Mort-dida© - Cap. 8
Mort-dida©
Capítulo 8
—¡Maldición! Esta porquería no quiere arrancar, ya van cinco intentos fallidos. Mejor les diré a los chicos que me voy con ellos en el bus... Pero, pero ¡qué diablos pasó? ¿Dónde demonios está el bus? Estos bastardos se fueron y me dejaron aquí.
No creo, debe ser una broma. Van a devolverse cuando noten que no he salido de acá. Los voy a esperar y van a ver cuando los tenga en frente. Comenzando por Oliver —eran las emociones encontradas de David, al darse cuenta que estaba solo.
Mientras mucho más adelante, los chicos iban en un viaje un tanto más tranquilo al no contar con la presencia de quien se había autoproclamado líder del grupo.
—Oliver, pon algo de música para amenizar el viaje. Igual falta bastante para llegar al poblado más cercano.
—Me parece buena idea —respondió, al tiempo que encendía la radio del bus y justo estaban tocando 'Salvation' del grupo 'The Cranberries', por lo que todos comenzaron a corear junto a la cantante Dolores O'riordan (QEPD), la pegajosa melodía a todo pulmón.
Tal vez por ese motivo fue que no se dieron cuenta que atrás, uno de sus compañeros se quejaba de dolor y comenzaba a forcejear con don Jorge que había despertado con los gritos y lo primero que hizo fue morder el brazo del joven que estaba a su lado. La mordida fue tan feroz que directamente se le podía ver el hueso y lo peor era que lo seguía mordiendo y arañando por la parte de atrás de la nuca. La fuerza que tenía don Jorge, era descomunal. El pobre chico poco o nada podía hacer para evitar y detener los constantes ataques de mordida que le propinaba. No solo don Jorge, sino que ahora se había sumado a la fiesta Elías, quien pese a ser un tronco sin mayores extremidades, se las arregló para usar sus dientes mordiendo el muslo del desafortunado joven que para esas alturas ya no ponía resistencia, pues estaba en estado de shock y solo se limitaba a mirar como entre ambos lo despedazaban a mordiscos, cayendo en un letargo del que no volvería a despertar. Al menos no igual que antes.
Don Jorge, al notar que había más "carne" en el vehículo, le cedió "el banquete" a Elías y se levantó, acercándose a otro chico que estaba agitando la cabeza al ritmo de la música. Por lo que lo tomó de los cabellos con fuerza para evitar que "su menú" se le fuera a escapar. Este joven, al sentir el jalón de su cabello, instintivamente gritó y se volteó para ver, y fue tal su sorpresa al ver el rostro de don Jorge, embadurnado en sangre y con trozos de tela inclusive entre los dientes; pero contrario a lo que se puede pensar, este chico dio un tirón a su pelo para que lo soltara, y poniéndose de pie, le propinó un furibundo golpe de puño en el rostro y lo empujó, corriendo como desaforado hacia la parte delantera del bus, siendo ahora sí, visto por Oliver a través del retrovisor.
—¡Ayudaaaa! El chófer está vivo y me quiso atacar.
Algunos muchachos, se percataron de lo que estaba pasando y miraron atrás y vieron como don Jorge se ponía de pie para avanzar hacia el frente. Los gritos y estampida de todos era increíble. Oliver, no sabía qué hacer y su primer instinto fue detener la marcha y abrir la puerta para que los demás escapasen. Con lo cual, todos se dispersaron corriendo en diferentes direcciones por el desierto.
En el pasillo del bus se había formado un embotellamiento de jóvenes ansiosos y asustados, así que algunos incluso se peleaban por llegar primero a la puerta de escape, mientras que don Jorge avanzaba hacia ellos.
Uno de los amigos de David, saltó por encima de otros que iban delante y los tumbó al piso, haciendo que estos se queden atrás, siendo uno capturado y tomado por uno de los pies y levantado con una mano por el hombre que no pesaba ni 60 kilos, pero estaba demostrando una fuerza inusitada e incomprensible.
El chico pataleaba y con el otro pie le dio una patada en la cabeza, no logrando que lo soltara, pero sí consiguió la furia de su captor, quien lo remeció y luego lo impactó de cabeza repetidamente contra el piso del bus, destrozando su cráneo.
Ya con el joven inmóvil, lo levantó una vez más para comenzar a morderlo y comerlo, pero no alcanzó a dar siquiera un bocado, porque lo tomaron con fuerza por detrás apretando su cabeza tan fuerte que le salieron los ojos de sus órbitas, y se pudo oír el crujido de los huesos de su cabeza estallar en pedazos para que una vez liberado de tan tremenda presión, solo cayera ahora sí, inerte y pesadamente hacia adelante.
Su atacante había sido Rebeca, quien también había logrado despertar y aunque no logró salvar la vida de su compañero, al menos logró evitar que otros más murieran a manos de don Jorge.
Rebeca, se quedó quieta como tratando de comprender lo que estaba pasando. Era como si aún en ella hubiera conciencia de sus actos. Pero al mismo tiempo, sentía un apetito feroz y sin mucha fuerza de voluntad, se agachó para girar el cuerpo inerte de don Jorge, que estaba al lado del de su amigo, y escogió al hombre para comenzar a darse un festín. Tenía tanta fuerza que a cada golpe que le daba traspasaba su estómago y comenzaba a comer directamente de los interiores de don Jorge.
Para ese entonces, solo Oliver había sido testigo presencial de los hechos acaecidos y pese a la incredulidad de los mismos, no se podía engañar. Había visto a dos personas que hasta hace poco eran difuntos, levantarse, atacar y comer a otras. No existía pesadilla que lograra superar la realidad que estaba viviendo.
Mort-dida© - Cap. 8
Autora: Ann E. Rol
Todos los Derechos reservados®
Chile.
Lorena Escritora - facebook
@lorenaescritora - instagram
@Lorenae5critora - wattpad
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro