xi. el equipo dinamita (o alfa)
VIEJOS DEMONIOS,
capitulo once: el equipo dinamita (o alfa)!
Edonia, Europa del Este — 24 de Diciembre del 2012, dos años después.
JOY WILLIAMS-REDFIELD RECARGÓ SU RIFLE DE ASALTO NEGRO, antes de colgárselo con la correa y dejarlo a un lado, mientras que su Samurai Edge descansaba en su pistolera al lado de su pierna. Se acomodó el chaleco táctico con su traje blanco para luego proseguir con sus guantes, se detuvo al mirar su alianza dorada en el dedo anular izquierdo y sonrió previo a levantar la mirada: topándose con la figura del comandante del equipo Alfa, el nuevo agente SOU Norteamericano llamado Chris Redfield — pero ella ya tenía su propia descripción: un bastardo arrogante de metro ochenta, atractivo, con un fuerte sentido de justicia, terco, carismático, amoroso que compartía matrimonio y una hija con ella. Williams chasqueó su lengua para luego ajustar su guante y seguirlo con la mirada una vez más, sin embargo, una mano se posó en su hombro, alertándola. Al girarse, se topó con una mujer de unos 27 años, con cabello negro, tez pálida y orbes color café; vestía su mismo uniforme, teniendo en cuenta que los miembros del pelotón SOU de Joy vestían de la misma manera que ella. Fiona Galloway parpadeó dos veces antes de saludarla, mostrando respeto por su mentora y Joy podía admitir que la muchacha le faltaba muchas cosas por aprender — sin embargo, Williams confiaba en que Galloway sería una excelente teniente para ella junto a Marion.
—Lamento la molestia, capitana—señaló su teniente—. El capitán Redfield quiere reunir ambos equipos. Alfa y Omega.
Williams rodó los ojos antes de caminar al frente—Está muy claro que el equipo Alfa somos nosotros.
—Sabes que a Chris no le gusta eso—murmuró Fiona antes de soltar una carcajada y luego su rostro se encontró algo sombrío—. Incluso Merah llegó a molestarlo con ello.
—Por esa misma razón honraremos la memoria de la agente Merah Biji molestándolo más, todos la extrañamos—sentenció Marion Ross poniéndose a su lado—. La Academia Marhawa¹ fue un gran dolor en el trasero.
—Ese dolor en el trasero puso en forma al pelotón 507, mi pelotón—sentenció entonces la capitana de cabellos rubios mientras avanzaba—. Y me costó a una excelente agente para esta unidad, así que sean agradecidos de estar con vida—miró a Fiona—. Sé que tú y Piers la apreciaban mucho, pero ella hizo lo que hizo para salvarlos.
—Lo sé, capitana.
Al juntarse con el equipo Alfa, Joy se colocó al lado de su marido, quien miraba un cuerpo de un soldado completamente inmóvil — el cual era colocado cuidadosamente en un catre. El resto de ambos equipos se dividió a sus costados, también observando atentamente el momento en silencio. Piers Nivans, la mano derecha del proclamado equipo Alfa (cosa que Joy desmentiría con pasión), cargaba una expresión lúgubre en sus facciones. Fiona lo miró atentamente, intentando discernir qué era lo que le ocurría, pero desvió su mirada cuando Piers se dio cuenta de que estaba siendo observado por ella y Galloway intentó esconder su rubor en las mejillas. Kiya Anderson soltó una carcajada ante la situación mientras que Rita Welch le codeó disimuladamente para callarla ante la mirada inquisitiva de su capitana. Algunos de los soldados tiritaban del frío debido al clima en el que se encontraban, pero se mantenían firmes al lado de sus superiores.
—¿Qué diablos pasó aquí?—inquirió Joy mirando como acomodaban el cadáver.
—Estaba de reconocimiento—respondió Nivans antes de mirar al matrimonio Redfield—. Solo.
—Me pregunto dónde diablos estaban sus compañeros cuando ocurrió esto—se quejó Emma Robertson al lado de Marion.
—¡Escuchen!—bramó Chris de manera estridente—. Lo importante aquí es nuestra misión. La misión de la BSAA es librar al mundo del bioterrorismo y el único modo de poder hacerlo es permaneciendo unidos.
Joy dio un paso hacia adelante—A pesar de que la mayoría de las personas creen que son activos para desperdiciar o simplemente carne de cañón, nadie aquí es reemplazable.
—Exactamente—sentenció Redfield mirándola antes de volver su vista al resto—. Todos y cada uno de ustedes fueron entrenados y preparados para morir por la causa.
—Nosotros dos tenemos el trabajo de garantizar que sobrevivan en una pieza y que puedan volver a casa una vez que esto termine—añadió Williams—. Pero recuerden, lo haremos como equipo, ya sea estando conmigo o con el capitán Redfield.
El equipo se giró hacia un soldado, el cual tenía unos 22 años de edad (el más joven del resto), el cual se secó el rostro de lo que parecía ser una lágrima. Joy podía sentir el nerviosismo que tenía el muchacho ante su primer despliegue contra las líneas enemigas, más hablando de la guerra civil que se estaba desencadenando en la zona de Edonia. Piers rodó los ojos, ganándose que Fiona le pisase el pie izquierdo con fuerza, sacándole un gruñido y que la fulminase con la mirada.
(Ella lo llamó idiota en voz baja.)
—Silencio mientras hablan los comandantes, Finn—le advirtió Marion con gentileza.
—Lo siento...—se disculpó Finn Macauley.
—Nadie se quedará atrás—declaró Chris en ese entonces—. No mientras estemos aquí. ¿Entendido?
—¡Sí, señor!
—Fiona, el informe—ordenó la rubia.
Galloway asintió antes de sacar un pequeño dispositivo que generó una imagen holográfica—La doctora Sera logró identificar lo que está utilizando el enemigo para mantenerse firme en esta guerra. Nos dejó una grabación para nosotros.
El rostro de la mujer española apareció en el holograma, junto con un par de imágenes que pertenecían a cuerpos, rostros y extremidades que les dieron asco a varios miembros de ambos equipos. Samuel Nilssen sofocó una arcada al ver a un hombre con cuatro ojos y su rostro sangriento. La grabación no tardó en correr, mostrando a la mujer de cabello muy corto, vistiendo un atuendo de laboratorio.
—Equipo Alfa, equipo Omega, espero que hayáis llegado a territorio enemigo a salvo—dijo Nora sonriendo—. Lamento deciros que el panorama en la guerra civil de este lugar no es nada bueno. Puedo confirmar que hay un brote vírico entre las líneas enemigas, pero aún no he logrado identificar el tipo de virus que produce dicho brote—su semblante cambió a serio, Chris se arrodilló en el suelo—. Las cepas son similares al brote que ocurrió en la Academia Marhawa hace cuatro meses, así que puedo decir que es proveniente del virus aún sin identificar. Las guerrillas están usando un nuevo tipo de BOW conocido como los J'avo. El nivel de inteligencia es superior al nivel organizativo de Las Plagas utilizado por los Iluminados o hasta incluso el T-Abyss. Inteligencia, resiliencia, los cabrones son increíblemente fuertes y tienen la capacidad de mutar como respuesta a traumatismos físicos—se relamió los labios—. Sugiero que utilicéis las balas mejoradas que tienen en su armamento, una vez los eliminen, podréis ver que estos se descompondrán rápido dejando una ráfaga de chispas ignifugas. Intentaré contactarme cuando sepa más información. Os deseo buena suerte.
La transmisión se cortó al poco tiempo de que la imagen de Nora desapareciera del holograma.
—Bien, entonces el plan queda claro—declaró Joy mirando al resto de los soldados—. Mi equipo tomará uno de los tanques. Marion, Rita y Emma estarán dentro. Sam, Kiya, Fiona y yo los seguiremos en las camionetas.
—Nosotros iremos en tres grupos—anunció Chris—. ¡En marcha!
Piers se llevó al novato, mientras que el resto fue a sus posiciones, dejando a los dos capitanes solos. Joy sintió que una mano enguantada tocaba la suya, entrelazándola contra dedos gruesos y un poco rugosos debido al uso de armas durante los últimos años, las cuales quitaron más vidas y salvaron masacres en todas sus cruzadas. Su mirada verde se encontró con otra mezclada con un verde algo azulado con pequeños tintes de marrón justo al final, los ojos que ella estaba más que acostumbrada a ver desde el día que se conocieron. Joy le devolvió el apretón de su mano, cargando una expresión algo lúgubre en su mirada ante el sonido de los helicópteros y los cargueros que abundaban en el cielo como también las camionetas que había en tierra. El invierno calaba mucho frío en sus huesos, a pesar de la protección que ellos llevaban en sus trajes.
Ellos deberían estar en Washington durante esta época.
(Era la primera víspera de Navidad que pasaban alejados de Zella.)
—¿Has hablado con Barry?—le preguntó Chris con suavidad.
Joy asintió antes de mirar al frente—Sí, dijo que Zella está siendo básicamente malcriada por Moira y Polly. Jill llegaría en un par de horas para quedarse con ellos también.
Se formó un silencio entre ellos, logrando que Chris permaneciese mirando a su mujer: claramente concluyendo que algo no estaba bien con ella. El castaño alzó su mano, tocando la mejilla de la rubia para voltear su mirada y que se fije en él, Williams sonrió con tristeza antes de acercarse a aquel toque mientras que él se acercó un poco más.
—Vamos, háblame—dijo él.
—No es nada...—murmuró ella—. Solo...no esperaba tener un despliegue en vísperas de navidad y alejarme de mi hija. Se siente raro.
—Créeme, yo también me siento mal por dejar a Zella en estas fechas y la extraño—respondió su marido mirándola con calidez—. Pero entiendes muy bien para qué hacemos esto, para darle un lugar seguro cuando crezca. Tampoco esperaba que nos desplegasen, así que haremos lo posible en terminar nuestro trabajo y volveremos a casa con nuestra niña antes de que te lo esperes, ¿de acuerdo?
Joy sonrió de lado—La paternidad te ha ablandado un poco, Redfield.
—Tú caíste tan fuerte como yo por esa dulce niña, Williams, no intentes negarlo.
La rubia le levantó el dedo medio antes de alejarse de él, ambos separándose para ir hacia los vehículos con sus respectivos equipos. Joy abrió la puerta del copiloto mientras que sus soldados ya se encontraban dentro y miró su colgante, donde tenía una foto de Zella y Chris junto a ella cuando la niña había cumplido los siete años en 2011. La rubia sonrió ante el recuerdo, confirmando la declaración que había hecho su marido en ese entonces: ambos habían caído muy fuerte por la niña africana que encontraron en 2009. Era positivo decir que Zella Redfield había cambiado sus vidas de la mejor manera, enseñándoles cosas nuevas a los padres primerizos en cuanto a crianzas y comunicación con una niña que no pertenecía a la misma cultura que ellos. Zella se movía como si ella fuese realmente la hija propia de ellos, tomando pequeñas actitudes de ambos progenitores. Sin embargo, ella no los llamó por los distintivos nombres de "mamá" y "papá" hasta mediados del 2011 — donde Joy casi tira un plato por accidente que ella lavaba en la cocina mientras que Chris acomodaba el cabello de su hija en dos coletas perfectas.
—Baba, quiero llevar a Finny—le dijo la niña mientras que él ataba otra porción de cabello enrulado con una cinta roja.
Joy se tensó antes de mirar a su hija de reojo.
Zella aún conservaba ciertas palabras en suajili que se mezclaban con el idioma que le enseñaron para comunicarse en Norteamérica y eso no fue pasado por alto por la rubia.
Chris alzó una ceja hacia su mujer—¿Pasa algo?
—¿Desde cuando ella te llama "Baba"?—inquirió la rubia girándose por completo para mirar la escena.
—Oh, ¿ese apodo?—replicó el castaño terminando con el cabello de Zella—. Desde hace unos meses. ¿Por qué?
Joy sonrió mostrando sus dientes, sintiendo calor en sus mejillas ante la pura inocencia que aún conservaba su marido en su relación y Chris colocó ambas manos sobre la mesa cuando su hija salió corriendo escaleras arriba para buscar a su muñeca Finny. El mayor de los Redfield aún no tenía dominado el suajili como lo tenía la rubia, así que algunas palabras todavía no entraban en su vocabulario, pero Joy...ella pudo reconocer esa simple palabra que le trajo muchísimo regocijo. "Baba" no era un apodo, la palabra significaba "papá" en suajili. Zella estuvo llamando a Chris "papá" en el último mes y el castaño ni se dio cuenta.
—No es un apodo, Chris—respondió Joy sintiendo que algunas lágrimas picaban sus ojos—. "Baba" significa "papá" en suajili.
(A Chris le tomó un buen minuto asimilar eso.)
Hasta que ella notó que él soltaba una lágrima.
Joy se acercó para secarla, observando que su oso grizzli estaba ablandándose poco a poco a la niña. Él ya no era el infame asesino de armas bio-orgánicas, el soldado que peleaba en el frente contra el bioterrorismo: en ese momento, Chris Redfield era un simple hombre que tenía una hija y una mujer que él no creía merecer. Zella bajó las escaleras a la misma velocidad, corriendo hacia la cocina vistiendo su uniforme y con su muñeca en mano. Sin embargo, ella se detuvo al ver a su madre secando una lágrima de su padre — confundiéndola demasiado.
¿Acaso ella había hecho algo mal?
Zella tironeó del suéter que llevaba Joy—Mama, ¿por qué Baba está llorando?
—No estoy llorando—protestó Chris antes de rodar sus ojos, al tiempo que Joy soltaba una carcajada y él tomó a la niña en brazos—. Solo...estoy feliz. Tengo a mis dos chicas aquí y simplemente es suficiente—Zella rodeó su cuello con sus brazos para abrazarlo y Chris no tardó en besar su mejilla—. De acuerdo, princesa, es hora de que te lleve a la escuela.
Un chasquido la hizo salir de su trance, devolviéndola al mundo real donde el silbido de las balas provenientes del enemigo se abrió paso. Fiona le miró de manera inquisitiva, pero Joy alzó una mano para avisar que estaba bien y ella sabía que se estaba enfrentando una vez más a la guerra.
━━━━━━━━
Estación de Ferrocarriles, Edonia, Europa del Este — 2 horas después.
Joy observó como Rita Welch y Finn Macauley colocaban explosivos para poder tirar abajo la puerta de una verja, el equipo se mantuvo a cubierto hasta que la muchacha de 31 años tocase el botón del detonante. Una explosión controlada inundó los oídos del resto, hasta que Finn les gritó que podían pasar. Los equipos divididos entre seis y siete personas lograron desplegarse por un pasadizo que estaba bloqueado, el cual pasó advertido por uno de los hombres de Chris: Ben Airhart. Joy miró sus coordenadas en el PDA junto a Fiona, quien miraba en dirección al gran vagón que estaba dado vuelta impidiéndoles el paso.
—Esto no es nada bueno—murmuró Galloway mirando al frente.
Piers pasó por su lado—Como si todo esto fuese algo bueno, Galloway.
—Púdrete, Nivans.
—Algo me dice que ya tenemos a nuestros candidatos perfectos para utilizar los cables de escalada—señaló Kiya hacia las paredes y Piers fue el primero en intentar defenderse—. Deja de lloriquear, Romeo, y vete a escalar esa pared con tu Julieta.
Fiona miró a la mujer de treinta y tres años de manera inexpresiva—El teniente Nivans no es mi Romeo.
Chris intentó sofocar una carcajada.
—¡Las paredes de la base en Londres no son tan gruesas como ustedes creen!—exclamó otro de los hombres de Chris: Carl Alfonso y Samuel Nilssen no tardó en chocarle los cinco.
—Tengo una idea—añadió Rita levantando una carga de C-4 en su mano—. Habiendo cargas suficientes de explosivos, podemos volar este vagón para avanzar—tomó a Finn del cuello para ponerlo forzosamente a su lado—. Tú vendrás conmigo, niño bonito.
—S-Sí, señora.
Emma acomodó su rifle de asalto—¿Sabes perfectamente que podría disparar en dirección a esa carga explosiva que tienes expuesta y volar tu mano en pedacitos, hmmm?
—Nah, tú me quieres demasiado y sabes que puedo enseñar mis habilidades a los más pequeños—sentenció ella sonriendo—. Si pude enseñarle a Eider Kennedy cómo hacer una bomba casera, Zella Redfield aprenderá cómo volar un tanque—Chris y Joy fulminaron a Rita con la mirada, dejando en claro que ellos no permitirían que su niña se acercase a la muchacha pálida—. De acuerdo, se lo enseñaré cuando cumpla los dieciocho y cuando ella ya no les pertenezca más por su mayoría de edad.
—No soltarán a la niña hasta que tenga veintiuno—declaró Marion entre dientes.
—Veinticuatro—dijeron Chris y Joy al mismo tiempo.
—Dios santo—murmuró Samuel rodando los ojos—. ¿Van a volar ese vagón o qué?
Rita asintió, antes de bajar la carga al mismo tiempo que una bala intentó pasar a través del bloque de C-4, provocando que ella soltase un respingo y Nivans gritase sobre varios insurgentes formándose a sus costados. Un cohete pasó por encima de ellos, logrando una explosión a espaldas de Joy que sintió un silbido importante en sus oídos. Chris la ayudó a ponerse de pie, ladrando ordenes a sus hombres para un contraataque. Finn y Rita se pusieron a trabajar de manera instantánea, confiando en que sus compañeros los cubrirían de manera eficiente y los mantendrían a salvo para colocar las cargas de manera correcta. Fiona, Samuel y Piers se encargaron de los francotiradores en los lados opuestos, mientras que Joy y Chris se abrían paso entre los enemigos. Marion y Emma lanzaron humo rojo para un ataque sorpresa que desestabilizó a un par de insurgentes, sus cuerpos pulverizándose justo de la manera que Nora Sera les había dicho.
—¡¿Qué hay de esas malditas cargas?!—exclamó Andy Walker, otro soldado del equipo de Chris.
—¡Falta poco!—gritó Finn intentando de no perder la compostura.
—Lo estás haciendo muy bien, novato—dijo Rita a su lado, colocando los cables—. Tú no te distraigas.
—¡Eliminen a cada una de esas BOWs!—gritó Joy por encima del fuego cruzado.
Joy pateó a un insurgente que intentó lanzarle una rebanada con su machete y logró hacer una llave que lo derribó en segundos antes de plantarle una bala en su cabeza. Gruñó cuando otro golpeó su pierna, pero la rubia logró darle un culatazo con su rifle para luego disparar. Kiya soltó un grito de guerra al tiempo que disparaba hacia los J'avos restantes y Finn le levantó el pulgar a Rita, indicándole que sus cargas ya estaban puestas.
—¡PONGANSE A CUBIERTO!
Ambos equipos se pusieron a cubierto, esperando a que Rita se pusiese lo suficientemente lejos para soltar una risita y apretar el gatillo. Un estruendo se escuchó, el cual dio la señal de que el vagón se encontraba a un costado, balanceándose de manera muy inestable y eso dio pie a que los catorce soldados se moviesen rápidamente para pasar hacia el otro lado antes de que se desplomase la gran estructura otra vez. Chris y Joy fueron los últimos en pasar, rodando a un lado hasta que el estruendo se escuchó detrás de ellos. Rita soltó un grito de astucia y levantó un dedo medio al vagón.
—¡Toma eso, hojalata!
—¿Pasamos de ser el equipo Omega al equipo dinamita?—preguntó Samuel.
—La capitana Williams diría equipo Alfa—murmuró Fiona a su lado.
—El equipo Alfa es mi equipo—dijo Redfield poniéndose de pie para luego tenderle la mano a su esposa.
—Difiero de esa respuesta con absoluta violencia.
El cabo Airhart rodó los ojos—Aquí vamos otra vez...
—Mi equipo se formó mucho antes que el tuyo, cielo—prosiguió Joy recargando su rifle con gracia—. Mis polluelos están activos desde el 2006 y tienen sus archivos completamente limpios.
—Bajaron de nivel cuando dejaste el mando en 2007—sentenció Chris enfrentando a la mirada poco amigable de su mujer—. Kiya casi mata a su equipo por una bomba antitanque, Marion casi muere colgado en una misión de rescate, Sam hackeó los servidores de la Alianza buscando borrar lo que hizo Kiya, Emma le puso ácido lisérgico² a Rita en un experimento con Nora y Rita...—miró a la muchacha de cabellos negros—. Rita casi le rompe la nariz al comandante Waylon durante su mando con ellos. Fiona no ha hecho nada aún, así que cuídate.
Joy se quedó en silencio antes de mirar a su equipo, quienes soltaron un respingo al ver el aura negra invisible que parecía emanar de la figura de su capitana. Sí, de hecho, ellos habían metido la pata desde que su capitana dejó el equipo bajo otro comandante — pero eso no significaba que eran un mal equipo. Todos sonrieron de manera inocente, buscando el lado blando de la rubia y ella volvió su mirada a Chris, quien esbozaba una sonrisa socarrona y arrogante en su rostro.
—Puedo recordarte que Carl y Ben volcaron dos vehículos en pleno campo de batalla, Andy se reía por ese tipo de incompetencia—declaró Williams sonriente y señaló a Piers—. Y tu mano derecha tuvo su rifle trabado durante unos diez minutos hasta que Kiya lo ayudó a destrabarlo en Marhawa. Oh, por si no lo sabías, tu teniente, Piers Nivans, se acostó con mi teniente. ¿Así controlas a tu equipo?
Andy miró a Carl—Te lo dije.
—¡E-Eso no es cierto, capitán!—se excusó el muchacho evitando que sus mejillas se pusiesen de un color carmesí, Chris no estaba tan impresionado con ello.
Kiya palmeó el hombro de Fiona—Esa es mi chica.
Galloway se puso más roja que antes.
Joy decidió avanzar con su equipo, abriéndose paso en un puente donde varios insurgentes intentaron detenerlos, pero ella sabía muy bien que sus compañeros podrían llevar a cabo el trabajo. Los hombres de Chris se mantuvieron a la par sin problemas, siguiendo las ordenes de ambos capitanes. El gran tanque que destruyeron Finn y Rita fue lo siguiente que les permitió ingresar al centro de la ciudad de Edonia, donde se movieron de manera rápida por las calles esperando que el enemigo intentase hacer algún movimiento. Al avanzar, escucharon varios gritos y los dos capitanes se acercaron ante la voz estridente de una chica.
—¡Sherry Brikin!¡Seguridad Nacional!
Se toparon con una muchacha de al menos unos veintiséis años, con cabello rubio corto y piel pálida, vestida con ropa abrigada junto con equipo táctico. A su lado, descansaba un muchacho de veintiún años, algo pelirrojo y con expresión bastante lúgubre en sus facciones. Joy podía reconocer a la muchacha por el nombre, a pesar de haber visto pocas fotos de ella debido a Charlotte Harmon, pero logró conectar los puntos: aquella joven era una de las hijas adoptivas de Harmon y Kennedy. Chris tomó la identificación de la muchacha, mientras que su mujer sonreía de lado.
—Vaya, vaya—señaló ella ante la joven, quien se mostró algo confundida—. No me esperaba que Charlotte y Leon sean tan permisivos con dejar a una de sus hijas en el frente de una guerra.
Emma alzó una ceja—¿La conoce, capitana?
—Sherry Birkin, sobreviviente de Raccoon City—declaró Chris antes de devolverle su placa, miró a su esposa—. No sabía que ella también era hija adoptiva de los Kennedy.
—¿Cómo saben eso?—preguntó Sherry confundida.
—Claire...y un par de palabras de Harmon—respondió el capitán.
—Esperen...—el rostro de Birkin se llenó de realización al reconocerlos—. ¿Ustedes dos son Chris y Joy?—sonrió con alivio—. ¡Dios mío, Claire y Lottie me contaron muchas cosas de ustedes! Es un placer finalmente conocerlos—estrechó ambas manos de los capitanes—. Hmm...supongo que se preguntarán por qué estoy aquí...
—¿Tus padres saben que estás aquí?—le preguntó Joy.
—Huh, mi hermana lo sabe.
Piers miró de manera sospechosa al pelirrojo—Capitán, el muchacho parece ser un insurgente muy buscado.
—Sí, sí, es un mercenario...—se excusó Sherry intentando alivianar la situación—. Pero ahora está bajo la protección de la DSO y el gobierno. No es una amenaza para la BSAA.
—A menos que alguien me pague—murmuró el mercenario.
Sherry lo fulminó con la mirada al mismo tiempo que Piers daba un paso hacia adelante, siendo detenido por Joy. Chris miró fijamente al muchacho y este se apartó del auto, caminando dos pasos para poder enfrentarse a los dos capitanes.
—¿Qué?—preguntó el pelirrojo de manera defensiva.
—Nada—respondió Chris con aire suspicaz.
—Esto no es una competencia de quién tiene la erección más grande aquí, muchachos—declaró Joy rodando los ojos, su marido lanzándole una mirada escandalosa y varios del equipo intentaron sofocar carcajadas—. Tu misión es sacarlo de aquí, ¿verdad, Sherry?
—Sí, capitana—añadió Birkin sonriendo de manera nerviosa—. Lamento que mi protegido se comporte como un completo imbécil.
—¡Oye!
—Cállate—masculló la muchacha fulminándolo otra vez con su mirada.
Joy miró a Sherry con una sonrisa cálida—Veremos si un Osprey puede llevarlos de vuelta a América a salvo.
—O derribarnos entre las montañas—volvió a murmurar el mercenario y Sherry le enseñó el dedo medio.
Un estruendo los sacó de sus estribos y el distintivo sonido de la artillería en uso los hizo mirar al cielo.
—Central a equipos Alfa y Omega, los refuerzos no pueden aterrizar a causa de la artillería antiaérea. Elimínenla.
—Equipo Alfa, recibido—señaló Fiona.
—Tu eres del Omega, Galloway—le recriminó Piers.
—Y tú eres un niño llorón, Nivans.
Repentinamente, una bola gigante de tejidos, huesos y brazos aterrizó frente a ellos; revelando a un monstruo gigante que ellos se habían encontrado antes en el trayecto. Sherry soltó un respingo mientras que su compañero se ponía a su lado, observando a la BOW con los ojos bien abiertos. La bestia no tardó en soltar un rugido.
━━━━━━━━
sin editar
¹ Los hechos de la Academia Marhawa son canónicos y previos al arco de RE6, donde principalmente se introduce el Virus C, pueden encontrarlos en formato de manga llamado "Resident Evil: Marhawa Desire" - decidí no hacer un acto con eso pero preferí hacer una referencia a los hechos, ya que inciden en la historia.
² El ácido lisérgico significa la droga conocida como LSD.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro