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Kim Minju y Kim Chaewon llevaban cinco años juntas, su relación era sumamente perfecta en pocas palabras, tenían una buena casa, dos autos, y buen negocio familiar por parte de la mayor, una buena familia unida por parte ambas así que nunca les faltaba nada y eso lo agradecían mucho.

Lo tenían todo, o bueno, casi todo.
Ellas aún no formaban una familia, quizás lo pensaron en algunas ocasiones pero no lo hablaban más con detalles o llegaban a un acuerdo, por lo que para tenerlo todo, faltaban unos pequeños niños correteando por la casa.

Ese día era jueves, los jueves Chaewon iba al restaurante de su familia para ayudarlos, aunque habían otros días que iba junto a su novia para ofrecerles su ayuda, Minju trabajaba en casa, ella hacía diversos postres desde tortas a galletas por encargos y realmente su negocio hogareño le iba bastante bien.

Así que por ser jueves la mayor se iba por parte de la mañana y casi toda la tarde, por lo que Minju quedaba en casa aburrida cuando no tenía encargos por hacer, como hoy, yacía en la sala viendo un programa de televisión de cocina, ni siquiera le prestaba tanta atención, quería hacer algo más que sólo quedarse aburrida en casa y sin Chaewon, así que agarró su teléfono para dejarle un mensaje a su madre, en el que preguntaba si podían hacer algo por esa tarde juntas.

Para su suerte su madre dijo que sí, pero que llevaría a alguien con ella y que sí no le molestaba eso, pero a Minju no le molestaba en absoluto, le aclaró eso y luego dijo que pasaría por ella y su acompañante después de arreglarse.

Después de tomar un baño, vestirse y echarse el exquisito perfume de su novia ella bajó, apagó todo a excepción del aire acondicionado para dejar fresco el interior de la casa, agarró las llaves de su propio auto y salió, cerrando la puerta y montándose en el auto para ir a la casa de su madre, que era a treinta y cinco minutos de la suya. Una vez llega, toca la bocina del auto, su madre sale de la casa, los ojos de Minju se achican al ver que su prima, una casi lejana venían con su madre y dos niños.

—Ahg, no, porqué.—frunce sus cejas, no le agradaba mucho convivir con ella, Kriesha era el nombre de su prima con la que jamás tuvo una buena relación familiar, desde niñas competían por todo, sobretodo porque la mayor solía presumirle por tantas cosas que Minju terminaba enfadándose tanto con ella.

Así que raro no fue de esperarse de Kriesha cuando llamó una madrugada a su prima sólo para presumir que había quedado embarazada, y raro tampoco fue cuando la chica lo volvió a estar un año después para presumirle nuevamente, Minju se enfadaba y era Chaewon quien tenía que borrar ese enojo con muchos besos y cariñitos.

—Buen día cariñito.—su madre dice dulcemente al entrar al auto, acariciando la mejilla de su adorada hija, quien sonríe.

—Hola mami.—saluda con cariño, ella ama muchísimo a su madre por lo que el amor que siente hacia ella es grande, si embargo su sonrisa se vuelve amarga al ver como su prima entraba con sus hijos, quienes empezaban a jugar en los asientos traseros con sus juguetes.

—¿Y a mí no me saludaras, Min Min?.—pregunta ella, incluso después de un par de años que no compartían palabras, llamándola por su antiguo apodo de niñas, pone sus ojos en blanco y agarra el volante con firmeza.

—En cuanto me llames por mi nombre, lo haré con gusto, querida prima.—sonríe con aires falsos, poniendo en marcha el auto hacia algún buen lugar para almorzar, y nada mejor que el propio restaurante de su novia y sus suegros encantadores, por lo que ella manejó directamente hacia allá.

—Oh, buena elección hija, muero de ansias por comer algo preparado por los padres de tu novia, o incluso de ella misma.—sonríe cuando después de unos minutos manejando, Minju se estaciona en el estacionamiento privado del restaurante, apagando el mismo para salir sonriendo por las palabras de su madre porque aunque hubieran tantos trabajadores en la cocina, sus suegros tanto su novia preparaban con sus propias manos la comida para ellas cuando iban, algo como más especial de su parte.

—Wow, mi esposo me trajo unas veces aquí, tuvo que reunir más dinero de lo normal porque es algo costoso y exclusivo—Kriesha menciona, dándole su mano a los pequeño infantes para bajar del auto, Minju suelta una risita, hallando al fin algo con que presumirle.—Pero es un amor, todo un romántico al traerme aquí con mucho esfuerzo—y seguía presumiendo, la pelirosa estaba que hervía del enojo pero prefirió no decir nada y caminar entrelazando su brazo junto al de su madre hacia la entrada, siendo recibidas cordialmente por los guardias de seguridad, con la chica entrando tras ellas de la mano con ambos niños.

Minju sonríe embobada al ver a su novia nomas entraba, hablando con unos clientes al parecer que estaban en una mesa, la menor se acerca con su madre hacia ella, da un leve toquecito al hombro de la adversa, quien se toma el tiempo para voltear a mirar y llevarse la sorpresa de su novia junto a su madre.

—Ah, Minju-ssi bebé.—es inevitable para Chaewon no alegrarse al ver a su novia, al instante guiando sus manos a las mejillas ajenas para mimarlas.—¿Qué estás haciendo aquí?.—cuestiona, sonriente, su novia la imita.

—Estaba aburrida, así que invité a mami para que saliéramos a almorzar.—le explica, sonriendo por las manos de su novia sobre sus mejillas.—Oh y disculpa Chae, estabas ocupada y te interrumpí.

—No es nada amor, sólo charlaba con esta hermosa familia.—volvió a poner su atención en ellos, todos compartieron una misma sonrisa en esa mesa, la bebé que estaba en la mesa tenía Algo manchada su boca y parte de su mejilla, Chaewon ríe y toma una servilleta para limpiarle con mucha ternura, Minju observa esa escena enternecida, sonriendo inconsciente por lo lindo que le pareció.—Ya estás pequeñita, ahora, ¿Quieres postre?—pregunta, sonriéndole, a la pequeña niña le adorna una sonrisa en sus labios.

—¡Síii!.—alza sus manitas, Chaewon ríe y agita sus cabellos.

—Bien, traeré postre para tus lindos papis y para ti, ahora vuelvo pequeña.—sonríe, volviendo hacia su novia que la miraba con admiración y amor.—¿qué?.—suelta una risita.

Minju se apena un poco al no ser discreta, negando con su cabeza. Oye un sonido de garganta detrás de ella, gira algo su cabeza y mira como su prima arquea su ceja, sabiendo a lo que refería.

—Ah, lo lamento.—ríe un poco, caminando hacia su novia para abrazarla de un costado.—Chaewon ella es mi prima Kriesha y sus hijos, Chan y Minseo.

—¿Es la Kriesha presumida?.—murmura suavemente para que sólo su novia oyera, Minju asiente, Chaewon sonríe después hacia la contraria.

—Oh, es un placer Kriesha, mi nombre es Chaewon y como seguro ya habrás escuchado soy la novia de Minju. Mis padres son los dueños de este lugar y por ende yo también.—sonríe al finalizar, la contraria separa sus labios con algo de impresión e intenta mostrarse que no lo está.

—Ah, oh.. Que increíble..—asiente, relamiendo algo sus labios, algo que Minju sabe que hace cuando está perdida, así que ganó por ahora.—Entonces, ¿trabajas aquí?.

—Así es.—afirma, Kriesha se rasca su nuca.

—Eso significa que Minju entonces come mucho aquí.—murmura, Chaewon asiente a la par qué pasa su brazo hasta abrazarle la cintura a su novia.

—Siempre y cuando quiere, tiene derecho al ser la persona que se ganó mi corazón y el amor de mi familia.—asiente, Minju sonríe y seguido besa la mejilla sonoramente de su novia, finalizando por ver a su prima con una sonrisita.—Amor, pueden esperar en la mesa de siempre, iré por los postres de esta mesa y enseguida le digo a alguno de los meseros que venga por ustedes y las atienda.

—Está bien Chaewonie~.—suelta con ternura, su novia pellizca su mejilla y se va, Minju sonríe y agarra la mano de su madre.—Vamos mami.—empieza a caminar.—Kriesha síguenos.—menciona, la susodicha sostiene las manitas de Chan y Minseo y las sigue con algo de resentimiento por lo ocurrido.

Llegan a una mesa algo apartada, iluminada por las luces de diferentes tonalidades de encima, toman asiento, los niños yacían sentados y jugando con sus juguetes, Minju observa cómo Chan, el mayor, ponía sus juguetes sobre la mesa de vidrio sin nada de cuidado, por lo que frunció su ceño, la niña, Minseo, tenía un año menos que él así que era algo más delicada, llevaba dos muñecas, una en cada mano, jugando tranquilamente con ellas sobre sus propias piernas. Pero aunque lo intentara, no podía apartar sus ojos de encima de Chan, quien sin importarle jugaba con sus figuras extrañas y extravagantes de acción sobre la mesa, golpeando la misma con ellos.

—Chan, pequeño, no hagas eso ¿sí?.—intenta decirle de manera en que el infante pueda entenderla, sin embargo el menor parece no oírla y sigue pegándole a la mesa con sus muñecos, haciendo ruidos de explosiones con su boca.—Chan, por favor no hagas eso, en la mesa no se ponen juguetes ni se juega, ni mucho menos en un restaurante.—vuelve a decirle, el niño se encoge de hombros y hace caso omiso, Minju aprieta su mandíbula un poco.—Kriesha, es tu hijo, haz algo.

—¿Sobre qué?.—pregunta quitando la vista de su teléfono, mirando a Minju confundida, sin haberse percatado de lo que ocurría.

—Oh vamos, no puedes decir que no me has oído decirle a Chan que deje de jugar intensamente con sus juguetes sobre la mesa.—cruza sus brazos, mirándola así.

—Oh, a eso te refieres.—ríe un poco, mirándose desinteresada, acariciando los cabellos de Minseo.

—Sí, a eso. Ahora, si no es mucha molestia estaría encantada de que le pidieras a tu hijo que deje de jugar intensamente sobre la mesa.

—Minju, son niños, ellos sólo piensan en correr y jugar sin importarles en donde sea.—ríe, ondulando mechones del cabello de la niña.

—Pero como madre puedes decirle que en ésta precisa mesa no puede hacerlo, respeto mucho este lugar y odiaría que algo le pasara a la mesa.—dice con enojo, la contraria y mayor suelta un suspiro seguido de una risita, al igual que la madre de Minju, un largo suspiro porque sabía que discutirían pronto.

—Oye cálmate, sólo está jugando.—ríe, pero a Minju no le parecía nada gracioso.—Además ya te dije, son niños y adoran jugar.

—Kriesha, sólo quiero que le digas que lo que hace está mal.—murmura, aguantando sus ganas de gritarle de una buena vez por todas, mirando al niño que aún golpeaba la mesa con sus estúpidas figuras de acción.

—No está nada mal, él sólo está jugando.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco...
Minju, cálmate, en cuanto tu madre se voltee pégale en la frente.

—Se supone que tú, como madre,—enfatiza.—Debes enseñarle lo que está bien y lo que no, pero no lo estás haciendo ahora mismo.—sus manos se guían a la mesa, tanteando sus dedos en ella.

—Bien, cariño ya es suficiente...—intenta intervenir su madre.

—Oye, tú no eres la mejor para intervenir en mi vida como madre Minju.—la castaña menciona, causando que Minju apretase un poco su mandíbula.

—¿Ah sí? A ver, ¿por qué no?.—ladea su cabeza, retándola.

—Kriesha ya basta, chicas, cálmense.—la señora siempre ha tenido que lidiar con ambas chicas y sus infinidades de de discusiones, por lo que sabía que aquí alguien terminaría o herida ó enojada.

En su lugar, la castaña suelta una risita, mirando a su prima.

—No lo entenderás, porque son cosas de madres.

Había sido suficiente para ella, estaba totalmente enojada por las palabras que usó y la tonalidad en que lo dijo, más aún cuando la observó con esa mirada presumida.

Minju intensifica su mirada enfadada, mirando así a Kriesha, y agradecía que las miradas enserio no mataran porque estaría pecando ahora mismo.

—¡Quiero entenderlo!.—reclama, enojada, su madre se vio preocupada por su levantamiento de voz.

—Minju, hijita, ¿todo bien?.—pregunta su madre, la menor asiente bajando su cabeza.

—Con permiso, necesito ir al baño ahora.—De esa manera se levantó para caminar al baño, al llegar a este no pasó mucho tiempo cuando ella se encontraba llorando, intentando tapar su rostro con sus manos por la vergüenza que sentía al estar llorando por culpa de su prima.

¿Por qué tenía que herirla con algo que enserio le afecta?
Minju siempre deseó una familia, la anhela, la quiere y es ésta dispuesta a obtenerla.

Así que, a su querida y presumida prima;—No lo entiendo, por ahora, pero voy a entenderlo.

Y claro que lo haría, sólo faltaba...
contarle a su novia sobre esto, y decirle que ahora va enserio.

Quiere, ella quiere ser madre.

Y vas a serlo Kim Minju, vas a entender las cosas de madres en cuanto seas una.

Hola uwu
No sé qué hago con mi vida pero aquí estoy, publicando otra historia sin aún haber terminado alguna de las que ya tengo T T en fin, yo sólo espero que ustedes apoyen esta como lo hacen con las otras, ya que es un tanto diferente porque no se basa en una escuela como suelo hacerlo, el título lo dice, así que creo que eso es suficientemente entendible.
Como lo menciona la descripción; algunas edades serán cambiadas, así que no se pongan loquis porque sólo es una historia jiji
En fin, apóyenla bellxs personitas~

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