Capítulo 2
Isaac
Según la ley de Murphy «Si algo malo puede pasar, pasará » siempre creí que era algo pesimista para una ley que se basaba en "ciencia" pero al parecer la vida me acaba de demostrar que como siempre soy su perra para demostrármelo.
Desde el momento en el que vi como Smith estaba en esa fiesta supe que nada estaría bien.
Por eso hice lo que pude para que no me reconociera, incluso trate de mantenerme lejos de ella lo más que pudiera, no quería tenerla cerca y arriesgarme a que me reconociera porque aunque sabía que en ningún momento vio mi cara, con mi suerte seguramente iba a darse cuenta o tal vez solo era mi paranoia.
Sin embargo mientras me movía entre los invitados una conversación llamó mi atención, un chico que en algún momento vi por los pasillos de nuestro instituto, al parecer le pidió favor a uno de los demás meseros que le enviara una copa a la chica del vestido rojo y de inmediato la imagen de Smith apareció en mi cabeza, la verdad estaba dispuesto a irme ya que no era sorpresa que los chicos de mi edad piensen con la cabeza que tienen entre las piernas y también porque no era mi asunto.
Pero al parecer ni el destino, Dios o como lo llamen está de mi lado de nuevo porque al ver de reojo como le ponía algo a la bebida definitivamente no había que ser un genio para entender su intención.
Me aleje de ellos antes de que se dieran cuenta de mi presencia durante su interacción, sabía que varias personas hacen cualquier cosa por un poco de dinero y yo no soy la excepción, pero acaso ese mesero no se siente mal de lo que puede causarle a esa chica por los deseos lujuriosos de un idiota?
Niego ante mis pensamientos, ese no era mi problema, me repetí por varios segundos tratando de hacer entrar a mi mente y cuerpo en razón.
Más sin embargo mi vista se posa en cierta persona en la habitación, la mujer que ayudo al dueño del edificio a planear toda esta porquería de fiesta y la que me recomendó como mesero, la mujer de vestido negro que hacía resaltar su figura y se llevaba la mayoría de ojos por el lugar, la persona que le debo no solo mi trabajo en la cafetería, sino que otras cosas de las que ella me ha ayudado sin pedirme nada a cambio.
Cassie Montenegro
Por lo que maldiciéndome internamente porque si algo malo pasa, todo esto se sabrá y le echaran la culpa al viejo dueño de este lugar, que luego le echara la culpa a mi tía por contratar a meseros que hacen estas cosas y sinceramente prefiero evitar que ella corra con un escándalo de esa magnitud.
Así que cuando me decidí finalmente, ni siquiera termine de salir de mis pensamientos cuando estaba tocando el hombro de Smith para llamar su atención.
Veo que mi cuerpo aún sigue siendo más rápido que mi mente algunas veces.
Cuando se voltea un momento soy capaz de detallar su rostro de mejor forma, y de verdad es linda eso hasta alguien como yo se da cuenta de ello, pero nada que haga que haga reacción en mi ser.
Intercambió un par de palabras con ella verificando si estaba bien mientras veía como mi compañero al verme con el objetivo del chico, le mando una mirada de advertencia que lo hace darse vuelta a la cocina por lo que así puedo estar más tranquilo, así que regreso mi vista a la chica pero empieza a incomodarme como me mira, así que simplemente me despido de ella.
¿Quién creen que se ganaría el premio al idiota del año?
Por supuesto que yo, al ver como esa idiota hizo que en menos de cinco minutos me despidieran y no me pagaran por el trabajo que hice durante la noche, sino que seguramente metí en problemas a la señora Montenegro.
Estaba bromeando cuando imaginaba que me reconocería, pero al ver como lo decía con tanta seguridad y enojo en su voz haciendo que incluso tirara la copa de vino en mi camisa.
Y después que el dueño me dijera hasta de que era idiota, yo simplemente me abstuve de remarcar que era un asco de anfitrión y solamente estuvo viendo con tanta perversión a la señora Montenegro con la excusa de ver desde lejos como pasaba todo.
Tirarle esa copa de Champaña fue y admito que soy bipolar por mi acción anterior, bastante satisfactorio.
Puedo ser humilde, puedo morirme de hambre e incluso puede que sea un idiota con la mayoría. Pero nadie me hará de menos jamás, sea hombre o mujer nadie me hará sentir inferior o que tiene poder sobre mí.
Y todo eso nos lleva a la situación actual, donde salgo del lugar por la puerta trasera para arrojar el maldito antifaz pero al sentir una punzada en el brazo hace que rápidamente me lo sujete.
La noche anterior, después de mi "plática" con Rachel, me fui a trabajar al mismo bar donde cuando casi estaba por terminar mi turno tuve que separar a dos niñatos que al parecer chantajearon a la seguridad, (ese tipo solamente sirve para estorbar) porque siempre deja entrar a esta clase de idiotas por unos simples euros.
En fin, en la pelea me lastime el brazo que justamente Smith me sujeto esta noche, el dolor fue como si un martillo me hubiera golpeado el brazo entero.
Tal vez en cierta parte fue mi culpa por reaccionar tan mal con ella, pero sinceramente su insistencia me cansaba y no estaba de humor.
Cuando me preparo para subirme en mi moto, el sonido de unos tacones resuena en el callejón donde veo a nadie más que a la mujer que seguramente metí en problemas.
-La señora Montenegro camina hacia mí de forma relajada y serena –Oye guapetón, me habías prometido una pieza ¿Qué no viste las caras de los demás meseros? Y la de los invitados? ¡Eran de llorar! No me podías dejar sola ahí. –Me dice con un puchero que casi me saca una sonrisa-
–Lo lamento señora Montenegro, pero en este momento no estoy en la mejor condición para hablar –Le contesto de manera educada a pesar de que el brazo me está matando y debido al enojo me empezaba a doler la cabeza- le prometo que le daré una explicación después.
–Sí, de hecho quisiera una explicación de lo que paso ahí dentro si no te molesta querido, pero entiendo que debes estar cansado. –Me dice cruzada de brazos pero en su rostro hay solamente comprensión-
Sinceramente no estoy de humor para recordar todo lo que ha pasado con esa loca, así que solamente me subo a mi moto.
–Gracias, de alguna forma debo conseguir el dinero para el traje que se manchó, nos vemos después señora y perdóneme nuevamente.
Arranco de inmediato y salgo a toda velocidad de ahí, en verdad necesitaba alejarme lo antes posible de ese lugar y sinceramente no estaba de humor de llegar al basurero que me toca llamar hogar.
Por lo que de inmediato me detengo a un lado de una calle donde marco a la única persona que puedo pedirle un favor en este momento.
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–Espera espera....espera, me estás diciendo que le tiraste encima una copa de alcohol a Malia Smith? La Reina de la escuela? La chica de la que dice que ha estado en más camas que en clases? La que dejaste en la terraza encerrada? La... –Empezó a divagar mi amigo mientras estaba sentado en la silla de su escritorio-
Yo solamente ruedo los ojos, de verdad estaba agradecido que me dejara quedarme en su casa a pesar de la hora, pero enserio cuando se pone en su modo "Soy peor que periodista y policía después de un asesinato" en verdad me cansa. Sin embargo me vi en la obligación de contarle todo lo que había pasado ese día debido a que pensó ciertas cosas habían pasado y no me quedo de otra que contarle. Decir que quedó asombrado y divertido fue poco, literalmente por media hora estuvo riéndose, agradezco internamente que sus padres duerman hasta el otro extremo del pasillo y que casi lo mato al ahogarlo con una almohada.
Ese tipo despierta mis instintos asesinos
Cuando al fin se calmó me pude relajar mientras me terminaba de colocar la camiseta que tome de mi casa antes de venir, estaba demasiado fresco para mi gusto y que la habitación de mi amigo parezca congelador no ayuda.
La habitación de Max, es del tamaño de todo mi departamento y un poco más, toda está pintada de azul y negro, varios aparatos electrónicos hay por todos lados, videojuegos e incluso una rampa de patinaje a media habitación. Pero lo que más me gusta de ella son los grandes libreros que hay, los libros de autores que he venido a leer dos o quizás diez veces cuando no quería estar en casa.
–Oye! Deja de estar en las nubes y responde mis preguntas!
-Por mi parte solamente ruedo los ojos mientras me acerco a la estantería para tomar un libro –Ya te lo dije una vez, no lo repetiré y además ¿Por qué tanta insistencia?
–Pues digamos que porque soy tu mejor amigo, compañero del alma, compinche, padrino de bodas, siempre y cuando la novia no sea la bruja de Rachel y finalmente tío de tus futuros hijos, como ya dije antes mientras no sean de la zorra de Rachel. –Se excusa mientras le da la espalda a su ordenador-
Sip, Max sabe sobre mis aventuras con la hermana de Raúl y siempre ha estado en desacuerdo, la odia con todo su ser que incluso le hizo una muñeca vudú para apuñalar su corazón. Y sé lo que piensan, definitivamente necesita un psiquiatra, pero al parecer sus padres no lo ven como algo malo ya que, sorpresa, sorpresa, ellos también la odian.
Pero hay algo que no me termina de cuadrar.
-Por lo que lo veo mientras escribe algo en su ordenador –Ajá sí, sabes? Si la conocieras te agradaría. –Le digo mientras me acerco a paso lento a él, mientras se encontraba de espaldas-
Él por su parte no me presta demasiada atención.
-Y simplemente sigue escribiendo quien sabe qué –Oh sí, estoy seguro que la chica que se acuesta con mi amigo para después ignorarlo en la escuela, donde después intercambia salivas con su novio, me agradara si la conozco –Habla con tanto sarcasmo que me dan ganas de reír- la verdad no sé quién es más estúpido, si tu idea o tú por decirla.
Me detengo un segundo para pensar en sus palabras y la verdad dice la verdad.
Me acuesto con Rachel, sabiendo que tiene novio y el tipo es casi un pan de Dios con todos, demonios, no tengo nada contra el chico pero digamos que unas copas en un lugar tan pequeño, más Rachel y yo no dio un buen resultado.No me malentiendan, si me siento mal de que el pobre sea engañado por su novia, pero sinceramente hay momentos donde no me importa lo que los demás pasan o sientan, ellos son ricos que han tenido todo desde su cuna de oro y además, si en algún momento se entera admitiré todo y daré cara si quiere golpearme.
Como dije antes, no soy un santo, no soy el protagonista de una novela que es puro o es un maldito príncipe azul, no. Para la gente como yo, esas historias no pasan de ser eso, historias y jamás se nos cumplen los deseos en una noche o porque de una manera cósmica o de Dios las cosas te empiezan a salir tan bien que creces como persona, esto es la jodida vida real, las personas son mentirosas, engañosas y la mayoría sufre mientras el resto vive cómodos en sus mundos de nubes.
Tal vez digo todo esto como excusas, pero yo no soy el culpable de que Rachel siga y siga llegando a mi casa, yo jamás la he llamado o suplicado que se acueste conmigo, ella es la que me pide que lo hagamos y yo solo lo hago por un trato simbiótico.
Bueno, pensando esto en voz alta sonaría peor de lo que parece.
Sin querer pensar en eso, sujeto la silla con ruedas de Max, para sin avisarle jalarla y empujarla hasta el otro lado de la habitación con él en ella, asustándolo en el proceso y por mi parte lo aprovecho para ver que estaba escribiendo. En momentos donde escucho como masculla molesto, agradezco ser un lector rápido y de buena memoria, pero al terminar de leer lo que estaba escribiendo me arrepiento de inmediato para levantarme y verlo con asco.
Mi amigo o en este momento mi víctima, al ver mi cara entendió que leí lo que tenía y alzo las manos rindiéndose.
-Con una sonrisa "inocente" en su cara me mira –Antes de que hables, déjame recordarte que buena amistad hemos tenido todos estos años y que jamás me matarías de no volverme un exterminador que vino del futuro para matar a John Connor, firmaste un contrato en lo último. –Me reclama señalándome-
Sin embargo no puedo aguantarme y tomo su bate de beisbol para ir con la intención de golpearlo.
El muy cobarde empieza a correr por toda la habitación mientras lo persigo con este pedazo de metal en mis manos, sé que no lo golpearía con esto de verdad pero él no debe saberlo.
-Siguió corriendo hasta escalar la rampa de su habitación para tomar distancia -¡Por favor Isaac, es solo una broma!
–Una broma? Una broma es pintarle de rosa la motocicleta a Raúl, pero ¡Escribir una maldita novela sobre la loca de Smith y de mí?! ¡Olvídalo, no te mato, te torturo y luego te mato!
Y tengo razón, lo que leí en esa porquería de laptop fue como ni siquiera tengo palabras para explicarlo, pero ese bastardo estaba escribiendo todo lo que le he contado sobre Smith y yo desde que nos encontramos en la terraza del instituto como si fuese una historia de amor. ¡Incluso puso como si nos hubiéramos visto con deseo desde el primer momento! Y estoy más que seguro que el deseo fue lo último que paso por nuestras mentes en ese instante.
Como si fuera una broma para él solamente rueda los ojos, por lo que alzo el bate mostrando que iba a ir a golpearlo pero al parecer se lo toma en broma ya que solo ríe.
–Por favor, Isaac ¿Qué tiene de malo que escriba una historia sobre ustedes? –Me reprocha con un estúpido puchero-
– ¿Qué tiene de malo? Literalmente haces ver como si fuéramos a follar desde el primer momento que nos vimos y lo único que paso en ese momento es que ella y yo nos quisimos matar –Le reprocho- y tampoco tuviste la decencia de cambiar los nombres, si vas a escribir algo de mí en tus, novelas pornográficas al menos usa otro nombre.
Y no estaba bromeando, este idiota había usado mi nombre y el de Smith como si no fuese nada, lo que de verdad agradecía es que solamente fuese un borrador.
–Oye, en primera no son novelas pornográficas, son literatura para adultos fina –Cuenta mientras baja de la rampa- además no es como que importe que nombres les dé no? Igualmente nadie aparte de mí y ahora de ti la vera.
Y es verdad, eso no lo voy a negar. Pese a lo que Maxwell parezca, es una persona bastante ingeniosa y creativa, de hecho tanta es su creatividad que hizo varias historias que han salido de su mente retorcida, son novelas de narcos, futbolistas, militares e incluso alienígenas. Como dije, es bastante creativo, pero en lo que más se destaca es en las escenas subidas de tono que en TODAS y sin excepción de sus novelas han llevado, desde sexo casual entre hombre y mujer, hasta orgías.
Y por más que me duela admitirlo, son bastante buenas como para enviar alguna a una editorial para que puedan publicarla o entrar en un concurso y estoy seguro que lo ganaría el muy desgraciado. Mas sin embargo hay un pequeño problema.
Max, no tiene interés en que alguien lea lo que escribe.
Dice que no es tan bueno como para que alguien más lo lea, solamente lo hace por pasatiempo y contar de una u otra forma sus experiencias en la cama. Esas y más excusas ha usado conmigo y sus padres. Y estoy súper seguro que ninguno se ha creído nada de eso.
Ellos saben perfectamente que su hijo tiene un don de la escritura (gracias a Dios no han leído sus historias +18) por lo que lo han dejado elegir la carrera que quisiera, pero a pesar de eso él esta reacio de aceptar que tiene talento en esto.
–Además de que te quejas? Hice maravillas con tu personaje, eres el chico malo y guapo de la escuela que todos los hombres odian y envidian, mientras que las mujeres suspiran por ti como locas –Me trata de hacer que vea algo que yo no- mientras que Malia sigue siendo rica y popular, ambos de mundos levemente diferentes que se unen en una noche de sexo desenfrenado y desde entonces no dejas de pensar en ella y en repetir lo de esa noche. –Me relata mientras que yo le lanzo un lápiz-
-Debido a sus estúpidas palabras siento que me dará jaqueca, así que me sobo el cien –En primera ¿Por qué debo ser yo el que se obsesione? Te das cuenta de la cantidad de historias donde los personajes principales se acuestan y es el hombre el que siempre la persigue para cagarla en casi toda la obra? Acepto que amo las historias donde desarrollan a los personajes femeninos dándoles la fuerza y reputación que se merecen, pero de tanto leer que un hombre siempre es el malo la mayoría de tiempo y que es el que termina por suplicar por una estupidez que hizo? Estoy cansado de eso.
–Lo dices porque es tu personaje –Me molesta- de hecho ya cree su nombre de pareja ¿Quieres oírlo?
–No.
–Maisaac –Me lo dice como si me dijera una idea millonaria, y mi cara debe decirle lo que pienso- no? ¿Qué tal Issalia? ¿Malssac? Oye se me están acabando las ideas, decídete.
–Recuérdame ¿Por qué somos amigos?
–Porque no tienes a nadie más que a mí y a la loca de los golpes. –Dice con una mueca-
En verdad no le agrada Amaya, eso es divertido ya que pese a que la apariencia de mi amiga es bastante formidable por todo el ejercicio que hace, es un pan de Dios que haría todo por los que ama, incluso tirarse por un risco.
Lo que no me cabe en la cabeza, es ¿Cómo es que es amiga de Smith?
–Ya deja de quejarte o de verdad un día se enterara que hablas de ella –Le digo haciendo que me mire horrorizado- bueno, ya es tarde, fue un asco de día y me traumaste con tus historias, así que me iré por algo de buena literatura. –Digo alzando el libro en mis manos-
Mi amigo rueda los ojos mientras se sienta en la orilla de la cama, mientras yo me acerco a la hamaca que está al lado de la gran ventana de su habitación, para así tirarme en ella empezando a leer antes de dormir.
–Has leído ese libro demasiadas veces, ¿Por qué te gusta tanto la historia del hijo de un ladrón? –Me cuestiona pero no le respondo por estar leyendo-
Y la verdad es que cuando leo, ignoro lo que me rodea porque me gusta disfrutar las historias, más la historia que tengo en mis manos. "La Historia de un Pepe".
Pero al pasar de los minutos y no escuchar ni pío de Max, lo veo de reojo pensar un segundo y sonreír como un angelito.
-Por lo que mejor regreso mi vista a mi libro – ¿Qué estás planeando?
–Crees que tu brazo este mejor para este sábado? –Me pregunta con esa sonrisa que solo me da desconfianza-
Entrecierro mis ojos algo desconfiado, para luego ver el vendaje en mi brazo. Me dolía menos desde que la madre de Max (Que es doctora), me atendió. Ella me dijo que no era nada grave pero que tratara de no esforzarme demás, algo casi imposible pero tenía que hacer caso, pero creo que estaré bien en dos días.
–Eso creo ¿Por qué? –De repente abro los ojos y me levanto rápidamente- No me habrás planeado otra de esas estúpidas citas grupales o sí? –Le pregunto horrorizado-
–Para qué? Para que las chicas me digan en la cara que prefieren irse a hacer un trío contigo que escuchar mis chistes? Ni loco –Me dice con fastidió- Pero no, no es eso, sino que te conseguí un trabajo de Barman para una fiesta el sábado por la noche y antes de que me reproches, te pagaran por la cantidad de personas que lleguen y créeme que son bastantes, debes estar ahí hasta que la fiesta acabe o puedes irte una hora antes, y si te vomitan la responsable de la fiesta te dará más dinero para compensarlo ¡Es un negociazo!
Okey, eso si no lo esperaba por lo que pregunte la cantidad que me darían y casi me atraganto al saber que era más del triple que gano en el bar donde trabajo por una semana. Y de verdad necesitaba reponer el dinero que perdí esta noche, pero hay un problema con eso.
Urs
Cada sábado en la noche ella y yo pasamos tiempo viendo películas, odio tener que estar en la casa de nuestros tíos pero a ella le gusta y no es como que pueda llevarla a mi casa. Poco tiempo es lo que tengo libre, ya sea por trabajo o por las tareas que tengo que cumplir, por lo que pasar ese tiempo con mi hermana es algo no solo importante para ella, sino que para mí también.
Aun en mis pensamientos, Max levanta su mano llamando mi atención.
–Mira, sé lo que estás pensando pero ¿Acaso no querías más dinero para comprarle esa casa de muñecas a Urs? Y además te sobraría para comprar algo decente de comer, porque amigo, los humanos no vivimos solo de pan y agua.
Lo pienso un segundo, sé que tiene razón y sinceramente Ursa, había estado pidiendo esa casa de muñecas desde hace tiempo, pero mis tíos para varias me pidieron el dinero para comprarla.
No me queda de otra que aceptar, más tarde le preguntare a Max, de quien es la fiesta y aunque fuese del mismo Raúl, lo haría.
Todo por ver la sonrisa en la cara de mi hermana
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A la mañana siguiente, gracias a que lleve ropa conmigo pude darme una ducha en la casa de los Montaner. Y decir que después de tanto pude tener un desayuno decente es poco, había tanto que incluso estaba dispuesto a llevarme un poco, pero tampoco llegaría tanto...o al menos eso espero.
Por todo eso, al final me fui con Max al instituto, en el camino buscaba mi sudadera que empaque pero por más que la buscaba en mi mochila, no la encontraba.
–Has visto mi sudadera negra? La que tiene la garra de Monster. –le pregunto a mi amigo mientras saco cada libro para encontrarla-
-Mi amigo mientras conduce se lleva una mano al mentón fingiendo pensar, esto no me da buena espina –Hablas de la sudadera que tiene más agujeros que madriguera de conejos? –Asiento lentamente- Oh, pero que casualidad, se la deje a mi nana para que la usara como trapo de limpieza, la quemara y tirara a la basura las cenizas –Me dice inocente mientras sonríe- pero no te preocupes, aquí tengo de casualidad una chaqueta perfecta para ti. –Me cuenta señalando la parte trasera-
Tomo una profunda respiración para no querer estrangular a Max, puede que no esté helando pero las mañanas en la ciudad son frescas y a mí me gusta estar cómodo con mi ropa. Y no solo hablo de la sudadera, sino que "extrañamente" mi camisa se manchó cuando la perra de los Montaner la uso para hacer sus necesidades, y aún más curioso es que la haya sacado de mi mochila y se la llevara.
Por eso ahora cargo una camisa verde militar que se acopla demasiado a mi físico, no es que sea exactamente una figura musculosa, pero con varios trabajos y esfuerzos que he hecho y tomando en cuenta que trabaje en un gimnasio me hicieron tener un poco de musculatura.
Pero dejando eso de lado tomo la dichosa chaqueta y solo quiero reírme, la prenda que se supone que debería ser "usada" ni siquiera se le ha quitado la etiqueta de la tienda.
Max siempre hace esto, finge que mi ropa se extravía o se ensucia para "prestarme" ropa, cuando en realidad él y sus padres las compran, para dármelas de forma sutil. No es la primer y tampoco será la última vez que pase, les agradezco que se preocupen por mí, pero que me den estas cosas sin que yo les dé algo de vuelta, solo me hace sentir mal.
Después de pensar en eso note como habíamos llegado, así que sin poder evitarlo me coloco la chaqueta, no sin antes quitarle la etiqueta y salir del auto de mi amigo, mientras lo apunto con mi dedo.
–Tú y yo hablaremos sobre tirar mi ropa a la basura. –Lo amenazo pero como es Max, se lo toma a juego-
Cuando empezamos a caminar por el terreno del lugar varios me empiezan a ver, como si fuese una maldita atracción para sus ojos curiosos, aunque no es que porque sea la octava maravilla del mundo, sino que los que ya me han visto saben que siempre llevo una gorra o capucha que se interpone en que vean mi cara. Pero no entiendo eso, tengo una cara normal y promedio, que tanto me ven?
Me estaba haciendo un lío en la cabeza, mientras metía los libros que no iba a usar en mi casillero y mantenía en mis manos los de la clase. Y debido a todo eso no pude reaccionar a tiempo cuando alguien se choca con mi espalda, provocando que tirara los libros que tenía en mis manos y al ver quien había sido, solamente suspiro para recoger mis cosas.
Mientras que escucho como mi payaso personal maldice.
–Fíjate por donde caminas, Ruiz. –Escupe con veneno en su voz-
Rachel se voltea para vernos con una expresión que, sinceramente no muestra nada más que aburrimiento, como siempre esta vestida con ropas y maquillaje oscuros, su grupo de amigas solamente se ríen de lo que ella hizo. Mientras que la rubia, ella solamente me ve a los ojos y por más que me gustaría saber qué es lo que piensa, la verdad no tengo poderes para hacer eso y no es como que me importe mucho la verdad.
-Ella después de verme, dirige su vista a Max y rueda sus ojos –Enserio Montaner? No es mi culpa que sea tan poca cosa para que no lo vea, en todo caso es su culpa. –Dice para después irse con su sequito-
«Es una perra» escucho a mi amigo llamarlo y la verdad no lo culpo, a veces yo también me pregunto ¿Por qué te acuestas con ella cuando al día siguiente te tratara como si no te conociera?
Y verla como a unos pocos metros después de hablarnos, un chico se acerca para abrazarla con gran euforia.
Y es nadie más que su novio, Adam Blake.
Un chico de complexión delgada, pero con piernas levemente fuertes debido a que juega en el equipo de soccer, posee cabello marrón con puntas rubias, que es un poco largo de la parte superior de su cabeza y a los lados estaba corto, ojos marrones y una sonrisa que parece casi permanente en su cara.
Es un chico popular también, pero a diferencia de los demás que conozco es por su amabilidad y buen corazón, sus padres trabajan viajando ayudando a la gente de países pobres y al parecer su hijo es un humanista también, es extrovertido, amigable y por su puesto muy buen estudiante.
Por eso mucha gente (incluyéndome), no entiende que hace Rachel, con él.
Y siento celos o culpa por verlos besarse ahora?
Ni un poco.
Cuando ya tenía mis libros en mano camine a nuestro salón, Max a mi lado seguía insultando a Rachel, pero se calló al ver al hermano de ella en su lugar con una cara de enfado, pero al ver a Max, esa cara solo empeoro, juró que si las miradas mataran mi amigo estaría tres metros bajo tierra. Desde ayer estaba así de hostil con él, pero Max no me ha querido decir la razón, así que solamente le restó importancia mientras esperamos a que venga la maestra.
Pero como el maldito destino está completamente en mi contra, justo en ese preciso momento "ella" entra por la puerta.
Como siempre, parece una chica que se bañó en oro antes de venir, tenía puesto unas zapatillas celestes, unos jeans azules y finalmente una camisa mangas largas que le queda por debajo de los hombros de franjas blancas y azules.
Toda esa ropa, como el vestido de ayer en la noche se ven bastante costosos, por lo que al recordar como termino esa fiesta solamente sonreí un poco al pensar en la cara de sorpresa que tenía.
Y justamente en ese momento ella voltea a ver en mi dirección.
Nuestras miradas chocan la una con la otra, como si de esa forma el que perdiera se postraría ante el otro para pedirle disculpa o hacerle el almuerzo yo que sé, el punto es que al ver que no parecía que yo iba a ceder, ella aparto la mirada para pasar de largo de mí e irse a sentar con Raúl y su grupo. Sinceramente, puedo considerar eso como una victoria? Eso quisiera pensar, pero en el momento de ver sus ojos note algo de cansancio, estrés y otro sentimiento que no comprendí cuando sus ojos se toparon con los míos.
Mis padres fueron un asco como tales, ni siquiera deberían llevar ese título ya que solamente se la pasaban tomando, yendo a sus fiestas del culto que tenían y drogándose, no me habían enseñado nada importante o que me ayudara en la vida en el tiempo que estuve con ellos. Sin embargo, en uno de los viajes de mi padre dijo algo importante y reflexivo:
«Los ojos hablan más que la boca, cuando quieras saber lo que siente una persona no veas sus labios, sino sus ojos»
La verdad hubiera sido un buen consejo si después no me hubiera pedido que usara ese truco con su esposa para preguntarle donde se había llevado la botella de Vodka.
Y en ese momento note algo curioso en los ojos de Smith, todas esas emociones tan contrarías a la sonrisa que muestra ahora con sus ojos. Según Giacomo Leopardi, una persona puede parecer ridícula porque quiere parecerlo por fuera, cuando en realidad puede ser otra cosa distinta por dentro.
O tal vez solo es mi imaginación y esa chica está loca, si, seguramente es eso.
Deje esos pensamientos en el momento que la maestra llego, por lo que solamente me concentre en mis cosas, sacando a esa castaña de mis pensamientos.
El día paso con relativa tranquilidad, tanto que llego la hora del receso y como siempre me mantuve lejos de todos los demás, solo que para evitar un encuentro como el de la última vez, está vez me escondí en el club de teatro. Y la verdad no es nada raro que alguien entre aquí debido a que varios vienen ya sea a practicar alguna obra o incluso a tener coito entre las butacas, sinceramente es un lugar relajante.
Y no solo lo digo porque estoy viendo una escenografía del mar. Sino que el silencio que hay es bastante relajante, así que solamente me enfoco en comer el sándwich que la nana de Max, me hizo.
Pero al parecer mi silencio se ve interrumpido al momento que siento la presencia de alguien a mi lado, pero como me niego a apartar la vista de ese mar bien pintado, solamente mantengo mi visión en él y además no necesito voltear para saber de quién se trata.
–Sabes? Jamás creí verte en el club de los que usan mallas para hacer obras, vienes a hacer audiciones, Amaya? –Pregunto mientras le doy otra mordida a mi comida-
Y en efecto, puedo ver como ella deja su mochila en el suelo y se recuesta en el asiento, mientras que me roba uno de mis sándwiches.
Ugh, que mujer tan grosera.
–Si como no, también me escribiré como protagónica de la siguiente obra para ver si tengo la suerte de poder besar a Raúl –Me comenta con un claro sarcasmo en su voz- sabía que estarías aquí, era este lugar o la azotea y pues debido a lo que paso hace dos días digamos que ahora es algo difícil que alguien suba, tú no sabes de eso o sí?
-La imagen de Smith, encerrada en la azotea llega a mi cabeza, por lo que oculto mi sonrisa con mi comida –Ah sí? ¿Quién sería capaz de hacer algo así?
–No te hagas el tonto, Sirius –Me reprocha- sé que fuiste quién dejo a Malia ahí.
–Si lo sabes por qué me preguntas? Ya fuiste a quejarte con el director como tu amiga? –Le digo sin inmutarme ante sus reproches, pero al ver como solo suspira y niega- Entonces ya te aburriste de tu amiga dolor de culo?
Después de eso siento de inmediato el golpe en mi brazo que me hizo casi escupir mi comida, enserio que esta mujer no mide su fuerza.
–No me gusto lo que le hiciste, ella no te hizo nada –Me reclama y estoy dispuesto a hablar, pero levanta el puño para callarme y lo logra- y sí, estoy al tanto de lo que ha pasado entre ustedes dos.
–Entonces no deberías estarla defendiendo por lo que me hizo, me hizo perder un trabajo que iba a pagarme bien. –Escupo molesto ya que aún sigo enojado de solo recordarlo-
Amaya, se mueve en su lugar y de inmediato levanto los brazos por si me iba a golpear de nuevo, pero solamente estaba sacando su botella de agua y ahora se estaba riendo de mí, sinceramente si alguien tuviera la historia que tengo con ella, seguramente estaría igual o peor que yo.
-Después de reírse y tomar agua, deja eso de lado para acompañarme a ver la escenografía –Malia, no es mala, solamente es una persona –Lo piensa un segundo, al parecer buscando la palabra que defina a esa loca- especial? Extravagante? No lo sé, pero el punto es que no es alguien mala, además no puedes decirme lo contrario –Me señala con su dedo de forma acusatoria- porque te recuerdo que tú solo comenzaste esto, ella solo quiso hablarte, no es su culpa que eres un inepto social. –Se burla de mí mientras se encoge de hombros-
–Le di claras señales para que entendiera que no quería hablar, además lo que ella me hizo fue peor, yo solo la deje encerrada en la azotea.
–Wow, Isaac Sirius Hale hablando como un niño, esto de verdad es sorpresivo pero –Suspira cansada- por más que te dé algo de razón que ella es algo intensa a veces, no era excusa para hacerle eso, ¿Qué crees que hubiera pasado si no tenía su teléfono? ¿Qué tal si se hubiera lastimado o nadie la hubiera encontrado? Habías pensado en eso ya? –Me interroga alzando su ceja-
Por mi parte solamente aprieto la mandíbula, porque aunque odie admitirlo ella tiene razón.
Odio hablar con Amaya, por dos razones, la primera es porque cada que abre la boca y me ve a los ojos, dice lo que es verdad pero quiero negar, la segunda es porque siempre me llama por mi segundo nombre o por el completo y eso lo odio.
Pero el punto es que ella me hace ver los errores que cometo ya que nadie me los hace ver si no hablo con ellos, con Max es diferente debido a que él lo ve de su punto de vista relajado y juguetón.
–No me malentiendas, no trato de justificar lo que hizo en ese momento, pero quiero que veas que no es solo culpa de ella, tú la hiciste enojar y esa chica parece peor que cerillo, se prende y pierde la cabeza o en este caso los estribos.
–A qué quieres llegar, Amaya? –Le pregunto fastidiado ya que me está haciendo que la consciencia me ataque-
-Ella solamente me ve con una sonrisa –A qué sé que no eres una mala persona, Sirius, quiero que ella lo vea también y quiero que mis dos mejores amigos estén en paz y no traten de matarse cada que se vean, ¡Piensen en mí! Soy como la hija en medio de un divorció.
-Un sonoro suspiro sale de mi boca y la veo con enojo –Te odio, bien –Acepto con malhumor- me disculpare con ella, pero no seré su amigo ni nada de eso, chicas como ella solamente me hacen sentir asco y enojo, lo último me haces sentirlo ahora.
Ella por su parte solamente rueda los ojos y ríe, al parecer iba a decir algo pero se queda quieta de repente bajando la mirada.
Eso me parece raro, por lo que llevo mi vista al frente, justo donde estaban los encargados de escenografía, luces, música en el escenario poniéndose de acuerdo de lo que harían, nada fuera de lo normal, incluso el santo de Blake está aquí, así que no entiendo porque reaccionó así. Por lo que le iba a preguntar qué pasaba, pero no me dejo hacerlo debido a que se puso de pie de golpe, tomando sus cosas rápidamente se da la vuelta dándome así la espalda.
–Solo discúlpate con ella sí? Estoy seguro que ella también te pedirá perdón si ve que no eres mala persona, recordé que debo hacer algo, nos vemos Sirius. –Dice rápidamente para irse-
Solamente suelto un suspiro, por más tiempo que lleve conociendo a esa chica, sigue siendo un misterio para mí...y para cualquiera.
Estaba por seguir comiendo, pero de nuevo me interrumpen ¡Dejen de meterse entre un hombre y su comida!
Esta vez la interrupción no es nadie más que, Adam.
–Hola Isaac, que sorpresa verte por aquí –Me saluda sonriendo como siempre- vienes a las audiciones de la obra? –Me pregunta curioso-
-Solamente le doy una mordida final a mi sándwich, para así hablar –Blake, sabes que no soy del mundo del teatro.
Él solamente se ríe como si le hubiera contado un gran chiste.
–Isaac, nadie nació siendo un gran actor o actriz, además estoy seguro que te gustara esta obra, las audiciones serán dentro de poco, pero sé que te puede quedar el papel, haremos... -Se calla cuando me pongo de pie-
–Escucha Blake, no me interesa el mundo del cine, no me importa las obras que vayan a hacer y poco me importa si el mismo DiCaprio viene a darles consejos, si me disculpas debo hacer cualquier cosa que sea estar en otro lugar menos aquí.
No le dejo responder cuando me doy la vuelta y salgo de ahí.
Okey tal vez me comporte un poco mal con él, pero sinceramente ese chico siempre ha intentado hablar conmigo o involucrarme en sus planes desde que nos vimos en primer año, su amabilidad, honestidad y bondad solo me hacen sentir dos cosas.
Envidia y pesar.
Pesar, porque es un chico bueno y decente, hasta donde sé y pues no hace falta decir la razón por la que me hace sentir mal que Rachel, le haga eso.
Sé que dije que no siento remordimiento y es la verdad, no lo siento, pero es difícil no sentir algo cuando una persona buena es engañada y uno mismo es el responsable.
Y envidia porque, Blake es todo lo contrario a mí, la gente lo ama mientras a mí ni me notan, él tiene chicas que babean por él mientras que yo soy con quien su novia le es infiel, él es luz mientras yo soy oscuridad.
Puede que lo haya dicho antes con Max, pero a diferencia de él, es que Blake es lo opuesto a mí en todo, yo soy oscuridad, negatividad y sombras, mientras que él es luz, positivismo y lo que sea lo opuesto a las sombras. El punto es que en algún punto, todo lo que es y tiene ese chico es lo que alguna vez yo hubiera querido ser y tener, pero la vida no es justa con todos o más bien, no lo es conmigo.
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Los días se pasaron volando en un abrir y cerrar de ojos, que en lo que menos pensé ya había llegado el día de la fiesta, por lo que ahora mismo estoy terminando de arreglarme en la casa de Max.
Si, debido a que no sé dónde no queda el lugar de la fiesta debido a que mi gran amigo no quiso darme la dirección ya que según él es "sorpresa", y eso solo me termina de confirmar que posiblemente no salga de buen humor de ese lugar. Pero la verdad me facilita las cosas ya que si me voy con Max, puedo ahorrarme lo de la gasolina ya que me dijo y lo cito:
«Posiblemente termine hasta olvidando mi nombre, por lo que serás mi conductor designado y si en caso me voy con alguien, puedes llevarte mi auto, pero me tendrás que recoger en caso de que esa persona me secuestre.»
Literalmente me dijo palabra por palabra, así que seguramente termine yéndome con su camioneta. Y ya que conociendo a mi mejor amigo y sus excentricidades, tendré que recogerlo en la misma cafetería de siempre, así que también puedo aprovechar para llevar a Urs a comer.
Hablando de mi pequeña hermana, tuve que despejar toda mi rutina durante la tarde ya que quería compensarle por no estar en la noche con ella y aunque se decepciono un poco, cuando la lleve al árcade y por un helado, de verdad se la paso tan bien que quedó dormida hasta que regresamos, por lo que después de dejarla en casa de los idiotas de mis tíos, me fui a bañar a casa para ponerme algo decente para atender en la barra.
Sin embargo en cuanto llegue a casa de los Montaner, Max me jalo a su habitación y me dijo que me cambiara porque ahí no podía andar con mi "aspecto deprimente". Enserio ese tipo sabe cómo juzgar todo mi guardarropa en menos de un segundo, por eso ahora mismo me estoy arreglando la camisa azul que me arremangue hasta los codos, debo admitir que aunque odio las camisas formales como estás, me agrada esta vez.
El resto solo consiste en un pantalón negro, con unas botas del mismo color.
Cuando me veo al espejo de cuerpo completo, se me hace muy difícil creer que el tipo que tengo enfrente es quien veo todas las mañanas con ojeras, moretones en alguna parte de su cara o con una cara que solamente demuestra sus pocas ganas de vivir.
Pero salgo de mis pensamientos cuando Max, entra a la habitación vestido como si fuese a ir a Hawái, pantaloneta gris, sandalias y una de esas camisas con flores, además que para terminar unos lentes de sol. Este tipo está loco.
–Déjame ver si entendí, me amenazaste para que me pusiera esta ropa porque según tú, me iba a ver mal en la fiesta y ahora me sales con eso? –Lo cuestiono mientras señalo todo su vestuario-
-El muy desgraciado solamente sonríe mientras se encoge de hombros –Sabes que siempre me gusta destacar, por cierto ya debemos irnos, el Barman debe ser de los primeros en llegar, ya sabes por esos que les gusta tomar temprano y no sé qué tonterías. –Dice tomando las llaves de su camioneta y billetera-
Yo por mi parte solamente suelto un suspiro, para sin perder tiempo seguirlo, nos despedimos de sus padres y nana, para con eso salir y subirnos al transporte de Max.
–Me dirás de una buena vez de quién diablos es la fiesta? Si descubro que es una de esas estúpidas citas a ciegas otra vez, Max –Lo amenazo recordando como el muy maldito me hizo táctica una vez y termine saliendo con una chica que hablaba tanto que tenía que usar un inhalador para recuperar el aire, así que si es eso otra vez, definitivamente la policía encontrara un cadáver hoy- sabes de lo que soy capaz de hacerte.
Él solamente se ríe, sin apartar la vista del camino.
–Noooo, cómo crees? Mejor dime ¿Lograste hacer lo que tu violenta amiga te dijo? –Cambia rápidamente el tema-
Sospechoso
Pero lo dejare pasar por el momento ya que me hizo recordar todo lo que intente esta semana. Después de haber hablado con Amaya, pues definitivamente decidí que sería el maduro de los dos y le ofrecería una disculpa por dejarla encerrada en la azotea y ella sí al menos tiene algo de humanidad en su negra alma, me las pedirá a mí.
Suena como un plan sencillo no? Ir y pedirle unos minutos para hablar no?
Para nada lo fue.
Todos estos días no se separaba de su grupo de amigos, uno pensaría que es algo normal en una persona como ella, pero se le notaba bastante tensa, incluso se notaba como le incomodaba que algunos chicos la abrazaran, pero a pesar de eso no decía o hacía algo para detenerlos, acaso es bipolar?
Lo estaba empezando a considerar seriamente.
Incluso en los momentos donde estaba sola o en clase, donde los idiotas de sus amigos no estaban estorbando, ella parecía estarme evitando ¿La razón de mi sospecha?
Un ejemplo puede ser que cada que nuestras miradas se topaban de alguna extraña forma, ella de inmediato la aparataba y se concentraba en otra cosa, otro puede ser que cuando nos topábamos en los pasillos ella de inmediato hablaba con la persona más cercana a ella como si fueran amigos de toda la vida y se iba lejos de mí.
Entiendo que ninguno de los dos se lleve bien con el otro, pero se supone que el ofendido debería ser yo, no ella o bueno tal vez solo un poco, digo le tire champaña en su cabello.
En fin, resumiendo todo, no pude hablar con ella así que mejor decidí que ya no me acercaría a ella y esa sería mi disculpa silenciosa llámenme cobarde y todo lo que quieran, pero si alguien no me quiere cerca, lo más normal es alejarse no?
Estaba tan metido en mis pensamientos, que cuando veo como entramos por unos portones gigantescos para después ver una casa gigantesca o mejor dicho, una mansión a algunos metros de donde estábamos, me queda claro que la persona dueña de esta fiesta de verdad posee dinero y al parecer si Max, decidió venir quiere decir que también es alguien que hace buenas fiestas.
Unos minutos más tarde, estamos bajando de la camioneta y caminamos a la gran edificación que ven mis ojos, pero no se me pasa el comportamiento de mi acompañante.
Si algo que puedo afirmar con toda mi honestidad, es que sé cuándo Max Montaner planea algo, se muerde el labio inferior y se peina el cabello a pesar de tenerlo en perfecto estado, lo que me hace que me ponga un poco desconfiado, pero no puedo pensar en eso ya que al ver como tocaba el timbre y a los pocos minutos la puerta ser abierta.
Saben? En la vida hay cinco peores momentos para una persona, yo tengo más de 20 y vivo con ellos en espera de que la lista aumente, pero en este preciso momento al ver a Smith, del otro lado de la puerta con una sonrisa que se borró poco a poco al verme, definitivamente subió como de las peores cosas que me ha pasado en mi lista, directamente al primer lugar.
– ¿Qué diablos haces tú aquí? –Escupimos la castaña y yo al mismo tiempo –No repitas lo mismo que yo y responde –Volvemos a decir en sincronía y veo como de reojo Max, se está aguantando la risa-.
– ¿Qué haces aquí, Smith? –Le pregunto con fastidio en mi voz-
– ¿Cómo que qué hago aquí? Esta es mi casa, la pregunta es que rayos haces tú aquí?
Mi cabeza repite sus palabras una y otra vez, solamente es cuestión de segundos cuando entienda lo que paso por lo que veo con enojo a mi mejor amigo que sonríe como si no me hubiera jodido la noche.
-Max, se mete entre ambos alzando las manos tratando de generar paz o algo así –Sé que tienen muchas preguntas, Malia –La menciona viéndola- él es Isaac Hale, el amigo que te conté que es un excelente Barman a pesar de su edad y Isaac, ella es la anfitriona de la fiesta, Malia Smith, bueno ahora que las presentaciones están hechas querrán hablar un poco, así que los dejo solos. –Se excusa para salir corriendo-
Sip, llamen a las ambulancias, policías y al servició fúnebre que hoy muere un adolescente idiota.
Pero no puedo retractarme ahora, si me voy no solo perdería el dinero que se supone que ganaría esta noche, sino que también parecería que huyo de ella o algo y llámenlo orgullo de macho o idiotez, pero no puedo dejar que eso pase.
–Antes de que digas algo –La interrumpo antes de que dijera alguna palabra - yo no sabía nada de esto, no sabía que está era tu fiesta, de haberlo hecho no habría aceptado el trabajo y sé que a ninguno le agrada el otro, pero yo necesito el dinero y tu un Barman porque dudo que encuentres uno que acepte siendo tan tarde y te cobre a un precio justo, así que por esta noche será una tregua.
Ella me ve de pies a cabeza, deteniéndose en verme a los ojos y la verdad me incómoda un poco ya que frunce el entrecejo al hacerlo, pero finalmente suspira para darse la vuelta y apuntar a una parte de la inmensa mansión.
–Primera puerta a la derecha, en ese lugar está tu puesto de trabajo con todo el alcohol que se consiguió para la fiesta, no lo arruines. –Dijo entre dientes para irse-
Bueno, definitivamente pudo ser peor de lo que esperaba.
Solo espero que la noche sea mejor de lo que fue este momento.
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Bueno, jamás he sido una persona de fiestas por dos sencillas razones.
1) Porque no tengo el tiempo y energías suficientes como para asistir a una, cuando podría estar trabajando y ganando algo de dinero en vez de gastarlo en alcohol y tonterías.
2) No soy una persona muy sociable por si no se han dado cuenta, odio que invadan mi espacio personal, me hablen sin siquiera tener el mínimo interés en escucharlos y finalmente, porque es una pérdida de tiempo.
Tal vez se parezcan las dos, pero al punto que quiero llegar es que al ver como la increíble cantidad de chicos y chicas, bailando, tomando y quien sabe que cosas más en este lugar solo me confirma que no pertenezco a este mundo.
La música es buena, eso debo admitirlo, pero aparte de eso no hay nada más que me guste de esta fiesta, ni las chicas que hay aquí.
Que cabe destacar que ya van diez números que me van dando de chicas y un chico de sexualidad dudosa, que me los dan, por mi parte solo los tiro a la basura al no interesarme y solo me enfoco en servir los tragos.
Los tragos no dejan de ser servidos cada cinco minutos, aunque no me extraña agradezco haber trabajado en un bar antes o estaría en problemas no solo en saber que trago quieren, sino en cómo atender a cada uno de ellos.
La fiesta está en su mayor apogeo y son como las 10 de la noche, Max se despareció con una rubia hace menos de una hora y no debo pensar mucho para saber a dónde fueron, así que solo me enfoco en cumplir con mi tarea mientras disfruto de la música y tarareo un poco, admito que he visto de reojo para revisar si no hay otra cara conocida por el lugar y como lo esperaba, en la fiesta están Raúl y su sequito de idiotas, Amaya que seguramente esta por Smith, y finalmente a Blake.
Admito que me imagine a Rachel, bailando en alguna parte pero recuerdo que ella no es de ir a fiestas donde van su hermano porque ella y él no tienen la mejor relación para ser exactos, no es algo que deba mencionar y no es mi asunto, así que solamente me enfoco en mi trabajo lo más que puedo o al menos eso intento al sentir un tirón de mi pantalón, así que bajo la mirada para ver un...perro enano?
El perro que carga una especie de vestido me sacude la cola y saca su lengua como si esperara algo de mí, no conozco nada de perros así que no sé de qué raza sea, pero incluso yo sé lo que esa cara significa, por lo que sacando del refrigerador que había ahí una botella de agua que hace poco metí, y tomando un plato que se usa para la botana, le serví un poco de agua.
Tal como pensaba no tardo más de dos segundos en tomar el agua del plato, me saco una pequeña risa, así que mientras lo disfrutaba serví unos vasos de Vodka y otros shots de tequila que me pedían.
Cuando desocupe de momento la barra me arrodille para ver al perro enano para ver como movía su colita para acercarse a mí y lamer mis manos, al parecer en agradecimiento y yo solamente le acarició su cabecita, después de eso ver como se acostaba para que le rascara la panza me saco una leve risa pero ese gesto me hace darme cuenta de que el perro es en realidad perra, mi error.
–Ya decía yo que te estaba humillando por cargar vestido, pero ahora tiene más sentido, admito que te vez muy linda como sea que te llames –Mis ojos captan la placa con su nombre en ella y sonrió –Okey, Clare dime ¿Quién te trajo a una fiesta de borrachos e idiotas?
Como esperaba ella solamente me mira con esos ojos negros, sinceramente no soy fan de los perros pero tampoco puedo decir que los odio, más que nada porque Urs siempre me pide uno cuando tiene oportunidad. En verdad que ser tan dulce y tierna es un arma que usa demasiado en mí, pero no lo suficiente como para comprarle un perro, aunque los doctores dicen que tal vez pueda servirle en el futuro.
Pero mis pensamientos se desvanecen al escuchar algo de ruido por lo que con la perrita en mis manos me levanto para ver un tumulto de personas, la duda de saber que paso me llega pero no es como que me mate y más enfocado estoy en saber de dónde viene esta enana que se acomoda en mis brazos como si fuesen su cama, astuta.
Y así hubiera seguido de no haber visto como Max sale del tumulto cayendo al suelo, por lo que solamente suspiro dejando a la perrita en una de las cajas donde vino toda la bebida que se encontraba vacía para que no se fuera a perder y voy en su búsqueda. No tarde demasiado al empujar a la gente, al estar a su lado lo veo reírse como un idiota mientras trataba de levantarse, por lo que lo ayudo.
Alzo mi vista y me sorprendo al ver a Amaya, con una cara furiosa y un brazo levantado donde demuestra una cosa, madre mía lo volvió a hacer.
Y veo como intenta volver a acercarse a él, pero rápidamente me pongo en medio.
–Tranquila fiera, sé que es un mal para el mundo pero es un mal ebrio así que lo que sea que te dijo es solo por el alcohol. –Digo tratando de convencerla de que no cometa un asesinato contra Max-
–No te metas Isaac –Me dice con molestia- estuvo jodiendo toda la noche para después besarme, ahora si lo mato. –Masculla para tratar de irse de nuevo contra él-
-Pero nuevamente la detengo tratando de apelar a su razón –Está ebrio, no piensa, no reflexiona y al parecer no recuerda que lo puedes matar de un golpe, así que vamos a la barra y te doy algo para que te pongas en los nudillos, que ese tipo es de cara dura
Max, de fondo protesta para que lo ayude, pero rápidamente una chica lo ayuda a levantarse para irse con él, mientras que yo me llevo a la luchadora semi-profesional en golpear ebrios, a la barra donde le doy un trago.
–Me sorprende verte aquí, digo no eres mucho de fiestas.
-Ella por su parte suspira y ve algo de reojo en el tumulto de gente –Yo, fue una tontería del momento, sabía que no debía venir pero a pesar de eso lo hice, ahora lo único que gane fue el placer de golpear a ese gigolo en la cara, fue bastante satisfactorio.
Solamente rio ya que es algo que ella diría, no me extraña que ni siquiera le haya costado dar ese golpe, ya que después de todo ella practica boxeo y por lo que he escuchado es muy buena. Así que Max, debería agradecer que no le haya roto la nariz o sacado un diente.
Íbamos a seguir hablando, pero un ladrido llama nuestra atención por lo que recuerdo a la pequeña en la caja y rápidamente la tomo en mis manos para verla, ella me dio una lamida en mi cara que me saco una sonrisa leve, pero se me borra cuando Amaya me escupió en la cara.
Iba a reclamarle, pero ella me grita antes.
– ¿Qué diablos haces con, Clare? –Me pregunta sorprendida y asustada?-
–Ella llego caminando hasta mí y le di algo de agua, es tuya? No sabía que tenías una mascota, creí que tu padre era alérgico.
Por su parte ella niega, pero de nuevo se escucha un escándalo haciendo que ambos dirijamos nuestras miradas, para ver y escuchar como coreaban el nombre de una persona que se encontraba bailando de forma muy provocativa mientras estaba encima de una mesa.
Y esa persona no es nadie más que el dolor de cabeza que he tenido en toda la semana.
Smith.
Veo como varios intentan tocarla, pero ella de forma intencional o no, se aleja de sus manos mientras baila. Entre todos ellos se encuentra Raúl, que se reía mientras la veía y le tomaba fotografías.
Amaya me ve asustada y sale corriendo hacía su amiga, la entiendo pues en situaciones así es lo normal.
Esperaba que se la llevara a su cuarto y la encerrara para el resto de la noche, pero al ver como mi amiga de rasgos asiáticos la trae y deja en la barra, yo debo tener una cara de desconcierto gigante como para que ella se me quede viendo algo desconcertada también.
–Mira no puedo explicarte mucho, quiero que la lleves a su cuarto con Clare, es de Malia –Me dice algo frustrada- yo debo ir a evitar que esto se vuelva en una orgía en el patio de adelante, por favor Sirius.
Estaba por negarme pero al ver su cara suplicante solamente suspiro ya que no me gusta verla así, por lo que asiento para ella suspirar aliviada y me explica dónde queda su habitación.
–Pero que hago con la barra?
-Ella lo piensa por unos segundos antes de que – ¡Barra libre! –Grito a todo pulmón-
De inmediato hace que Smith, rodee mi cuello con uno de sus brazos y el olor a alcohol inunda mi nariz que me dan ganas a mí de vomitar. Pero no pude reaccionar ante eso ya que tuve que moverme con la chica y la perra en mis manos para evitar que la gente nos empujara por el alcohol que se lo tomaban como si fuese agua.
Sin más que hacer solamente me dirijo a la segunda planta donde de inmediato y con algo de esfuerzo subo a ambas, Smith no dejaba de hablar sola y reírse de igual forma, además de que de la nada empezó a tocarme los brazos y pecho.
–Vaya, desde cuando tomaste más musculo Maya? Tus manos son más grandes y ásperas –Hace un puchero mientras arrastraba algunas palabras –Te dije que usaras mis cremas que son muyyyy buenas. –Me regaña para después reírse-
Ugh, al menos agradezco que sea de los ebrios que se ríen y no los que lloran, eso hubiera sido incómodo.
Cuando finalmente llegamos a su habitación la imagen no es muy bonita, la cama estaba tan desarreglada que parecía que habían...
¡No!
No me metas imágenes cerebro, solo busca otra habitación y déjala ahí a que se ahoga en su vómito, no te quedes a ver esas cosas.
Así que eso hago, pasó por varias habitaciones donde la mayoría tienen llave, así que cuando encuentro una abierta no dudo en entrar y al ver como estaba tan arreglada como si nadie hubiera estado ahí y eso me hace suspirar para de inmediato bajar a Clare, que sin dudar se sacude. Por mi parte llevo a su dueña ebria hasta la cama donde la acuesto con cuidado. Al mismo tiempo que eso pasa Zombie, empieza a resonar en los estéreos del piso de abajo por lo que solamente suspiro para sentarme en una de las esquinas de la cama mientras escucho la letra de la canción, cada acorde, letra y el sonido de la voz del cantante resuenan en mi cabeza como si se tratara de descifrar todo lo que esa canción tratara de transmitir y sin darme cuenta la letra empezó a salir de mis labios.
But you see, it's not me
It's not my family
In your head, in your head, they are fighting
With their tanks and their bombs
And their bombs and their guns
In your head, in your head, they are crying
In your head, in your head
Zombie, zombie, zombie-ie-ie
What's in your head, in your head?
Zombie, zombie, zombie-ie-ie-ie, oh
Cierro los ojos un segundo sintiendo más y más la letra, pero sin subir la voz para no despertar a la chica dormida en la cama, la música me llenaba pero también hacía que mi pecho creciera un nudo que me empezaba a asfixiar y a pesar de eso no me detuve.
Another mother's breaking
Heart is taking over
When the violence causes silence
We must be mistaken
It's the same old theme
Since nineteen-sixteen
In your head, in your head, they're still fighting
With their tanks and their bombs
And their bombs and their guns
In your head, in your head, they are dying
In your head, in your head
Zombie, zombie, zombie-ie-ie
What's in your head, in your head?
Zombie, zombie, zombie-ie-ie-ie
Oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh, eh-eh oh, ya-ya
Cuando la canción termina, siento como el nudo de mi pecho se aprieta un segundo y la nostalgia me llena, pero aun así no abro los ojos no queriendo ver como mis manos tiemblan por lo que acababa de hacer, sin embargo de nuevo algo me hace reaccionar.
–Wow.
Volteo rápidamente a mi lado para poder observar cómo, la chica a la que creía que estaba completamente dormida y no me escuchaba, no solo estaba completamente despierta, sino que me había escuchado hacer lo que juré jamás hacer frente a otro ser humano que no fuera mi hermana.
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