[ Iniciando secuencia... ]

EPISODIO VEINTE

Mamá ahora comúnmente me dejaba dormir más, tal vez por el hecho de que se dio cuenta que últimamente me la pasaba metida en el laboratorio.

Y no solo eso, sino la discusión sobre Nathaniel como mi guardaespaldas.

— bueno es que me hace pensar que tienes dudas sobre mí, ¿cómo es posible que hayas contratado a un guardaespaldas? sin consultarlo conmigo —la seguía por toda la cocina.

Mientras ella solo se dignaba a servirse su comida— es por tu bien —

— ¿Mi bien? —fruncí mi ceño, pero entendí a lo que se refería— ya te dije que estoy bien —

— a ver Morgan —y cerró la olla mientras fruncía su ceño— ¿quién es la madre de quién? —

— Lo sé, pero me hace pensar que... —

— pensar nada, Morgan —detestaba quedar en blanco cuando mamá no estaba siquiera prestando la suficiente atención a esta discusión— no se discute lo que yo diga por tu bien, podrás ser la CEO de Industrias Stark, pero yo soy la CEO de la casa y la CEO de la casa dice que tienes que tomar las vitaminas —me dejo en blanco en la cocina, mientras se iba con un pedazo de zanahoria en su boca y un plato en su mano.

Eso había sido una maravillosa jugada.

Así que en resumen, mamá contrató a Nathaniel para que estuviera conmigo en todo momento, desde la mañana de cada día hasta mi último minuto sola en casa, cuando mamá llegaba Nathaniel se iba, cuando mamá se iba, Nathaniel vendría a la casa para venir a buscarme e ir a donde fuera conmigo.

— Dame el resumen del trabajo hecho anoche —entre al laboratorio y pedí a H.A.N.N.A un diagnóstico.

[ El traje ha sido modificado últimamente con dos nuevos arreglos, la fibras de nylon han sido puestas exitosamente y el neopreno compacto ha sido introducido también en el naylon para un mayor reforzamiento, la estructura de poliéster también ha sido incluida exitosamente, señorita Stark ]

— perfecto —el traje estaba un setenta por ciento ya hecho y eso que tan solo necesite dos noches para hacerlo, casi era imposible para cinco científicos— analiza que los documentos escaneados del señor Pym, H.A.N.N.A y también llámalo —suspire— quiero hablar con él sobre su excursión a la isla Tristán —ya tenía todo listo y solo faltaba sus documentos para el permiso hacia allá.

Y sí, aunque el señor Pym no me había dado su número, H.A.N.N.A logró escanearlo y dar con el número antes de que se fuera.

[ Llamando al señor Pym... ]

Si fuera el señor Pym y veo que un número desconocido me llama, seguramente no le respondería, pero no aparecería exactamente como desconocido en su celular sino como...

— señorita Stark —

— señor Pym —sonreí al escuchar su voz mientras intentaba activar los mecanismos de expansión del casco del traje— me alegra que haya contestado, tengo buenas noticias —mire al fondo donde del laboratorio, aún tenía que buscas algo que me permitiera hacer el casco, pero creo que lo más normal para mi sería recurrir a los planos de papá.

— ¿Cuáles son sus noticias señorita Stark? —

Me había desconectado por segundos, baje mi mirada, creo que revisaré los planos de papá— ya encontré a su equipo especializado para ir a la isla Tristán y también el equipo tecnológico y transporte, solo faltaría la documentación de su parte y ya es cuestión de dar coordenadas para que se reúnan —mire entre los archivos de H.A.N.N.A

— entiendo, le dare los documentos a Scott para que se los comparta —

— perfecto, aquí lo espero —habían tantos materiales con el que papá había trabajado que me resultaba imposible ver uno solo apto.

El señor Pym había cerrado.

[ se localizó un intento de acceso ]

Fruncí mi ceño y abrí el pequeño recuadro de la pantalla dimensional de H.A.N.N.A, el intento de acceso se dio hace unos segundos atrás, baje mi cabeza decepcionada.

Debí haberlo imaginado, el señor Pym intentó entrar en mi sistema, eso fue... original.

— H.A.N.N.A busca entre los archivos de papá, uno que vaya concorde al traje que tengo en proceso —

[ Tengo uno señorita Stark ]

— eso fue rápido —

[ Es el traje empleado con nanobots, señorita ]

Fruncí mi ceño y trague fuerte. Era difícil ver el traje de nanobots en este momento o bueno lo era para mí.

Porque fue el último traje que papá utilizó y el único que nunca he podido reparar porque no he tenido la osadía de hacerlo. Aún había mucho de lo que tenía que hacer, antes de ver ese traje, pero...

Mi traje en proceso necesitaba de los nanobots, podría hacerlo resistentes a convertirse en moléculas pequeñas y crecer, desplazarse con gran facilidad y sin problema, pero ¿A qué costo?

Sí cada aquél veía ese traje me venían recuerdos de papá, uno tras otro.

Y eran pocos, para colmo.

Pero lo necesitaba...

Limpie mi rostro y bufe— bien, H.A.N.N.A trae Iron Man Mark L al frente —aun estaba destruida— revisa sus fallas y problemas y veremos qué haremos cuando vuelva del trabajo, por el momento dejaré esa tarea pendiente —y mientras H.A.N.N.A traía a la Mark L me dispuse a salir del laboratorio.

Creo que iría a hacerme un café y algo para comer mientras dejaba a H.A.N.N.A escaneado a la armadura.

No obstante, en una posibilidad entre uno y mil, se podría decir que entrar a mi cocina y hacerme un café mientras veo a un hombre con capa roja en mi sala es un cero punto nueve por ciento.

— Señor Strange —no sé cuándo había llegado, pero él estaba aquí.

Trague fuerte.

Miraba en sentido contrario, pero era él, hasta que me escuchó y se volteo— Morgan —no sé porqué, pero su voz me reconfortaba, me hacía sentir vulnerable escucharlo, después de tanto tiempo, lo veía y sentía que... él tal vez sí me entendería.

Sonreí de lado— sino mal recuerdo, señor Extraño, estoy en mi época —y me gustaba hablar con el señor Strange.

También sabía que me había regalado un anillo, que había guardado desde el día que me lo dió, quería mantenerlo como un regalo preciado. Me hacía recordar lo que pase en durante mi salto en el tiempo y lo que fue un sueño mejor realidad, el ver a mi padre, aunque fuera solo una última vez.

— he mantenido la distancia correcta contigo y tus cosas —

— pero aún así me sigue vigilando ¿No? —rodeé la mesa de comida y serví mi café de la cafetera a la taza.

— como he prometido —

— promesas, promesas —canturre.

— Morgan —

— ¿Quiere café? ¿O no le gusta? —un poco de azúcar y quedaría listo.

— no vine a desayunar contigo Morgan —pero su voz seguía siendo tan ajena a mí.

Sorbo un poco del café en la cuchara y la tiró al fregadero, tomando la taza de café en mi mano y rodeando la mesa para salir de la cocina— entonces ¿Qué negocios lo trae por aquí? Señor Extraño —

No creo que él fuera a pedirme favores, pero si lo haría, supongo que sería algo muy grande. Aún así, era normal, el pedir favores a una persona con tantos recursos como yo ¿no?

Era raro que James ya no apareciera por aquí, a esta hora debería estar llegando.

— no vayas —fruncí mi ceño frente a la frase tan repentina de Strange, volví entonces mi mirada a él.

— ¿Qué dices? —

— tampoco debes volver a alterar la realidad Morgan, no debes hacerlo, te estoy advirtiendo —fruncí mi ceño, ni siquiera había pensado en hacerlo— sabes lo peligroso que es —pero aún así él me estaba juzgando.

— a ver, esperate —deje la taza sobre la mesa cerca de la ventana y volví a él— que yo sepa, tú no me mandas, Strange, te recuerdo que ya soy mayor de edad y dueña de una industria, segundo, ni siquiera sé de qué hablas y me estas juzgando, pero ¿quién te crees que eres? —

— Morgan, puedo ver el futuro —

— el futuro puede cambiar —aclaré— ya lo has visto tú mismo, así que no digas que es exactamente el mío, me has enseñado que existen muchas Morgan en distintas realidades —

— no me estás escuchando —

— no, ustedes no me están escuchando —el dolor de cabeza volvió— piensan que porque son más grandes que yo saben lo que deben decidir en mi vida y ¿sabes? no es así, soy consciente de lo que soy y lo que debo hacer, estoy harta de que siempre están dándome órdenes, ¿sabes una cosa? Strange, podrás ser un hechicero mundial, pero en mi vida no te meteras —estaba por explotar en llanto cuando subí las escaleras con ira, no estaba de acuerdo, no quería, simplemente decidían lo que era bueno para mí o lo que debía hacer, me deshice del consejo y ahora pasaba esto, las dudas sobre mí se acumulan como suciedad en un filtro y eso lo detestaba— y ¿sabes otra cosa? —pero quise volver a Strange y decirle algo más, sobre el anillo que me había regalado, pero cuando lo hice, ya no estaba, no estaba en la sala, lo veía desde lo alto de las escaleras y Strange había desaparecido, en cambio, estaba Richard.

¿Cuándo había llegado?

— buenos... días, señorita Stark —incómodo y sin la menor idea de lo que estaba hablando, Richard llegó esta vez con una chaqueta y una camisa blanca, parecía más casual que ayer, aún así llevaba sus lentes.

— no vayas —

¿No ir a qué? Hablo de dos cosas, sé que seguramente hablo sobre mi traje para el viaje cuántico, a eso se refería con el futuro ¿no?

Baje mi mirada.

Pero.. ¿qué se supone que haría yo? en el futuro...

— señorita Stark, ¿está bien? —Richard me hablaba, volví mi mirada a él, cuando tenía el celular en su pecho, asentí— dicen que el equipo está esperando, señorita —

— ¿Qué equipo? —cuestione sacada de onda.

— bueno, no sé si recibio el correo, pero el consejo denegó el permiso de salida del equipo tecnológico a la isla Tristán —

Estos imbéciles— ¿que ellos qué? —