Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

QUATRE.

Taehyung estaba confundido. El desconcierto y la alegría fueron las emociones que contrastaron su día. Sin embargo, también la frustración y la ira.

La noche anterior había llegado a extremos que nunca pensó cruzar. Tuvo contacto "físico" con su imposible, le vio la cara e incluso soñó con él. En sus sueños las cosas eran mejores, pues ahí tenía la libertad de besarle y hacer otro tipo de cosas que solo podrían adjudicarse a humanos. Y eso lo tenía confundido.

Con Mort un romance convencional era prácticamente imposible. Le gustase o no le gustase, ambos pertenecían a algo así como 'diferentes dimensiones'. No estaban hechos con los mismos materiales. No podían estar juntos incluso si Taehyung le vendía su alma al mismísimo Satanás. Eran "biológicamente" distintos. Ambos igual de utópicos para el uno y para el otro.

Pero estaba enamorado.

Sí, enamorado. Sus pensamientos se reducían a ese precioso ente. No había algo que quisiera hacer más que verle, y dicha necesidad aumentó posterior a la madrugada anterior. Se desveló pensando en maneras para apreciarlo por más tiempo y, si no era pedir mucho, mantener una pequeña charla. Deseaba volver a escuchar la voz que le dijo: «todo estará bien» a la corta edad de cuatro años. Una voz angelical. Una voz que simplemente le transmitía cosas bonitas a diferencia de la humanidad, quien siempre fue perversa con él y con su hermano.

—¿Qué clase de monstruo pudo haber hecho esto? —cuestionó Namjoon, en tanto observaba a ambos infantes tirados en las planchas de aluminio de la morgue.

—Espero que puedas encontrar pronto a ese hijo de puta, Namjoon —comentó, metiéndose en su papel de persona recta y ansiosa por justicia. Humedeció sus labios bajo el tapabocas y tras lavar sus manos, se colocó los guantes de látex y entonces empezó con la rutina—. ¿No te parece curioso que últimamente todos son decapitados? Anteriormente eran otro tipo de homicidios.

—Eso noté. Esta persona tiene una gran afición por las cabezas.

«Sí, porque así es más fácil sacarles el cerebro» pensó Taehyung, luchando por no ponerse a reír allí mismo cual demente recién escapado del manicomio.

—¿Hay sospechosos? —preguntó en cambio, volteando el cuerpo del niño en la plancha. Toqueteó las zonas del cuello, más específicamente la hendidura principal—. Parece que el corte se origina en la yugular, pero viéndolo bien, no va hasta el fondo.

No iba hasta el fondo porque los necesitaba agonizando. Solo de esa manera podría ver a Mort.

—¿A qué te refieres?

—A que penetra unos pocos centímetros y luego va a la redonda, ¿me hago entender? —Namjoon negó. Taehyung bufó considerablemente bajo para no ser escuchado. Algo que amaba de pueblos como ese era lo incompetentes que tendían a ser tanto los habitantes como la justicia—. Me refiero a que a esta persona le gusta torturar, o al menos yo lo veo así. El corte inicial no es mortal, es... agónico.

Apartando su mirada, Namjoon resopló.

—Eran solo unos niños. ¿Quién pudo haberles hecho esto?

—Un carnicero, un doctor o... —un médico forense—. Alguien con conocimientos en el tema.

—¿Un médico forense? —Taehyung rio en sus adentros. Por fuera solo se encogió de hombros.

—Sí, ¿por qué no?

La respuesta que planeaba dar el mayor se quedó en el aire cuando su teléfono móvil empezó a sonar. Era la típica llamada en donde se le informaba sobre la reciente muerte de alguien y que igualmente descartaba a Taehyung como un posible sospechoso.

El pobre Namjoon se veía simplemente devastado.

—Otra persona hallada sin vida —informó, taciturno—. Estoy harto de esta mierda.

—Y yo. No es por nada, pero prefiero morirme de hambre o simplemente no tener un pago si eso me garantiza que no habrán más inocentes perjudicados —un poco de lagrimillas y su teatro sería creíble—. Hoy me siento sobrellevado.

—Ánimos, Taehyung —palmeó amigablemente la espalda del aludido y poco después se dirigió a la salida—. Te veo en unas horas.

Y eso estaba más que perfecto.

¿Qué haría sin Yoongi?

2:55 a.m.

Estaba agotado.

Esa madrugada hizo cosas que jamás pensó hacer, todas tan extremas que después de ese día dudaba poder seguir eludiendo la realidad que tarde o temprano tendría que afrontar y no solo él; también Yoongi.

Luego de mucho pensarlo, llegó a la conclusión de que no necesitaba un muerto, tampoco dos. Necesitaba cinco o hasta más. Si con dos almas obtuvo resultados diferentes de Mort, no quería imaginarse lo que obtendría con cinco o más personas. Fue por eso que, con ayuda de Yoongi, empezó a laborar desde las 9:00 p.m hasta las 2:00 a.m, haciendo que personas distraídas perdieran el conocimiento en lugares poco habitados. Después de todo, esos eran los necios. ¿Quién mierda está en la calle y en áreas desérticas luego de las diez de la noche sabiendo perfectamente que en su pueblo hay un asesino serial al acecho?

Dos borrachos, un empleado del tránsito y Park Jimin -cortesía de su hermano- eran algunas de sus víctimas. Las transportó al bosque en su camioneta y de nueva cuenta, con ayuda de Yoongi, hizo lo pertinente.

Las velas estaban encendidas, las personas que "secuestró" aún no recuperaban el conocimiento y tenía la túnica puesta. Todo parecía perfecto a excepción de Yoongi, quien estaba jugando con su tiempo al suplicarle que tuviera misericordia de Jimin.

—¡Te dije que no, joder! —alzó la voz, sin apartar la mirada de su reloj de pulsera.

—De verdad me gusta —confesó de la nada. Taehyung sonrió con soberbia.

—Me importa una mierda quién te guste o quién no. Todo lo que tienes es gracias a mí, ¿no crees que es momento de demostrar tu agradecimiento? Ya no tengo tiempo para conseguir a otra persona. Olvídate de él.

—Por favor.

—No voy a cambiar de opinión, Yoongi.

En toda la conversación sus ojos no se apartaron del reloj. Siendo las 2:57 a.m, supuso que no tendría demasiado tiempo.

—Ya va a comenzar —anunció con entusiasmo. Yoongi se dio media vuelta, dispuesto a salir corriendo antes de que Taehyung lo echara bajo la excusa de que "era un momento íntimo con Mort" y también dispuesto a olvidarse de Jimin. Sí, le gustaba, pero los sentimientos no eran algo que abundaran en su gélido e inexistente corazón. No obstante, un fuerte agarre en su brazo detuvo su partida—. ¿A dónde vas, hermanito? —el mayor se desconcertó al momento en el que su espalda chocó contra el pecho del menor. Trató de zafarse, mas la diferencia de estatura complicaba las cosas—. ¿Recuerdas que te dije que iban a ser cinco muertos? Bueno... —carcajeó, dejando a la vista esa prodigiosa navaja—. Tú eres el quinto.

No hubo tiempo de nada. Taehyung por poco se atragantó con el ritual y cuando Yoongi casi logró escapar fue demasiado tarde pues la navaja penetró en su cuello. Sintió algo parecido a una presión en la zona, la cual intentó atender. Sintió ahogo, su visión distorsionada y poca fuerza en sus extremidades. Lo único que podía hacer era arrastrarse, en espera de que alguien lo ayudara o que simplemente la oscuridad de la muerte lo sumiera en ella.

La falda de la túnica cayó. Taehyung sonrió de oreja a oreja, trastornado en plenitud. Como de costumbre, sus ojos buscaron aquellos de los que se había enamorado, encontrando al dueño a considerables metros del espacio del ritual.

Estaba cuantiosamente alejado.

—Nada parece ser suficiente para ti, y yo no tengo límites —empezó, dirigiéndose lentamente hacia él—. A lo largo de mi vida lo único que he hecho es darte regalos. A ti te gustan y yo disfruto dándotelos, pero hoy... Hoy es diferente, porque esa persona que ves ahí —señaló a Yoongi retorciéndose en el pasto—, es la persona más importante en mi vida. No sabría qué hacer con él. He estado desde siempre a su lado, es mi alma gemela y se podría decir que sin él nada tendría sentido —delineó sus labios con la punta de su lengua, luciendo ido—. Y te lo estoy otorgando como muestra de amor. Te estoy dando parte fundamental de mi existencia. Todo a cambio de un beso.

Aligeró sus pasos, deseando acortar distancias. Sin embargo, Mort desapareció, dejando el polvo rojizo en su lugar y a Taehyung con dudas al respecto.

Pero no perdió el tiempo. Le restó importancia al hecho de que sus demás víctimas aún dormían y sacó a uno de los borrachos, arrastrándolo hasta donde Yoongi todavía se doblaba. Lo dejó un par de segundos ahí, al menos hasta extraerle la navaja a su hermano y poder acabar con su vida de manera rápida. Así lo hizo, y entonces repitió el proceder de principio a fin con el nuevo "sacrificado".

Mort volvió a aparecer, y con la misma prisa se fue. Taehyung comenzaba a perder la paciencia e hizo el ritual con los que faltaban. Todo fue en vano, porque aparentemente "su amor" no deseaba cercanía y mucho menos otorgarle el beso por el que hizo todo aquello.

Su última víctima fue Park Jimin. El color verde del pastizal estaba teñido de rojo y todos los cuerpos estaban regados en diferentes posiciones. Todos con diversas incisiones mal hechas en sus respectivos cuellos.

Cinco muertos en total, entre ellos su querido hermano, y Mort decidió mostrarse más caprichoso que nunca.

Da igual si matas a cinco o a mil en una noche —Taehyung se sobresaltó al escuchar esa voz. Mort había aparecido al frente sin que la capucha de su túnica resguardara su rostro. Se veía enojado, o quizá esa fue la percepción del humano—. Solo hay una manera de conseguir mis besos, pero al parecer eres demasiado cobarde para ello.

—Puedo darte lo que quieras...

Sabes lo que quiero. Utiliza la lógica.

Y desapareció. Así de simple. Sin explicaciones ni peticiones. Desapareció seguidamente de dejar palabras en el aire a las que Taehyung no les halló noción.

¿Lógica...?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro