23.- "La Boda"
Actualización doble 2/2
Algunos artistas o famosos mencionados en este capítulo no me pertenecen y no son imaginarios, su participación, personalidad y aparición sí lo son.
Otros que quizá no conocerán, son imaginarios.
En el vídeo de la multimedia, es una referencia a la mera voz de Anthony Walker, solo la voz y la canción :). Amo a Tony, yo me quería casar con él.
Sam Walker
—Camuflaje, ahora.
Obedecí a Keith, y nos coloqué dos gorras negras, el condujo entre la prensa que no iba a dudar en tomar fotos de los autos con invitados que iban llegando, así que decidimos camuflajearnos para no ser reconocidos.
En una pequeña taquilla, el peliblanco mostró la invitación para dos personas que le entregué, nos dejaron pasar rápidamente, no sin antes subirnos un poco las gorras para que pudiesen identificarnos.
—Bien, Pelusa, listo para brillar, si me avergüenzas voy a regresarte al auto —indicó Keith, cuando finalmente pudo estacionarse junto con otros.
—No le hagas caso —acaricié al hámster que estaba en mi regazo—, seguramente él va a usar el tenedor cómo cuchara.
—Están conspirando en mi contra y me siento traicionado.
Reí. —Hay que bajar.
Salimos del auto al mismo tiempo, la boda se estaba realizando en un espacio abierto, con mucho césped y decoraciones hermosas.
Había muchas personas, personas que jamás creí ver, músicos, actrices, cantantes, bandas, gente del medio del espectáculo.
Era algo increíble ver a tantos aquí.
Y a todo esto, ¿dónde estaba mi familia?
Caminé con Donson hacia la ceremonia, que afortunadamente ya estaban puestas las mesas, y aunque no íbamos a comer aquí, así podríamos estar más cerca de los demás.
Pelusa estaba en mi hombro, y cuando nos acercamos para ver a las personas ya sea de pie o sentadas, mi vista fue directo a una de las mesas, ya que eran pequeñas, una por cada familia, o por cada invitación, es decir, que habría una mesa solo para Keith y yo.
—¡Sammy! —dijo una mujer.
Acacia se levantó de su lugar, la mujer de vestido dorado, estaba rodeada de tres hombres a sus costados.
Sabía que ella preferiría traer a todos sus familiares, por lo que Tony le había dado invitación para traer a tres personas.
Así que, al lado de Acacia estaba su pareja, y del otro lado, sus padres, según lo que me contó.
—¡Qué bueno que llegan! —dijo feliz—, Tony me dijo que te recibiera, no quería que los encargados te llevaran a tu lugar porque son un poco... Mandones.
Sonreí. —Muchas gracias. Él es Keith, es mi... Amigo. Y él es Pelusa.
Miró a ambos, primero a Keith, luego a Pelusa en mi hombro, lograron saludarse tranquilamente, y la mujer acarició al hámster.
—Mmh, Keith —Acacia elevó una ceja—, ¿nos conocemos de algún lado?
Sospechosamente, Donson pasó saliva pesadamente. —No que yo recuerde.
Ella dió esa expresión de curiosidad, pero pudo cambiarla a una más normal.
—A mis padres les gustará verte —dijo—, por cierto, ellos son mis padres, Brent y Myles.
Se hizo a un lado para que pudiéramos verlos.
Había un hombre moreno, con una expresión que, mmh, bueno, un poco intimidante hacia los demás.
—¿Crees que si no nos movemos nos vea? —susurró Donson al lado de mi.
Le di un codazo. —Shh.
Después estaba un rubio a su lado, y a comparación del anterior, él sería sonriente, y se veía que le gustaba hablar con él otro hombre.
—¡Y, él es mi novio, Sunan! Si lo ven una próxima vez, les aviso que ama teñirse el cabello, probable no lo reconocerán.
Ahí, señaló a un chico con rasgos tailandeses, lo sabía porque, Tabatha es buena influenciando sus series.
Él nos miró y sonrió en saludo. Después, Acacia nos guió a nuestra mesa, en verdad solo seríamos Keith, Pelusa y yo.
Si tan solo Pelusa no hubiera sido raptado por Acacia.
Keith no era muy tranquilo respecto a dejar al hámster con otras personas, pero cuando nos sentamos en la mesa y le pregunté, me dijo confiado que, su intuición le decía que no iban a tratarlo mal.
Parece que Pelusa es bueno haciendo amigos.
—¿Ya conocías a Acacia?
Negó rápido. —Jamás la había visto.
No eres bueno mintiendo.
A todo esto, ¿dónde estaban los demás?
Comencé a mirar a las personas, era increíble estar rodeado de famosos, pero mi especial atención fueron a las mesas donde localicé a mis conocidos.
Izan y Landon también estaban aquí, charlando en una mesa para ellos.
En otra mesa cercana a una vacía, estaban nuestros abuelos, Alyssa y Edward Silverman, y en la misma mesa estaba Erika Walker, al lado del abuelo de Anthony, Jonathan.
Incluso el caballo de Tony estaba presente.
Si iba a saludar a los primeros tres, pero eso después.
Ya había visto a otros a lo lejos, como a Izan y Landon en una mesa. A Jean y Kayla en otra, que aunque ellos no son pareja, quisieron venir juntos, los dos estaban solteros, Jean por divorcio, y Kayla porque no necesita una relación.
También pude ver a Dimitry y Tristán, así como a quiénes parecían ser los familiares de Eliot.
Y cómo era de esperarse, Daniel y Bruno Walker estaban en la mesa de postres, haciendo acto de vandalismo.
Seguí viendo a varios lados, me había mentalizado que tenía que mantener la calma sabiendo que iba a haber muchos invitados importantes, pero, al parecer olvidé mencionárselo a Keith, ya que no dejaba de decirme por lo bajo, a todos los artistas que estaban presentes.
—¿Por qué Ed Sheeran se está robando el centro de mesa? —susurró.
—Mejor pregúntale a los chicos de Maroon 5 por qué vienen vestidos iguales —seguí su juego.
—¿Y dónde están ellos?
—Lo mismo quisiera saber, conejito —expliqué—, deben estar saludando a alguien.
—Pues tienen muchos por delante, solo mira, está Ed Sheeran, Maroon 5, un integrante de Ac/Dc, incluso cantantes latinos, franceses, asiáticos, hay de todo.
—Y no pudo traer a Henry Cavill, egoísta —susurré.
—Pero mira, también está Einar Duen, y más bandas y... Sam —palmeó mi hombro, en un gritito ahogado— Sam, Sam, ¡Sam!
—Mande.
Señaló a una de las muchas mesas, esta tenía a seis hombres riendo y charlando, volteé a ver a Keith, él estaba estático.
—Son ellos -dijo ilusionado— ¡Sammy, son ellos, Stick Figure! ¡Necesito un autógrafo, lo necesito Samuel Walker!
Hice el mismo grito ahogado. ¿En qué momento mi hermano los invitó?
Volteé a ver a mi peliblanco, tenía una sonrisa enorme, una emoción en su rostro inexplicable, se veía que se estaba muriendo por ir con ellos.
Lo quiero proteger de todos, en verdad quiero cuidarlo.
Lamentablemente, sabía que no podíamos hacer un escándalo, por más que quisiera ver a Keith alegrarse a los cuatro vientos, no podía, no ahora.
—¿Y si esperamos a que la ceremonia pase? —sugerí—, sé que estás emocionado, pero hay que esperar un poco.
Asintió. —Esperaré lo necesario.
Dejé mi cabeza en su hombro, y él por igual dejó la suya pegada a la mía, muchos creerían que ir con una sola persona a una fiesta y ser la única persona que conoce, sería aburrido, sería estar toda la fiesta pendiente de que no se quede en solitario.
Muchas veces creí eso cuando Eddy o Izan me llevaban a una de sus fiestas, ya que ellos tenían más amigos y no podía despegarme, a menos claro que me atreviera a coquetear con alguna persona por la temporada de necesidad sexual, pero fuera de esas escasas ocasiones, sabía lo que era no poder divertirse con todos por preocupación a que la otra persona no se divirtiera.
Sin embargo hoy, o al menos ahora, las cosas eran diferentes, no quería alejarme de Keith, y no por miedo a que estuviera solo, era porque simplemente no me molestaba estar solo con él.
Hace mucho me negaba a creerlo, y ahora me sentía orgulloso de decir que sí, Keith y yo teníamos mucha química, teníamos una forma de entendernos que nadie más tendría.
Me había costado mucho tiempo de charlas y momentos únicos, que fue ahí cuando comprendí lo que tanto me costaba, comprendí el hecho de conectar tanto con una persona hasta el punto de entenderse cosas que otros no podrían.
Nunca me aburría de estar con él, porque me hacía reír, porque todos los días lo quería cada vez más, porque él me entendía y jamás se atrevió a burlarse de lo que yo sentía.
Entregarse Dahlias color vino en cada aniversario era algo que solo Frank y Ayden comprendían, así como su afán de siempre cuidar juntos el jardín en su casa.
Anthony y Eliot eran los únicos que sabían por qué en su habitación habían dejado huella de sus manos, o por qué Tony conservaba una guitarra vieja que tenía un pincel pintado.
Incluso solo Izan y Landon entenderían lo que es "el entrenador no juega".
Las canchas de soccer, la comida italiana, correr al estacionamiento en la noche, o el simple hecho de poner música de Stick Figure cuando nos sentimos mal, eran cosas que solo Keith y yo comprenderíamos.
Era una tranquilidad enorme el saber que eso jamás podría igualarse con otra persona.
Yo no merezco a Donson.
Pero, aún así es mío, punto para Sam.
Y además de todo eso, Keith merece mucha felicidad, él tenía mucho qué afrontar, y yo quería que él pudiera ser feliz de nuevo, que su vida ya no dependiera de las drogas.
Voy a cuidarte, Keith.
—Voy a saludar a mi familia, ¿vienes? —pregunté.
—Te espero aquí, voy a presenciar al talento —sus ojos fueron directo a Stick Figure.
Si él iba a estar alegre ahora que puede, entonces no iba a quitarle esa alegría, ya después todos lo conocerían.
Me levanté de mi lugar, fui a saludar a mis abuelos únicamente, los cuáles me habían dicho que ya habían notado al ojiazul.
No les negué nada, porque no tenía nada qué negar. Él no era mi novio, Keith y yo solo éramos dos chicos que se gustaban mucho, así que no era como que podía mentir les acerca de que éramos algo.
No somos nada, en realidad.
Después de eso, me encontré con Daniel y Bruno, ya habían tirado sus bebidas encima.
Así pude saludar a otros como Jean y Kayla, ya sabía que ella iba a hacerme muchas preguntas cuando me acerqué a la mesa.
—Nombre, edad, lugar de procedencia, carrera y a qué se dedica —preguntó sonriente.
—Acosadora —espetó Jean.
Reí. —Keith Donson, veintidós años, Italia, jugador profesional de soccer y me parece que hace reseñas sobre cualquier cosa en internet.
—¿Te trata bien? —inquirió—, ¿cómo se lleva con tus amigos?
No entendía el por qué, pero Kayla siempre preguntaba acerca de las personas con las que salíamos cuando sospechaba, en especial a Eddy, siempre quería saber de ellos con detalle, como si tuviera miedo.
—Tranquila, Keith me trata muy bien, más de lo que debería, se lleva bien con mis amigos pero, casi no convive con la gente. ¿Dónde está Gal?
—Dijo que llegaría después con alguien, espero no se tarden.
—¿Y mis padres?, Más importante, ¿Y los novios?
—Mmh, creo que Eliot ya viene, creo que tus padres aún no llegan y Tony y Eliot estaban arreglando algunas cosas por separado. Por cierto, no le digas a nadie pero voy a ver si algún famoso decide conocerme, ¡No pienso morir antes de salir en la tele con alguno de ellos!
—Loca —añadió el rubio de al lado.
—Envidioso —finalizó Kay.
Y tal cómo lo dijo, en unos minutos las personas aplaudieron a la llegada de uno de ellos, Eliot había aparecido con su bonito traje, se veía muy feliz, chiquito y feliz.
Claro que él ya estaba acostumbrado a estar entre personas importantes, incluso él hablaba con algunos famosos.
Y yo no sabía nada de mi familia aún.
Charlé un poco con ellos, luego con Izan y Landon, preguntando a qué hora iba a llegar Eddy.
En vista del éxito no obtenido, volví con Keith, no sin antes pasar por Pelusa con la familia de Acacia, se notaba que, pese a la exprés del moreno de querer aniquilar todo lo que vea, parecía desde lejos, que era muy débil con los animales.
Keith y yo comenzamos a bromear en la espera de la ceremonia, era sorprendete que con todo podíamos sacar algo gracioso qué, en especial él.
—¡Al fin hicieron acto de presencia! —la mesa cercana a nosotros que era la de Bruno y Daniel, aplaudieron a la entrada.
Volteamos por igual, pues Ayden y Frank Walker habían llegado.
Muy a lo lejos estaban todos los coches estacionados, entre ellos, su auto clásico.
Ambos portaban trajes negros, pero Frank tenía su saco abierto, él iba con una mano en su bolsillo, ya que con su otro brazo, tenía a Ayden pegado a él.
Cómo siempre, Frank tenía una expresión de frialdad, de imponencia y respeto.
A su lado, venía Ayden, este con una expresión más normal, saludando a varias personas, muchos sabían que ellos eran los padres de Ant, así que tuvieron muchos a los cuáles saludar también.
¿Es normal que mis padres parezcan que caminan en cámara lenta?
O bueno, Ayden no era intimidante en realidad, él era muy tranquilo, pero contraria a su personalidad en público, Frank si que imponía, al igual que Tony.
Supongo que tener sangre compartida los hacía verse igual de gigantes a la hora de llegar a cualquier lugar.
Por más enojado que esté, se veía genial cuando llegaba a cualquier lugar.
Ayden me vió en segundos, al mismo tiempo que Frank cruzó apenas una mirada conmigo.
Ah, no, no en la boda de mi hermano.
Yo iba a ir a ellos, sin embargo, fue Ayden quién comenzó a jalar a su esposo del brazo para que viniera.
—Mis padres vienen —dije a Keith.
—¿Suegros? —preguntó rápido, antes de voltear también.
—¡Hola, Sam! —me saludó Ayd—, qué bueno que llegan, tú y... Oh, eres tú —indicó simpático.
Miré a Keith, él solo tenía sus ojos expandidos.
—La vida me odia, me odia tanto —emitió.
Dudé. Keith estaba actuando muy raro cuando se trataba de mi familia al parecer. ¿No quería conocerlos?, ¿por qué estaba tan nervioso con Acacia y mis padres?
—Él es Keith Donson —los presenté—, Keith, ellos son mis padres.
Frank no decía nada, pero había dos miradas en su rostro.
La primera, era de esa crudeza que iba a darme por lo sucedido, y la segunda era una que no todos descifraban.
El pelinegro a veces era muy expresivo, pero solo con su rostro.
Cuando Frank elevaba la ceja derecha, significaba que pensaba algo con sarcasmo, que algo no le parecía, o que le dijeron cosas que no le importaban mucho. Pero cuando elevaba la ceja izquierda, significaba que había entendido o recordado algo, eso se aprendía con el paso del tiempo del hombre.
Entonces, ¿por qué su ceja izquierda estaba arriba?
—Eh, ¿Hola de nuev...?
Frank pasó su mano al frente, saludando al ojiazul. —Frank, un placer, Keith.
Mmh, sospechoso.
Algo sabe, algo oculta.
Acto seguido, Ayden siguió, y también se presentó con Donson.
—Un placer conocerme —Donson balbuceó—, digo, conocerle.
Ay ajá, vanidoso en cubierto.
—Voy a buscar a Tony, no es normal que no esté cerca —explicó Frank—, nos vemos, Keith.
—Sí, sí, señor.
Ayden rió por lo bajo.
—¡Bye, Keith! —sonrió travieso, se giraron junto a Frank, apunto de irse.
—¿Escuchaste? Me dijo señor —se quejó mi padre cuando se alejaron. Y como era de esperarse, Ayden siguió riendo—, ¿de qué te ríes?, Estoy en mi plena juventud.
