01. the lucky one
—Eres la chica más afortunada del mundo.
Endora se aseguro de hacer contacto visual mientras pronunciaba las palabras. La novia frente a ella, una modelo británica llamada Taylor Bristol, le devolvía la mirada con miedo en sus ojos.
—No se si eso sea verdad, Endora. En serio no lo creo. —la modelo llevó sus dedos hacia sus labios, mordiendo sus cutículas con nerviosismo. —Este vestido me hace ver pálida. —Taylor hizo una pausa para verse en el espejo. —¡Y me voy a casar con el hombre equivocado!
Endora alejó las manos de Taylor con sutil delicadeza para que no arruinara su manicura fresca. Había lidiado con demasiadas novias que tenían dudas antes de salir al altar como para saber que discurso dar a la perfección.
—Taylor, mírame. —La rubia le hizo caso y junto sus manos con las de Endora. —Te ves absolutamente preciosa. Ese vestido resalta todos tus mejores atributos y sé con certeza que nadie en esta iglesia se ve mejor que tú. Pero tienes mucho más que eso. Tienes el amor de un hombre llamado Aaron, a quien escuche el otro día decir que aunque muriera y volviera nacer diez veces, en ninguna vida sería tan afortunado como en esta por haberte encontrado. Tu matrimonio con Aaron no solo va a funcionar, sino que durará por siempre. —Endora le sonrío con dulzura, esperando que su pequeña charla hubiera funcionado y supo que así había sido cuando los ojos de Taylor empezaron a aguarse.
—No me hagas llorar hoy, Endora. No puedo arruinar el maquillaje. —la rubia se rio mientras que la modelo miraba hacia arriba en un intento de no dejar salir las lágrimas. —Gracias. —susurró, dándole un abrazo.
—Por supuesto. —respondió.
No era raro que las novias tuvieran dudas minutos antes de una boda, era completamente natural, por lo mismo, era el trabajo de Endora volver a encaminar a las novias en la dirección correcta; convenciéndolas de nuevo de que estaban seguras de su decisión y de qué estaban haciendo lo correcto.
Endora dejó sola a Taylor junto a su madre y se puso en acción. Tan solo faltaban diez minutos para que dieran inicio a la boda y era el trabajo de Endora lograr que la iglesia llena de ruido y ajetreo se volviera un lugar de paz y armonía, tan solo en diez minutos.
Endora podía hacerlo en cinco.
—Dave. —preguntó, probando el micrófono de su AirPod derecho.
—Te escuchó. —respondió el asistente de camarógrafo.
—Asegúrate de despejar las áreas A, B y E. No quiero a nadie tapando el plano principal.
—Entendido.
Endora fue caminando por la iglesia haciendo las rondas que normalmente venían antes del inicio de la boda. Despejaba la recepción, le pedía a los invitados tomar sus asientos y se aseguraba de que no quedara nadie en el pasillo de la comida, entre otras cosas. Con cada paso que daba, Endora sentía la necesidad de que esta boda saliera bien. Siempre había sido perfeccionista en su trabajo —tenía que serlo para quitarles un peso de encima a los novios— siempre trataba cada matrimonio como si se tratara del suyo propio (aunque nunca se hubiera casado) pero la boda Bristol-Lawson se sentía más importante.
Era la primera boda después del éxito que había sido el matrimonio entre Sofia Richie y Elliot Grainge y todos los ojos estaban puestos en ella. Todo tenía que salir tal y como lo había planeado. Era la única forma en la que podría demostrar que era tan exitosa como pensaba.
—¿Endora? —su nombre sonó a través de su auricular derecho, esta vez viniendo de una voz femenina.
—Kate, ¿Qué sucede? —preguntó la rubia hacia su asistente.
—El padre de la novia no aparece por ningún lado. No lo encuentro. Nadie sabe dónde está.
—Oh Dios. —murmuró por lo bajo. Revisó la hora en su reloj de muñeca, ya solo faltaban seis minutos para dar inicio a la boda. —¿Nadie sabe dónde estuvo por última vez? ¿Con quien estuvo? —volvió a preguntar Endora manteniendo la calma.
—No, nada. Lo he buscado por toda el ala izquierda de la iglesia pero no lo encuentro y ya queda muy poco para empezar... —A diferencia de Endora, Kate sonaba completamente alterada por el auricular.
—Vale. —interrumpió Endora antes de que Kate se fuera por una espiral de nerviosismo. —Yo estoy cerca del ala derecha, dame un momento.
—Entendido.
La voz de Kate cesó y Endora empezó la búsqueda por el señor Michael Bristol. Empezó por todas las habitaciones del primer piso y sin éxito, subió las escaleras hacia el segundo piso hasta que algo llamó su atención por el rabillo del ojo. La rubia se acercó a la ventana que había en medio de las escaleras y tuvo una perfecta imagen del padre de la novia fumando un cigarrillo en el patio de la iglesia. Endora bufó con alivio y bajó las escaleras, esta vez con destino al patio. Miró su reloj de muñeca de nuevo. Tres minutos.
—¿Señor Bristol? —llamó una vez había llegado. El hombre se encontraba de espaldas a Endora y volteó al escuchar su voz. —Que bueno que lo encuentro, la boda está por comenzar. —sonrió dulcemente.
El hombre le sonrío.
—Oh, ¿tan rápido? —Michael tiró la colilla de cigarrillo al suelo y la pisó con sus costosos zapatos de cuero. —Supongo que perdí un poco la noción del tiempo, vine a distraerme un rato.
Endora asintió. —No hay ningún problema, está a tiempo. —Por dentro, Endora quería gritar y decirle que debió de haber estado listo hace diez minutos, que no podía dejar a la gente así como así sin decir nada y que todo debía salir perfecto hoy porque era el matrimonio de su hija. En lugar de eso, le sonrió con cortesía. —¿Vamos?
El hombre asintió y siguió a Endora por la salida trasera de la iglesia hacia la entrada, donde Taylor se encontraba perfectamente compuesta junto a Kate, totalmente contrario a como había estado diez minutos atrás. Endora les dio unas indicaciones finales a ambos y luego se adentro a la iglesia junto a Kate, dándole la indicación a la banda de que comenzaran la música.
Todo había salido perfecto, y el nombre de Endora Solís había quedado por lo alto una vez más.
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—"Rocketship". Esos son diez puntos. —Endora puso la última letra en el tablero y le guiñó un ojo a su padre al otro lado de la mesa.
—Diez puntos para Endora. —murmuró Justin por lo bajo, anotando la nueva puntuación en su cuaderno.
Su padre torció los labios.
—Rocketship son dos palabras. No cuenta.
—Es una palabra.
La frágil voz de Mercedes interrumpió su pequeña discusión.
—"Cauliflower" ¡Veinte puntos!
Justin repitió las palabras de Mercedes y lo anotó en su cuaderno donde lleva registro de todos los puntos que hacían en Scrabble.
Pablo Solís, el padre de Endora, era un reconocido actor y estrella de cine que alcanzó su pico en los setentas, ochentas y noventas y que ahora disfrutaba de su retiro en las calmadas calles de Londres. Endora lo visitaba cada vez que tenía la oportunidad, incluso cuando eso incluía acompañarlo a el club "Los Olivos" y unirse a su club de Scrabble junto a Mercedes Richmond, actriz de los años dorados de Hollywood, y Justin Sparks, estrella de rock retirada.
—Endora. —la atención de Endora volvió a su padre. —Tengo que comentarte algo en lo que he estado pensando últimamente.
—Oh, no. —Justin suspiró y Endora le mandó una mirada curiosa. —Amigo, si me lo permites, te recomiendo seriamente que no lo hagas.
—No te lo permito y si lo voy a hacer. —respondió Pablo.
—¿Qué pasa? —cuestionó la rubia.
—Sabes, Endora, soy tu padre. Y como tu padre, me preocupo por ti, y sabes que cuando me preocupo por ti me gusta hacer cosas para arreglarlo. Pedir perdón antes que pedir permiso, ya lo sabes. —Endora frunció el ceño porque, ciertamente, no sabia de que estaba hablando.
—¿Qué pasa, papá? —Pablo tomó una bocanada de aire antes de responder.
—Es solo que estos últimos años has estado muy sola y no entiendo la razón. Veo el trabajo que haces, sabes que siempre leo sobre las bodas que planeas, y me preocupa no verte en ese estado aún. —Endora ya se estaba preparando para contestar antes de que su padre siguiera diciendo cosas sin sentido, pero Pablo no la dejó hablar. —Encontré a alguien que puede estar interesado en casarse contigo.
Endora tensó sus hombros y abrió los ojos completamente perpleja.
—Digo esto con todo el respeto posible, ¿Uh?
—No voy a obligarte a que te cases con él ni mucho menos, por supuesto, pero me gustaría que hablaras con él, lo conocieras un poco. —Pablo sonrió. —De hecho, ya lo conoces. Andrés Gómez. ¿Lo recuerdas?
—¿Quién? —preguntó la rubia, aun procesando la conversación en su cabeza y fallando continuamente en el intento.
—Andrés Gómez. Claro que sabes quien es. ¿Recuerdas cuando eras pequeña y visitábamos a tus abuelos en Argentina? ¿Él era el hijo de los vecinos? ¿Ahora es actor?
Los recuerdos volvían a Endora en cámara lenta. Los calurosos veranos en Buenos Aires, los juegos en la piscina con sus primos y, por supuesto, el hijo de los vecinos y mejor amigo de uno de sus primos quien siempre se unía a sus planes familiares. Claro que con el tiempo esa imagen de niño pequeño había quedado en el pasado pues Andrés Gómez ya no era solo el hijo de los vecinos de sus abuelos, ahora era Andrés Gómez, el famoso actor y estrella de cine.
—Es un gran chico. —continuó su padre. —¿Sabes que me confesó que quiso ser actor por mi? —rio. —Siempre quise un pupilo, ¡y mira lo lejos que ha llegado! Protagonista de una serie de Star Wars, nada menos. No puedes negar que es exitoso, ¿eh?
Endora sabía todo eso y llegó a la conclusión de que era demasiado.
—Estoy segura que si. —la rubia empezó a juntar todas sus cosas dentro de su bolso. De pronto la sala común del club se le hacía cada vez más pequeña y la sofocaba. —Me tengo que ir, papá. Me olvidé de una reunión de trabajo. —dijo la primera excusa que se le ocurrió. —Pero te digo esto, déjalo ir. Estoy segura que Andrés tiene mejores cosas que hacer que estar "conociéndome" y, honestamente, yo también.
—Pero...
—Adiós. —se despidió dándole un beso en la cabeza. —Adiós Justin, Mercedes.
Ambos la despidieron con la mano y Endora no pudo salir más rápido del club. Estaba rezando internamente para que su padre dejara ir la loca idea de creerse cupido y juntarla con un desconocido. Sin embargo, muy en el fondo de su conciencia, sabía que cuando a Pablo Solís se le ocurría una idea no había poder humano que pudiera convencerlo de lo contrario.
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le gusta a endorasolis, mayahorner y 42.480 más
house35 ¡una boda salida de un cuento de hadas! organizada por nuestra talentosa @endorasolis ¡felicidades a los novios! @taylorbristol @aaronlawson
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endorasolis, taylorbristol, aaronlawson
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adrianalima totalmente hermosa! ❤️
taylorbristol tysm 💘 todo fue perfecto
jlo precioso 🤩
mayahorner ❤️
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