El futuro siempre es incierto, nadie conoce con exactitud lo que te espera en el mañana, y esto mismo lo hace tan interesante. Aun así, pese a lo enigmático que resulte este tema, el gran maestro estaba seguro de un hecho de su porvenir. Su actual vida ya no sería igual.

Y esta conclusión que rondaba su cabeza no solo la pensaba por lo sucedido con Kitana horas antes, que indudablemente había marcado un punto de inflexión muy grande dentro de su persona. Sino que también al hablar con Raiden, tras haber visto desaparecer a la princesa y Takeda, recordó que una vez empezase aquella batalla con el infierno volvería a ver a su más grande discípula.

Frost aquella chiquilla de comportamiento testarudo y arrogante estaría cara a cara una vez más con él. Pero pese a su nefasta conducta y su traición, era en el fondo muy apreciada por Kuai Liang. Para el cryomancer era duro imaginar la situación donde tuviese que terminar con su vida.

Al concluir la conversación de Sub Zero y la deidad por medio de los comunicadores, el gran maestro concentró su vista en el paisaje helado del ártico, pensativo.

Cuando de forma inesperada para todos los presentes, el cielo se oscureció y el portal que tanto resguardaban se abrió, escuchándose un grito horripilante. El causante pronto se dejó ver al salir de la puerta que comunicaba ambos reinos acompañado de cientos de demonios.

Sindel responsable del horripilante grito apareció seguida de guerreros muy conocidos para el gran maestro. La combatiente de tez morena y traje casi idéntico al de la princesa, Jade. Su discípula Frost y para rematar aquel problema venia también Smoke.

—¡Tomen posiciones! —ordenó Kuai Liang a sus tropas al verlos. Los luchadores del infierno ni se inmutaron.

Los integrantes del Lin Kuei así lo hicieron. Formaron equipos y se distribuyeron por toda la zona rodeando a los retornados, similar a la ocasión cuando Cassie y su equipo tenían como objetivo capturar a Sub Zero.

Los demonios por su parte tampoco se quedaron quietos, en aquellos preciosos segundos donde el clan nacido en china tomaba sus lugares, ellos abrieron sus alas y se colocaron encima de sus enemigos, formando varios círculos.

—Pierde su tiempo maestro—comentó con burla la cryomancer —. Por cierto donde está su querida princesa ¿Le ha abandonado?

Kuai Liang no respondió a la mofa de su discípula. Estaba demasiado concentrado buscando alguna solución temporal hasta que regresaran Takeda y Kitana.

—Última oportunidad para capitular, Sub Zero —repitió la mujer de poderes helados, al darse cuenta que su insulto anterior no tuvo efecto.

Una vez más Kuai Liang no dijo ninguna palabra, y este acto fue suficiente para que el combate entre los representantes de ambos reinos comenzara. Frost se lanzó contra su antiguo maestro, el cual de inmediato tomó una posición defensiva. Los demonios al mismo tiempo descendieron en picada contra las tropas.

La cryomancer intentó burlar la guardia de su antiguo mentor con golpes ubicados a distintas partes del cuerpo, mas no funcionó. Jade y Sindel no tardaron en unirse al ataque de la otra mujer. Smoke por otra parte tenía otras intenciones, así que utilizando sus habilidades desapareció sin dejar rastro.

Mientras tanto Takeda y Kitana se dirigían al portal. Era evidente que la invasión los había pillado en la peor situación posible, ahora su prioridad era regresar cuanto antes junto a Sub Zero y frenar a las tropas del infierno.

A falta de unos minutos para llegar a su destino, un peculiar evento capto la atención del guerrero entrenado por el clan Shirai Ryu.

—Princesa, tenemos más problemas —dijo apuntando con uno de sus dedos a un sitio en específico.

La aludida dirigió su atención al lugar señalado, dando con lo que el joven quería mostrarle. Sus ojos azules vieron a un individuo que avanzaba a alta velocidad por la nieve, la edeniana descubrió de quien se trataba al momento. «¿Smoke? ¿A dónde se dirige?» pensó.

—No puedo dejar que escape —anunció la mujer desenfundando sus letales y característicos abanicos —. Takeda reúnete con Sub Zero y expulsen a los otros invasores.

—Entendido —respondió su acompañante, tomando cada uno caminos separados.

En los otros puestos de vigilancia los problemas también habían comenzado. Este suceso destrozaba al completo la estrategia trazada por los defensores. Ellos esperaban un ataque conjunto en un solo punto, pero en su lugar tenían diversas ofensivas por los distintos portales.

Omitiendo la situación del ártico, el primer encuentro entre ambos reinos se desarrolló en la ubicación de Raiden y el grupo de Shirai Ryu. Del portal que vigilaban salieron otro grupo de bestias junto a Scorpion.

Al ver la deidad al guerrero que en un pasado fue Hanzo Hasashi trasformado en retornado. Recordó el momento donde tuvo que abandonarlo en el Netherrealm a su suerte.

La siguiente puerta en abrirse fue la ubicada en el Alamein. Cassie Cage, su padre Johnny y Kung Jin tenían un duelo contra Kenshi, Liu Kang y Kung Lao.

En aquel sitio los tres atacantes intentaron ir tras el mayor de los Cages al llegar. Por suerte los otros dos presentes intervinieron. El motivo era que el actor al verlos aparecer no perdió ni un segundo para lanzarle a cada individuo uno de sus chistes malos. Al emperador lo llamó de manera divertida "Lulu" a Kenshi lo molestó con su ceguera y a Lao le dijo "Liu Kang de bolsillo" El trió entró en cólera e intentaron matarlo al momento.

Por último el puerto de Narvik también sufrió un asalto. Striker, Kabal y Nightwolf iniciaron un combate con Sonya, Jax y Jaqui. Padre e hija detenían al chaman que presentaba la mayor amenaza, mientras Sonya se ocupaba por si sola del par de ex policías.

De los cuatro sitios que estaban en conflicto, el ártico resultaba ser el lugar donde peor lo estaban pasando los guerreros de la tierra.

Sub Zero soportó durante un tiempo el ataque combinado de Jade, Frost y Sindel, no obstante estaba seguro que no aguantaría mucho más. Aun con tácticas bastante desarrolladas y habilidades únicas, la desventaja de luchar tres a uno contra guerreras tan experimentadas terminaría por superarle.

Como esperaba el cryomancer su guardia se quebró. La madre y amiga de Kitana consiguieron impactar al unisonó una potente patada en el estómago del hombre, cayendo al suelo, adolorido.

—Una defensa extraordinaria, maestro —admitió con cierta burla su discípula, acercándose —. Pero insuficiente contra nosotras.

Debajo de la máscara de Frost una sonrisa siniestra se formaba, y al mismo tiempo en sus manos una filosa daga de hielo se creaba. Jade y Sindel conscientes de sus intenciones se ubicaron detrás de Sub Zero, sujetándolo cada una de un brazo, levantándolo entre forcejeos, al menos lo suficiente para que la tercera mujer tuviese oportunidad de llevar acabo su cometido.

Kuai Liang consiente de lo ineficaz de su movimiento se detuvo, manteniendo en todo momento la mirada en el suelo. No quería observar la satisfacción de su discípula al acertar el golpe final.

Varios de sus guerreros intentaron ir en su ayuda, sin embargo los demonios siempre conseguían bloquearles el paso.

—Me despido de usted gran maestro. Prometo regresarle al Lin Kuei su gloria y...

La joven no terminó de hablar ya que de improviso una presión invadió sus piernas. Al bajar la mirada se topó con la imagen de que sus dos tobillos estaban rodeados por un par de látigos, los cuales fueron halados al instante, siendo ella derribada.

—Estuvo cerca —mencionó aliviado el responsable.

—¡Maldita seas Shirai Ryu! —dijo Frost al descubrir de quien se trataba.

Ambas luchadoras de origen edeniano colocaron su atención por un mínimo de tiempo en tal acontecimiento, dándole a Sub Zero una oportunidad que no desaprovechó. Derribó a las dos mujeres, reincorporándose, tomando su postura de combate una vez más. El individuo que le había ayudado se unió a él:

—Una intervención oportuna Takahashi Takeda —alabó el cryomancer.

—Gracias gran maestro —dijo—. Lamento la tardanza, pero encontramos a otro de sus guerreros andando no muy lejos de aquí. La princesa decidió detenerse y confrontarlo.

Kuai Liang escuchó lo sucedido y asintió, mientras sus rivales volvían a tomar sus respectivas guardias. El hombre no necesitaba teorizar mucho para saber de quien se trataba. Había visto a su amigo Tomas salir del portal, sin embargo ya no estaba ahí.

A mitad de la nada. La mujer aludida por el joven guerrero mantenía su atención enfocada en su rival, que efectivamente resultó ser el antiguo integrante del Lin Kuei. La edeniana tras separarse de Takeda persiguió a Smoke, logrando detenerlo con un preciso ataque de sus abanicos. Ahora tenía la atención del enenra.

—Este combate es innecesario Tomas —La princesa se acercó a él, buscando disuadirlo —. Kuai y yo podemos ayudarte.

No obstante sus palabras tuvieron poco efecto en el ahora retornado. El que fuera una vez el amigo más cercano del gran maestro desapareció en una nube de humo, ubicándose detrás de la princesa, derribándola con una patada.

El mensaje fue claro para ella, el duelo entre ambos era inevitable. Kitana se reincorporó, en tanto tomaba entre sus manos sus letales armas. Smoke por su parte se colocó en guardia.

El combate dio inicio en cuestión de un parpadeo. La mujer se lanzó al ataque llevando acabo un intercambio de golpes rápidos con su oponente. Smoke en cierto punto encontró una pequeña abertura e intentó utilizarla con su habilidad de invisibilidad, pero esta vez no funcionó.

La edeniana demostrando sus capacidades respondió con su característico movimiento de tormenta real, creando a su alrededor un pequeño tornado que absorbió al ninja y lo envió al suelo momentos después.

El conflicto pronto se alargó, aproximándose a un desesperante punto muerto. Ambos eran guerreros muy hábiles, cualquier ataque que conseguían acertar alguno de los dos era al instante devuelto.

La princesa buscaba con impaciencia alguna forma de mover la balanza a su favor. Sin saber que una gran ventaja estaba a punto de aparecer.

De forma inesperada una gran oleada de dragones de hielo se divisó a lo lejos. La imagen fue tan espectacular que incluso detuvo el combate. De aquella gran cantidad de creaturas que surcaban los cielos, una de ellas descendió al estar encima de ambos. Kitana quedó sumergida en la impresión total cuando vio con detalle al animal.

La hija de Sindel sabía que no podía estar equivocada. Aquel dragón de hielo era el mismo que había custodiado y ofrecido sus servicios para trasportar al malherido Kuia Liang cuando estuvieron en las montañas.

La creatura ajena a los pensamientos de la mujer, encaró a Smoke, rugiéndole con furia. El aludido recuperó su postura y se dispuso a responder a la agresión.

Mientras tanto en la puerta que comunicaba los dos mundos, la situación era crítica. Los guerreros del clan Lin Kuei luchaban con coraje y hasta su último aliento, a pesar de ello los demonios los superaban en un número alarmante. La posibilidad de una derrota aplastante pronto se hizo posible.

Para su fortuna los dragones llegaron hasta ese lugar, dando una chispa de esperanza. Sub Zero, el cual mantenía una lucha casi encarnizada contra Sindel, decidió que era momento de cambiar de estrategia. Aprovechando el apoyo que brindó la aparición de los animales, el gran maestro consiguió despistar a su rival, reuniéndose con Takeda.

El joven que desde su llegada tuvo que enfrentar a Jade y Frost, encomienda que no fue para nada fácil. Consiguió unos preciosos segundos de tranquilidad con este hecho.

—¿Gran Maestro? —cuestionó sorprendido al verlo.

—Las tropas del infierno poseen la ventaja, debemos retroceder y reagruparnos. Avisa a los sobrevivientes —Le indicó el hombre —. Volveremos a enfrentarnos con ellos en el templo.

El joven asintió, distribuyendo al instante las indicaciones del líder del clan entre los demás. El hogar del Lin Kuei representaría el lugar de la última batalla.

Nota de autor: El siguiente capitulo sera el ultimo.