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Ciudad de Cristal

━━━ ONE ━━━



Miró la misericordia con detenimiento. La fina hoja alargada y estrecha sobre su mano, reflejando un fragmento de su rostro. Max se la había dado como obsequio de su embarazado, y que posiblemente la tenga su hijo. Seguía pensando en lo que ocurrió, y en cómo habían terminado las cosas.

Su hermano le traía diversas sensaciones, y entre ellas incomodidad. No podía permanecer mucho tiempo con él y eso era extraño. Era como estar rodeada de gente desconocida, por lo que llegaba a la conclusión de que Alec era la única persona que llegaba a soportar más tiempo.

Jugó con el pequeño cuchillo y levantó la mirada al escuchar a Alec entrar a la habitación. Después de que su padre invadiera el Instituto, hubo grandes bajas y varios subterráneos muertos a causa de Maellartach. Para la gran mala suerte de la Clave, nadie había capturado a su padre ni mucho menos encontrado la Espada Mortal.

Había sido interrogada, por lo que podía mentir mucho mejor sin estar bajo el domino de aquella espada que le corroía las manos hasta los huesos. Nadie sospechó, pues consideraban que ya no estaba del lado de Valentine y porque "había demostrado" lealtad a Alexander.

Bola de estúpidos, pensó para sí misma poniéndose de pie y espero a que Alec le dijera lo que hablaron en la reunión. No tenía ganas de ir y Alec no la obligó a bajar.

━ La Clave ha convocado a todos los miembros activos de los que se pueda prescindir de vuelta a Idris para una gran reunión del Consejo━ habló, sobando su cara con una de sus manos━. Van a votar qué hacer respecto a Valentine, y puesto que somos las últimas personas que le han visto...

Dejó la oración a la mitad, sentándose en la cama para poder suspirar. Estaba igual de cansado que ella por estar al tanto de lo que respondía la Clave ante el ataque, ya que Víctor Aldertree había muerto, y con ello, Alec había tomado el control del Instituto momentáneamente. Apenas habían hablado al respecto de lo que ocurrió, Johanne no lo quería cerca y eso Alec lo comprendía hasta cierto punto.

━ Idris━ susurró ella, algo indiferente al tema━. ¿Cuándo nos iremos?

━ En un rato━ miró el suelo.

Johanne no dijo nada y guardó la misericordia en su cinturón.


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Habían pasado un par de horas antes de que llegara Magnus Bane para realizar el portal. Johanne entrecerró los ojos bajo el sol de la tarde, comenzando a fastidiarse por la espera de la mocosa de su hermana. Clary se había ido al departamento de Luke, pues se sentía algo culpable de activar la espada.

Y la estaban esperando. El Instituto se alzaba recortado contra el cielo azul, un bloque de granito lleno de ventanas en forma de arcos puntiagudos y rodeado de un alto muro de piedra. Rostros de gárgolas miraban al suelo con expresión lasciva desde las cornisas. En un principio le pareció estúpido que se ocultaran en una catedral, pero después comprendió que ningún estúpido entraría ahí.

Se encontraban en un pequeño patio, a una pared lateral del Instituto, en el extremo opuesto de los jardines. La hierba crecía sin control allí, medio cubriendo los senderos que serpenteaban por entre lo que parecían haber sido rosales. Había incluso un banco de piedra, recubierto con una telaraña de verdes hierbajos; aquello había sido una auténtica iglesia en el pasado, antes de que los Nephilim la ocuparan.

Se recostó contra una musgosa pared de piedra, cruzando sus brazos mientras que Alec estaba sentado y recargando su espalda de igual manera. Johanne visualizó a Simon ingresando por la verja de hierro encastrada en la pared de piedra y posó la mano en el pasador y la abrió de un empujón, había recorrido la mitad del agrietado sendero de cantería que conducía a la puerta principal.

Vio que Jace se volvió hacia él, percibiendo su presencia.

━ Regresó en seguida ━ le dijo a Maryse en modo de aviso.

Maryse asintió inquieta, pero no dijo nada.

━ No entiendo por qué tiene que tardar tanto ━ comentó Maryse a Magnus━. ¿Te parece normal?

━ Lo que no es normal es el descuento que les ofrezco ━ Magnus golpeó la pared con el tacón de la bota. Estaba a unos pasos de la pareja━. Normalmente cobro el doble.

━ Es tan sólo un Portal temporal. Simplemente tiene que llevarnos a Idris. Y luego espero que vuelvas a cerrarlo. Ése es nuestro acuerdo.

Magnus viró los ojos, girándose para mirar a Johanne.

━ ¿Has comido bien? Te veo igual de delgada━ comentó, intentando ignorar a Maryse.

Era clara la incomodidad entre ambos, y la tensión que entre los dos se formaba en cuestión de segundos. Alec abrió los ojos para mirar a Magnus desde el suelo.

━ Más o menos━ respondió él━. Los vómitos arruinan el plan de hacerla subir de peso.

━ Tal vez puedo decir a Catarina que la revise.

━ ¡Cabellos de nieve! ━ Max corrió hacia Johanne, con algo entre sus manos y con Isabelle detrás de él.

━ ¿Qué? ━ lo miró sin mucho interés, y el niño le enseñó lo que tenía.

━ Hice está pulsera para ti.

Dio un suspiro para poder acomodarse y poner su atención sobre Max. Entre las pequeñas manos del niño había un hilo cruzado con otros más de color negro y gris; entre el hilo había pequeñas piedras pintadas de color plateado.

━ Yo también tengo una━ enseñó su muñeca derecha, donde yacía una misma pulsera, pero las piedras eran negras━. El negro simboliza el color de tus ojos, y el gris el de los míos.

Su sonrisa y alegría le provocaban ternura los que estaban cerca, menos a Johanne, que como era de esperarse la aceptó sin mucha gracia.

━ Gracias, duende━ miró con mayor detenimiento la pulsera.

━ Sí sabes que es mi esposa, ¿verdad, Max? ━ habló Alec, en un tono que delataba que estaba celoso.

━ Por favor, Alec, solo son amigos━ el gesto burlesco de Isabelle hizo al morocho bufar.

━ Así empiezan━ susurró él, sonriendo cuando Max se cruzó de brazos.

━ Me quiere más a mí━ había orgullo en la voz del niño, cosa que hizo a todos mirar a Johanne.

Apenas terminaba de colocarse la pulsera con los dientes, en la muñeca izquierda donde estaba la pulsera que la unía con Alec. Antes de que pudiera responder, un ruido irrumpió su plática. Un grito agudo y chirriante, terrible en su desesperación, y aún más por la brusquedad con que había sido emitido.

Fue instinto para Isabelle cuidar a su hermano, desenrollando su látigo. Había gritado una chica de cabello blancos, al ser atacada por un repudiado. Otros gritos resonaron, y un discordante repiqueteo metálico que hirió los tímpanos de Johanne.

Johanne desvainó su espada, viendo como una neblina blancuzca comenzaba a cubrir el jardín, y el olor fuerte en el aire le pareció familiar. Comenzó a ver figuras corriendo entre la neblina, escuchando los alaridos de los Shadowhunters que había con ellos.

Comenzó a detener el avance de una silueta enorme, una criatura humanoide jorobada y retorcida. Isabelle blandió su látigo para rechazar el avance del repudiado y ayudando a Johanne con él. Llevaba una tabla gruesa de madera, con la que intentó golpear a la morena casi a ciegas.

La luz del cuchillo que empuñaba Johanne iluminaba la niebla a su alrededor con un tono plateado; figuras oscuras corrían de un lado a otro dentro de ella, y le dio la impresión de que miraba a través de una hoja de cristal esmerilado, intentando desesperadamente distinguir qué sucedía al otro lado.

Isabelle había desaparecido de su lado; apenas alcanzó ver a Alec, cuyo brazo sangraba, acuchillando el pecho de un guerrero repudiado y observó cómo éste se desplomaba sobre el suelo. Otro se alzó a su espalda dispuesto a matarlo, por lo que corrió de inmediato. Solo tenía una espada larga y cristalina, saltó por el aire y levantó la espada. Su padre en el buque le había dado clases de lucha, y esas clases las llevó a cabo.

La espada pasó sin problema, con fuerza y determinación, y la cabeza del repudiado se desprendió del cuello lanzando un chorro de sangre negra. Aquello le revolvió el estómago, la sangre olía amarga y las ganas de vomitar la invadieron. Cubrió su nariz con su mano y se agachó para ver a Alec, que ya estaba perdiendo la noción.

━ Mantente despierto, Alexander━ gruñó, sacando su estela y rompió aún más su prenda. Trazó varias runas curativas y lo ayudó a levantarse.

De improviso, la neblina se disipó y Johanne vio a Magnus, de pie con mirada enloquecida junto a la pared del Instituto. Tenía las manos alzadas y centelleaban rayos azules entre ellas. Sobre la pared donde él estaba parecía estarse abriendo un agujero cuadrado negro en la piedra. No estaba vacío, ni oscuro precisamente, sino que brillaba como un espejo con fuego arremolinado atrapado dentro del cristal.

━ ¡El Portal! ━ gritaba━. ¡Crucen el Portal!

Varias cosas sucedieron a la vez. Maryse Lightwood surgió de la neblina, llevando a Max en brazos. Se detuvo para gritar algo por encima del hombro y luego se precipitó hacia el interior del Portal, desapareciendo en la pared. Johanne sin pensarlo la siguió, sujetando a Alec con fuerza y atravesaron el Portal.


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Miraba desde la ventana superior de lo que debía de ser una casa bastante alta. Enfrente había otra casa, no tan alta como la casa de los Penhallow, y entre ellas discurría un canal estrecho y oscuro, cruzando aquí y allí por puentes.

La vista le era familiar, de algún modo, podía ver como se alzaban las torres tan altas y delgadas agujas de algún material reflectante de un blanquecino tono plateado. Las mismas torres que había visto en alguno de sus sueños de niña.

━ Ésas son las torres de los demonios ━ le explicó Jonathan, colocándose a su lado en el marco de la ventana━. Controlan las salvaguardas que protegen la ciudad. Debido a ellas, ningún demonio puede penetrar en Alacante.

El aire que entraba por la ventana era frío y puro, la clase de aire que uno jamás respiraba en Nueva York. Johanne se mantuvo con la mirada al pueblo que se encontraba ante ella, indiferente a su hermano.

━ ¿Ese es su plan? ━ interrogó al notar el tono malicioso en la voz de su hermano. Jonathan sonrió, mirándola━. ¿Él que hará mientras lo hacemos?

━ ¿Qué tan estrecha es tu relación con el chico Lightwood?

━ Que mierda te importa━ se alejó de la ventana y caminó, dispuesta a salir de la habitación.

━ Debe ser tan estrecha como para dejarte embarazar de aquel ingenuo━ escupió con asco.

Johanne lo ignoró, bajando por las escaleras para llegar al primer piso. Tuvieron que dirigirse a la sala, donde lo primero que los ojos de Johanne se encontraron fue con Alec, estaba de pie junto a la chimenea, vestido con el oscuro equipo de Shadowhunter, colocándose un par de guantes. Él alzó los ojos cuando la pareja entró en la habitación y mostró su habitual expresión de desagrado al mirar al chico que acompañaba a su esposa, pero no dijo nada.

Sentada en uno de los sofás había una joven, con aspectos asiáticos y unos delicados ojos almendrados. Su cabello oscuro y brillante echado hacia atrás, y en su rostro atravesaba una expresión divertida.

La chica fue la primera en hablar.

━ Debes ser Johanne Morgenstern━ la miró de pies a cabeza.

━ Discúlpala, Anne, no suele tener modales ━ dijo Jonathan, con una sonrisa━. Ella es mi prima, Aline Penhallow.

━ ¿Quién eres tú? ━ Alec interrumpió las miradas de su esposa y el muchacho.

━ Soy Sebastian Verlac, del Instituto de Paris.

El dichoso Sebastian tenía cabello negro. Su rostro pálido e inquieto, pero sus ojos oscuros fueron los que llamaron la atención de Alec. Se le hacía familiar la mirada, pero su gesto simpático era algo que le hacía descartar la idea. Tal vez solo estaba alucinando por los celos que lo comenzaban a consumir.

━ ¿Y tú eres?

━ Alexander Lightwood, mi esposo━ contestó Johanne de inmediato, atravesando la sala para acercarse a Alec.

Él de inmediato la sujetó de la cintura y la pegó a su cuerpo, de modo posesivo y mirando a Sebastian con superioridad. El muchacho asintió, comprendiendo y se sentó en un sillón individual. Aline parecía divertida por la situación, conocía a Alec desde que eran niños y verlo celoso era todo un privilegio que no cualquiera observa.

━ En un rato debo ir al Gard━ le susurró, llamando la atención de Johanne━. ¿Quieres ir conmigo? ━ acarició su rostro con su mano libre.

El anillo de bodas centelló en su dedo, y Johanne pudo sentir el frío del mismo aro sobre su piel.

━ No quiero estar rodeado de estos estúpidos━ le fue honesta, haciéndolo sonreír.

━ Claro que no━ dejo un beso en su nariz.

━ Simon acaba de despertar━ anunció Isabelle, apareciendo en la sala.

━ El vampiro que camina bajo el sol━ el tono de voz d Aline era claro, no estaba convencida de eso.

Había sigo un enigma lo que ocurrió antes de que Valentine levantara a Maellartach. Johanne después se enteró de que Simon podía caminar bajo el sol sin daños o quemaduras. Y eso ni la Clave lo creyó al momento de que llegaron, poco después de que ella y Alec atravesaran el portal, Jace cruzó con Simon en brazos, herido y a nada de morir, cosa que al Cónsul no le agradó para nada.

━ Dile a Jace que quiero hablar con él. En un momento debo subir al Gard━ habló Alec, algo fastidiado.

Isabelle asintió para después volver a subir.

━ Se me había olvidado━ comenzó Aline, mirando a la pareja━. ¿Es verdad? Que Johanne está embarazada, quiero decir.

Alec soltó una risa, pero acarició el vientre de su esposa.

━ Sí, Aline, está esperando a la siguiente generación de Lightwood━ orgulloso de eso Sebastian los miró, pero clavo su mirada sobre Johanne.

━ ¿Y ya consideraron nombres? ━ la cautela en la voz de Sebastian de algún modo irritó a Johanne. La presencia de ambos en una misma habitación le traía la familiaridad de su incomodidad de niña, cuando ambos vivían en la misma mansión y no se toleraban la mayoría del tiempo.

━ Johanne quiero que se llame con Max.

━ Será atractivo sin lugar a dudas, podía llamarse William. Un nombre elegante━ comentó Aline.

━ Patético y estúpido━ repuso Johanne, comenzando a sentir mayor incomodidad.

Nadie dijo nada, ya que Simon ingresó a la sala con Jace a su lado, e Isabelle detrás de ellos.

━ Había olvidado que la ratita estaba aquí━ viró los ojos.

━ ¿Éste es el vampiro? ━ Aline miró a Simon de pies a cabeza como si le estuviera tomando las medidas━. En realidad, jamás he estado tan cerca de un vampiro; no de uno al que no estuviese planeando matar, al menos━ ladeó la cabeza━. Es lindo, para ser un subterráneo.

━ Tendrás que perdonarla; tiene el rostro de un ángel y los modales de un demonio Moloch ━ dijo Sebastian, embozando una sonrisa, poniéndose en pie. Le tendió la mano a Simon━. Soy Sebastian. Sebastian Verlac. Y esta es mi prima, Aline Penhallow. Aline...

━ Yo no les estrecho la mano a los subterráneos ━ repuso Aline, echándose hacia atrás sobre los cojines del sofá━. No tienen alma, ya sabes. Vampiros.

La sonrisa de Sebastian desapareció.

━ Aline...

━ Es cierto. Es por eso que no pueden verse en los espejos, o ponerse al sol.

Con toda deliberación, Simon retrocedió para exponerse a la zona iluminada por el sol, frente a la ventana. Sintió el sol caliente en la espalda y los cabellos. Su sombra se proyectó, larga y oscura sobre el suelo, alzando casi los pies de Jace. Aline respiró con violencia, pero no dijo nada. Fue Sebastian quien habló, mirando a Simon con sus curiosos ojos negros.

━ Así que es cierto. Los Lightwood nos lo dijeron, pero no pensé...

━ ¿Qué dijésemos la verdad? ━ preguntó Jace, hablando por primera vez desde que habían bajado━. No mentiríamos sobre algo así. Simon es... único.

━ Yo le besé en una ocasión ━ dijo Isabelle.

Las cejas de Aline se enarcaron veloces, mirando a Isabelle.

━ Realmente te dejan hacer lo que deseas en Nueva York, ¿no es cierto? ━ comentó, entre horrorizada y envidiosa━. La última vez que te vi, Izzy, ni siquiera te habrías planteado...

━ La última vez que nos vimos, Izzy tenía ocho años ━ dijo Alec, fastidiado de la plática━. Las cosas cambian. Bien, mamá tuvo que irse a toda prisa, así que alguien tiene que subirle sus notas e informes al Gard. Soy por el momento el director del Instituto y, por consiguiente, Johanne es también la directora, así que somos los únicos que pueden ir allí mientras la Clave está en sesión.

━ Lo sabemos ━ replicó Isabelle, dejándose caer sobre un sofá.

Alec, dándose aires de importancia, hizo caso omiso y bajo su mano para tomar a Johanne.

━ Jace, tú trajiste al vampiro aquí, así que tú eres responsable de él. No dejes que salga.

━ ¿Me has hecho bajar para decirme eso, que no deje que el vampiro salga al exterior? No lo habría hecho de todos modos. ━ Jace se instaló en el sofá junto a Aline, que pareció complacida━. Será mejor que te se den prisa en ir al Gard y regresar. Dios sabe a qué depravación podríamos dedicarnos aquí sin su guía.

Alec contempló a Jace con tranquila superioridad, mientras que Johanne solo viró los ojos.

━ Intenta comportarte. Diría que regresamos en media hora, pero lo dudo ━ comenzó a caminar y la pareja desapareció a través de una arcada que conducía a un pasillo largo; en algún lugar lejano se escuchó el chasquido de una puerta al cerrarse.


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Tomados de la mano caminaron por las calles estrechas y sinuosas de la ciudad. Johanne miraba todo, intentando recordar más al respecto de su vida ahí en Alacante. Alec, sin embargo, respiraba tranquilo el aire limpio de su país de origen. Le era satisfactorio poder relajarse y no tener que oler el aire contaminado de Manhattan.

Las calles desiertas volvían su paseo más cómodo para los dos.

━ Tuve un recuerdo cuando estaba a nada de morir━ comentó, rompiendo el silencio de ambos━. De tu y yo arriba de la mansión Lightwood.

━ ¿Tienen una mansión? ━ parecía incrédula por ello, algo que lo hizo sonreír.

━ Teníamos. Por la participación de mis padres en el Círculo fue que nos la quitaron, los Penhallow han sido nuestros amigos, por eso nos quedamos en su casa━ explicó Alec━. ¿Tienes memorias de aquí en Alacante?

Johanne se lo meditó un momento, vagando entre todo lo que podía recordar.

━ Algunas━ susurró por fin━. En la mansión Fairchild, me parece. En algunas estás tú, en otras Jonathan.

Ya habían dejado la ciudad atrás, caminando por una calzada estrecha entre los árboles. Johanne podía ver los canales de agua oscura por debajo de la colina.

━ Si es posible, tal vez nuestros hijos crezcan aquí━ había cierto tono dulce y cariñoso, cosa que Johanne había identificado como un módulo amable.

━ ¿Qué es el Gard? Para ser exactos━ cuestionó, pues llevaba con la duda desde que lo mencionó.

━ Gard es el lugar de reunión de la Clave. Es donde se decreta la Ley, y donde residen el Cónsul y el Inquisidor. Sólo los Shadowhunters adultos se les permite la entrada en la zona cuando la Clave está reunida━ explicó, justo en el momento en que llegaron━. Esto es el Gard.

Un muro alto se alzaba frente a ellos, con un par de enormes portones. Tallados con los arremolinados dibujos angulosos de runas. Las puertas estaban custodiadas por estatuas de ángeles a ambos lados, los rostros fieros y hermosos. Cada uno sostenía una espada tallada en la mano, y una criatura que se retorcía —una mezcla de rata, murciélago y lagarto, con repugnantes dientes puntiagudos— yacía agonizante a sus pies.

Le pareció fascinante aquellas estatuas, cosa que a Alec le pareció curioso. Johanne seguía siendo un completo enigma para él, pues cada día encontraba una versión de ella, más agría o más tranquila.

Alec abrió la puerta de un empujón e hizo una señal para que Johanne la cruzara.

━ Prometo enseñarte el lugar a detalle, pero debo entregar las notas de mi madre.


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━ Siendo honesto, no había querido preguntar━ comentó Alec, mientras caminaban de regreso a la casa de los Penhallow.

No había pasado tanto tiempo que apenas el sol comenzaba a descender, dejando a la ciudad en penumbra. Era la primera vez que Johanne podía ver al cielo y ver las estrellas por completo, sin molestar de la iluminación de los edificios de Nueva York.

Alec salió al poco rato del Gard, porque tenía que regresar a la casa de los Pnehallow por Simon.

━ ¿Sebastian te agradó?

━ Tus celos amargan mi poca tranquilidad, Alexander━ advirtió, dándole una mirada de soslayo.

━ Cuando desperté en la habitación pensé que estarías ahí, a mi lado, pero no estabas━ había algo de decepción en su voz━. Al bajar a la sala solo me encontré con Jace y Aline teniendo su momento. Les pregunté por ti y Aline me dijo que estabas con su primo.

━ Y lo estaba━ afirmó ella, solo para echarle más sal a la herida de Alec━. Me enseñó las torres de demonios, hablamos al respecto de la literatura. Es una persona interesante al respecto, más de lo que puedo decir de ti.

Alec bajó la mirada con dolor, había sido un golpe bajo. No era fanático de leer a menos que fuera necesario, había estado desinteresado en las lecturas de Max, pero era solo Max por quien iba a las bibliotecas de Nueva York por libros infantiles o de su interés.

Hasta que llegó Johanne para ser otro motivo para buscar entre los estantes libros específicos, los cuales él se dignaría a leer para tener un tema de conversación. Pero ya le estaban ganando dos personas la oportunidad.

━ Bien, supongo━ se limitó a decir, en un apenas perceptible susurro.

Pero Johanne de igual manera lo escuchó, más no dijo nada. En silencio siguieron su camino hasta llegar. Alec abrió la puerta y se hizo a un costado para que ella entrara.

━ M-ai urmărit de când ai ajuns aici━ escucharon la voz masculina de alguien en la sala━. Nu-mi dau seama dacă un mă placi ori dacă eşti atât de bănuitor cu toată humea. Agradezco la práctica del rumano, pero, si no te importa voy a ver por qué está demorando tanto Isabelle en la cocina━ y por su voz en inglés reconoció a Sebastian.

━ ¿Qué es lo que sucede? ¿Es que no habla rumano después de todo? ━ no era difícil distinguir a Simon de entre las voces más graves de los chicos.

━ No ━ dijo si no mal escuchó Jace━. No, claro que lo habla.

Antes de que alguien más dijera algo, Alec y Johanne entraron en la habitación. Alec mostraba cara de pocos amigos, mientras que Johanne se mantenía en un semblante serio, igual que cuando se había ido. La mirada del morocho se entretuvo momentáneamente en Simon, con una expresión confundida en sus ojos azules.

Jace alzó los ojos al sentir su presencia.

━ ¿De vuelta tan pronto?

━ ¡Cabellos de nieve! ━ Max sonrió hacia Johanne, levantándose del sillón y dejando el libro al lado de su plato de pastel━. ¿Estás bien? ━ corrió a abrazarla, aferrándose a su pierna.

Johanne sintió la incomodidad arrinconarla, miró a Max como si fuese algún animal raro y exótico, lo suficientemente raro para parecerle una peste.

━ No por mucho rato. Y Max, suéltala ━ Alec alargó el brazo para tomar un par de manzanas de la mesa con una mano enguantada.

Max bufó, pero se separó de ella, dispuesto a sujetarse de la mano derecha de Johanne.

━ Tan sólo regresamos por... él ━ dijo, señalando a Simon con una manzana, la otra se la había entregado a su esposa.

━ Quieren verlo en el Gard━ explicó Johanne━. Esperemos que para torturarlo brutalmente hasta que suplique por su vida.

Aline se mostró sorprendida, no por lo último que dijo la muchacha, sino porque la Clave quiere conocer a Simon.

━ ¿De verdad? ━ dijo ella, pero Jace se levantó del sofá, zafando su mano de la de ella.

━ ¿Para qué lo quieren ver? ━ preguntó, con una serenidad peligrosa━. Espero que lo hayan averiguado antes de comprometerse a llevarlo, al menos.

━ Pues claro que pregunté ━ le espetó Alec, algo ofendido━. No soy idiota.

Johanne le dio una mordida a la manzana, para mirar a Alec con vacilación, cosa que lo hizo corresponderle la mirada.

━ Ah, vamos ━ dijo Isabelle, que había reaparecido en la entrada con Sebastian, que sostenía una botella━. A veces eres un poco idiota, ya lo sabes. Sólo un poquito ━ repitió a la vez que Alec le lanzaba una mirada asesina.

Nadie más que Johanne lo llamaba idiota.

━ Van a enviar a Simon de vuelta a Nueva York ━ explicó Alec, con cierto fastidio━. A través del Portal.

━ ¡Pero si acaba de llegar aquí! ━ protestó Isabelle con un mohín━. Eso no es divertido.

━ No tiene que ser divertido, estúpida━ reprendió Johanne, ya fastidiada.

━ Que Simon vinera aquí fue un accidente━ Alec tomó la iniciativa━, así que la Clave cree que lo mejor es que regrese a casa.

━ Fantástico ━ habló Simon━. A lo mejor incluso podré regresar antes de que mi madre advierta que me he ido. ¿Qué diferencia horaria hay entre aquí y Manhattan?

━ ¿Te quedas a leer conmigo? ━ interrogó Max, solo y exclusivamente a Johanne.

━ No lo creo, duende inútil━ su indiferencia hizo a Sebastian mirarla con seriedad.

━ En serio ━ volvió a hablar Simon, mientras Alec y Jace intercambiaban una repentina mirada━. Es perfecto. Todo lo que quiero es marcharme de este lugar.

━ ¿Irán con él? ━ preguntó Jace a la pareja━. ¿Se asegurarán de que todo está bien?

Fue donde la pareja intercambió serias miradas. Se miraron el uno al otro como si supieran leerse la mente a través de su mirada. En un primer momento Simon pensó que eran iguales, los dos con caras de pocos amigos todo el tiempo, odiando a la gente, o principalmente a él.

━ ¿Qué? ━ quiso saber Simon, al rato en que Alec y Jace volvieron a mirarse, paseando la mirada de uno al otro━. ¿Qué es lo que sucede?

Ambos dejaron de mirarse; Alec volvió la cabeza hacia su amada, y Jace dedicó una mirada insulsa y sonriente a Simon.

━ Nada ━ respondió él━. Todo está bien. Felicitaciones, vampiro..., te vas a casa.


☠️🖕📿📚⚔️⚰️🔥👿🍎❤️‍🩹    


Y empezamos con esto, ¿qué les pareció?

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