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07 ━❝lo protegeré sobre todo y todos❞

Sostengo entre mis manos el papel que indica mi turno para pasar a la consulta, había viajado varias horas hasta una ciudad cercana donde nadie pudiera verme o entrar en una clínica de maternidad, aunque quisiera yo no podría estar segura de que mi bebé estaba completamente bien hasta que algún experto en cosas de embarazos y bebés me revisara y al habitante en mi útero, me llevo una de las galletas con chispas a la boca, el estómago me gruñe mientras espero, ya es casi de noche y lo mas seguro seria quedarme ahí y partir por la mañana hasta Nueva Orleans, la sala está llena en su mayoría de mujeres con panzas gigantes, algunas, como es mi caso no tienen casi nada. Me pone nerviosa saber como sea que está mi bebé, quizás mi madre le había hecho algo allá abajo y había sido una pésima idea ir al médico, temía que en verdad mi madre planea matarme con él ahí dentro, me sentía paranoica, tenía la intención de esconderme en una cueva en lo profundo de un bosque para proteger a la criatura, de todo y todos, queria ese momento para mi, queria ver como se sentía y sé que lo haré, pero como están las cosas en la casa Mikaelson y el barrio francés, yo me preguntaba si era el mejor lugar para cuidar a un niño, sobre todo con las brujas tan a la defensiva sobre el bebé de Klaus, cuando quizás el mío podría ser igual o más poderoso que la criatura que Hayley llevaba en el vientre.

—¿Seraphine Morningstar? —alzó la cabeza cuando la recepcionista dice mi nombre, me miran raro por el apellido. Si, como el del diablo, una pena que él me lo copiara a mi y no yo a él.

Me acerco al mesón mientras intento guardar mi paquete de galletas en mi bolso y trato de que mi chaqueta no caiga al suelo —Consultorio 407.

Asiento con la cabeza mientras termino de guardar el paquete y me dirijo por el pasillo hasta el 407, me cuelgo el bolso en el hombro y sujeto con fuerza el abrigo mientras toco la puerta, un leve pase me hace abrir la puerta, la mujer tras el escritorio me hace una seña para que me siente junto a ella, dejo mis cosas en el asiento continuo y me siento impaciente, me trueno los dedos y los froto un poco porque tengo las manos algo heladas.

—¿Cuantas semanas de embarazo tiene? —me pongo nerviosa, ¿como le explico que tenía tres cuando mi madre me lo saco y ahora no sé?

—No sé, apenas y me he enterado, supe de esto por exámenes de rutina —ella alza una ceja hacia mí.

—Bien, suba a la camilla, haremos una ecografía.

(...)

Es de madrugada cuando llego a Nueva Orleans, abro la puerta de la casa con cuidado mientras intento esconder la bolsa pequeña de ropa de bebé, no había podido evitarlo cuando fui a comprar a un centro comercial algo para el viaje, subo las escaleras intentando no hacer ruido en caso de que Klaus, Rebekah, Hayley y más importante, Elijah estén durmiendo, no tengo ganas de explicar mi ausencia de la noche, Kaio había pasado la noche fuera según lo que decía el mensaje que me había llegado cuando apenas salía de la clínica. Dentro del bolso tengo una tira de fotos de la ecografía, un bebé sano, con un estimado de veinte semanas, nada anormal en mí o él. 

Cuando llego a mi habitación guardó la bolsita dentro del closet vacío y las fotos las dejo dentro de mi bolso, debía hablar con Elijah pronto, tomo algo de ropa de una de mi maletas y me meto al baño a darme una ducha, apenas logró tocar el agua cuando siento un auto llegando a la casa, termino mucho mas rápido de lo que esperaba y me visto aun mas rapido, pensando la posibilidad de que Elijah descubra al habitante antes de que tenga tiempo de explicarle, me paso la polera por encima de la cabeza y oigo gritos, Rebekah esta gritando.

Me hecho a correr escalera abajo olvidando llevar algo para cubrir el apenas perceptible bulto, entro por la puerta del estudio y me encuentro a Rebekah y Klaus.

—¿Que les pasa ahora? —Klaus tiene la daga de plata puesta contra el cuello de Bekah —Ni sueñes que dejare que le hagas esto, otra vez. No me importa lo que hizo, baja la daga.

—No te atrevas a hacerle daño, Niklaus —mierda.

Klaus se gira soltando a Rebekah —Entonces quizas deberías ser tú —alza la daga hacia él —Hermano, robando a mi hijo con cada momento amoroso que le muestras a Hayley.

No me siento capaz de dar la vuelta y mirar a Elijah, Rebekah se para detrás de mi mientras intento dar pasos hacia atrás, con lentitud.

—Esto no tiene nada que ver con Hayley.

—Todo tiene que ver con Hayley.

—Escuchen ambos, tienen que acabar con sus peleas sobre mujeres —sostengo el brazo de Rebekah —Si siguen de esta manera, ninguno de los dos tendrá a Hayley y ella decidira largarse con el niño.

—Ella lo adoro, desde que llegó y ahora mi hijo, mi propia sangre crecerá llamándolo padre —Klaus parece estar por llorar mientras alza la daga hacia nosotros. 

Apretó las manos a mis costados y avanzó hasta él, suspiró con fuerza mientras me acerco —Eso no va a pasar, porque tú eres quien está luchando para que cuando nazca nada le amenace, para que nazca bien en este mundo, donde no deba temer ser un lobo o vampiro —estiro mi mano hacia él —Dame la daga a mi y te prometo que no permitire que caiga en manos equivocadas, la familia es poder, Niklaus y aquí nos protegemos.

—Espera —dice Bekah —Estas nuevamente preocupado porque te abandonaran, ¿no? La historia no te ha enseñado nada, nunca te abandonamos, tú nos alejas.

Klaus baja la daga y la deja en mi mano con cuidado, suspiro con alivio cuando siento el metal —Es asi —Klaus nos mira a los tres —Lo único que he hecho ha sido cooperar, yo me incline hacia ti, hermano, para compensar haberte clavado la daga —las lagrimas le corren por las mejillas —Por el bien de nuestro plan, para recuperar nuestro hogar —señala a Rebekah con sus dedos —Te he dejado en paz mientras repites el mismo círculo vicioso con Marcel, volviendo a caer por un hombre con el que no deberías estar, mientras el controla el imperio que no era de él, que era nuestro —se me queda viendo directamente mientras más lagrimas le caen —Y he guardado el secreto de Seraphine y la he instado a no irse de aquí, porque tus atenciones a Hayley han hecho que ella quede de lado de por quien esta en este lugar —el suspira —yo no busco escusas de los pecados pasados, pero en el momento que ustedes tres pudieron elegir estar de mi lado y creer en mí y creer que las intenciones con mi propio hijo fueran puras, eligieron pelear contra mi. Quizás quien menos lo hizo fue Seraphine, quien parece ser más fiel que mi propia sangre.

(...)

Me corre una lágrima por le mejilla mientras guardo mi ropa en el closet una vez mas, la bolsa de ropa ha quedado tapada por una de mis chaquetas largas, las ganas de ir al baño me llegan de golpe, me limpio la lagrima y me voy hasta el baño, me peino un poco cuando estoy lista para salir. Doy un brinco en mi lugar cuando veo a Elijah sentado en mi cama, es estúpido intentar proteger mi panza de su vista porque entre sus manos sostiene la tira de fotos de la ecografía.

—¿Este es el secreto del que Klaus hablaba? —suspiro mientras ando hasta el closet —¿Por cuanto lo has ocultado?

—Hace tres noches dormimos juntos, ¿tú crees que yo podría ocultar una panza como esta hace tres dias? —saco la bolsa del closet —¿O crees que aparecio de la nada?

Me acerco a él y le quitó la tira de ecos de las manos —No sé que creer ahora que existen los bebés milagrosos, al parecer este tambien lo es, porque recuerdo que tu madre te maldijo tras quitarte a nuestro hijo.

Suspiro con pesadez —El dia en que me iba a ir, mi madre me visitó con un regalo para evitar que me fuera, tal parece que conservo por mil años a nuestro hijo y decidió que era el mejor momento para devolvermelo que ahora, cuando según ella amenazo sus planes y un trato que hizo con alguien allá abajo.

El se queda quieto en su sitio, se levanta de un salto y se queda observando mi panza como si fuera lo mas raro que hubiera visto jamás —Si crees que esto es para llamar tu atención, no lo es, yo me estaba yendo porque ya no puedo seguir siendo segunda opción de nadie, salí a buscar a Hayley con ustedes y Klaus me pidió que me quedara, ¿sabes por que? —el se me queda mirando aun estático —Porque somos familia, este niño es un Mikaelson me guste o no.

Elijah se me acerca con una mano puesta bajo su barbilla —¿Sabes con quien está haciendo un trato alla abajo?

Niego mientras siento ganas de llorar —No tengo ideas y eso me aterra, mi madre planea matarme, planea quitarme mi poder y alguien allá abajo tambien quiere hacernos daño, a todos nosotros, me aterra no saber qué hacer con un bebé que ni siquiera puedo entender, que tiene más de mil años y que no sé si saldrá mañana mismo de mi utero o tardará otros mil años en que pueda cargarlo.

Elijah me abraza fuerte contra él, yo me muevo de un lado a otro —Todo lo que necesitas saber ahora es que lo protegeré sobre todo y todos, a ti y a él.

Una de sus manos se desliza por mi espalda y luego hasta mi vientre y ahí se queda en un intento de darme calma o sentir a su hijo, a nuestro hijo.


Aqui esta el capitulo que todos querían de como Elijah precioso se enteraba del bebé, quizás no es como les gustaría que fuera, pero yo me siento bastante contenta con este capitulo, sobre todo por mostrar un poco más la relación de Sera con Klaus y los demás, sin contar sus temores sobre su bebé de mil años de gestación.

DEJE SUS TEORIAS AQUI 

pd: vayan a leer mi otra historia que es de Tony Stark

BESITOS PARA TOOOOODOS.




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