🎫 MORGAN STARK - Ocho Minutos
[ Iniciando secuencia... ]
EPISODIO DIEZ
Hola, de nuevo, soy H.A.N.N.A tu asistente virtual, has entrando en la quinta carpeta de su diario.
Iniciaremos la secuencia, con el diario digital de la señorita Morgan Stark.
Estoy lista para iniciar la secuencia, ¿está preparado (a)?
Bien.
En un momento dado de la despedida de la señorita Morgan con el señor Scott, la señorita Hope Pym entró en acción, revelando su identidad cuando estaba en la cima de un árbol como la mujer avispa.
Pero Scott ya lo sabía, el zumbido ya le parecía familiar y también el hecho de que muchas hormigas estaban cercanas a él, una leve presentación de la señorita Hope.
- ¿cómo supiste que lo tenía? -y volviéndose vio a Hope con su traje de mujer avispa y también muy enojada, tanto que daba la impresión que lo picaría.
- no te pertenecía -
- ay vamos, Hope, era para recuerdo, no tenía ninguna sustancia Pym -
Hope negó con su cabeza mientras hacía cierto movimientos con la cabeza para desestresarse- no puedes tener un traje de alta tecnología como ese por ahí -dijo como sino lo pudiera creer- esto es algo que tiene la etiqueta de mi padre -
Scott rió- no tiene... -
- es una metáfora -exclamó Hope antes de que este terminara la palabra- aún así fue idea de mi padre -
- bueno, en el complejo de los vengadores nadie piensa eso... -
- son unos idiotas -se adelantó Hope- esos trajes son de propiedad Pym, es algo de nosotros -dijo ella frustrada.
Pero Scott aún así no quería dejar pasar el momento, aún quería el traje de vuelta y también quería enseñarlo a Morgan, la ilusión en sus ojos y lo mucho que ansiaba.
Además, Scott sabía de la rivalidad que hubo entre Henry Pym y Howard Stark.
A Scott se le ocurrió que quizás Hope también sentía algo similar.
Así que mientras ella se limitaba a quitarse el traje de avispa dentro de la casa de Scott en el baño y mientras él tomaba el café y analizaba las circunstancias, se atrevió a hablar de ello, justo cuando ella salía del baño con ropa normal y un juguete de carro en mano.
- ¿Por qué no quieres que lo vea? Su padre sacrificó su vida para que nosotros ganáramos -
Y eso Hope lo sabía con certeza, pero Hope al igual que el señor Hank habían estado vigilando los escándalos y las revueltas en las que estaba metida la dueña de las industrias Stark y temían que ella fuera peor que Stark.
Una persona impávida, sin miedo, impasible, inteligente y más que nada, que todo se le fuera de las manos y terminará por crear un imperio imparable donde ella ejercería mucha más destreza a tal punto que llegaría a ser imparable.
Tal como en algún momento se pensó de Anthony Stark y como Howard Stark también, cuando en su momento tuvo la confrontación con Henry Pym.
Hope no quería que el traje cayera en manos de un joven Stark, porque temía lo que pudiera llegar hacer.
- no confundas las cosas Scott -masculló Hope- no sabes nada -miró por última vez a Scott y camino para salir a la calle.
- ¿Saber qué? Vamos Hope, llevamos más de diez años conociéndonos -Hope se detuvo en la puerta, cuando Scott se tropezó con ella hasta quedar frente a frente- y vaya que nos conocemos -sonrió coqueto, pero Hope estaba consciente de la situación.
- no, no lo entiendes -Hope abrió la puerta saliendo de la casa y alzando el carro en sus manos, mirando de un lado a otro y sacando las llaves del auto posteriormente.
- ella solo quiere... -
- conozco a los Stark y es igual de ambiciosa que su padre, ¿Crees que no lo sé? Ella es igual que todos los Stark, que Howard Stark, que Anthony Stark, que todos, Morgan Stark es un peligro para la sociedad -escupió segura- pero aún no lo porque es una niña, solo espera y verás, como todo cae a sus pies -volvió su mirada a la calle y puso el auto en la carretera.
Posteriormente tocó el botón que hacía grande el auto y bajó su mirada.
El mundo ya no era el mismo que antes y las personas que estaban en el poder tampoco, Hope estaba convencida que era cuestión de tiempo para que la corriente del mundo indujera a la joven Stark en esa monotonía del poder.
Scott suspiro- la conocí y ella no es así -
Hope se volvió a Scott- ¿Qué te hace pensar que no lo será después de muchos años en el poder? -
Scott sonrió de lado- sé que te parecerá estúpido -pero al igual que Strange, Scott sentía que debía estar para Morgan- pero solo es una niña que está asustada en un mundo tan grande, con una responsabilidad enorme, necesita ayuda y personas que estén con ella -
Aunque Hope no lo veía así y creía que Scott solo estaba actuando como un padre sustituto.
- no es tu responsabilidad -termino diciendo Hope, mirando a Scott y vagueza- ahora, debo irme, nos vemos -
- ¿Qué? ¿Por qué te despides así? -dijo Scott casi herido- me tratas como si fuéramos solo amigos -Hope sonrió a Scott y contestó.
- estoy molesta -para abrir la puerta de su auto y entrar en él.
- oye, espera, quiero ir contigo -Hope le cerró la puerta en la cara- hoy no tengo trabajo que hacer, Hope -se quejo Scott, pero era inevitable aceptarlo, Hope entonces miró su reloj en su muñeca y Scott sonrió corriendo dentro de la casa- dame ocho minutos -para arreglarse e ir con ella.
Pero en ocho minutos ocurrían muchas cosas, como el hecho de que en esos ocho minutos, el Dr. Strange tuvo una visión de lo que ocurriría y ahora debía prepararse para ello.
Strange abrió sus ojos en medio de su meditación- Morgan -y pronunció el nombre de la señorita Stark.
También en la calle de la nueva residencia Pym, donde Hank Pym está a punto de tener un dolor de jaqueca por culpa de Scott Lang.
Y en otra parte de este basto mundo, estaba James Barnes, tenía en su mano un antiguo librito que aún mantenía desde hace mucho tiempo, teniendo en su mirada un solo nombre: Anthony Stark.
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