Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

F o u r

No nos detuvimos hasta llegar al punto más céntrico de todo el bosque, o al menos eso parecía. En la más recóndita oscuridad, alumbrados únicamente por las estrellas y la luna que lentamente una nube tapaba. 

 Yo sabía que estábamos perdidos, pero mi abuelo no quería dejar su optimismo de lado. Y realmente no lo comprendía en ese momento: tenía setenta y cuatro años y leves ataques de ansiedad que le heredó a mi madre, para luego tenerlos yo. Él caminaba, casi corría por el bosque. Nunca me soltó de la mano. 

—Estamos... cerca... —decía, casi sin aire. Realmente yo quería parar, no por mí, sino por él. Es que estaba por desmayarse. 

 Frenó en seco. Soltó mi mano sin darse cuenta y rodeó el lugar con la mirada. Tocó cada árbol que estaba a su alcance y empezó a caminar apoyándose en aquellos. Con sus pies tanteaba el suelo antes de pisar, inseguro de su decisión, pero firme ante el momento de impacto. 

—¿Qué pasa? —le pregunté, caminando por el centro. 

 Escuché el sonido de algo romperse bajo mis pies. Sentí cómo mi abuelo abrió la boca y giró su cabeza para mirarme. 

—¡No lo toques! —me gritó, justo cuando yo estaba levantando aquel peculiar objeto del suelo. Eran unas costillas de ser humano. Justo en mi mano. 

 Pegué un grito y rápidamente solté aquel objeto. Me limpié varias veces en mi campera, y me largué a llorar.

—Sé lo que se siente, Mel —me dijo mi abuelo—. Yo estuve en tu misma posición una vez. Estaba tan perdido como nosotros ahora, quizá más. No vi bien y pisé huesos varias veces. Me marcó de por vida, cariño. 

 Ahora caminaba exactamente igual a él. Pegada a los árboles, temblando de miedo y con lágrimas corriendo sin más por mis mejillas. 

—¿Qué pasó en el bosque, abuelo? —le pregunté, entre lágrimas. 

—Nada más que eso. No pasó nada hasta que llegué a la montaña —mi piel se puso de gallina—, y ahí es a donde vamos. 

 Quise frenar en seco, dar media vuelta y correr con mi madre. Pero no podía, no en esos momentos. Esos cuerpos y huesos estaban por algo o alguien, ¿no?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro