[ Iniciando secuencia... ]

EPISODIO ONCE

SCOTT LANG

— Vamos Hank, escucha mi consejo al menos una vez... —persuadir a este anciano no era nada fácil.

Alzó su mano y detuvo su caminar— no volveré a hablar contigo del tema y no te largo de la casa por mi hija, pero si me sigues colmando la paciencia Scott... —

— ella solo quiere saber sobre el traje, no tiene nada de malo —dije convencido, pero Hank siguió caminando.

— hola Scott —hasta que finalmente llegamos a su laboratorio nuevo, me detuve a admirar, mientras la señora Janet Van Dyne pasaba frente a mí y Hank bajaba la escalera para ir a sus monitores.

— hola señora Van Dyne, que bonito peinado lleva hoy —algue con una sonrisa.

— gracias Scott —por su parte ella solo me miró con cierta cizaña, seguramente ya sabía en lo que estaba.

En cierto aspecto la señora Van Dyne aún se mantenía joven, aunque no podía decir lo mismo del señor Hank, creo que el viaje en el mundo cuántico le alteró parte de su sistema.

— ya lo tengo a 3360 km de Sudamérica y a 2816 km de Sudáfrica —y la realidad que con los Pym siempre era una nueva aventura, baje las escaleras, mientras veía como reflejaban un mundo sistemático en las pantallas que tenían.

— ¿qué es eso? —cuestione acercándome al señor Pym y su computador.

— coordenadas: 37°06′S 12°16′O  —Hope entró en la habitación computarizada también con una tableta en mano y entonces se visualizo algo en la pantalla frente a nosotros.

Era tan expertos en esto, cada uno con algún aparato, diciendo cosas tan geográficas o químicas, todo era tan... wao.

— Descubierta en 1506 por el navegante portugués que le dio su nombre, Tristão da Cunha, empezó a estar habitada de manera estable a principios del siglo XIX —hablo Hope desde otra silla lejana— cuando fue anexionada por la Corona británica en 1816 —entonces se mostró en la pantalla grande una enorme isla— por aquel entonces, los británicos no querían que el archipiélago fuera utilizado por los franceses —dijo con vagueza— como base para intentar llevar a cabo una operación de rescate de Napoleón, confinado en la isla de Santa Elena —

— Típico de la corona británica —masculló Hank con una sonrisa.

— Desde entonces ha mantenido una población estable de unos 280 habitantes en su asentamiento de Edimburgo de los Siete Mares, llamado así en honor a la visita que hizo el Príncipe Alfredo, Duque de Edimburgo, en 1867, en su vuelta al mundo —

— me parece increíble que tantas personas hayan pasado por ahí —comentó la señora Janet.

— y ninguno encontró jamás ese extraños artefacto —masculló Henry ampliando con su dedo en una tableta la visualización de una isla.

— aún hay personas, tal vez sepan de algo —dijo Hope.

De alguna manera eso me animó y los veía a los tres diciendo cosas tan extrañas— bueno, algún mito de la isla o alguna religión debería dar indicios de si alguien vio algo —comentó Hank.

— por desgracia, no hay mitos sobre algo en los bosques de la isla Tristán, pero sí es muy interesante el hecho de que la isla es la más viva en todo el mundo, casi pareciera que los árboles no mueren y el agua a su alrededor es muy limpia —

— ¿son conscientes de la contaminación y lo prevean? —indicó Hope tras de mí, aún sentada en esa silla.

— no, es algo más —terminó ampliando más el lugar— tal vez sea lo que estamos buscando —masculló Hank seguro.

Y entonces le entre— chicos, ¿qué se supone que están buscando? —sonreí.

— no creo que eso funcione Hank, así no podremos ver nada —

— ¿qué tal un dron? —cuestionó Hope.

Ignorandome por completo, nuevamente.

— ¿un dron? ¿desde donde lo controlaremos? —cuestionó Hank absurdo.

— necesitamos estar ahí —

— chicos, ¿qué están buscando? —volví a repetir, sé que sacarlos de su mundo era algo difícil.

— oro, Scott, oro —hasta que el señor Hank me respondió,

Rei, pero entonces fruncí mi ceño— ¿oro? —

— por lo más necesitamos un helicóptero y herramientas de búsqueda, necesitaríamos un centro ahí donde podamos investigarlo y llevar todo esto, alquilar un helicóptero —el señor Hank bufo— saldrá muy caro —

— sino hubieras renunciado a Stark... —

— no empezaremos con eso de nuevo, Janet —dijo el señor Hank de inmediato— era peligroso, los Stark siempre lo han sido, él solo quería las moléculas subatómicas para su beneficio y sacar provecho de ello —explicó cerrado— en manos equivocadas los PYM son muy peligrosos —

— era tu amigo —contestó Janet— no creo que solo se interesará en ello —

— no lo conociste como yo Janet —

Y entonces sentí la necesidad de hablar— ¿y sí tengo a alguien que podría darles lo que necesitan? —dije por inercia.

— ¿conoces a alguien Scott? —cuestionó la señora Van Dyne.

Sonreí y alce mis hombros— pues sí... —

— no —pero, Hope se negó al instante.

— ¿no qué? —dije con inocencia.

— solo espero dos cosas de ti Scott —suspiro el señor Pym— la primera es que me traigas a tus amigos aquí como el supuesto recurso —

— no son ellos —dije seguro.

— el segundo es que te atrevas a traer a un ambicioso Stark aquí, solo porque quiere entender el traje —

Mordí mi labio inferior y me queje— ay vamos, sabes que es una buena idea —

— recuerdame cuantos años tienes, Scott —dijo Henry con pesimismo.

— cuarenta y ocho —

— y aún no has madurado —masculló casi sin poder creerlo.

— sabes que es una buena idea —dije convencido— ella no es como crees que es —

— ¿no? —

— no, es solo una chica acribillada por la sociedad, ella no es para nada como lo muestran en la televisión —intente congeniar lo más que podía.

— no lo es ahora, pero ¿qué quita que no lo sea..? —

— ¿después? —cuestione a Hank— vamos, sabes que sino hubiera tenido el apoyo necesario no estarías aquí y tampoco Janet, seguramente serías un fugitivo de la ley y tu hija se habría casado con tu sucesor en la empresa, solo para vengarte —

— Scott —

— Tony no fue como lo era antes de morir, él fue un héroe y devolvió la esperanza y vida a muchos, yo creo en él, en ese que dio su vida, gracias a él todos ustedes no estan muertos, gracias a Banner estan devuelta, eso es lo que importa ahora —

— los vengadores ya no existen más, el mundo ha creado un estupido símbolo de los vengadores —dijo Hank— sea lo que sea que fue Anthony Stark... —

— él me dio la oportunidad de volver con mi hija —masculle— después de la guerra, en el funeral de Tony, ustedes estaban ahí, no me digan que no, porque estuvieron ahí, Tony dejó a una niña y la dejó sola, dejó a su familia para salvar al mundo —el silencio invadió el lugar— sé que el pasado no se puede cambiar, pero el ahora se puede redireccionar —

En un punto entre la desesperación y el miedo a ser rechazado, mire a todos ellos, pero la  única que me sonreía era la señora Van Dyne, pero en este mundo donde todos habían podido volver, Morgan nunca tuvo otro padre, nunca tuve la oportunidad de decirle que lo sentía a la señora de Stark, pero ahora conocí a Morgan y realmente quería enmendar eso, además fue Stark el que encontró la manera de viajar a otro tiempo, el fue el que se atrevió cuando nadie más tenía ese conocimiento, junto el señor Banner, entonces ¿por qué no ayudar a Morgan? Sé que se sentía sola, lo sé muy bien.

Hank suspiro por lo bajo y terminó diciendo:

— bien, puedes enseñarle el traje a Stark —

— excelente —el corazón me dio un salto.

— siempre y cuando nos dé su apoyo —aclaro— veremos que tan buena es —masculló cruzando a mi lado.

— ah cierto, también quiere hablar contigo, Hank —

— ¿que? —

— conocer al genio detrás de los PYM, ella quiere saber de ti —sonreí.

Hank suspiro por lo bajo y arreglo sus lentes— esta bien, hablare con ella —alardeo con su mano y se sentó— con la condición —