02 ━❝los sentimientos atacan❞
El auto rojo aparca en las afueras de la casa bastante tarde, apenas me he bañado luego de andar por la ciudad intentando encontrar a Elijah o algún rastro de él, los vampiros de Marcel se me metieron en medio cuando intente hacer un hechizo localizador, no me permitían usar magia, acabe con dos de ellos sin ella y el resto corrió a informar a su rey, yo no le tenía miedo por algo tan simple como que él no deseaba enfrentarse a mí, podía arrancarle el corazón tan fácilmente como lo hacían los mismísimos vampiros.
—Al fin llegas —cierro la puerta de entrada tras de mí y observo a la rubia bajando de su auto mientras se limpia un rastro de sangre que tiene en la mejilla.
—¿Sabes algo de mi hermano? —sus tacones suenan cuando anda hacia mi con la clase que solo identifica a Rebekah Mikaelson.
—Nada, Niklaus se niega a decirme y no encuentro nada abajo o en los terrenos de la casa —ella me abraza cuando se detiene frente a mi, lanza un suspiro cansado y luego se separa —Hay que entrar, quizás tú encuentres algo que yo no.
Empuje la perilla de la puerta y esta se abre, Rebekah entra primero que yo y me sorprendo cuando entro y me encuentro a Hayley parada en la escalera con la mano puesta en su barriga que aún no se nota nada, simple instinto de protección materno.
—Ella es Hayley, ¿no? —Bekah la apunta con su mano derecha.
—Si, te presento en carne y hueso a la mujer que tu hermano embarazo —le digo con un poco de gracia en la voz.
—Esperaba un vientre sobrenatural, pero supongo que aún no ha llegado el momento.
Hayley acaba por bajar las escaleras y deja un fierro que tenía tras la pierna en el paragüero junto al final de la escalera —¿Saben algo de Elijah?
Algo dentro de mí parece encenderse de repente, como un instinto de protección o algo por el estilo, el simple comentario de la castaña me hace sentirme a la defensiva muy rápido y sé muy bien de dónde viene eso y sé muy bien cual es el sentimiento que siento de la nada, me he sentido amenazada con respecto a mi relación no tan relacion con Elijah, como si ella estuviera por romper lo poco que hay de aquello.
—No —responde Rebekah, me toma por el brazo y me jala hacia la cocina mientras yo aun me quedo como un zombie de TWD en medio del recibidor —¿Sabes dónde está Klaus?
NIego con la cabeza y Bekah se devuelve por donde vinimos —¡Klaus! —chilla mientras la sigo de cerca —¡Sal de tu escondite maldito narcisista traidor! —su cara se pone un poco roja —¡¿Donde metiste a Elijah esta vez?!
Las puertas del estudio se abren de par en par y Klaus se asoma por estas —¡Suficiente, ya deja de gritar! —el se acerca hasta donde estamos —Supongo que los seis vampiros muertos son tu obra, hermanita.
—La verdad es que solo cuatro, los otros dos los maté yo —meneo un poco el pelo para darme aires —Ahora, en algo más importante, ¿donde metiste a Elijah? Eres un traidor Klaus Mikaelson.
Los dientes del híbrido rechinan con fuerza y me recuerda a Henrik que solía hacer eso mientras dormía y como el pequeño niño dormía cerca de mi y Rebekah yo solía escucharlo cada vez que lo hacía, fue una pena lo que le paso.
—¿Qué le hiciste a nuestro hermano? —la rubia parece empezar a perder los estribos y si ella lo hace yo tambien podria hacerlo —¡Responde!
—Puede ser que esté de vacaciones —mi mano se estampa contra la mejilla de Klaus con fuerza, mi mano le queda marcada en la zona de un rojo vivo como si yo le hubiera quemado en esa zona, el se lleva la mano al lugar y gruñe un poco.
—No mientas, Niklaus —me doy una vuelta intentando identificar algo en el salon con lo que hacerlo sufrir sin magia —Elijah nunca saldria de aqui sin decirnos nada, por eso creo que le hiciste algo, ¿que le hiciste esta vez?
Rebekah me toma por el brazo cuando Klaus se levanta de un golpe de donde se había dejado caer —No tengo intención de participar en su búsqueda del buen Elijah, y ya lo sabias, Seraphine.
—Eres un imbécil, Klaus —apretó mis manos en puños a mis costados —Es tu hermano y ha estado contigo desde siempre, nunca perdió la fe en ti, pero yo sí lo hice y lo sigo haciendo.
(...)
Gruño mientras pateo el ataúd que usaba Kol hasta antes de morir, no hay nada y la poca información que el híbrido Mikaelson nos ha dado no sirve de nada, el lugar de descanso temporal de elijah ha desaparecido, lo que quiere decir que Klaus le ha metido la daga de plata en el pecho una vez más. me siento frustrada porque quizás con mi magia habría podido encontrarle, pero de alguna manera Marcellus se entera de todo lo que pasa en esa maldita ciudad, y por una sola cosa el no podía enterarse que estábamos en esa casa, la casa de su padre y el lugar donde había sido un esclavo, lo que hacía perfecto este lugar para escondernos con Hayley, había cosas de este lugar que nos hacían felices y tristes, aquí Rebekah se había enamorado del hijo del gobernador de por aquel entonces y Klaus lo había matado, yo en ese lugar disfrutaba de lo que llamó sutilmente sexo bruja-humano con un amigo del gobernador, pero aun con ese intento de distracción no lograba quitarme el hecho de que Elijah se había enamorado de otra bruja de nombre Celeste.
—¿No puedes hacer un hechizo localizador? —Bekah cierra con fuerza su féretro dejando la estaca de plata dentro de este —Podríamos aparecer frente a él y ya está.
—De alguna forma Marcel se entera de que las brujas aquí hacemos magia y sus vampiros aparecen en segundos —le digo torciendo la boca —Ya lo intente, apenas pude iniciar.
Ella bufa con fuerza, mi teléfono vibra en mi bolsillo, declinó la llamada rápidamente y lo vuelvo a poner en mi bolsillo.
—¿Quien era? —mierda.
—Damon —le digo con sutileza mientras subo las escaleras para volver a la parte de arriba, ella aparece arriba con cara de interrogación.
—¿Que po...
Se queda a la mitad cuando Hayley aparece tras de ella y se queda mirando escalera abajo —¿que hay ahí?
La rubia se gira hacia ella —Ataúdes donde a Klaus le gusta meternos de vez en cuando, seguramente una vez que tu bebé nazca pondrá uno para ti tambien. Deberías escapar mientras puedas.
—No puede ir a ninguna parte, de ser así ya la habría llevado a un lugar un poco más seguro fuera de aquí y los vampiros de Marcel, pero las brujas la matarían si cruza los límites de la ciudad.
—Ya sé donde haré mi primera parada buscando a Elijah hoy, iré con las brujas —Rebekah desaparece en menos de un parpadeo.
Yo suspiro mientras cierro la puerta de entrada al sótano —Esta familia es rara, Hayley, pero intentamos protegernos y todo eso.
—Hablas como si fueras una Mikaelson —dice ella.
—No lo soy, pero ellos son la única familia que tengo —alzó los hombros.
(...)
Me parece sentirla soplandome el cogote mientras ando por el barrio francés, doy varios vistazos hacia atrás en su búsqueda pero ella parece no querer que la vea pero si me deja sentirla, me deja tener su aliento en mi cogote y puedo sentir su magia en mi como siempre lo hemos hecho la una con la otra. Cruzo la calle en dirección a la antigua casa donde vivíamos, pero antes de llegar me doy cuenta de que no voy a poder entrar porque está llena de vampiros diurnos, lastima que no tuviera a alguien allí dentro, podría conseguir información y hacer que buscara a Elijah por mi ahí dentro.
Algo dentro de mi palpita al sentir un licántropo cerca, me giro para ver a Hayley dando pasos por el barrio, me doy la vuelta hacia su dirección y ando tan rápido como me hes posible, la agarro del brazo cuando llegó junto a ella y está chilla.
—¿Que demonios haces sola aquí? —le gruño, noto la rudeza de mi voz al decirle eso, me siento un poco mal al sentir las cosas que siento por ella, pero la he visto con Elijah y las sonrisitas de ambos y es la misma sensación que tuve con Celeste cuando estaba viva, pero hay algo más en ese momento que me despista, acónito —¿Por qué tienes acónito encima?
Entonce veo a Lilith al otro lado de la calle, me sonríe con sorna y agita su mano con las uñas extremadamente largas de un lado al otro. Me suelto del brazo de Hayley como en una especie de transe, me acerco a mi madre y esta nos hace aparecer en el cementerio de Nueva Orleans.
—¿Ya te dejaste de jugar al escondite? —ella se ríe mientras se acomoda la falda roja como la sangre.
—La verdad solo estoy aqui para ver como empiezas a perder el control con la chica, es malo tener un corazón roto en estos momentos —sus tacones se entierran en la tierra y me recuerda a cuando ella usaba esos mismos zapatos para herirme la espalda por no querer dejarla drenarme la magia —Sobre todo si se trata de ti, con esa magia que por lo general se potencia de tus emociones, una pena, cariño.
—Nunca voy a entender de qué hablas, Lilith —le digo mientras trato de no dejarme ir por la ira y saltarle encima para golpearla lo más fuerte que pueda.
—Claro que lo sabes, todas las veces que tus poderes se han salido de control a sido de ira, y de tristeza y justo tras un corazon roto, recuerda que mataste a Aurora solo de ira —me indica ella mientras da una vuelta dejando volar su capa negra —Y te volvera a pasar, porque los celos te estan llenando otra vez y ademas, tu corazón empieza a romperse, gracias a Elijah, una vez más.
Yo suspiro —¿para esto viniste, bruja?
Ella niega mientras se ríe un poco —Para eso y para distraerte de que la loba tome acónito y asesine a su bebé antinatural, y adivina —ella sonríe —Veo enojo de parte de un hermano original hacia ti.
Una voluta de humo rojizo aparece desde el piso y mi madre, mi maldita madre desaparece tal como apareció, sin rastro alguno. Mis botas de tacón no me sirven demasiado para correr a buscar a Hayley y tampoco tengo una idea de donde pueda estar, me siento culpable por salir corriendo tras mi madre, cayendo en su trampa una vez más, porque podrían pasar años en los que me lastimara, pero yo seguía dejándola hacerlo, y tal vez dejaría que siguiera pasando.
Chocó contra un cuerpo, la persona se queja —¿Qué te sucede Seraphine?
—Debemos detener a Hayley, tiene acónito y puede matar al bebé.
Antes del anochecer encuentro a Hayley, está sentada en una banca de algo parecido a un parque, respiro aliviada mientras le aviso a Rebekah que la encontré, ha dejado el vaso donde creo tiene el acónito en la banca junto a ella, avanzó por la calle hasta ella cuando alguien aparece de la nada y no es Bekah, es un vampiro. Ella toma el vaso y se lo lanza al vampiro frente a ella y entonces aparecen dos más, corro y atravesó el cuerpo de uno y le sacó el corazón con el puño, Rebekah ha aparecido de la nada y le quita el corazón al de al lado, no nos han visto venir.
—Deberían ser más delicados con una mujer embarazada —salto sobre el tercer vampiro y le rompo el cuello de un solo tirón —¿No has bebido, verdad?
Ella niega.
—Bien —la tomo del brazo para llevarla a casa.
Me siento mal de sentirme tan aliviada por arreglar algo que pudo desencadenar cosas malas para mi, Lilith tenía razón, mi magia solia desbocarse cuando yo me enojaba demasiado tras emociones fuertes, me atacaban los sentimientos y tambien los recuerdos, la ultima vez que perdí el control fue cuando las brujas me sometieron aquí en Nueva Orleans y acabe matando a varias de ellas, solo por perder el control, mate a Aurora y la convertí en vampira debido a un ataque de ira en contra de mi madre, cuando se apareció para burlarse de mí, era ella la que me hacía irme al límite de todo lo que yo trataba de mantener bajo control, era ella la que me provocaba, pero era yo la que dejaba que ella se metiera tan vilmente en mi cabeza, la dejaba decirme como me atacarian mis pensamientos, mis sentimientos y recuerdos.
Ella era el fuego de mi dinamita.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro