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—Es aquí.
Menciona Chaewon cuando Minju detiene el auto para estacionarlo, ambas mirando con esperanzas el mismo orfanato al que Chaeyeon y Sakura habían ido para adaptar, ahora, en su lugar, estaban ellas Kim Chaewon y Kim Minju, una locura pero las dos lo deseaban.
—De acuerdo, bajaremos pero déjame antes...—Chaewon quitaba el cinturón de seguridad oyendo a su novia decirle algo cuando ésta tomó su rostro para besar sus labios dulce y amorosamente por unos largos segundos al haber sido correspondida.—Listo, ya podemos bajar.—sonríe y quita también su cinturón, Chaewon ríe y abre la puerta del copiloto para salir y acomodar su ropa, mientras espera a su novia.
Una vez está a su lado, sostiene su mano y le dedica una sonrisa a la chica que moría de emociones a su lado.
—Todo saldrá bien.—sonríe, con su dedo pulgar acariciando el dorso de su mano, sacándole una amplia sonrisa a la contraria.
—Claro que sí, amor.—asiente con su cabeza y ambas miran al frente, como observando bien el lugar y asimilar lo que estarían por hacer, Minju da el primer paso con orgullo, la mayor ríe y sigue a su emocionada pareja.
Suben uno, dos, tres y cuatro escalones, siguen caminando y nuevamente suben cuatro escalones más hasta que Minju jala de la puerta cristalizada y limpia, Chaewon entra antes y espera a su novia, las dos admirando el interior del lugar.
Simplemente, un hermoso lugar, al menos la recepción. Minju aún sigue siendo la que se mueve primero, tirando de la mano de su novia para llevarla con ella hacia donde una chica con anteojos leía unos papeles, parecía ser la encargada.
—Hola, buen día.—dijo sonriente, entrelazando mientras tanto sus dedos con los de Chaewon quien saluda con su otra mano y una linda sonrisa a la chica que deja los papeles en la barra y sonríe también.
—Buen día, es un placer, mi nombre Hitomi.—sonríe la más pequeña, acomodando sus anteojos y mostrando la placa con su nombre en su camisa.
—Que linda, bien, soy Minju y ella es mi novia Chaewon.—sigue manteniendo su sonrisa, mirando a la chica contraria quien abrió sus ojitos un poco más.—Y verás, bueno.. nosotras venimos por-..
—¡Lo entiendo! No es necesario que dudes en decirlo, no son las primeras en venir.—sonríe, saliendo de la barra y rodeándola para llegar hasta las otras dos chicas, ambas chicas notando lo más pequeña que era.—Síganme, tienen que hablar primero con alguien.
Minju tira nuevamente de la mano de su novia feliz, Chaewon podría estar incluso de la misma manera que ella, apenas llegaban y ya tenían unas increíbles esperanzas, todo marchaba bastante bien.
Hitomi las había llevado por un pasillo espacioso y alumbrado con las luces, algunas plantas artificiales, era muy lindo todo. Se toparon con una puerta, que la pequeña chica abrió con su mano.
—Unnie, ellas vienen por adopción.—menciona, entrando y esperando que la pareja también entrase lo cual así fue. Hitomi caminó hasta la chica que se encontraba sentada en la silla giratoria y besó su mejilla, la otra chica dio un rápido y corto pico sobre sus labios y le indicó que podría esperarlas afuera.
Minju y Chaewon se dieron miradas cómplices, ahora lo entendían todo, ellas también eran pareja y por esa razón aceptaban la adopción de una pareja de un mismo género y no cómo en otros lugares más.
Oh, los planetas finalmente se habían alineado y trajo una gran suerte a ambas chicas.
—Adelante chicas, tomen asiento y disculpen lo de antes.—ríe un poco, Chaewon finalmente va primero, sentándose en una de las dos sillas que están al frente de una mesa como escritorio, acto seguido Minju también lo hizo.—Mi nombre es Eunbi, dueña y jefa del lugar, aunque bien, primero lo fue mi abuela pero ya saben, está en un mejor lugar ahora.—explica, jugando con unas hojas que tenía sobre el escritorio.
—Oh, lo lamento mucho.—Minju murmura al instante pero la chica al frente de ella niega con su cabeza.
—No, descuida, aún así gracias.—sonríe como agradecimiento y luego suena su garganta.—De acuerdo, primero debo deben de responder algunas preguntas qué haré.
—Adelante.—Chaewon asiente para afirmar a su petición.
—¿Cuanto tiempo llevan estando juntas como pareja?.—hace su primera pregunta, Chaewon mira a Minju como preguntándose quién de las dos debía responder pero Minju ríe y en su lugar ella responde primero.
—Cinco, cinco años juntas.—asiente, el rostro de la mujer al frente parece impresionado y eso las hace reír.
—Genial, las felicito entonces.—anota su respuesta en una hoja que contenía las preguntas que estaría haciendo, una vez escribe la respuesta dada, hace su segunda pregunta.—¿Viven juntas en una casa propia, departamento o rentan algún lugar?.
—No, es nuestra casa, la compramos y luego se hizo una remodelación para agrandarla y hacerla más espaciosa.—ahora respondía Chaewon, recordando felizmente cuando habían comprado su propia casa en su tercer año de relación.
—¿Es de dos pisos?.—pregunta, ambas chicas asienten y ella sigue anotando.—¿El vecindario es problemático o algún vecino que lo haya sido?.—las dos chicas responden un "no" al unísono, ella vuelve a anotar y sigue haciendo sus cuestiones.—¿Tienen algún trabajo o pasan todo el día en casa?.
—Chaewon, ella es hija de los dueños del restaurante a nombre de los Kim, por lo que va bastante seguido para ayudarlos, además trabajo en casa.—responde, jugando con sus manos mientras sigue observando a la chica anotando y anotando sus respuestas.
—Bien, ¿han tenido la experiencia de haber cuidado de un niño alguna vez?.—pregunta y oye el asentimiento de ambas chicas.
—Sí, desde bebés hasta de nueve o diez años.—Chaewon menciona, habían cuidado de Nako por dos días y los hijos de una prima suya que eran tres y de cinco, siete y diez años.
—Bien, eso es bueno de saber, porque aquí hay niños y niñas de varias edades.—asiente con su cabeza y mueve ágilmente el lápiz en su mano.—¿Tienen alguna mascota en casa?
—No, pero sí nos gustaría tener alguna y más si el niño o niña lo pidiera.—asiente Minju estando de acuerdo en que aceptaría sin pensarlo, con tal de hacer feliz a esa criaturita que deseaba pronto tener.
—Bien, dos preguntas más y acabaremos.—sigue anotando la respuesta de la pelirosa, carraspea suavemente su garganta.—¿Porqué quieren adoptar?.
Chaewon miró a Minju y viceversa. Ambas se sonríen, pero Minju no quería responder por lo que ella hizo un ademán con su cabeza para que la mayor respondiera esa pregunta.
Quería saber si Chaewon realmente quería adoptar como ella lo quería.
—Bueno.—empezó, enderezándose más en la silla, poniendo sus manos en su falda blanca, Eunbi la mira expectante pero sin quitar esa sonrisa de su rostro.—Todo éste tiempo sólo hemos sido Minju y yo, sólo Kim Minju y Kim Chaewon. A ser sincera, no había pensando en adoptar hasta hace unos días, pero después de algunas insistencias de mi pareja, caí en cuenta de que también lo quería, somos felices juntas, pero queremos tener esa otra felicidad de formar una familia, por eso queremos adoptar.
Chaewon termina con unas pocas palabras pero directas, Minju sonríe realmente muy feliz de haberla oído mientras que Eunbi, después de dedicarle una sonrisa más a Chaewon escribe lo necesario en la hoja.
Luego de unos segundos en silencio, la mayor de todas alza su mirada.
—Ahora sí, acompáñenme chicas.—menciona mientras se ponía de pie y acomodaba su vestimenta, Minju se emocionó y al instante se levantó de su silla para ir tras la mayor, Chaewon ríe y mientras negaba con su cabeza se ponía de pie para ir con ellas.
Eunbi las llevó hacia el patio y también parque de juego que tenían, mientras las guiaba allí habían visto algún par de niños corriendo o compartiendo meriendas. Una vez habían llegado a las lindas áreas verdes de diversión para los niños, se sorprendieron al ver que había una buena cantidad de niños de varias edades y tamaños, también habían otras parejas interactuando con los niños.
—Bien, tienen todo el tiempo que quieran para hablar con ellos, conocerlos, jugar o cualquier cosa que se les ocurra, un placer y buena suerte chicas.—estrecha su mano con la de ambas chicas, sonriéndoles.—Kwon Eunbi para servirles.—hace una pequeña reverencia antes de irse, dejando a las dos jóvenes chicas mirando por todo sus alrededores.
—Oh dios, qué emoción.—Minju suspiró mostrando una sonrisa, Chaewon a su lado asiente y ríe, tomando la mano de su pareja.
—Hagamos esto; nos separaremos y cada una irá por lado, si alguno te atrapa o capta de su atención y viceversa, nos encontramos justo aquí, ¿te parece?.—sonríe en cuanto ve a Minju asentir y acercarse para besar su mejilla.
—Perfecto, nos vemos.—menciona para sonreírle y soltar suavemente su mano para irse hacia donde habían pequeños infantes jugando en la arena u jardín. Chaewon arregla su cabello después de que una ola de brisa la despeinara un poco, mirando a su alrededor para ver por donde podría empezar.
Por alguna razón, sus pies la guiaron hacia donde había una pequeña niña sentada de espalda en un columpio sin estar en movimiento, cuando Chaewon paró al frente de ella, aún sin estar cerca ya que la pequeña no se había dado cuenta, pudo detallarla mejor; su cabello era corto y oscuro con una pequeña cinta de color naranja, abrazaba un peluche con un brazo mientras su otra mano sostenía una cajita de jugo o leche mientras la tomaba mirando fijamente sus pequeñas zapatillas del mismo color de su cinta en la cabeza, vestía un vestido amarillo pálido y simple, Chaewon estaba encantada porque parecía haber encontrado la niña más linda a la primera.
¿Cómo podría acercarse sin asustarla? Creía que podía asustarla, ya que se veía tan inocente y dulce, sólo tuvo una idea para acercarse e iba aplicarla.
—Que lindo peluche, ¿es tu amigo?.—su voz resonó pero no suficiente debido a los gritos, risas y ruidos que hacían los demás niños mientras jugaban, se le hacía extraño ver que esa pequeña no estaba jugando y en su lugar permanecía sentada en un columpio tomando leche.—¿Porqué no juegas con ellos?.—cuestiona, apoyando sus manos en sus rodillas mientras se inclinaba un poco para llegar a su altura.
La pequeña niña deparó sus labios del pipote y sus ojitos se abrieron en par, se había asustado y al mismo tiempo impresionado, tanto así que dejó caer su peluche al piso una vez había oído una voz diferente hablarle.
—Oh, perdón, ¿te asusté?.—automáticamente agarró el peluche y lo limpió, sonríe cuando cae en cuenta de que es un pequeño dinosaurio de color rosa, extiende su mano para entregárselo.—Linda, lo siento, sólo quiero saber tu nombre y conocerte.—sonríe, pues la pequeña mano de esa niña también se estiró y tomó rápidamente el peluche para abrazarlo.
Chaewon esperó unos segundos más en los que la pequeña pelinegra no decía nada pero seguía observándola con curiosidad, supuso que no querría hablarle por lo que suspiró rendida y se enderezó dispuesta a girar sobre sus talones e irse, sin embargo no lo hizo cuando unos suaves deditos se estiran hasta tomar su mano, sorprendida de ese gesto mira hacia abajo y encuentra esos pequeños ojitos con un lindo brillo en ellos mirándola con una dulce inocencia pura.
—¿E-Edes una m-mami?.
Oh dios, iba a sufrir un ataque al corazón.
—No, aún no, bebé.—sonríe, encerrando la manita de esa dulce niña con la suya, cuando cae en cuenta que las intenciones de la pequeña era tomar su mano y pasear, dejó que diera los primeros pasos para ella darlos después, riendo de las torpes pisadas de la pequeña.
—¿No q-quiedes ser u-una mami...?—infló sus mejillas, con el mismo brazo que abrazaba su dinosaurio de peluche también sostenía su cajita de leche, mirando la grama mientras se dejaba guiar de la mayor, Chaewon tomó un gran respingo al oír hablar a la menor, se detiene y sin soltar la mano de la más joven se agacha, sus ojos encuentran los de la niña notablemente sonrojada por la timidez.
Podría ser una locura, literalmente Chaewon creía que era una locura, pero Dios, ya lo estaba sintiendo, ya sentía la necesidad de consentirla y protegerla, adorarla, llenar su carita y mejillas de besos.
—¿Tú quieres una mami, pequeña?.—pregunta, su mano libre acaricia los sedosos cabellos cortos de la niña, sonriendo con ternura en cuanto la ve asentir lentamente.
Definitivamente, necesitaba llevársela, ¡no podía dejarla! Era tan dulce y linda, estaba segura de que a Minju le encantaría, tenía que encontrarla ahora mismo.
Podía imaginárselo, dándole de comer, llevándola a la escuela, contándole alguna historia para dormir, jugar al té, la hora del baño, ¡lo estaba empezando a imaginar! Aunque, su imaginación se vio interrumpida cuando nuevamente el peluche estaba en el piso pero ahora ambos delgados bracitos la rodeaban de su cuello, era un abrazo.
Chaewon no era capaz de negarse, terminó por abrazar a la niña también y mantener esa sonrisa amplia en sus labios, más aún cuando finalmente la niña le menciona su nombre, murmurando un;
—Me l-llamo... yo, Yuri.
Sonrió, estaba ganando su confianza y lo sabía, así de fácil podría ser convivir con un niño aveces.
—Lindo nombre, el mío es Chaewon.
Yuri, ese era un lindo nombre que podía acostumbrarse a llamar día tras día.
Ha pasado un tiempo ya desde que actualicé aquí, pero intento aveces escribir y no me sale sooo, espero entiendan 💕
No es error en las líneas de Yuri bebé, al ser niña (le calculé los tres o cuatro años) tiene un dialecto bastante tierno e incompleto, como yo a mis tres años sjjd
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