—Es una minimidad, sanará pronto. Mira como el enano me hace gastar recursos en él por un cortecito de nada —dice Cuchillas.

Es el nuevo médico, parece que el anciano de la cabra lo terminó de acomodar. Luce tan serio como siempre y tan tacaño.

—No, si yo dije que estaba bien, pero nuestro Pluma insistió —responde Daga bajando la manga de su camisa.

—Tío Daga, debes tener más cuidado —comenta Lucía con los cachetes inflados y el rostro enojado.

Daga se baja de la camilla y se agacha delante de ella. Mi mirada lo busca, sus palabras, Daga seguramente disfrutó con toda su alma el recibir esa herida y sentir que podría haber muestro en ese espectáculo. Siempre lo hace, le grita al inexperto que lanza las cuchillas que acierte en su frente o corazón, apuesta con ellos.

No creo que él desee morir, pero sus límites siempre han sido así, dudosos.

—Es que no me dolió, yo soy muy resistente —dice Daga a la niña.

—Aun así, hay que cuidarse, tío... —comenta ella como si lo regañase.

—Si lo dices, quizás lo haga, esto de los niños no es lo mío. Tu papá me va a regañar si digo algo que vaya en contra de la educación que quiere darte —responde pasando la mano por los cabellos de la niña.

Lucía levanta la mirada hacia Jeremy para tomar su mano.

—Papi, ¿el tío Daga miente mucho frente a mí? —le pregunta ella—: Dile que me diga la verdad, mentir es malo.

No puedo dejar de ver esto, es algo banal y a la vez extraño. Quiero entender que es la línea entre lo que debo decirle a ella o lo que no, pero yo no lo sé. Solo puedo esperar a que Jeremy me regañe en los momentos exactos.

Nunca he apreciado o deseado la vida más allá del circo y no será ahora, ¿pero qué haré contigo?

Las voces de ellos tres resuenan de fondo, parecen estar bien. Llevarse bien, yo, en cambio, debo ir a organizar las cosas para la caza. Si los dejo solos de nuevo, Jeremy va a mandarme a la mierda...

—Debo ir a la ciudad de compras, me llevaré a Lucía, ¿desean venir? —Es lo único que se me ocurre ante esta situación.

════ ⋆★⋆ ════

Jeremy me hace cargar a Lucía mientras él y Daga hablan sobre nosotros, puedo escucharlos. La niña se entretiene jugando con mi araña, Vicaria.

—Tío, ¿qué vamos a comprar? —Me dice ella sin levantar la vista.

—Ajos, crucifijos y agua bendita —le respondo.

—¿Eres cura? —Pregunta Lucía—: el cura del orfanato usaba mucho eso.

—No, no soy cura, no creo que exista un Dios —le respondo tajante.

Ella parece dudar si responder, pero parece decidir hacerlo.

—Dios nos cuida a todos, él es bueno —me dice ella.

Si existiese un dios amable y justo, yo estaría muerto.

—No creo que... —Mis palabras son detenidas por una mano que se desliza por mis labios para cubrirlos.

—Creo que llegamos, una tienda de artículos religiosos —responde Daga.

—¿Para qué quieren eso? —Nos cuestiona Jeremy lleno de curiosidad.

—Es que quiero probar nuevos caminos —responde Daga liberando mi boca—: encargos, nada de que preocuparse.

—Rara vez hacen algo solo por hacer —nos dice Jeremy tomando a la niña de mis brazos—: ¿van a decir la verdad?

Observo a Daga, quien rápidamente se hace cargo de la situación, pensé que mentiría, pero solo dice la verdad.

—Vamos a cazar a un bicho malvado que devora hombres —dice el rubio con una sonrisa de oreja a oreja.

Jeremy le mira escéptico, deja escapar un grande suspiro mientras Lucía parece emocionarse. Parece que va a rebatirnos algo, pero se detiene por ella.

—Por eso es que tío Látigo me preguntaba el otro día sobre las leyendas de la ciudad —responde ella con los ojos brillosos.

Los niños entienden lo que ellos quieren, pero da igual.

—Sí, justamente eso, Lucía. Es un secreto, no le digas a nadie —le comento.

Jeremy carga a la niña para dársela a Daga y tomar mi mano para llevarnos dentro de la iglesia lejos de ellos. No hay casi personas, solo tres que están pidiendo algo a su Dios más adelante.

—Dime la verdad —dice Jeremy en voz baja por el eco.

Es difícil de creer, quizás deba mentirle y todo quedaría en paz. Pero si lo descubre, posiblemente lo entienda como algo negativo.

—Mañana en la mañana te daré la verdad, ¿puedes aceptar esto así? —Le comento.

Le tomo por la cintura para acercarle a mi mientras susurro las palabras en su oído. Las imágenes de esta mañana se apoderan de mí solamente por la cercanía, me gustaría repetir algo como eso... Quiero hacerlo...

—Látigo... No quiero descubrir un escalón más abajo de lo que ya existe. Las cosas del circo aún son difíciles para mí —me dice él apartando su cuerpo del mío.

¡¿Todavía tienes miedo de que nos vean, qué te preocupa tanto?! ¡¿La opinión de quién, ya esa maldita Dalia no está?!

Tomo su mentón para hacer que me mire, cierro los ojos para calmarme y hablar suavemente. ¿Por qué me cuesta tanto entenderte?

—No te mentiré, no lo haré —le respondo sin dejar que se aparte.

Una señora se voltea a nosotros para ver la cercanía que tenemos. Evito que Jeremy mire hacia ella, el rostro de la mujer es evidentemente de asco hacia nosotros.

—¿Puedo ir contigo? —Me dice él cerrando los ojos.

¿Ignoras nuestro escenario?

Suelto su cuerpo y me alejo de él. Daga y Lucía entran a la iglesia irrumpiendo el momento.

—No deberías ir —le comento.

Es algo que sería peligroso para él. No puedo dejar que Jeremy muera. De alguna forma me niego a perderle.

Él mira la puerta, parece querer tomar los pasos en esa dirección, pero tomo su mano para esconderla en mi espalda, evitando que otros lo vean, ya que no le gusta...

¿Qué estarás pensando? Juro que quiero entenderte, ahora solo quiero que nada te pase.

Daga me entrega a Lucía haciendo que suelte la mano de Jeremy por un momento. Daga se para en puntas porque no llega y junta sus labios con él haciendo que se aparte mirando sus alrededores y luego a Lucía.

—¿Qué haces, Daga? —Murmura Jeremy con un notorio nerviosismo.

—Tenías una basura en el labio —comenta el rubio para luego mirar a Lucía—: enana, me gusta tu papá, ¿eso es malo?

.·͙*̩̩͙˚̩̥̩̥*̩̩̥͙　Nota de autor　*̩̩̥͙˚̩̥̩̥*̩̩͙‧͙ .

Buenas, Kirara por acá. Vengo a decir que ya queda oficialmente reabierto el circo y en emisión diaria.

Algunos saben que la había pausado porque me iba a volver loca con los Roosevelt... Esos demandaron mucho de mí 🥲 pero igual los amo. Por cierto, allá salen Daga y Pluma.

En fin, no los aburro. De lunes a viernes hay cap diario, los findes vagueo.

Los quierooooo

🎪Sean bienvenidos al circo Los Ángeles Rojos 🎪