EPISODIO CINCUENTA Y SEIS 

[Iniciado secuencia...]

— desde pequeño, tuve este sentimiento de compasión hacia los más necesitados, siempre que iba a mi instituto, mantenía en mente el hambre y la pena que muchos de mis compañeros pasaban por no tener un ingreso económico estable en su hogar —no reconocía a aquel que era el anfitrión, no era uno de los que tuviera en el listado de reunión o cosas por el estilo— desde mi infancia mantuve ese pensamiento y me invadía la pena de mis compañeros en el instituto, por eso —pero el hombre de cabello castaño y mirada de póquer tenía una barba triangular que hacía juego con su atuendo, parecía uno de aquellos villanos que veías en las caricaturas de antes, con cabeza triangular y vara igual, con unas cejas despectivas que sabías que haría problemas— está iniciativa tiene con fin, lograr que todo el dinero de aquí vaya a los orfanatos de los niños necesitados y también de las escuelas más pobres que haya en el país, sé que podemos hacer algo por los niños, yo me gradué en la mejor universidad por una beca y gracias a mí inteligencia —aludió egocéntrico— nunca me rendí de hacer lo que realmente esperaba hacer y lo logré, soñé en grande y ahora vivo en grande —el final de su discurso fue aplaudido a gran escala por todos los presentes, casi como si fuese un acto espectacular y yo solo removia del fondo de la copa lo último que quedaba de lo segunda copa de champagne.

— es un mentiroso sin remedio —escuché al señor Stark hablar y fruncí mi ceño cuando lo dijo.

— ¿Mentiroso? —

El señor Stark había dejado de tomar con la primera copa y parecía más centrado en el cinismo del presentador— dice puras mentiras —dijo sin mirarme— el dinero no va a los orfanatos o escuelas pobres, el dinero es recaudado para él y sus museos de exposiciones, siquiera el tercio de todo lo que recauda lo avienta en orfanatos y dice ser un redentor en este país —así que sí era un villano.

— no tengo palabras para lo afortunado que he sido, porque en esta oportunidad no solo tenemos reliquias antiguas para la exposición, gracias a la colaboración de un nuevo socio en mi empresa, el señor Lemno es posible está nueva adquisición —y como luces de neón, el señor presentador iluminó valiosos Pym sobre el escenario.

Ardía en mi interior, como si fuese un vampiro expuesto a la luz del sol, como si la existencia dependiera de aquello que estaba siendo mostrado.

— maldita sea —masculle por lo bajo.

— no te preocupes, no será ningún problema obtenerlo —expresó el señor Stark, aunque en cierta forma creía que la mayoría de las personas aquí no sabían para qué servía, así que esperaba que al menos no hubiera coleccionistas obsesionados en el lugar.

En cierta forma me encontraba relajada de la situación, pero algo en mis sentidos, me decía que esto podría ponerse peor, pensé que tal vez sería mi ansiedad jugando con mis sentimientos y mi bienestar mental, pero cuando una mujer de cabellera corta y chocolate paso por mi lado, fue inevitable no poder saber de quién se trataba.

Su postura y altura, eran las mismas, su nariz respingada y su aparente soberbia eran claros de Hope Pym.

La piel se me erizo cuando descubrí a la señorita Hope en este lugar y mis alarmas se encendieron de inmediato e inerte en mis miedos y sin darme cuenta de ello, tome a la señorita Hope del antebrazo deteniendo su caminar casi en un instante.

Y su mirada me quemó por completo, cuando frunció su ceño entre su cabello corto hacia mí persona, de por sí la Hope de mi dimensión me odiaba, no esperaba menos de esta.

— ¿disculpe? —

No sabía porque lo había hecho, estaba entrando en pánico, mis manos empezaban a sudar, pero entonces sin precedentes el señor Stark apareció— señorita Pym, debo admitir que no esperaba encontrarla aquí —la mirada de la señorita Pym se desvío de mí y entonces volví a la vida, casi como si ella fuese una medusa y yo un torpe héroe en busca de su cabeza.

Mis manos seguían sudando, Dios mío.

— señor Stark, no me sorprende verlo aquí —su mirada aprecio a mi padre, el señor Stark de arriba a abajo, casi como si se tratara de un agente contaminante— no puedo discernir que es lo que le atrae de estos eventos, ni mucho menos esté en especial —

— creo que todos venimos por algo en particular, señorita Pym —

De pronto, para Hope las alarmas parecían encenderse, desafiaba a mi padre con la mirada como si fuera una clara amenaza, pero aún en medio de ello, no podía entender qué sucedía, ¿Qué sucedía con ella?

[ Recolectando información... ]

Y de pronto, H.A.N.N.A se había activado.

Fruncí mi ceño, pero aún así seguí escuchando en silencio, esto significaba que H.A.N.N.A había encontrado algo cercano que podría ser útil.

[ Conectando... ]

No era una información, era una transmisión, pero ¿Qué transmisión?

[ Desconocido: Los fusibles están en su lugar, me he asegurado de la zona, en cuanto estés cerca de los Pym, la luces se irán ]

Esa voz...

[ Voz detectada, Doctor Henry Jonathan "Hank" Pym es un entomólogo y físico que desarrolló el Traje de Ant-Man después de crear las Partículas Pym ]

Sí, H.A.N.N.A era el señor Pym.

Y planeaban robarse los Pym que estaban en subasta, los había reconocido.

Esa era una amenaza.

[ Doctor Pym: En cinco minutos, prepárate]

— ¿Qué hay de su padre, señorita Pym? —había desatendido por completo la conversación con el señor Stark, hasta que él volvió a hablar.

Ella no lucía nerviosa, lucía segura y preparada para esquivar cualquier insinuación— a estado muy bien, jugando al bingo y meditación —

Al señor Stark eso le pareció gracioso y por un momento divagó con su mirada— no creo que al señor Pym le hubiera gustado esas cosas, pensé que sería más el tipo de hombre que intenta hacer grandes adquisiciones y usted su cómplice mientras le habla y le dice todo al oído —y por un momento tan efímero, tanto Hope cómo yo quedamos pasmadas por su confesión, trague fuerte mientras desviaba la mirada de un momento tan incómodo.

[Maldito, Stark, un minuto, Hope]

Y sin previo aviso, la señorita Hope terminó su champagne y tiró la copa a un lado, todos se escandalizaron por el suceso y dirigieron su mirada a la copa, pero la señorita Hopes desapareció en el instante.

Esto era un problema, un enorme problema.

— ¿Tiene la afinidad de interceptar comunicaciones? señor Stark —no tenía sentido hacer las cosas bien, si esto ya se había salido de nuestras manos.

Debía recuperar esos Pym antes que ella, antes que el señor Pym, el señor Stark suspiró en reproché— creí que huiría como nena —

Le miré exigente, pero de inmediato y tan pronto como fue posible las luces se apagaron, el lugar quedó completamente en penumbras, siquiera las luces de emergencia aparecían y solo se escuchaba la alarma.

No tenía tiempo para hacer las cosas como el señor Stark quería, así que de inmediato activé mi traje en el lapso que entre tropiezos intentaba cruzar al montón de personas— ¡quítense de mi camino! —exclamé sin saber a quién rayos me dirigía.

Mi cuerpo rápidamente fue reconociendo todo mi equipo mejorado y pronto ya tenía una armadura completamente nanobótica sobre mí, gracias a la rapidez de una tecnología futurista, el casco de mi traje me permitió visión nocturna y fui capaz de ver hasta el más mínimo detalle, ya no corría, ahora abría mis alas integradas para volar sobre las personas sin necesidad de los propulsores y acercarme al centro donde estaban los nanobots aún, estaba tan cerca de ellos que no fui capaz de reconocer algo que pronto se aproximó a mi izquierda y me hizo tambalear o mejor dicho estrellarme contra una pared.

Esperaba enfrentarme con quién fuera que se hubiera atrevido a hacerme esto, pero no fue así, porque entonces vi la caja Pym sobrevolar por las personas en la oscuridad, de inmediato me impulsé como pude y lo atrapé en mi mano, sentí alivió al instante de tenerlo, pero esto no acababa porque mis manos fueron abiertas inconscientemente por algo más, miré con detenimiento y me encontré con una pequeña hormiga en mi mano.

— ¿Qué rayos? —

Necesitaba explicaciones, pero creo que ahora lo que más necesitaba era que alguien me quitará las hormigas que empezaban a aparecer en mi traje, una tras otra, una tras otra me invadía.

Los Pym estaban siendo llevados por una de ellas y mi preocupación incrementó, me enfurecí y aplastó a todas las hormigas posibles de mi traje, una tras otra con tal de no dejar que se llevarán mis Pym, pero entonces apareció una hormiga voladora, enorme y roja, feroz inclusive, pero me abstuve de que también se las llevará y lo tomé entre ambas manos para salir disparada del lugar con la hormiga, atravesé una ventana y pronto los gritos de las personas se escucharon y a diferencia del interior, el exterior y la ciudad completa estaban a toda luz y esplendor, pronto los periodistas y camarógrafos tomaron fotos, una tras otra de mí, tapé mi rostro, pero me negué de inmediato a hacerlo cuando la hormiga voladora se estaba por escapar.

— ¡Suéltalo! —exclamé entre dientes.

Pero no lo hacía, gruñí— maldita sea, te digo que lo sueltes —

Las hormigas seguían sobre mí, pero si intentaba quitármelas pronto, no harían más que hacer que la voladora se fuera con mis Pym y no podía permitirlo no podía dejar que se fuera.

Y como si fuera poco, en medio de la noche y de la ciudad llena de personas grabando, apareció el único e inigualable IronMan, con su traje rojo y sus propulsores.

Maldita sea.

— sal del traje y ríndete —me estaba apuntando con sus misiles de mano, autoritario y heroico como se suponía que sería.

Sentí un hueco en el corazón cuando miré a todos lados y de pronto me convertí en el enemigo. Escuché un helicóptero lejos y me sentí prófuga de la justicia. Esto no me gustaba, no me gustaba para nada.

— vamos, sal del traje y todo estará bien —mientras el señor Stark estaba intentando sonar pacífico, mi cabeza pensó en huir, no sería una delincuente en otro lugar, no lo permitiría.

Tomé a la hormiga y la tiré a un esquina, sabía que era controlada por el señor Pym, lo sabía, sólo él era capaz de algo así, cuando tuve mis Pym, hui de la escena, hui esperando y creyendo que el señor Stark no me dispararía, pero dentro de mi armadura me sentía completamente asfixiada, no sabía que hacer, el helicóptero estaba lejos, así que me escondí entre los callejones, volé por lo bajo con tal de ir poco a poco ocultando mi rastro, hasta que llegué a un lugar muy apartado, muy oscuro y muy solitario.

— H.A.N.N.A desactiva el traje —

[ Desactivando traje, ¿desea ponerle un nombre al traje? ]

— no, ahora no —masculle.

Y cuando finalmente respiré aire fresco, miré a mi alrededor, pero no vi a nadie, así que estaba sola, con un vestido de gala en medio de la noche, era completamente normal, creo que parte de sentirme asfixiada ahí dentro era este esponjoso vestido.

Ahora solo debía volver a la torre Stark, tan solo esperaba que el señor Stark no me recibiera con un arma en mano por haberlo desobedecido.