🎫 MORGAN STARK - Señor Stark
[ Iniciando secuencia...]
EPISODIO CUARENTA Y TRES
27 de Mayo del 2011
Las calles de Nueva York rugía entre voces humanas y automóviles, casi como siempre Nueva York era el centro de las atracciones y trabajo.
Viaje a cinco años o más de mi nacimiento y se sentía como estar en casa, pero nuevamente sin nadie a mi lado, ya se hacía costumbre esto de empezar de cero a tener a alguien de aliado de este lado, aunque me preguntaba porque el viaje en el tiempo no me dejó en un lugar un poco más… limpio.
Estaba en un basurero con salida entre dos comerciales en medio de una carretera muy transitada por carros, pero pocas personas, deducía que tal vez era porque está no era una avenida cercana al centro.
Agradecía que al menos el traje fuera liviano y no un montón de chatarra, estire mi mano y revise los sensores en busca de algún daño o falla, pero todo parecía perfecto, la gama PYM que Hank me había dado me permitía para cuatro viajes más, aunque no pretendía andar saltando por tantas realidades al azar, agradecía al menos tener varios para tener la opción en un "veremos". En mi brazo el total de PYM se reflejaba con rayas de carga y mostraba que solo me faltaban uno de cinco y que el sistema estaba en perfecto estado. Con estas PYM y las que tenía de recarga era perfecto para muchos otros viajes.
— un viaje exitoso —masculle entonces lista para desactivar el traje cuando una puerta a mi lado se abrió y un hombre con delantal sacó una bolsa de basura, estática estuve cuando su mirada se dirigió a mí, perplejo y asustado el hombre tiró la basura y cerró la puerta al instante. Maldita sea— debo ser más cuidadosa con esto —desactive el traje con un botón especial en mi mano derecha y poco a poco lo que quedó fueron mis lentes y el reloj dónde se guardaban en traje hecho a base de líquido metálico, casi como el último de los trajes de papá.
Era increíble como los discos que contenían los PYM fueran tan increíbles como para hacerte viajar a otra dimensión y sin siquiera hacer un mayor esfuerzo. Y en un intento de recarga los PYM con uno más de la reserva, abrí el compartimento del reloj, dónde los pequeños platillos de PYM estaban y sonreí al saber que aún tenía muchos más, resultaba imposible que algo malo sucediera en este momento, saque un PYM dispuesta a ponerlo en el reloj.
Hasta que algo empujó tras de mí y pronto caí al suelo y conmigo los PYM, uno tras otro completamente en el suelo, el pánico se apoderó de mí, relucientes me incentive a recogerlos pero alguien fue más rápido que yo y los tomó de inmediato, levanté mi mirada y no pude reconocer quién era, andrajoso y sucio sí, con guantes sin dedos y completamente desconocido, ví sus dientes aparecer y deduje su sonrisa y metiendo los PYM en sus bolsillos corrió lejos de mí cuando aún intentaba levantarme, frunci mi ceño alarmada y corrí tras de él.
El hombre cruzó la calle y por instinto corrí tras de él, de no ser por el hecho de que un auto se detuvo a un golpe de mi cuerpo y me dió en la cadera, gruñí con desespero al ver cómo se iba y desaparecía de mi vista, mientras el golpe se intensificaban cada vez más.
Era increíble como un coche podría destruirte por completo o causar una leve lesión.
— señorita, ¿Estás bien? —los autos siguieron como si nada y el auto que me chocó se mantuvo ahí, inclusive el chófer amablemente bajó del auto y se acercó a mí— ¿Se encuentra bien? —y lo reconocí.
— Happy —pronuncie impresionada, pero este sin entender miro mi cadera donde mi mano reposaba.
— te llevaré al hospital —
— no —dije al instante— a cualquier lugar menos al hospital —termine diciendo con el dolor oculto— realmente no estoy tan mal, solo necesito un buen descanso para poder mañana recomponerme —
Happy miro alrededor y parecía pensar en algo, sabía que no me dejaría sola, no era ese tipo de hombre, pero tampoco parecía muy seguro de lo que haría— escucha, realmente tengo algo importante que hacer ahora y no puedo llegar muy tarde —agregó.
Entrecerre mis ojos por un momento— pero me ibas a llevar al hospital —
— sí, al más cercano —entonces saco su celular— espera déjame llamarte a un auto de servicio para que te lleve a tu casa, ¿Dónde vives? —
— no —me apresure a decir, levantó su mirada extrañado— quiero decir, no deberías llamar a un auto, ya te dije que no es nada, además vivo muy pero muy lejos —invente con una sonrisa nerviosa.
— pero, no te sientes bien, no importa la distancia —
— sí que importa —agregue al instante alejando el teléfono de sus dedos— igual, déjalo así, estamos en medio de la carretera y estás haciendo un enorme tranque —mire atrás de auto y lamente su atraso, pronto todos empezaron a pitar, Happy gruño.
El celular de Happy sonó y le miro— es hora —alarmado corrió al auto y a punto de abrir la puerta corrió de vuelta a mí— ya no hay tiempo, tienes que ir conmigo —informo— pero prométeme que no dirás nada, te quedarás en silencio y no abrirás tu boca para nada —asentí de inmediato y él rodó sus ojos al instante, entonces me ayudó a llegar al asiento del copiloto en el auto de trabajo, el negro con ventanas negras— abrocha tus cinturones —advirtio Happy al momento que él lo hacía— y cualquier cosa… —
— hago silencio —masculle con vagueza— ya entendí —sonreí con seguridad, pero el me miraba como si realmente esperaba un desastre.
— solo espero no perder la oportunidad de ser el chófer de Stark —y dicho eso, arranco. Me sobresalté al escuchar su apellido y mire a Happy a mi lado.
— ¿Quieres decir que iremos a ver a… Stark? —mantuve un momento de silencio cuando sentí que saldría la palabra "papá", pero en vez de eso utilice "Stark"— ¿Tony Stark? —
Happy me miró de reojo y con su ceño fruncido preguntó— ¿No serás una fanática enamorada del señor Anthony? Si es así lo siento pero no podrás… —
— no —dije al instante— es solo que, bueno, es un señor de renombre y es increíblemente inteligente y… nada, no sabía que era el auto de Stark —oculte mi sonrisa y vacilé. Me acomode en mi asiento y volví a recordar el dolor en mi costilla.
Maldita sea.
Mire mi reloj, ahora no solo faltaba uno, sino todos, ni siquiera los de reserva tenía, porque también cayeron al suelo.
Debía encontrar a ese hombre como de lugar.
Cerca de las diez de la noche que llegamos al centro de convenciones lleno de reporteros y flashes, me recordaba a las veces que hacía prensa, pero esto era mucho más a lo que normalmente veía en mis conferencias con la prensa. Era muchas más personas, levanté mi mirada frente a la gran convención y leí en grande: "Anthony Stark sobre cómo ser un niño prodigio"
Era una conferencia de prensa de mi padre solamente, mis ojos brillaban por el montón de luces, por las personas en especial y por todo lo que hacía la mera presencia de Tony Stark en acción.
— no inventes… —frente a la gran alfombra roja que se dirigía adentro y quedaba bajo las ruedas del auto nos estacionamos. Happy se desabrochó el cinturón y abrió su puerta sin antes volver a mí.
— no me hagas perder el trabajo —advirtió— haz silencio y no hables con Tony —dicho esto tocó el botón del compartimento que obstruía la vista al lado del pasajero y salió del auto de inmediato. Ahora ni siquiera podía verlo, solo cuando entrara.
Me pegue a la puerta con fuerza mientras los guardias venían y esperaban a Stark frente al auto y nuevamente me obstruyen la vista pues uno se puso frente a mí ventana y no me dió la vista apropiada.
Bufé con desespero y solo escuche como la multitud pronto se enloqueció, deduje la salida de mi padre y los flashes empezaron a aparecer mucho más, quería verlo, pero este tipo no me estaba dejando. Ayuda.
— por favor, lárgate —masculle golpeando mi cabeza en el sillón de mi asiento. Pero entonces escuche como la puerta de atrás se abría gire y todo estaba completamente sellado, bufé y me hice a una esquina donde veía en una hilera separada el compartimento de atrás. Mi corazón se aceleró.
Mi corazón se aceleró cuando ví una mano ponerse en el umbral de la puerta y luego una cabeza entrar. Un hombre con lentes, con barba, con lentes y en saco, entró en la parte trasera.
Y tan solo lo ví cinco segundos, pero para mí fue lo mejor que me pudo haber pasado hoy, pues ese hombre del saco era mi padre, era él, realmente ERA MI PADRE.
— ¡¿Qué haces?! —y sumergida tanto en la pequeña apertura no me di cuenta que Happy había entrado y cerraba la puerta tras de él, fruncía su ceño y se ponía el cinturón, Happy susurraba cerca mío y me regañaba— ¿Qué te dije de quedarte quieta? —
— perdón —dije pero me callo de inmediato.
— te puede escuchar —musitó enojado y bufo arrancando el auto.
— ¿Todo bien Hogan? —era si voz, no podía evitar sentirme nerviosa y me aprisione en el sillón conteniendo mi emoción y ganas de llorar.
Happy me miraba con odio, pero respondió— no señor, digo sí, señor —se confundió pero al instante lo reparó.
— ¿Sí o no? ¿Problemas Hogan? —
— no señor —respondió ahora más seguro— ¿cómo fue su exposición hoy? ¿Fue complicado? —me miraba de reojo para que me mantuviera a raya, pero yo simplemente no podía moverme de mi asiento, estaba emocionada.
— lo normal, las personas solo saben criticar a la inteligencia, es obvio que no tienen mis visiones y cuestionan cualquier innovación —había tenido problemas en su exposición. No sabía que papá era cuestionado.
— siempre son cabeza de roca, señor —
— creo que una roca les serviría más —comentó con gracia papá. No pude evitar reír, una sonrisa avistó mis labios y sentí la alegría de escucharlo.
— claro señor —
— creeme si fuera posible les daría una roca de mente, sería mucho mejor, sus cerebros están llenos de estupideces —
— son un asco —Happy aumentaba su plática con papá cuando nos habíamos alejado de todo.
— sí, sería mejor que se bañaran a diario a ver si eso refresca su mente —otro chiste, no pude evitar reír otra vez y esta vez una carcajada se asomo, Happy me mató con su mirada y tape mis labios— ¿Por qué este ventanal oscuro obstruye mi vista? —preguntó papá al momento que amoldaba mis labios y me ocupaba de no reírme.
Pero había que admitir que eran buenos chistes.
— es para que no tenga que ver el tranque de la carretera señor Stark —Happy frunció sus labios al momento en que se detenía un instante por la luz roja.
— bueno, siempre me gusta ver las luces traseras de los autos siempre y cuando no sea en una carrera —y dicho esto la ventana que nos separaba bajo poco a poco, Happy entro en pánico.
— ¡No señor! —exclamo Happy, pero yo asustada me quedé inmóvil en mi lugar y poco a poco ví su rostro con una sonrisa tranquila y sin lentes, a centímetros de mí, me había descubierto.
— ya decía yo que Hogan tenía buenos gustos —estaba hablando frente a mí— aunque es un poco pequeña ¿No lo crees, Hogan? —
Trague fuerte cuando volvió su mirada a Harold, baje mi mirada y me mantuve en silencio, Happy negaba con la cabeza al saber que fue descubierto.
— en serio perdón señor, es que no quería que se incomodara —
— ¿Cuando una mujer podría incomodame a mí? —cuestiono con una ceja alzada, atrapé su mirada y volví de nuevo al frente, cálmate Morgan— por favor Hogan, no me ocultes cosas sino pensaré que me odias y estás haciendo algo en mi contra —y volvió a su asiento, lo seguí con la mirada, se apoyó en su asiento y viendo me guiño un ojo, me ruborice.
Volví mi mirada al frente, sí era él, era él. Debía mantener la calma.
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