Capítulo 2: Netherrealm.
Siendo guiados por el dios del trueno y Hanzo, este último con mucha experiencia en el lugar, avanzaron por el Netherrealm durante un largo lapso de tiempo.
Cada paso que los defensores de la tierra daban los acercaba más a su encuentro final. El lugar parecía estar más caliente de lo habitual; la piedra volcánica debajo de sus pies resultaba molesta, en especial a Sub Zero, quien prefería por obvias razones luchar en lugares gélidos o similares. Sin embargo estaba entrenado para luchar en situaciones inhumanas, algo de calor no podría con él.
Después de una larga andanza llegaron al campo de batalla. Todo se definiría en un puente hecho del mismo tipo de piedra de fuego, en el cual transitaba lava por la parte inferior.
Los soldados de las fuerzas especiales acompañados de los ninjas de ambos clanes, tomaron posiciones detrás de una serie de rocas colocadas a unos cuantos metros del cruce.
En cambio los guerreros pasaron hacia el otro lado, adoptando también el sigilo en espera de sus rivales.
El sonido de las pisadas de distintos caballos puso en extrema alerta a todos los aliados de Raiden, incluido el mismo. El dios del trueno detrás de una estructura de roca acompañado de Scorpion y Kenshi, se asomó con discreción, descubriendo a los responsables.
Liu Kang y sus aliados se acercaban montados en unas bestias calcinadas. Más de uno quiso atacar nada más los vio, pero la orden era clara. Raiden marcaría el momento de inicio.
Los retornados estaban cada vez más cerca. Unos segundos más y los tendrían encima, pero la deidad seguía sin dar la orden. La mayoría de los soldados comenzaban a desesperarse, la templanza de acero cedía en ellos.
Finalmente Raiden actuó. La señal fue dada; Iniciando el plan.
Sub Zero fue el primero en aparecer. Utilizando sus habilidades como cryomancer congeló todo el suelo, provocando que las bestias resbalasen, y todos los jinetes sin excepción cayesen.
De inmediato se le unieron sus compañeros. Distintos duelos de uno contra uno se formaron defendiendo cada uno sus intereses, mientras que los soldados y ninjas iniciaban una defensa férrea contra varios demonios voladores que empezaban a hacerse presentes.
—¡Ven aquí! —Con su clásico grito Hanzo atrajo al emperador con su arpón antes de que este se recuperase de la caída.
Kitana intentó ir en su ayuda, pero el espadachín ciego Kenshi se interpuso.
—¡Quítate de mi camino estorbo! —Le gritó con furia la retornada.
—Temo que no puedo hacerlo —contestó desenvainando su sable.
La edeniana respondió desenfundando sus letales abanicos, dispuesta a enfrentarlo.
A la par otros duelos se llevaban a cabo:
—Siempre fuiste una deshonra para los Shaolin —dijo Kung Lao a su primo Kung Jin.
—Supongo que eso dolería, sino me lo dijeses cuando estas como aliado del infierno.
Ambos guerreros del loto blanco se colocaron en posición de pelea, iniciando otro duelo.
Sub Zero por otra parte al lograr su acometida se dispuso a ayudar a Raiden y Scorpion, los cuales tenían apresado a Liu Kang, pero en el trayecto fue golpeado por una onda de aire, cayendo al suelo.
—Ibas a algún lado Tundra —Escuchó una voz burlona al lado suyo.
—Smoke —pronunció sorprendido el líder de los Lin Kuei.
—Smoke está muerto —Se colocó en posición defensiva —Yo soy Enenra.
Kuai Liang ignoró las últimas palabras del antiguo integrante del Lin Kuei, se reincorporó con rapidez, tomando también su posición de pelea.
La mirada del ninja de hielo se encontró con la de su antiguo mejor amigo, iniciando así el combate. Smoke fue el primero en atacar, dirigió un puñetazo al rostro del gran maestro, esquivándolo este a centímetros de impactar, contratacando con una patada a la costilla derecha de su adversario.
Varios puñetazos de Sub Zero intentaron seguir aquel primer golpe, sin embargo el otro ninja demostraba su habilidad en combate, se cubría con ambos antebrazos, respondiendo cada vez que tenía oportunidad.
Queriendo poner fin a la incesante presión del gran maestro, Smoke usó su habilidad de tele trasporte, desapareciendo en una corriente de humo, ubicándose detrás de Sub Zero. Pese a ello Kuai Liang no se vio sorprendido, agachó oportunamente la cabeza, evitando una precisa patada del ninja de humo, aprovechando aquel momento para dejar en su lugar una réplica suya de hielo, que congeló en el acto a su rival.
Recuperando su postura, el cryomancer mantuvo su atención en el gran hielo donde se hallaba inmovilizado Smoke, expuesto a cualquier tipo de ataque. Podía acabarlo cómo su adversario lo haría si tuviese la oportunidad. Pero Kuai Liang sabía que era mejor que eso.
Decidido, lanzó una potente patada a la cabeza del ninja de humo, rompiendo el hielo, cayendo el antiguo guerrero del Lin Kuei inconsciente al suelo.
—Algún día te liberaré —murmuró dándole la espalda.
Sub Zero había conseguido derrotar a su oponente, pero las cosas estaban todavía muy lejos de acabar. A excepción de él y Raiden, todos mantenían algún duelo contra las fuerzas lideradas por Liu Kang.
Sonya Blade y Johnny Cage se enfrentaban a Striker y Kabal, Jax detenía lo más que podía a Sindel, Cassie luchaba contra Jade, y por ultimo Scorpion sostenía a duras penas al emperador, mientras el dios del trueno preparaba el disparo de magia oscura.
Entre tanto, Takeda movía sus muñecas a un ritmo constante dándole infinidad de vueltas a sus dos preciosos látigos. Jacqui a un costado de él observaba el portal en espera de alguna anomalía, distrayéndose en ciertos momentos para mirar al aprendiz de Scorpion.
—Parece que Raiden se equivocaba —Rompió el silencio el hijo de Kenshi —Nadie ha salido de aquí, y tampoco saldrá.
—Quizá tengas razón —apoyó la chica de tez morena.
Como si hubiesen sido escuchados, el portal comenzó a agitarse, apareciendo la figura de un individuo. Ambos chicos se colocaron a la defensiva hasta que descubrieron al ser.
Portando su característica hacha, Nightwolf se acercaba peligrosamente a ellos, dispuesto a entablar combate.
—Que decías —dijo molesta Jaqui.
—Tenía que abrir mi bocota —murmuró para sí mismo Takeda.
El antiguo guerrero del Shirai Ryu buscando regresar lo antes posible al retornado, fue dominado por su poca experiencia en situaciones tan comprometidas, provocando que se lanzase al ataque solo.
Nightwolf sin problemas esquivó los primeros ataques del joven, contratacando con fiereza. Lo golpeó repetidas veces en el rostro estrellándolo contra el suelo, por suerte su arremetida fue cortada por la hija de Jax, quien le impactó un potente puñetazo por la espalda.
—¿Estas bien? —preguntó la chica ayudándolo a reincorporarse.
Takeda asintió a la pregunta, desenfundando sus armas dispuesto a comenzar el segundo asalto.
Dentro del Netherrealm la situación seguía en la cuerda floja para el grupo de asalto de Raiden. Para el momento que Smoke fue derrotado, los soldados de las fuerzas especiales habían sido reducidos a tan solo ocho, mientras que los Shirai y Lin Kuie solo sobrevivían siete del primero y nueve del segundo.
Entre las peleas que seguían disputándose, la de Cassie se había trasladado de sitio. Ahora tanto ella como la edeniana corrompida estaban encima del puente que dividía ambas zonas. Jade se vio obligada a mantenerse a la defensiva debido al ataque intensivo que la hija de Sonya provocaba con disparos de sus pistolas semiautomáticas.
La rubia mostró un gesto de preocupación combinado con desagrado al darse cuenta de los pocos cartuchos que tenía a su disposición. Su rival pareció notar lo ocurrido, ya que comenzó acercarse, desviando las balas con su bojutsu.
Cuando los últimos proyectiles abandonaron la recamara del arma, Cassie se deshizo de sus preciosas pistolas tirándolas a un lado. Corrió contra la amiga de Kitana, barriéndose al estar a unos cuantos centímetros.
Jade en un hábil movimiento saltó a la hija de Cage quedando ambas en lados opuestos. La morena al tocar tierra firme no perdió ni un segundo, impulsándose con su bastón se acercó una vez más, consiguiendo un intercambio de golpes, que terminó con Cassie en el suelo a centímetro del precipicio.
—Mierda, esto no se ve bien —susurró la aliada de Raiden, levantándose en el acto.
Lejos de ahí, Sub Zero retomaba su plan inicial de ayudar a Raiden, pero su idea se vio otra vez afectada al cruzar por sus oídos un grito desgarrador, que lo obligó a centrar toda su atención en el lugar de donde provenía.
La escena que sus ojos presenciaron era solo describible como aterradora. El espadachín ciego Kenshi estaba de rodillas en el duro y caliente suelo, encima de un charco gigantesco de sangre con ambas manos mutiladas. El líder de los Lin Kuie intentó ir en su ayuda, sin embargo su destino ya había sido sentenciado.
Kitana sin piedad incrustó sus afiladísimos abanicos en él, uno de ellos en la frente y el segundo en el estómago. Kenshi soltó un gritó de agonía, callando cuando ambas armas se abrieron, provocándole dos cortes que terminaron con su vida.
—Sub Zero —dijo la princesa de Edenia al ver llegar a su nuevo atacante, con una voz distorsionada por los efecto de la magia negra de Quan Chi —¿Planeas golpearme?
—No desearía hacerlo—aseveró el ninja colocándose en posición de pelea.
—Entonces perecerás.
La Kunoichi recuperó sus armas de los restos del valiente guerrero, escurriendo de ambas una gran cantidad de sangre.
Ella aventó los dos abanicos en direcciones diferentes pretendiendo confundir a su contrincante, Sub Zero evitando el doble ataque levantó un muro de hielo en su parte izquierda, centrándose en el segundo abanico y en la misma Kitana.
La princesa al tener al alcance al cryomancer arremetió con decenas de patadas por todo el cuerpo, no obstante ninguna surtió efecto, el ninja gélido se defendía con la suficiente destreza para evitar cualquier golpe, consiguiendo responder con un ataque a la rodilla de la princesa, quien se dobló ligeramente por el dolor.
Tal momento fue muy bien utilizado por Sub Zero, congeló el segundo abanico que estaba por llegar a él, cayendo este mismo al suelo, al lado de su dueña.
Kitana aun así estaba lejos de ceder, haciendo una media pirueta para atrás se reincorporó, tomando en el proceso su abanico, dispuesta a reanudar su contienda.
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