Hola a todos 😊 ahora una pequeña historia sobre este tierno y torpe niño que amamos, Rantaro, aunque quizás ya se den una idea de que onda e.e

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Sentirse desplazado por el hermano menor a veces es una cosa que hace sentir mal a un niño, sin embargo el cariño de mamá es igual para todos sus hijos.

Raito y Haruka Kiyama eran un hermoso y adorable matrimonio que, como cualquier pareja, quería tener hijos... Lo tenían todo: estabilidad económica, estabilidad emocional y también un gran y profundo amor que dar.

Raito era un poco más serio que su esposa, pero era amable, gracioso y le hacía ver cuánto la adoraba. Haruka también era agradable, simpática y con un gusto por reír casi por cualquier cosa. Ambos compartían diferentes características que acoplaban bien el carácter del otro, la pareja perfecta.

Así nació Rantaro... Un adorable niño pelirubio de ojos castaños que heredó mucho de sus padres, pues aún siendo pequeño tenía un optimismo igual al de sus padres y era un niño alegre que era querido por quién lo conociera.

— Cuéntame un cuento mami.

El pequeño de seis años sonrió mientras la mujer de rubios cabellos cortos y ojos miel lo arropaba.

— Veamos, que será bueno contarte.

Sonrió para tomar un libro de cuentos favorito del menor que se encontraba en la repisa y sentarse en la mecedora para leerle algo. Así era todos los días, Raito y ella adoraban a su primogénito, era el niño perfecto y además un adorable hijo.

Pero meses después, una noticia se dio para darles aún más felicidad a la pareja.

— ¿¡Tendré un hermanito!?

Rantaro sonrió maravillado y feliz ante la noticia que sus padres le estaban dando, eso lo hizo emocionarse.

"Un hermanito para que pueda jugar."

Pero no...

— ¿Un hermano? ¡Que horror!

— Los bebés lloran mucho.

— Te quitará todos tus juguetes.

— Tus papás ya no te van a querer.

"Tus papás ya no te van a querer."

Todas esas cosas que recibió Rantaro cuando el felizmente les contó a sus compañeros de escuela que tendría un hermanito apagaron su sonrisa y comenzó a preocuparse.

¿De verdad los hermanos menores hacen todas esas cosas?

Pocos meses después, recibió la respuesta a su pregunta.... Y a casa llegó Ranjiro, un niño muy parecido a el pero con los ojos color miel, era un bebé medianamente tranquilo... aunque como cualquier bebé era algo lloroncito....

Y Rantaro comenzó a preocuparse al ver qué todas las atenciones eran para el nuevo integrante de la familia... Pues habían llegado a visitarlos sus parientes para conocer al bebé enfocándose más en este que en el hermano mayor... Haciendo sentir un poco triste al oji café.

Conforme iban pasando los meses y Ranjiro crecía, Rantaro aprendió a compartir sus juguetes, pero siendo aún bebé, Ranjiro quería jugar con todo y con tal de no hacerlo llorar, sus padres le daban los juguetes de Rantaro.

El pequeño niño había vuelto a recordar lo que sus amigos en la escuela le dijeron.

Su preocupación creció, pues cuando Ranjiro cumplió un año su madre le había dicho que tendría un nuevo hermanito.

— Te dijimos que los bebés todo quieren y ahora tendrás dos.

— Ahora si tus papás ya no te van a querer.

El pequeño pelirubio se había preocupado por todo eso, pues meses después llegó Ransou, un niño parecido a ellos, y siendo bebé era igual de lloroncito pero no solo eso, Ranjiro aún siendo pequeño se unía a veces al llanto.

Sus padres los atendían en especial manera debido a que eran pequeños y Rantaro siendo mayor ya podía hacer algunas cosas solo.

Pero con todo eso se sentía triste pues ya sentía que estaba siendo desplazado por sus hermanos pequeños.

De verdad sentía que lo estaba haciendo de lado y que ya no lo querían ahora que estaban Ranjiro y Ransou.

Quizás sus amigos tenían razón...

Esa tarde después de que por fin los dos pequeños Kiyama se durmieran para su siesta, Haruka estaba recogiendo algunos juguetes tirados del suelo y escucho el sollozo de alguien más, atraída por el llanto llegó a la habitación de Rantaro.

— ¿Amor?

— Mami...— El niño se sorprendió al verla y se tallo los ojos..

— ¿Hijo que pasa? ¿Porque lloras?.— Preocupada se acercó a abrazarlo.

— Es que... estoy triste...— El niño se sintió confortado entre los brazos de su mamá.

— ¿Pero porque amor?

— Porque ya no me quieren y quieren más a mis hermanos...

El niño se volvió a tallar los ojos comenzando a llorar, la pelirubia lo abrazo con ternura.

— No amor no digas eso, papá y yo te amamos mucho.— Sonrió para limpiarle la carita.— Es cierto que ahora que tienes hermanitos debemos estar más atentos a ellos porque son chiquitos, pero no pienses que ya no te queremos, te amamos mucho.

— Pero...

— Perdón por no ponerte atención últimamente, pero eres muy importante para nosotros, y yo siempre te voy a querer al igual que a tus hermanos... no pienses que ya no te queremos amor.

Rantaro sonrió, comprendiendo que sus hermanos son pequeños, y por ello necesitan atención, pero entendía lo que le decía su mamá.

Pues después de ello se daba cuenta que sus padres en especial su madre seguía queriéndolo por igual, ya que siempre le preparaba su comida favorita y le contaba sus cuentos de buenas noches, no había cambiado nada pese a que ahora era el hermano mayor.

Mamá, aún teniendo más hijos ama a todos por igual, aunque no lo parezca ellas siempre tienen tiempo para cada uno de sus hijos y siempre están ahí en todo lo que necesiten, como debe ser.

FIN
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e.e algunos llegamos a sentir justo eso pero, se que mamá nos quiere aún así .__.

Gracias por leer 😊❤️ y nos leemos pronto ❤️😊