Hola a todos 😊 aquí el siguiente especial n.n espero les guste ahora le toca a Silas e.e xD los intente subir anoche pero mi inter se puso fresa

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Mamá hace mucho por un hijo aún en las peores circunstancias.

Una joven adolescente que por amor, por pensar que era el hombre ideal, había hecho lo que no debió hacer todavía debido a la edad: tener relaciones sexuales...

Todo era lindo en su romance, su novio, cinco años mayor que ella era amable, atento y muy gentil, además de que venía de buena familia y tenía modales impecables.

Ella siendo de familia más humilde pero aún así las familias aceptaban su relación, todo era perfecto para ambos.

Michiru Karlisle acababa de cumplir 18 años y había empezado el primer semestre de la universidad cuando su novio le hizo un pequeño festejo... Que por el frenesí y los sentimientos había acabado en algo más.

Dejando ver poco tiempo después el resultado de ello.

— ¡Amor!.— La joven de ojos azules y cabellos verdes se acercó a su novio.— Tengo una sorpresa que va a alegrarte mucho.

La chica sonrió y su novio le devolvió la sonrisa pero conforme avanzaba su charla esa sonrisa se fue esfumando y todo comenzó a tomar un color sombrío.

"¡Estoy embarazada!"

"¿¡Estás loca!? ¡Ese niño no puede ser mío!"

"¿Q-que?".

"Que te deshagas de eso, yo no soy el padre".

Rompiendo así las esperanzas de la chica... su novio el hombre perfecto resultó ser todo lo contrario. Alegando con quitarse la responsabilidad, la había dejado sola.

Y más turbio se puso el asunto cuando la noticia fue dada a los padres de Michiru.

"¡Eres una vergüenza!"

El padre de la peliverde le había soltado varias bofetadas por la irresponsabilidad que había hecho, también su familia le estaba dando la espalda... no querían un embarazo sin padre, pues en esos tiempos está muy mal visto, en especial en ese lugar, ver a madres solteras aún más siendi jóvenes como ella.

"¡Aborta!".

Asustada por esa petición, Michiru se negó, y por negarse la habían corrido de la casa.

Pero ella no se atrevía a quitarle la vida a un bebé que culpa no tenía.

Estaba sola... no... mentirá...

Lo tenía a él... a su bebé.... y por el iba a hacer las cosas bien. Para darle todo lo mejor.

25 años después....

Un joven de cabellos verdes y profundos ojos azules ocultos detrás de unas gafas púrpuras iba caminando por la calle. Su vestimenta era impecable y parecía ser de un status alto. Se había detenido en una joyería y al ver varios de los hermosos dijes y anillos sonrió.

La campanita sonó y el dueño, un anciano le sonrió al ver entrar a aquél joven.

— Buenas tardes ¿buscaba algo en especial?

— Si, la verdad si.— Aquel hombre, llamado Silas Karlisle sonrió.— quisiera ver el mejor anillo de compromiso que tenga.

— Oh claro claro joven.— el encargado le fue mostrando exquisitas piezas.— ¿Es para su dama especial?

— Es para mi mamá.

Aquella respuesta sorprendió al dueño de la tienda, Silas sonrió al ver su cara de estupefacción, le pareció divertido.

— Verá... ella se quedó sola cuando yo iba a nacer.— Comenzó a explicar el peliverde.— Mi supuesto padre jamás quiso hacerse cargo y mis abuelos tampoco quisieron ayudarla y la corrieron de casa...— Hablo contando su historia.— No tenía a dónde ir y pasaba sus días en un albergue... aunque le dijeron que me abortara porque sería más fácil su vida ella no lo hizo.

El dueño de la tienda estaba escuchando con atención la historia, imaginando el pesar que la madre del muchacho había sentido.

— Trabajo para sacarme adelante y muchas veces no teníamos nada que comer, pero ella siempre veía la manera de que me llevara algo a la boca aunque ella no comiera... todo lo que hizo fue por mi.— Silas sonrió.— Un día, cuando era más pequeño, me llevo al parque, y pasamos por aquí, se le quedó viendo a los anillos.

"Yo nunca tuve uno de esos".

Silas volvió a sonreír con algo de nostalgia.

— Por eso, me convertí en el hijo que ella merece, todo lo que pasó lo hizo para que yo saliera adelante,y ahora que ya creci quiero darle todo lo que me dio... nunca la voy a dejar sola.

— Entiendo hijo.— El dueño sonrió, aunque le costaba hablar por el sentimiento que le causó aquella bella historia.— Muchos hijos no valoran lo que hacen sus papás...

— Pero yo no... ahora que trabajo y tenemos un buen lugar para vivir quiero darle un anillo, es mi compromiso para decirle que no estará sola nunca mientras esté yo aquí....— El ojiazúl volvió a sonreír.— Tal vez un día de un anillo de compromiso, pero sería el segundo.

— Eres un buen hijo.

El dueño de la tienda le mostró los anillos y Silas se había decidido por un hermoso anillo que tenía una esmeralda, el color favorito de su madre. Además el señor sonrió y le había pedido a la cajera que le hiciera el descuento especial que se le hace a los clientes distinguidos.

Aquella tarde Silas llegó a casa, un departamento pequeño pero cómodo para ambos, pues no les gustaban los lugares grandes.

— Hijo.— Su madre sonrió mientras estaba tejiendo en la sala.

— Feliz Día de las madres.

Silas sonrió para sentarse junto a ella y darle una pequeña cajita, enseguida la abrazo después de que Michiru soltara el llanto de felicidad al escuchar porque le dio el anillo.

Mamá siempre hará todo por ver a sus hijos felices y sobretodo se enorgullecera al verlos convertidos en personas de bien, pues eso es lo que las madres quieren para sus retoños. Verlos bien y felices.

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Esta historia no se si la habrán escuchado por ahí e.e medio me acuerdo de ella pero me pareció lindo para Silas, quién pese al carácter tiene buenos sentimientos y aquí está owo .

Gracias por leer 😊❤️ y nos leemos pronto ❤️😊