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Capitulo 16

La puerta de la habitación estaba cerrada por dentro, claramente. Jin no podía abrir, ni siquiera haciendo fuerza. Era cuidadoso con las cosas de su hogar, romper una puerta no era ni de lejos una prioridad si se debía a una emergencia. Y,  por muchas quejas de parte de Ho Seok, fue a buscar en su escritorio la copia de la llave de esa puerta.

Mientras tanto, en el interior, Jung Kook empezaba a sentirse atrapado como un animal de circo. Debía salir de allí, necesitaba escapar y pensar sobre lo que había ocurrido. Se sentía muy extraño, sus músculos seguían tensos. Estaba desesperado.


—¡Ey, abre la puerta! —gritó Ho Seok desde el otro lado, golpeando con sus nudillos.


Jin, mientras tanto, logró encontrar la llave. Corrió deprisa hacia la puerta y Ho Seok se apartó a un lado para que pudiera abrir y empujar la llave del interior. En cuanto abrieron, Jung Kook se sobresaltó, se quedó pegado con su espalda contra la pared mirando a aquellos dos. Jin se veía un poco más calmado que Ho Seok, éste parecía apresurado por tener una respuesta acerca de lo que acababa de pasar con Tae Hyung.


—¿Estás bien, chico? —preguntó Jin inspeccionando al joven con su mirada—¿Tae Hyung te lastimó?


Pero no hubo una respuesta, el joven sólo los miraba petrificado, con miedo de que pasara algo. Y aunque seguía un poco confundido por todo, su cabeza empezaba a funcionar como si fuese una máquina. Mientras los otros dos le hablaban y preguntaban sobre su estado, Jung kook se dio cuenta de que la puerta estaba totalmente abierta y esa era la perfecta señal de escape.

Como si fuera un asustadizo conejo, pasó velozmente entre medio de ambos hasta salir del cuarto, bajó las escaleras y llegó hasta la puerta principal. Ésta se veía encadenada, totalmente. No había un escape efectivo por allí. Buscó rápido con la mirada otro lugar que poder utilizar, pero eso lo hacía perder más el tiempo y dejar que Ho Seok y Jin fueran a por él.

En menos de lo que Jung Kook creyó, ya había sido sujetado por el más alto. Seok Jin lo retuvo de forma que no pudiese escapar de sus brazos; el jovencito no podía estar tranquilo, por ello comenzó a removerse, a patalear. No había hecho nada malo, él solamente quería defenderse del ataque del vampiro. No entendía lo que había sucedido allí arriba, el por qué la situación acabó siendo al revés. Jung Kook nunca lastimó a nadie.


—¡Oye, quédate quieto! —se quejó Jin por la fuerza que ejercía sobre su agarre—Sólo queremos ayudarte.


—No necesito ayuda, quiero irme a casa.


Ho Seok se dio cuenta de que algo en el pelinegro no estaba bien, comenzaba a sospechar que no era como aparentaba, quizás Jin tuvo razón en pensar que no era un chico corriente. Vio algo en sus ojos negros que le llamaron mucho la atención. Se acercó para verlo mejor y juraba que alrededor de sus pupilas había un halo de color rojizo, pero Jung Kook movió su cabeza al notar cómo lo analizaba, lo hizo rápido hacia los lados e insistiendo para que lo soltara.

Aquellos ojos, Ho Seok los había visto en algún lugar, pero le era muy difícil recordar dónde fue la última vez que lo hizo.


—¿Qué pasó con Tae Hyung?—volvieron a preguntarle, pero sin ninguna intención de soltarlo.


—No lo sé, por favor suéltame... Me estoy enojando.


En cuanto Jung Kook dijo eso, su voz cambió, se volvió un poco más gruesa. Los otros dos no le hicieron caso, no podían dejar que se marchara sin entender qué pasaba entre él y el vampiro, además Ho Seok quería saber de dónde sacó el anillo que llevaba en su dedo. Jin lo sostuvo un poco más fuerte y el menor lo hizo de nuevo, se removió como pudo, estaba asustado y quería salir de allí como fuera. Pero algo dentro de él no estaba bien, por su cuerpo se manifestaban sensaciones desconocidas. Le ardía el pecho, por sus venas parecía que corría agua hirviendo y su cabeza bombeaba fuertemente, obligándolo a cerrar los ojos.


—Agh...—se quejó Jung Kook en un susurro. Pero el dolor se volvía cada vez peor—¡Aghh!


—¿Ahora qué pasa?—Jin soltó al chico al notar que la fuerza que utilizó para zafarse le ganó.


—Aléjate de él Jin—advirtió Ho Seok agarrando a su compañero del brazo con rapidez y poniéndolo a su lado—.Algo no anda bien.


Inmediatamente después de que Jin se alejara, el joven pelinegro cayó al suelo de rodillas y cubrió su rostro con ambas manos, las cuales comenzaron a temblar. Tenía miedo de lo que le sucedía,  era como si fuese a morir; Jung Kook gritó casi desgarrando su garganta, extendió sus brazos hacia los lados y su cuerpo se echó hacia atrás curvando su espalda, casi formando un arco. Sintió que por sus orificios nasales algo chorreaba. Su propia sangre comenzó a resbalar cayendo por sus labios hasta llegar a la perilla.


—¿Qué mierda está pasando?—Jin no podía creer lo que estaba viendo, sintió miedo por primera vez en mucho tiempo. Nunca vio nada parecido, creía que Tae Hyung le había hecho algo, pero no había marcas de mordida en su blanca piel.


Por otro lado, Ho Seok lo observó detenidamente; no trató de acercarse al chico, por el contrario agarró fuerte a su compañero y lo obligó a dar pasos hacia atrás.

A su alrededor las cosas comenzaron a moverse, los libros de Jin cayeron de las estanterías, las sillas y otros objetos más ligeros se movieron a varios metros de su lugar original.

Jung Kook seguía sintiendo dolor, la sangre que salía de su nariz continuaba chorreando hasta caerle por la ropa. No podía soportar lo que su cuerpo le manifestaba; gritó con fuerza dañando su garganta nuevamente y todo alrededor de la habitación voló por los aires, generando así un gran desastre. Ho Seok y Jin se cubrieron para protegerse, pero varios elementos alcanzaron a golpearlos.


—¡Maldita sea, mi casa! —de inmediato Jin observó la masacre que se originó en la sala, incluso los muebles fueron víctimas del suceso.


El joven pelinegro cayó desplomado al suelo, su cara quedó chorreada de sangre, al igual que sus manos. Gastó todas sus energías y no pudo resistir más. Se golpeó fuertemente al impactar contra el piso y Ho Seok no pudo llegar a tiempo para evitarlo; presintió que después de aquella explosión caería ya que notó cómo se tambaleaba tratando de mantenerse recto. De inmediato se acercó hacia él y trató de levantarlo, sostuvo la cabeza del chico en su mano derecha y con la otra le tomó el pulso. Estaba acelerado, más de lo normal.


—No puedo creerlo, Ho Seok...—el castaño se acercó hacia ambos y se agachó para ayudarlo. Debían colocar su cuerpo sobre el sillón —¿Qué es lo que acaba de suceder?


—No estoy seguro—le respondió un poco confundido sin dejar de mirar al muchacho—.Llevémoslo al sillón.


Ambos se ayudaron para cargar al menor y colocarlo en un lugar más cómodo. El sillón se había arrastrado también lejos de su lugar y dado que los objetos que volaron golpearon a ambos, a Jin se le hizo difícil el caminar; algo había chocado contra su tobillo y éste comenzaba a molestarle.

Jung Kook quedó acostado finalmente en el sillón con su cuerpo en posición lateral, Ho Seok le pidió un pañuelo al castaño para poder limpiar un poco la sangre que el chico tenía en su cara. Después de eso lo miró una vez más muy detenidamente y luego se desvío hacia su mano, allí donde tenía ese anillo. Quiso tocarlo con sus dedos, aunque fuera rozarlo, esa joya llamaba su atención tanto hasta el punto de verse hipnotizado. Era ridículo el poco control que tenia sobre su mano en ese momento, cuanto más corta era la distancia más miedo sentía.


—¿Qué estás haciendo, Ho Seok?


Al oír su nombre salió de inmediato de su estado hipnótico y se dio cuenta de que el pelinegro había abierto por completo sus ojos. Se asustó y se echó hacia atrás chocando con Jin.


—¿Dónde estoy?—Jung Kook se incorporó con rapidez, miró a su alrededor todo el desastre que había y otra vez lo invadió el miedo. Al girar su cabeza se encontró con dos tipos que lo miraban algo asustados, sobre todo el de anteojos. Pero aunque se veía confuso los reconocía —¿Qué pasa?¿Por qué me miran así?


Los compañeros se miraron por unos segundos sin saber qué debían hacer o decir. Pero estaban de a cuerdo en algo, y eso era que se habían cruzado con algo totalmente nuevo.

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