Bueno, la verdad sí se veían muy jóvenes aún.
Y aún en ese tiempo, Frank no me dirigió la palabra.
Me lo merezco.
—¿Por qué estás tan nervioso? Son mis padres, convivirás con ellos después de la ceremonia.
—Mmh, por nada, Sammy —sonrió inocente—, siento que los ví en la calle alguna vez, es todo.
—Oh, perfecto. ¿Y Pelusa?
—Le dije que fuera por un chocolate a la mesa de postres.
—¡Keith!
—No quiero esperar —se defendió en un puchero—, te daré la mitad.
Negué. —... Acepto.
(...)
Nos avisaron que la ceremonia estaba apunto de empezar, Eliot se veía muy feliz, entre nervioso y eufórico, y se supone que debería estar con Anthony pero, también se supone que no pueden verse aún.
Y digo, que aunque pudieran, ¡Tony volvió a desaparecer!
Había llegado unos segundos mientras saludaba a algunos invitados, pero después volvió a irse.
Eddy había llegado a saludar, diciendo que Thomas tardaría un poco más en aparecer, tuvo que ir a su mesa solo, eventualmente Kayla fue hasta él en cuánto lo vió, siempre quería verlo, hablar con él, no era primera vez que estaba tan apegada a Gal.
—La ceremonia está apunto de empezar —avisó alguien a todo el público.
—¿Y se va a casar solo? —preguntó Keith, al ver que solo Eli estaba presente, con un poco de nervios.
Observé a mi alrededor, a lo lejos, en un pequeño cuarto elegante, estaba Daniel Walker esperando fuera.
—Enseguida vuelvo.
Me puse de pie, ni Acacia, ni Tristán ni mis padres estaban cerca, tenía qué buscarlos.
Fui hasta aquel cuarto donde Daniel estaba esperando, y él inmediatamente me identificó, seguro sabía a qué venía.
—¿Están aquí? —pregunté.
Asintió. —Están con Tony, él está un poco emh... ¡Muy nervioso! Está en pánico, tus padres y sus amigos están con él, deberías ir a verlo porque a Bruno y a mí nos sacaron.
—¿Por qué?
Rió tímidamente. —Dígamos que no somos un buen apoyo moral después de comer dulce.
—¿Sabes? Ya me imagino que pudieron decirle —bromeé—, voy a entrar a ver.
Abrí la puerta lentamente, escuchando así a varios hablar al mismo tiempo.
En el cuarto estaban Frank, Ayden, Tony, Izan y Acacia, mis padres sentados en un sofá gris, parecían estresados, y lo sabía porque Frank se había quitado su saco y Ayden también.
Tony iba de un lado a otro, mi hermano mayor sí tenía puesto su traje de novio, pero no dejaba de hablar al parecer.
Acacia intentaba calmarlo, Izan solo negaba y reía.
Fantástico apoyo moral, Ant.
—Qué bueno que llegas, menso, tú vas a salvarme de esto, ¡¿Verdad?! —Tony prácticamente agitó mis hombros.
—¿Qué está sucediendo?
—Ataque de pánico —explicó Izan.
—No, no voy a poder, no quiero arruinarlo, todo va a salir mal, ¡¿Y si dice que no?! ¡¿Y si no es lo que él esperaba?! —decía el chico de cabello platinado combinado en negro.
—Debes calmarte, él está muy feliz por decir que sí —animó Acacia—, te está esperando.
—Y no es para tanto —soltó Frank.
—Oh, cállate, tú casi te desmayas antes de ir al altar en nuestra boda —regañó Ayden, cruzado de brazos—, ¿quieres que te recuerde que fueron Kayla y Bruno por ti?
Frank aplastó sus labios. —En mi defensa, el traje me quedaba ajustado.
—¡Era hecho a tu medida, Frank! —volvió a reír el de ojos rojos.
El pelinegro lo miró. —¿Desde cuándo empezamos a llevarnos así, pulga?
—¡Ya está, todo va a salir mal! —Anthony entró en pánico, otra vez—, voy a desmayarme camino al altar y va a decir que por qué accedió a casarse con este baboso.
La castaña fue hasta mi hermano, lo detuvo de su crisis, tomando sus hombros gentilmente.
—¡Contrólate, Walker, eres un soldado! —y ahí, Acacia dió una bofetada a mi hermano—, ¡Estás apunto de casarte con el amor de tu vida, con el niño de tus ojos y el motivo de tus canciones de amor, sal de este lugar, respira, ve ahí y dile que lo harás muy feliz el resto de tu corta existencia o voy a usar la corbata de tu padre para ahorcarte con mis propias manos!
Vi de reojo a Frank tocar su corbata con preocupación.
Creo que Acacia necesita un poco de las sesiones de meditación de Eddy.
—Mejor házle caso —susurró Tristán—, su padre está aquí y no quieres que también lo traigan, en serio, todo va a estar bien, nos tienes a nosotros, tu familia.
—Y también tienes una amenaza —añadió Frank.
Acacia ayudó a Anthony a calmarse, todos intentamos animarlo, recordarle que él y Eliot iban a estar bien, y que ya era hora de salir y estar casado oficialmente.
Hubo un pequeño momento en el que Ayden pareció darle indirectas a Frank, indirectas que él entendió, y nos pidió salir un momento, solo quedaron ellos tres, suponía que querían hablar con Tony en privado.
Al final, los tres salieron, mi hermano ya estaba mejor, respiró profundo, se acercó con Tristán, y con toda la seriedad del mundo, hicieron algo como un ritual de la buena suerte.
—Si tú ganas yo tenía razón, si yo gano todo sale bien —emitió.
—¡Piedra, papel o tijera! —gritaron en unísono.
Tristán piedra, Tony papel.
—¡Gané! ¡Al fin! —festejó.
—¡Ya muévete! —ordenó Acacia.
Ayden dió una última arreglada al traje de mi hermano, parecía ser el más tranquilo y mentalmente preparado para todo.
—Estarás bien, Tony —le dijo sonriente—, ya es hora de que hagan su propia vida juntos.
—Gracias —mi hermano les sonrió a Frank y Ayden, una sonrisa diferente, más sincera, más nostálgica.
—Más te vale tratarlo bien —ordené.
Rió. —Lo voy a tratar mejor que a ti, menso.
Tomó una última respiración, antes de poder aparecerse en la fiesta al resto de invitados.
La ceremonia iba a empezar ya, mis padres y los amigos de Ant fueron a sus lugares, así como yo también volví a sentarme al lado de mi acompañante.
Así fue como en un tiempo, había alguien que estaba uniendo a mi hermano y a Eliot en matrimonio.
Se veían igual de nerviosos, pero se veían felices.
Nosotros veíamos de lejos como estaba frente a frente, tomando sus manos, jamás había visto a Ant tan elegante y tan sentimental como para querer llorar de solo ver a Eli.
La forma de dar sus votos era antes de colocar el anillo, por petición del ojiverde, el primero era el turno de Eli, quién tomó el micrófono firmemente.
—Anthony Walker, te conocí por la casualidad más cliché y más absurda del mundo —empezó, sacándonos una sonrisa—, nadie me hubiera creído si les contara que la persona con la que choqué y tiré mis pinturas en un pasillo, se había convertido en la persona que iba a estar conmigo hasta que la vida nos lo permita. Ya te lo he dicho tantas veces, eres a la persona que más admiro en este mundo, eres la persona que aún cuando parece que todo va a derrumbarse, es la única que se queda a levantar todo, la forma que tienes de ver la vida, de reaccionar a los problemas, la forma que tienes de reír o de llorar, cada una de ellas es algo que quiero ver toda la vida como tu esposo. No puedo hacer más que promerterte estar contigo aún cuando no tengas más letras qué escribir, cuando ya no tengas ánimos de levantarte y cantar, así como voy a estar contigo cuando tengas la sonrisa más grande de todas.
Dejé mi cabeza en el hombro de Donson, nuestras manos entrelazadas sobre su regazo. Esto era tan lindo.
—Tú me hiciste descubrir el mundo, hiciste que dejara de estar atado a reglas y personas que no querían que estuviera contigo por miedo a que seamos libres —añadió—, ahora te digo que, estoy tan agradecido porque me hayas elegido. Y yo, Eliot Callaghan, prometo nunca dejarte caer.
Notaba las lágrimas salir de varios, incluidos de mi hermano, Eliot puso el anillo en su mano, y aquel micrófono adornado, pasó a manos de Anthony.
Al principio le costó hablar un poco, se notaba en como su voz quería hablar y se lo impedía él mismo.
—Esto es tan conmovedor, ¡¿Por qué no estás llorando con nosotros?! —susurró Keith, desesperado.
Sonreí. —Pon atención, después lloramos.
Miré a mi hermano, su voz se había aclarado rápidamente, y con ello su postura.
—Si supieras tan solo cuán aterrado estoy, creerías que estoy apunto de salir corriendo de aquí —soltó él ojiverde—, hoy me desperté con un miedo diferente a cualquier otro, era un miedo de no saber qué iba a pasar en los próximos años, en las próximas cosas que viviríamos, hace minutos estaba horrorizado de pensar que dirías que no, o que podrías hacer algo cómo arrepentirte. Eli, hemos conocido personas con historias diferentes a la de nosotros, y aún a la fecha, ninguna se compara a la que tú y yo tenemos.
De verdad estaba ocurriendo, estaba viendo a mi hermano cambiar su vida.
—Nunca tuve las palabras exactas para describirte, Eli, tú eres lo que todos necesitan y pocos merecen, eres la persona que sí tiene que ayudar a todos aquí uno por uno sin descansar, lo haría ahora mismo. Tú sabes que por un tiempo las cosas fueron difíciles, pensando que no íbamos a vernos otra vez, y miranos, me estoy casando con él chico que jamás creí que me iba a enamorar —su voz cambió a una entrecortada débilmente—, te estuve esperando sin darme cuenta, y ahora que sé que ambos queremos esto, nada me haría más feliz que poder decirle a cualquier persona que me pregunte, que yo soy el afortunado de haberme casado contigo.
Tony tomó el anillo que Acacia le otorgó de una almohada pequeña y elegante, misma que le había entregado el anillo a Eliot por igual.
Cuando lo tuvo en su mano, lo miró, casi analizandolo.
—No voy a promerterte algo que no pueda cumplir, cómo que las cosas siempre van a estar bien, tampoco te puedo prometer una vida perfecta. Lo que sí te prometo, es nunca fallarte, Eli, prometo estar contigo hoy y siempre, y siempre vas a ser mi pequeño artista.
Colocó el anillo en el dedo de Eliot, ambos estaban tan sentimentales, y tan llenos de felicidad.
Después de eso, fue que él hombre a cargo de su casamiento, dijo las últimas palabras, preguntando en su aceptaban recibirse como esposos, y ellos dijeron que sí inmediatamente.
—No hay nada más que agregar, mis mejores deseos para ustedes en sus vidas y en todo lo que hagan, Anthony Walker y Eliot Walker, los declaro como esposos a partir de este momento.
Ni siquiera esperaron las indicaciones de poder dar el beso, cuando Eliot se tiró a los labios de mi hermano, y él lo recibió con un lindo abrazo y beso.
Las personas comenzamos a aplaudir, algunas a gritar, cómo Ayden.
Me limité a aplaudir.
Y dentro de mi, había una fiesta entera.
¡Eliot ya es un Walker, Eliot ya es un Walker! ¡Al fin, gracias dios de la felicidad!
—¡Vivan los novios! —gritó Keith.
—¡Vivan! —aseguré.
Después de su lindo momento, muchos nos levantamos a felicitarles, claro que aproveché para burlarme de mi hermano llorando, pero también pude decirle con toda la honestidad que estaba orgulloso de todo lo que han hecho.
Y ahora sí, después de la crisis y la ceremonia, venía la parte favorita de la familia Walker.
La fiesta.
(...)
Siendo una fiesta de gente influyente en el mundo musical, era de esperarse que al menos uno quisiera subir a un pequeño escenario a cantar.
Era verdad que todos se estaban divirtiendo hasta el momento de lo que llevaba la fiesta, ahora mismo, del escenario acababa de bajar un cantante que Tony admiraba bastante, Einar Duen, un cantante que en cierta parte lo había inspirado a seguir su trayectoria en la música.
Izan pasó a cantar una canción infantil, por supuesto. Y ni siquiera había niños.
Por otro lado, Tony había subido a cantar la canción que era especialmente para Eliot, la que escribió en cuánto despegaron su carrera musical. Pequeño Artista había salido de su corazón con la ayuda de la voz de Izan.
Después de ello, Eliot y todos estábamos mirando al platinado, quién con todo el sentimiento en una mano, cantó el cover favorito de su ahora esposo.
Halo comenzaba a resonar en unas pequeñas bocinas, y así, era una realidad que nuestros oídos recibieron la melodía de la voz de Ant, era grave, pero tenía demasiado encanto en cuanto salían las primeras notas.
Tomó el micrófono que estaba en el soporte, mientras comenzaba a cantar.
—Remember those walls I built. Well baby they're tumbling down. And they didn't even put up a fight. They didn't even make the sound.
(Recuerdo esos muros que construí. Bien cariño, se están viniendo abajo. Y ni siquieran ofrecieron resistencia, no hicieron ni un sonido).
Solté una pequeña respiración emocionada.
—I found a way to let you in. But I never really had a doubt. Standing in the light of your halo. I got my angel now.
(Encontré una forma de dejarte entrar. Pero en realidad nunca tuve ninguna duda. Permaneciendo a la luz de tu halo aureola. Ahora tengo a mi ángel).
—It's like I've been awakened. Every rule I had you breaking. It's the risk that I'm taking, I ain't never gonna shut you out —Tony no era capaz de abrir los ojos en realidad, como si estuviera de verdad sintiendo la forma en la que estaba cantando.
(Es como si hubiera sido despertado. Cada regla que hice que rompieras. Es el riesgo que estoy corriendo,
y nunca voy a hacer que te calles).
Escuché perfectamente el sollozo de Keith a mi lado.
Miré, estaba apunto de llorar.
—Aww —solté, dejando su cabecita en mi hombro—, qué tierno eres, Keith.
—Insensible —se quejó—, tu hermano está cantándole al amor de su alma y tú ni te inmutas.
—Así pasa.
Tony tuvo una excelente presentación, en el momento del coro, claramente incluso yo fui impresionado de lo bien entonado que estaba, la voz de mi hermano era bastante impresionante, y se podía sentir en la piel que el sentimiento de cantar únicamente para Eli, estaba ahí.
La fiesta siguió su curso, las personas parecían divertirse demasiado, en especial las personas famosas, había alcohol por todos lados.
Mi familia empezó a convivir con Keith, todos ellos empezaron a incluirlo, se llevaban bien en realidad, y me llegó esa paz mental de ver qué Keith no dejaba de sonreír con los chistes de Bruno o Daniel, o con la simpatía de Ayden, de Dimitry, Tristán, todos ellos estaban conociéndolo.
Claro que, en un inicio parecía que mis padres y Tony ya lo conocían, era algo raro, pues Keith mencionó haberlos visto por la calle quizá.
Fuera de todo eso, estaba muy feliz de que, todos amaron a Donson y a Pelusa, en especial Ayden, no dejaba de acariciarlo, y aunque Frank decía no querer tomarlo, terminó hablando con Pelusa también, incluso le preguntó si debía aprovechar el alcohol ilimitado o respetar su elegancia.
La familia de Eliot era mucho más apartada, permanecían sentados, muy fríos en realidad.
Nuestros abuelos y el abuelo de Ant también permanecían sentados, a diferencia de Alyssa que no dudó en saludar a Keith y llevárselo a dar una vuelta, quizá le daría una de esas charlas que solo Alyssa sabe.
Los ví de lejos al menos una vez, mi abuela estaba aferrada al brazo del peliblanco, y él no la dejaba sola, parecían hablar con mucha comodidad.
Ah, estoy malditamente ilusionado con una relación que no tengo.
Al poco tiempo regresaron, Alyssa dejó al ojiazul a mi lado, y llevó su boca a mi oreja con una sonrisa.
—Él es el indicado —susurró—, cuídalo.
Se fue de aquí regreso con su esposo y Erika, se fue con esa sonrisa de plan victorioso.
—¿De qué hablaron? —pregunté.
—Mmh de política —contestó Keith—, nos gobiernan mal, Sammy.
Reí. —Si, cómo no.
—¡Y ahora, unas palabras del padre de Tony, que pase el padre! —se escuchó al micrófono por toda la fiesta—, o uno de los dos.
Miramos todos al mismo lugar.
Tenía que ser Bruno.
—Ve —ordenó Ayden.
—¿Y yo por qué? —preguntó el pelinegro, Frank.
—Porque a mí me da miedo hablar en público y porque tú siempre tienes algo qué decir —siguió.
—Mejor canto —dijo sarcásticamente.
Frank se levantó regañado, evidentemente, ya tenía algunas copas encima, y se notaba en su forma de caminar al micrófono, y su risita burlona.
Llegó hasta él, su cabello ya estaba desordenado, había estado riendo por mucho tiempo al lado de mis tíos y de los padres de Acacia.
—Este... Primeramente, cómo primer número y para empezar —soltó.
Ay, no, Walker nervioso.
—Gracias por invitarme, antes que nada —añadió el pelinegro.
Mordí el traje de Keith, no quería soltar la carcajada aquí.
Incluso Ayden y los padres de Acacia estaban conteniendo la risa.
—¿Por qué está tan nervioso? —preguntó Donson.
—Es bueno hablando en público pero, no sabe cómo hablar de sentimentalismo... Y está medio borracho.
Frank carraspeó, sabía que hacía un esfuerzo por ponerse serio, pero su manera de ser era que, cuando se trataba de algo con emociones fuertes como tristeza o sincerarse, él era pésimo manteniéndose al margen, siempre era difícil para él expresar esa parte suya.
Y ahora que tenía alcohol en su sangre, era aún más difícil.
—Si hace años alguien me hubiera dicho que vería a uno de mis hijos casarse ahora, no lo hubiera creído, sonaba como una pésima broma el hecho de pensar que iba a tener hijos. Las cosas cambiaron de un momento a otro, y ahora veo a mi hijo mayor empezar otra etapa en su vida, sé lo que es tener el miedo que tiene ahora, sé lo que es no saber qué va a pasar después de esto y pensar que todo va a salir mal. Pero yo he visto a Anthony crecer, y me ha quedado claro que a pesar de no haber estado para él mucho tiempo, Tony sabrá cómo afrontar todo lo que venga junto con Eliot. No soy nadie para obligarlos a tener a alguien cómo pareja o no, pero ahora, estoy seguro que Eliot es el correcto. Espero que los dos sepan vivir felices, y siempre tendrán una casa a dónde ir si todo se derrumba.
Mi mandíbula se abrió, al igual que todos los que conocíamos verdaderamente a Frank.
Ese no es mi padre. ¿Quién lo cambió?
Las palabras que dijo fueron sorprendentemente hermosas, considerando que es Frank.
—Y, y eso, feliz año —finalizó en broma, antes de regresar a su lugar con aplausos de fondo.
Eso, subanle el ego a Frank Walker.
La risa de los padres de Acacia no tardaron en aparecer, para tener una expresión tan ruda, su padre ríe mucho.
—Wow —expresó Donson—, eso fue profundo, qué buen padre tienen.
—Ah, sí, sí —volví a la realidad—, son buenos padres.
Frank y Anthony se abrazaron, ah, estos dos, siempre sorprendiendonos.
(...)
Después de aquella charla, Frank dejó de tomar un poco, casi todos estaban en la fiesta divertidos, mi familia jugando juegos de cartas y apuestas o tragos con Keith y Pelusa.
Por otro lado, Frank se alejó de aquí, y sabía para qué.
Empezó a caminar por el campo, apenas estaba atardeciendo, cuando se quitaba el saco y alzaba sus mangas hasta los codos, significaba que necesitaba ese momento de aislamiento, de tomar un respiro.
Y respetaba eso, sin embargo, en toda la fiesta no dejaba de pensar en que de verdad le importaba poco ignorarme, cuándo pasó a dar ese discurso, tenía un presentimiento de que solo mencionaría a Ant como su hijo o parecido, lo creía capaz, y me lo merecía, claro que no fue así.
Lo seguí, necesitaba hablar con él, necesitaba pedirle disculpas.
—Frank —lo llamé, apenas llegando a su lado en la caminata—, ¿estás ocupado?
Tenía un cigarro en su boca, y simplemente negó, aún sin mirarme.
En toda nuestra vida, Anthony y yo no podíamos hablar con Frank de cómo nos sentíamos especialmente, por el simple hecho de que él no lo hacía, y la mayor parte del tiempo no sabía qué decirnos en consuelo.
Ahora mismo, estaba harto de eso, ¿cuántas veces no quise llegar por un abrazo de Frank?, ¿cuántas veces no quise que mi padre nos dijera un te quiero?, me había equivocado en lo que le dije el otro día, y yo solo quería disculparme.
—Papá —lo llamé, me puse enfrente de él, impidiéndole seguir caminando—, de verdad quiero que me escuches.
—Te estoy escuchando.
Suspiré, era ahora o nunca.
—Lamento lo que te dije —confesé—, de verdad, yo no quería decirte eso, todo fue un error, estaba frustrado, tenía miedo, pero no fue mi intención, tú... Tú eres mi padre, perdóname.
Él no decía nada, solo estaba ahí, inhalando el humo de su cigarro, y tirándolo a otro lado lejos de mi cara.
—Lo que pasó con Zach, también fue mi culpa por no hablar antes, él y yo ya no hablamos, lo juro.
Yo no podía verlo a la cara bien, porque no quería que me diera esa expresión de frialdad y rechazo.
—Si te herí, si te hice sentir mal, yo de verdad lo siento tanto, Ayden, Tony y tú... Ustedes son mi familia.
Vi cómo bajaba su mano, iba a luchar por no ponerme sentimental, me negaba a llorar ahora.
El cigarro quedó en su mano, y apenas vi el tatuaje en su brazo izquierdo, él que tenía mi nombre en chino.
—Te ves igual que Ayden cuando están arrepentidos —rió.
—¡Hablo en serio, papá!
Dió una risita. —Bien, bien, ya me comporto.
Su mano desordenó mi cabello, malditos Walker's de sangre, son muy altos, me siento pequeño.
—Nunca fui el padre que ustedes querían —explicó sencillamente—, probablemente nunca lo seré, no aprendí cómo tratarlos, Sam, tal vez jamás me alcance la vida para disculparme por todas las veces que los dejé solos a ti y a Tony —aseguró—... Pero son mis hijos, nunca buscaría perjudicarlos, no voy a darle vueltas a esto. Siempre voy a estar para ustedes si tan solo me lo piden, ¿bien?, tú y Anthony seguirán siendo para mí, dos niños de cinco y ocho años.
Mi esperanza brilló.
—Entonces...
Rió amargamente. —Dejemosla en que ambos nos disculpamos por nuestros errores, ¿te parece?
Asentí rápidamente, y justo ahí, abracé a mi padre.
—Gracias —solté.
No esperaba que me correspondiera, eso sería mucho para su mente.
Se limitó a volver a desordenar mi cabello, y en realidad, eso era más de lo que ha hecho en su vida.
Miré detrás de él, Ayden me saludó desde la distancia, de veía muy feliz por esto.
—Creo que el amor te llama —dije—, ve con Ayden antes de que te encuentre fumando.
—Yo no fui —se defendió, segundos antes de huir con Ayden.
Reí. Se veía gracioso el como dejaba todo de lado para ir con él.
Siempre me iba preguntar qué hizo Ayden para llegar al corazón frío e impenetrable de Frank.
Si fue alguna clase de hechizo o técnica, tengo qué conseguirla, ¿para qué?, no sé, por si acaso Keith amenaza con no darme cariño.
En unos segundos, Keith y Pelusa se intercambiaron por Frank
Vi a lo lejos a mis dos chicos correr rápido, parece que estaban compitiendo, Pelusa apenas se veía por el césped, era como si viera una manchita blanca volar.
—¡Sammy! —gritó alegre.
Aquí fue dónde comprendí un poco lo que Frank sentía con Ayden, o lo que Tony sentía con Eliot.
Dejé de pensar en todo lo demás, porque Keith era más importante, porque quería estar con él.
—¡Keith! —lo saludé extendiendo mis brazos.
Se lanzó a mi abrazándome, caímos al suelo por la fuerza, y él no dejó que me golpeara en ninguna parte de la cabeza.
—¡Tu tío Daniel me dijo que viniera a buscarte y aquí estoy! Que por cierto, me dió la receta para el mejor cereal con leche, chef Keith en proceso.
Reí, quitando los mechones de su cabello.
Nos levantamos nuevamente, Keith entrelazó nuestras manos, dejando un beso en mi palma dorsal.
—Conseguí un autógrafo de Stick Figure —comentó—, la estoy pasando muy bien aquí, Samuel, tu familia es increíble.
Y tal vez, solo tal vez, aquí comprendí todo.
—Keith, tú ya eres parte de la familia —indiqué.
Su expresión cambió totalmente, a una confusa, se veía la duda en ella, y cómo su inquietud creció por lo haber escuchado.
—¿Qué?
—Eres de la familia, Keith —sonreí—, la familia Walker.
Keith me miró unos segundos, y de la nada, sus ojos se humedecieron.
Apretó mi mano, Pelusa se paró en mi hombro, incluso él pareció escuchar perfectamente.
El peliblanco intentó desviar su mirada, la bajó levemente, y pasados unos segundos, volvió a subirla, una sonrisa rota y esperanzada estaba postrada en él.
—¿Tengo una familia? —preguntó, con una pequeña lágrima que amenazaba con salir.
Mi corazón se rompió.
No llores. No llores. No llores.
—Sí, somos tu familia —aseguré, tomando su rostro—, nosotros tres y los demás, somos una familia.
Él peliblanco dejó correr otra lágrima, su voz se quebró. —Yo... tengo una familia.
—Keith, ¿por qué lloras? —pregunté, limpiando esa lágrima que corrió de él.
Una y otra cayeron al mismo tiempo, y él simplemente me abrazó, me abrazó tan fuerte.
—Es lo que siempre quise, Sammy —soltó—, siempre quise una familia.
—Ay, Keith —mis ojos se mojaron—, nos tienes a nosotros ahora.
Se aferró aún más a mi, sollozando, mi corazón se estaba rompiendo, y al mismo tiempo estaba creciendo tanto por la protección que quería otorgarle.
—Tú me salvaste, Sam —finalizó— gracias.
Nadie va a hacerte daño otra vez, ya no más.
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Poquito largo el capítulo viste.
Ihhh es que los Walker son mi pasión.
Juro solemnemente que en el siguiente cap va a haber madrazos 🙈
Bai.
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