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Mi dulce desesperanza...Estoy agonizando en este tormento.

Estoy perdiendo la fe...

Me estoy perdiendo...salvame...

No quiero dejar nada atrás...no estoy dispuesto a olvidarte.

A la deriva, necesito un consuelo.

Dime...¿Aun me amas?.

Atraves de la mirada ambar...y del rojo del infierno ya no puedo mas con esto.

Al final de la vida solo hay muerte, el amor te lastima de distintas formas...pero aun así es el veneno mas dulce que puedes probar.

El decir adiós siendo arrancado de quienes amas duele y quema en el alma.

Un ángel que amo a un humano esta destruido...incompleto.

Ahora que ha visto caer en la amargura al amor de su vida.

Lo vio hundirse en la desesperación...

Aun a la distancia soporto la agonía de ver a ese hombre de rostro inflexible perder el brillo de la vida.

Oh su amado Alaude...su adorado esposo.

No pudo mas que derramar lágrimas silenciosas observando desde los cielos.
Incluso fue castigado por ello.

Ya no queria seguir con esa vida inmortal que llevaba.

Anhelaba vivir y morir como los mortales... Ellos podían amar, odiar... eran libres de las ataduras que las alas blancas que permanecian con orgullo sobre su espalda le daban.

Podía volar tan alto entre las nubes y pisar la tierra.

Tenia poder, gloria y la belleza en su ser...pero no era mas que una cascara vacia.

-No puedo mas...-

Soltó un suave susurro mientras sujetaba su cabeza y frotaba su rubia cabellera tan dorada como el sol.

Hoy se cumplian dos años desde que Alaude dejo la tierra y viajo a el ciclo de las almas.

Cuando eso paso tuvo el fuerte impulso de robarlo y hacerlo volver o darle un cuerpo angelical para que naciera.

Solo quería un segundo mas...

Pero luego entro en cuentas de lo que estaba pensando.

Dejo de buscar a Tsuna y se encerró esos dias en una celda blanca de la corte celestial.

Ahora observaba con melancolía a Kyoya tomado de la mano de Mukuro y Nagi frente a una gran corona de flores fresca y frondosa, adornada de listones y demás aun si el paisaje a su alrededor en ese mausoleo era triare, existía una belleza dolorosa en ese momento...

Esos tres ya no eran niños....eran adultos.

Habían crecido bien, ese era uno de sus consuelos.

Ellos tendrían una vida.

Quería descender frente a ellos y abrazarlos.

Deseaba despedirse en la tumba de Alaude.
Eso estaba prohibido...

¿Que habría hecho su hermano menor?

Probablemente el hubiera bajado desde los cielos para llorar sobre las flores y entregar sentimientos puros en despedida.

¿Por que el no podía hacerlo?

Tal vez este era el castigo a sus acciones...si la envidia no lo hubiera consumido.

Tsunayoshi estaría vivo...

Alaude estaría vivo....

-Si no hubiera delatado a Tsunayoshi...yo...no sentiría esto...-

Coloco sus manos sobre su pecho, estaba siendo demasiado egoista...demasiado estupido.

Debía unirse a Reborn para poder encontrar a Tsuna.

No sabia cuanto tiempo observo...pudieron ser horas...no estaba seguro.

Lloro en silencio por cada día que no pudo estar ahí para Alaude.

Había prometido ser su ángel cuando el murió.

Pero ni siquiera eso hizo...

-Soy horrible...-

Aun con su aspecto blanco e inmaculado...sentía asco de si mismo.

Una profunda repulsión que lo consumia desde las entrañas.

Sabiendo que podría ser un error que le costaria sangre bajo lo mas rápido que pudo.

Los ahora adultos Kyoya, Nagi y Mukuro se habian retirado y no pudo desaprovechar la oportunidad para abrazarse a esa cruz y flores con desesperación, rogando perdón nuevamente.

Tampoco se percato de quien estaba atrás de el.

No le importaba ser descubierto.

-Giotto Por Dios...tus alas...-

Fue lo único que escucho , esa voz se escuchaba llena de preocupacion.

Pero no le importo, no le interesaba nada...solo quería quedarse Ahí...solo un poco mas.

¿Tampoco tenia el derecho a llorar?.

-Basta Giotto...ven.-

Una mano tiro de sus alas, por lo que por instinto se aferro a las flores con toda la fuerza que poseia.

-NO, no no...no ,yo me quedare...-

-GIOTTO TU HERMANO ME HA MANDADO POR TI...HAN HALLADO A TSUNA, DEJA DE LLORAR COMO UNA ESTUPIDA DONCELLA, ERES UN JODIDO ANGEL -.

Un joven pelirosa con un tatuaje en el rostro grito exasperado, abofeteando al joven rubio.
El conocía bien a su amigo,lo estaba perdiendo...
Una de las plumas de las bellas alas de Giotto se habia tornado de un color algo cenizo.

Eso era peligroso...podían matarlo si se sabia.

Y como guardián del conocimiento no podía dejar pasarlo.

Pero...solo por Ese rubio...y por el amor que sentía por los recuerdos de Tsuna...por que tambien habia su culpa que esos dos acabaran así...

Si tan solo no...si tan solo Tsunayoshi no hubiera salido a ese lugar tal vez nunca...si no le  hubiera enseñado ese encantamiento.

El hubiera no existe...todo eran tristes y estupidas excusas.

No podía dejar que atraparan a Tsuna, no dejaria que Giotto cayera.
Mantendría su palabra.
Cuidaría de el, Reborn ya estaba en camino.

¿Quien había delatado el lugar donde el alma de el antiguo ángel guardián de la pureza descansaba?

El no podría pelear pero...rezaría por ellos...Se lamentaba a diario por sus errores

Pero aun asi...no sirve de nada lamentarse

Lo hecho, hecho esta.

Lo único que no conoce el remedio es la muerte.
si hay aliento en tu pecho entonces lucha...

Vive...no dejes de pelear.

Es muy pronto para rendirse.
¿Verdad?
¿Verdad?

Aun se puede luchar un poco más.

Aun puedo proteger a los que amo.

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