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Buscar y buscar mas allá de las montañas en cuanto cae el atardecer.
No dejes tus esperanzas desfallecer...
Tal vez al alba...con un poco de suerte...podamos volver a estar juntos.
Para aquellos que buscan con sentimientos puros en su corazón recibirán la ayuda de los angeles.
Dime ahora...¿De verdad crees que ellos te ayudaran?.
El joven castaño de larga sotana corria tras el moreno con cara angustiada, Lambo era un pequeño huérfano de la iglesia, uno de tantos que habian ahí.
Personas de los alrededores solían abandonar niños...y aveces los adoptaban.
Aquellos que eran acogidos por un nuevo hogar normalmente no regresaban.
Pero el pequeño Lambo ya había sido abandonado más de seis veces.
Aun siendo tan pequeño...el niño era desconfiado, temeroso e irritante.
El padre Dino le decía que su color era el verde...que su bendición era diferente al igual que su papel a cumplir en el mundo.
Si el niño cumplía 11 y nadie lo acogia seria educado por la iglesia para dos razones para que fuera un ciudadano justo y honrado o bien se uniera a los hermanos de la catedral.
Pero para su fortuna ahora Lambo estaba la tutela de un granjero.
Su octava familia.
Ademas era de saberse que el castaño estaba a un par de meses en completar con orgullo sus votos.
Y que no solo eso... El estaba bendecido si el pedia por alguien era seguro que esa persona, ser o cosa estaria bien protegida.
-Oí Tsuna...¿Quien...era tu amigo?-
Takeshi era uno de los protegidos principales de la iglesia. Hijo menor de dos hermanos, de un gran cocinero y agricultor de la pequeña región.
Se decía que la madre de los hijos del buen hombre los habia abandonado por que los odiaba...pero nadie la conocía...nadie la vio jamas era un total misterio...
Pero tampoco es como si a la gente le interesara esas cosas.
Muchos se quejaban del primer hijo, Asari que un dia simplemente se marcho y no regreso durante largos meses.
Pero para cuando volvió peleó contra su padre y hermano.
Desprecio a la comunidad de la que había nacido Y se marchó después de atacar a la iglesia.
Dejando tras el una reputación manchada y distintos destrozos.
Todo fue caos en esa época.
El y Yamamoto Takeshi ,su ahora mejor amigo, tenian al menos siete años cuando Asari arremetió contra su hogar y se fue sin dejar rastro.
El moreno era conocido por ser un hombre fuerte y valeroso.
Risueño y agradable, leal a su casa.
Pero el mismo se había percatado de la sombra en su mejor amigo.
No podia hacer nada para curarla...el quería sanarlo.
Que esa sonrisa fuera sincera...una vez mas.
-Lo encontré en el campo...parecia herido y lo lleve a casa...-
Contesto mientras seguía corriendo tras el joven de tez morena.
-No deberias llevar desconocidos a casa...puede ser peligro...-
Regaño en un tono suave y tranquilo.
Aveces comparaban a Yamamoto con la lluvia tranquila que llego a su valle el dia en que cumplió cinco años y las lluvias azotaron y con ellas la enfermedad que hizo sufrir a tantos.
Aunque hubo quienes no se salvaron debido a su bendición pudo ayudar a los afectados.
Después de correr una distancia considerada llegaron a la casa donde estaba Lambo y un hombre muy molesto gritándole.
Eso enfureció a los jovenes.
-¡NI SIQUIERA PUEDES HACER ALGO TAN SENCILLO COMO MONTAR UN ESTUPIDO CABALLO!¡CON RAZON NADIE TE ACOGE EN SUS CASAS!¡NIÑO INUTIL!-
El castaño se acercó rápidamente ,Lambo estaba tirado en una tabla de dura madera temblando, expuesto y debil afuera de la casa, se veía en mal estado, el pequeño tenia solo ocho años pero se veía pequeño para su edad.
Yamamoto también estaba demasiado molesto.
En esos momentos el azabache tenia un fuerte deseo de empuñar una espada y acabar con personas crueles como esa.
El conocía a la gente del pueblo y sus corazones.
Ese hombre era todo menos una buena persona...
Podía ver esa asquerosa maldad.
Tsunayoshi se acerco a apelar por el infante. Takeshi Pudo ver como su castaño amigo colocaba sus manos sobre el niño.
Siempre podía jurar que veia cada vez que ese chico ponia las manos encima de alguien veia un resplandor de luz calida y hermosa.
Una sensación de paz y seguridad le embargaba cada vez que era de admirar.
Esa luz que producía Tsuna se traspasaba al enfermo y lo ayudaba mejorar.
Si el castaño recitaba una plegaria la luz aumentaba era como un encanto o algo similar a una llama divina.
Era algo que hasta ahora solo el podía ver.
Amaba esa luz...y al mismo tiempo la aborrecía.
Era seguro que el niño se salvaría...pero tambien que perderia otro hogar.
Aunque no se le puede llamar casa u hogar a un lugar donde solo hallas sufrimiento y nada de amor.
¿Que acaso no existian aquellos angeles de los cuentos que venían del cielo a repartir justicia?.
Claro que no...solo eran simples patrañas.
El odio y otras emociones en su corazon eran demasiado potentes.
Debía calmarse, respirar profundo.
Porque el deseo de hacer daño estaba ahí.
Contra ese hombre horrible que no se preocupaba por el niño tendido en el suelo.
De dañar a alguien tan puro que lo enfermaba.
¿Cuando había cambiado tanto?.
Al final de las plegarias se llevaron al infante con ellos.
Aun si esas plegarias dieran lo que en el cuerpo mortal se requerían no podrían sanar el corazón herido.
-Takeshi...¿Como crees que lo tome Lambo?...T..tal vez no debamos decirle que...-
El pequeño castaño enfoco su atención en el chiquillo de cabello rizado que descansaba en los brazos del moreno mientras caminaban de regreso a la iglesia donde seguramente el padre Dino les esperaba. No tuvieron el corazón de dejarlo con aquel hombre cruel y ruín.
-No sera necesario...el...seguramente ya lo sabe...-
El tono agrio de la voz del moreno atrajo la preocupada mirada del castaño.
En su corazón ahora solo había un propósito mas potente que el en ayudar a los demás.
Le dolía ser incapaz de ayudar a Yamamoto.
Pero ahora estaba dolido por el pequeño de cabellera rizada.
El pequeño al regresar a la iglesia debía volver a Esperar a ser acogido en otro hogar o ser huérfano.
Después podría elegir si deseaba servir a su gente o vivir como un ciudadano normal.
Una vez pisaron el terreno santo un hombre alto de cabellera rubia y amables ojos marrones.
Vestido por una larga sotana de tono blanco y negro.
Un largo báculo de madera adornada finamente tallada en su mano derecha.
Con expresión apacible les recibió.
El padre Dino era un hombre de una naturaleza encantadora...casi atrayente.
Pero no ponia aprueba su gentil corazón.
E incluso acepto la intercesión de el joven castaño de llevar a Lambo a su casa donde cuidaría sin duda de el.
Tsunayoshi recibió la ayuda de Takeshi para llevarlo consigo a la pequeña cabaña acogedora del joven castaño.
Xanxus estaba sentado frente a lado puerta.
Ahora entendia el porque le desagradaba tanto...y comprendia por que Tsuna no lo reconoció de inmediato...
Gracias a una inesperada visita en la ausencia de su amado ángel toco un poco mas de la verdad.
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