linda de cara, lo reconocí desde un principio, pero el lomo que tiene era algo impresionante. Tenía una musculosa negra con diseños atada en un nudo debajo del pecho, dejando ver unas tetas grandes y jugosas, vientre plano y tonificado, cintura estrecha y cadera ancha. Tenía un jean claro ajustado sus piernas firmes, que me imagino junto a sus caderas debían hacerle un culo como para broche de oro.
"Menos mal que no te interesaba la pendeja, al contrario la querías bien lejos" dijo mi conciencia, y en cierto modo era incorrecto, porque admití desde un principio que capaz me había dejado un toque alzado, igual no, no me interesaba tener nada con ella ni siquiera un desquite.
Igualmente mejor aprovecho a irme ahora que no me han visto y no sea cosa que...
-"¡¿Duki?! ¡¿Tomás?! ¿Qué onda wacho? ¿Qué se cuenta?"- Saludó de repente el chico rubio ¿Joaquín? Creo que sí, a mí y a Mauro que justo pasaba por ahí.
-"¿Seven? ¿Qué onda? ¡Qué casualidad encontrarlos acá!"- Entró Mauro a saludar, en serio ¿cómo hacía para acordarse de los nombres? Yo ni bola, aún así me acerqué a saludar con una sonrisa falsa.
Nos saludamos uno por uno, y cuando me tocó saludar a la morocha apoyé mi mano en la piel desnuda de su cintura y me acerqué ¡ah listo! Tiene la piel suavecita y tersa que te daban ganas de acariciarla por horas toda entera, y un olor riquísimo como a jazmín. Le dí un beso en la mejilla y vi como se ruborizaba, mientras intentaba ignorar el cosquilleo del roce de mis labios con su cachete.
Me alejé cuando muy disimuladamente (nótese sarcasmo) a Duki se le ocurrió toser, noté que la morocha había tenido su mano en mi hombro muy cerca de mi cuello durante todo este tiempo, miré su mano y a ella con una ceja enarcada sorprendido porque aún no se alejaba. Ella me miró se sonrojó aún más y se alejó intentado esconder su cara.
-¿Y Tomi? ¿Qué onda?"-Preguntó Seven con amabilidad.
-"Nada...tranqui, solo vine a buscar una birra".- Dije sonriendo esta vez honestamente, me caía bien.
-"Eehmm...hay por acá, ya te paso una."- Dijo la morocha ¿nerviosa?, se dio vuelta a buscar en la hielera, y si, tenía razón, ese culo era una obra maestra, grande, redondo, firme, capaz de hipnotizar a cualquiera.
-"Tomás, eu Tomás...la birra."- Dijo Duki, sip, hasta a mi me había idiotizado. Vi que tenía la mano extendida con una birra, la agarré y carraspeé la garganta.
-"Gracias supongo."- L e sonreí.
-"De nada."- Me respondió la sonrisa.
-"Eu Juli, escuchá, vamos dale."- Tamara su amiga, la agarró de la mano y la llevó a la pista improvisada donde sonaba Taki Taki.
Me quedé con los pibes, donde luego aparecieron Ivo, Nacho, y Lucas, nos quedamos haciendo bromas, hablando de música, fútbol, Freestyle, y demás. Después de un rato salí a tomar aire fresco, inevitablemente tenía que pasar por la pista improvisada, y la vi, Julieta bailaba al compás de la música y era algo hipnotizante, ver cómo sus curvas se contoneaban a la perfección, había que reconocerlo la piba estaba como quería.
De repente se da vuelta, me ve, y en lugar de espantarse porque me la había quedado viendo me dio una sonrisa de satisfacción mientras se acercaba caminando de manera segura, imponiendo presencia.
-"Bailas conmigo..."-Dijo cuándo la tuve de frente, porque más que pregunta sonaba a afirmación, yo quería decirle que no, que no daba después de cómo habían quedado las cosas, pero no pude, porque sus manos agarraron mi camiseta y me empujó hacia ella, mis pies solo le obedecieron.
Ella se dio vuelta dejando su espalda contra mi pecho, y su culo contra mi entrepierna, ya me la veía venir, empezó a twerkear como ninguna lo había hecho y modestia aparte en este ambiente era normal que las pibas hicieran eso. Pero Julieta era distinta ella no era vulgar ni grosera, no, era provocadora más bien sutil.
Se dio vuelta quedando de frente a mí, puso sus manos en mis hombros se acercó a mi oreja dándome de vuelta corrientes de energía, y susurró.
-"¿Está todo bien?"- Supe que se refería a lo de la otra vez, e incluso más allá de que me haya bailado sabía que tenía que pedir disculpas.
-"En realidad yo me tengo que disculpar la verdad es que no quise..."-Pero no pude continuar, porque algo me distrajo.
Unas personas con capuchas estaban subiendo por la escalera, esto me daba mala espina.
-"Emm, espera acá ¿si? No te muevas"- Le dije
-"¿Qué? Pero..."- Intentó decir ella, pero yo ya había salido en camino hacia ellos.
Julieta P.D.V
Se suponía que iba a ser una joda tranqui, con Tamara y Joaquín estábamos más que listos para salir y pasarla bien un rato, ellos dicen que un amigo armó una joda en su casa y estábamos invitadas, bah ellos estaban invitados, pero podían llevar gente, y a mí me vendría bien conocer personas para distraerme.
Pero lo que definitivamente no me esperaba era verlo a él, a Tomás y sus amigos, parecía joda, después de dos semanas de no haberlo visto nunca más, encima de cómo nos habíamos "despedido", la verdad es que la sorpresa no era muy grata. Yo había decidido hacerme la boluda e intentar ignorarlo, pero cuando Seven lo animó a que venga a saludar simplemente no pude.
"Boe el pibe tampoco ayuda" pensé, era verdad estaba vestido con jeans y un buzo canguro negro con letras blancas, su pelo verdoso alborotado combinaba perfecto con sus ojeras, pero lo mejor fue cuando se acercó. Un aroma fresco varonil me impregno dejándome media boba, pero su tacto cuando me agarró la cintura y me dio un beso en el cachete fue lo mejor, suave, firme, no quiero parecer nena chica pero ¿puede ser que haya sentido corriente?
Después de eso no hablé casi, solo podía pensar en que sentía culpa por cómo le había hablado la última vez, capaz él estaba queriendo decir una cosa pero yo con mi cansancio y mal humor no lo dejé expresarse bien. Y no, por más que ya haya pasado no podía hacer como si nada, era rara la situación y cada vez que teníamos que interactuar mis nervios no tardaban en pasarse a sonrojos en mis mejillas tenía que encontrar una forma de disculparme.
Con Tamara estábamos bailando en la pista improvisada, la verdad es que con un poco de buena música alguna bebida y mi amiga no me costó empezar a pasarla bien, de hecho sonaba reggaetón del viejo, "Baila Morena" específicamente, obvio empecé perrear hasta abajo llevándome las miradas de más de uno.
Entonces lo noté, Tomás estaba mirándome también "Ah bue, parece que le gusta lo que ve", me lo imaginaba igual, cuando le pasé la cerveza me di cuenta que se había quedado mirándome el culo. Hmm tal vez eran las bebidas anteriores pensando por mí, pero se me hizo buena idea que capaz podría usar eso para acercarme.
Lo saqué a bailar sin darle chance a contestar, igualmente no se quejó y cuando empecé a perraerle me siguió el ritmo, si bien la intención era acercarme a él en son de paz tenerlo tan pegado a mi piel era... ¿excitante? Podría decirse, después de todo el pibe estaba muy bueno.
Me di vuelta y me acerqué a un más, quería saber si podríamos hablar sobre lo que pasó, pero cuando iba a decir algo se interrumpió a sí mismo y se fue, parecía preocupado, como si algo malo estuviera pasando.
Mi curiosidad pudo más que cualquier cosa y lo seguí, lo vi entrar en una habitación de puerta blanca, no quise entrar todavía capaz era algo muy personal que no quería que los demás supieran. Pero de repente empecé a escuchar gritos como de pelea, tenía que pensar rápido hacer algo antes de que lo lastimaran.
Agarré mi celular y le mande un WhatsApp a Tamara "Tami es urgente, Tomás se encerró en una habitación, hay otros pibes y se escuchan gritos, hay que hacer algo antes de que se arme lío". Presioné enviar, respiré hondo, y abrí la puerta.
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Volví, después de tanto tiempo, por fin...
Me estaba costando darle forma a los capítulos, si leyeron bien, capítulos, porque hoy hay capitulo doble (yupii), ya que acá es el momento de la verdad, acá entramos en el eje de la trama, ya van a ver porque.
Quería hacer algo coherente y realista (dentro de lo posible) pero atrapante también. Sin mencionar que la novela necesitaba aunque sea un momento Croazzu, esto se basa en ellos después de todo, pero antes necesitaba (como ya expliqué) dar contexto e hilo conductor a la historia.
Pero bueno, ustedes díganme ¿qué les pareció? ¿aburrido? ¿bien? ¿les hubiera gustado que las cosas se den distinto entre Tomi y Juli? Comenten por favor!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro