Veía como Kenshi y Takeda entrenaban y sin dudarlo de mi boca salió un pequeña risa. Se ven tan lindos los dos.
Cuando terminaron de entrenar notaron mi presencia y se acercaron a mi.

-Mmm... Yo... _____... Quería... Saber... Si, querrías salir conmigo algún día? -Pregunto Takeda sonrojado y tartamudeando.

-¡Claro! -Dije animada, y Kenshi puso su brazo en el hombro de Takeda.

-Mi hijo tratando de ligar... Vaya. -Dijo soltando una carcajada. -Aprende de tu padre. -Dijo y se acercó a mi.

Kenshi me agarro de la cintura para despues sin previo aviso besarme, dios... Sus labios son... Ah.

-¿Quieres salir mañana conmigo _____? -Pregunto separándose de mi, yo estaba roja a un tono muy alto.

-Ah... ¿Es una broma? -El negó. -Cla... Claro... -Tartamudee, ¡claramente eso no era normal!, me era imposible no tartamudear.

Los dos se despidieron de mi, para después seguidamente Kenshi irse con Takeda a no sé donde.

Yo me quede ahí paralizada mientras procesa a todo lo que había sucedido hace ya unos momentos.

¡Kenshi me beso!

Me di un golpe, claramente no tan fuerte no me quiero matar, para después caminar hacia mi casa, esto había sido muy rápido.

...

Escuche que alguien toco mi puerta y rápidamente fui a abrir, cuando abrí vi que era Kenshi... Oh no.

Me maldije a mi misma por llevar la ropa más corta que tenia, estaba muerta de la vergüenza.

-H... Hola Kenshi. -Salude nerviosa, ¿Quién no lo estaría en esta situación?
-Vaya... Que atrevida ____. -Kenshi río, haciendo aye me sonrojara aun más. Madito...

-¿Qué querías? Estoy en mis casa... -Los labios de su acompañante la interrumpieron.

La chica correspondió al beso, mientras colocaba sus manos en el pecho de Kenshi, y este las suyas en las caderas de su chica.