🎫 MORGAN STARK - No eres una vengadora
[ Iniciando secuencia...]
EPISODIO DIECIOCHO
— hemos abierto un perímetro que nos permitirá ver con mejor precisión —eran pocas las veces que veía a mi tío James, ahora era parte importante del consejo de los vengadores, como uno de los más viejos. Ya no podía utilizar su equipo, pero al menos tenía los conocimientos necesarios.
— Morgan —y siempre que me veía me recibía con los brazos abiertos, sonreí extendiendo los míos, para un abrazo efusivo— hace mucho no nos vemos —se separó después de unos segundos, respirando hondo.
Al menos mi tío no me retaría. Aunque no podía decir lo mismo de su acompañante, el mariscal Samuel Wilson o como muchos lo llamaban, Falcón. El tipo me tenía cierto odio, se los prometo, no hacía nada malo y siempre encontraba algo para lo que retarme.
— señorita Stark —sus formalidades siempre mostraban cierta rencilla.
— señor Wilson —masculle un tanto seria, entendiendo que no era momento de una discusión, sino un momento de estar con mi tío.
— ¿qué haces aquí? —pero tío James llamó mi atención— y ¿quién es él? —y por ese instante también había olvidado a Richard que ahora era mi acompañante.
Pase mi mano por mi rostro y suspire— mamá insiste en que debo tener amigos —no le diría la razón real por la que mamá contrató a Richards, era deplorable.
— y tiene mucha razón —apoyó mi tío sin rechistar— ¿no Sam? —
El señor Wilson suspiro y simplemente asintió— pero creo que para algunos no es fácil tener amigos —y ahí empezó— es casi difícil, siendo de ciertos caracteres —
— ¿sabes si Yelena está aquí? —acudí de inmediato a mi tío sin hacer mucho caso a los ataques del señor Wilson.
— ¿Yelena? ella está en una misión, sino me equivoco y no ha venido desde ayer —
— ¿para qué quieres saber de Yelena? —
Ignore nuevamente al señor Wilson— una misión, pero se supone que me ayudaría a entrenar —me queje.
— bueno, el complejo está dispuesto para ti —dijo tío James con una sonrisa— aunque sí debo decirte que hoy hay una reunión importante, así que procura no interrumpir más allá de las salas de entrenamiento —
— ¿Reunión? —por lo general cuando se decía que los vengadores se unirían era por cosas que atentaban contra la humanidad.
Entonces ¿acaso eso estaba sucediendo ahora?
— sí, son... cuestiones que pasan —y la cara de mi tío decía lo mismo. Era algo de qué preocuparse.
— ¿por qué no puedo ir? tengo derecho a estar en las reuniones ¿no? —
— no cuando es una reunión de los vengadores, en momentos de economía es algo distinto —y Wilson volvió a meterse.
Volví mi mirada a él— tengo hasta más derecho que tú —dije segura— ¿olvidas los ingresos de?.. —
— no se trata de dinero —estipulo Wilson— sino de la situación —
— una situación en la que podría ayudar —indique ofendida.
— no, no puedes sino eres una vengadora —reclamó Wilson.
— bueno ya, es suficiente, creo que ya no es necesario seguir hablando de eso —tío James habló— Morgan, puedes ir a entrenar, pero no más de ahí —me negaban la información.
Y tampoco estaba para seguir implorando cuando ni siquiera me interesaba.
— bien —termine mascullando con resigno.
Tío James sonrió y asintió— veré un día para salir a comer algo, ¿te gustaría? —
Estaba cansada de que me siguieran tratando como una niña, aferre mi agarre a mi maleta— seguro —
— ¿ya tienes lesiones de entrenamiento? —cuestionó mi tío con gracia. Sonreí de lado.
Al fin y al cabo, no podía enojarme con él, cuando casi todos me trataban de esa forma.
Pero recordé la lesión de anoche y creo que no sería buena idea hablarle de ello— hola —aunque no sé cómo no se me ocurrió que este tipo estaría aquí.
— James —
— Sam —
— soldado Barnes —¿soldado? Recordé la charla de ayer, mi tío estrecha su mano con Barnes— aún no puedo creer que tan joven sigues viendote —sonrió.
— lo mismo digo —no era cierto, tío James se deterioraba.
— es como si se hubiera tragado la piedra filosofal —Sam rió entre dientes— lo que hace un suero tan bueno —sonrió.
Suero.. ¿A qué se refería Wilson con suero?
— la piedra filosofal, ¿qué cosas dices? —Barnes rió entre dientes y entonces se dio cuenta de mi presencia— hola ¿cómo está tu mano? —
— bien —masculle con recelo, todo el mundo conocía a este tipo, ¿cómo yo nunca lo vi aquí?
— me alegra —siempre con esa sonrisa de chantajista, aunque no fuera exactamente uno.
— ¿De dónde se conocen ustedes dos? —tio James acudió de inmediato con una sonrisa incómoda.
— cuidado Bucky, es la sobrina —comentó el señor Wilson con cierta cizaña.
— no nos conocemos —
— la conocí aquí —
Y casi al mismo tiempo, ambos hablamos cosas totalmente contradictorias, no quería más cuestionamientos, pero Barnes ya había metido la pata.
Y tío James se había dado cuenta, entonces se cruzó de brazos mirándome y luego a Barnes— si sabes que... —
— sí, lo sé, tranquilo, no hace falta que lo menciones —se adelantó Barnes antes que el tío James dijera algo.
Sentía que el aire se estaba poniendo más denso de lo normal.
— bueno, tengo que irme —y creo que el señor Wilson también noto algo— nos vemos coronel —una despedida militar dirigida a mi tío— adiós Buck —y una despedida de mano con Barnes.
Hasta ese momento me di cuenta que tío James tenía el mismo nombre que el señor Barnes. Era interesante.
— yo también debo irme —dijo entredientes mi tío— ¿Qué harás? Ya te dije que Yelena no está —pero él volvió a mirarme con tranquilidad.
Removí mis labios y alcé mis hombros sin importancia— seguiré practicando, ya voy muy avanzada y sé que puedo mejorar —
Tío James sonrió— bien, esa es una Stark —abrió sus brazos— ahora dame un abrazo —tio James siempre olía a perfume de hombre— cuídate ¿Quieres? —
— lo mismo digo —me separé de él— esperaré ese día para cenar juntos —alente.
— cierto, aún tengo muchas cosas que hacer, pero encontraré el momento, en cuanto a industrias Stark —sonrió— felicidades, vas muy bien, inclusive podría decir que estás dejando atrás a Howard —
— abuelo fue el que se atrevió a hacer esto —le recordé— pero estoy feliz de que digas algo así, mi ego se alimenta —
Y al final, aunque empezábamos en regaños o cosas así, siempre sonreímos recordando algo de lo viejo. Tío James se fue, mientras lo veía irse, veía reflejarse en él muchos recuerdos, recuerdos que difícilmente podría llegar a creer que fueron reales, pero aún así, esos recuerdos estaban en mi corazón.
— James —
— Nate —
Aunque otro recuerdo estaba sucediendo, James y Richards ahora se estaban conociendo y estiraba la mano descubriera mientras la otra la dejaba de lado. Eso aún me tenía pensativa, aunque moviendo mi mano lesionada y sintiendo el dolor que conllevaba, recordaba como fue golpearlo.
Y aún no quería contarme lo que sucedía con él.
— entonces irás a entrenar —
— ¿dónde están los vengadores? —
Entre Barnes y Richards era suficiente para estresarme en un instante, mientras Barnes quería saber porque entrenaría, Richards estaba ansioso de ver a los vengadores. Esperaba poder desestresarme entrenando y no ser llenada por sus tonterías.
— ¿Cómo está tu mano hoy? —En mitad del camino y casi subiendo un escalón para ir a la habitación de entrenamiento que Yolanda y yo solíamos utilizar, detuve a Barnes con mi mano en su pecho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro