🎫 MORGAN STARK - La última batalla
EPISODIO SESENTA Y TRES
[Iniciando secuencia...]
— asegúrate de volver al lugar correcto, aún tenemos mucho de qué hablar —
— presiento que con mi madre también —el pecho de Morgan empezaba a doler, las punzadas en el corazón habían vuelto y la insuficiencia respiratoria empezaba a estar más presente.
Morgan detuvo su respiración tratando de calmar la angina de pecho que estaba percibiendo— ¿Morgan? —el rostro palidecido de la joven y su mano en el pecho, le hizo ver a Strange que algo más además de la pena, estaba invadiendo su pecho, Strange se acercó y trató de inspeccionar el estado de Morgan— Mor... —
— H.A.N.N.A signos... signos vitales —masculló apenas Morgan en un suspiro forzoso, cuando sentía que cada vez más le faltaba el aire.
— Necesito que te levantes... —
[ Frecuencia respiratoria de cincuenta, el corazón está sufriendo problemas en la circulación coronaria, es necesario ir con el doctor Magno y volver a modificar el tratamiento ]
— ¿Tratamiento? ¿Doctor Magno? ¿Magno Lake? —Strange conocía el nombre de Magno, era uno de los cardiólogos de Nueva York más cotizados, por no decir el mejor en la materia de la medicina avanzada en base al corazón— Morgan —la cabeza de la joven estaba por estallar— ¿por qué debes atenderte con Lake? respóndeme —Strange la sostenía en brazos, mientras procuraba que la capa la cubriera lo suficiente.
[Liberando 1 cc de clopidogrel..]
H.A.N.N.A estaba programada para momentos de emergencia como estos, cuando el corazón de Morgan parecía correr real peligro entre su cardiopatía y la vida.
La inyección fue directa y eficaz, justo lo que Morgan necesitaba en su momento, pero eso no quitaba el hecho de que Strange estaba ahí y de que tenía apretado muy fuerte entre sus manos, los bordes del traje de Stephen mientras sentía que la inyección empezaba a hacer su efecto y su corazón era liberado de algún ateroma existente.
— ¿Cuando querrás considerar decirme las cosas y no guardarlas? —Strange tomó una bocanada de aire, cuando vio que Morgan empezaba a mejorar, tomando su pulso en la carótida y viendo como su respiración empezaba a regularse— cosas como estás debes considerar muy fielmente contarmela, Morgan, se supone que soy tú... —
— ¿Guardián? ¿Ángel? ¿Protector? —su voz volvió a ser normal, pero su conciencia estaba un poco alterada— sí, esas cosas ya las he escuchado, pero más bien parece que apareces para regañarme —
— Morgan —
— Solo quiero volver a casa, Dr. Strange —su voz apagada demostraba lo cansada que estaba, casi podía escuchar la voz de su madre. Entonces volvió la mirada a Strange y sonrió— no se preocupe, atenderé a sus exigencias luego de una siesta y lo entiendo, creeme, a veces quieres intentar arreglar algo y al final, no es como se espera —recordar los momentos con su padre, eran confusos, más cuando intentaba a toda costa evitar correr a sus brazos como esquizofrénica.
Al final, Morgan había entendido que había metido la pata, gracias a los reclamos de Happy, a las malas caras de Tony y a los imprescindibles y para nada esperados AVT de los que pronto tendría que investigar.
Recalculó su reloj, afirmó la fecha y hora a la que debía volver, la ubicación y el tiempo.
Strange la vio y ella volvió a sonreírle— parece que este viaje hizo algo en ti —masculló Strange, casi tan preocupado por la mirada vacía y triste que tenía Morgan— solo espero que no haya sido un mal momento —
"Yo también" pensó Morgan y asintió antes de tocar el botón habiendo predispuesto todo, aunque en su mente no dejaba de reproducirse una y otra vez, el día en que su padre no volvió a verla.
El día en que todo pareció acabarse para ella. El día en que perdió algo en ella.
Volvió a sentir como su cuerpo se comprimía, como sus vísceras parecían hacer fiesta dentro de ella y como todo le volvió a dar vueltas, el viaje en el tiempo seguía siendo algo que no era de sus temas preferidos.
Hasta que finalizó y cayó boca abajo contra el suelo.
17 de Octubre de 2023
Los tambores resonaban en su cabeza, parecía querer estallar, tal vez era muy pronto para un viaje, aunque sus sentidos estaban más que claros y sus manos sentían la tierra entre las yemas de sus dedos. El aire destilaba el olor a hierro y los sonidos parecían ser lejanos, pero pronto se acercaban más y más hasta que finalmente timbró en ellos.
Eran gritos, pasos apresurados, metales chocando y de pronto algo cayó cerca de ella y levantó su cabeza asustada, para encontrarse con el escenario más sangriento que haya visto en su vida.
Eran bestias sin igual, parecían ser seres de otro mundo, vestidos con armamentos y de pronto aparecían soldados con lanzas y hombres con furia gritando, miro a otro lado y vio trajes como los de ella sobrevolar y lanzar láser con las manos, miró justo frente a ella y entonces vio a un enorme hombre morado, casi tan gigante como los de las fábulas y a una mujer de cabello rojizo frente a él.
Se iban a enfrentar, ella lo estaba presenciando, la mujer no parecía tener miedo, no parecía temerle, hasta que de ella emergió un rojo escarlata, sus ojos se incendiaron y de pronto las cosas alrededor de la mujer empezaron a elevarse.
Pero no pudo ver mucho más, porque una bestia de esas estaba por acercarse a ella en medio de gruñidos, de inmediato usó su brazalete y apuntó sin mucha demora, para terminar electrocutando al extraño ser, cayó justo paaralizado frente a ella, mientras le veía la cara y lo analizaba con cautela, aunque a todo esto, Morgan no había desistido de quitarse el casco que la protegía.
Estaba alerta de su ambiente, pero no pareció enterarse del monstruo secundario que tenía por detrás, hasta que escuchó un disparo y levantó su brazo dispuesta a disparar también, de no ser por como lo vio caer y pronto a un rostro que conoció casi al instante.
"Barnes" pensó.
Pero él no pareció emitir nada concreto para ella y solo asintió y siguió su camino.
Y entonces cayó en cuenta dónde estaba, porque vio a un enorme hombre verde, correr entre monstruos casi idénticos a él, luego ver a un hombre con telarañas balancearse entre drones y luego una mujer de armadura azul sobrevolar su vista.
Lo sabía y entonces vio a un hombre de capa roja, coincidiendo con su mirada, Strange la pudo reconocer y ella a él.
Y su primer instinto fue correr a Strange, casi como si su vida dependiera de ello. Corrió entre los estruendos, entre los gritos de batalla, entre los disturbios, mientras que Strange luchaba por mantener al margen la situación y que no se saliera de sus manos, aunque sabía perfectamente quién era ella y que no debía estar ahí, porque una sola diferencia, cambiaría el final que está escrito y se enfrentarían a otro destino.
El tiempo era esencial, los pasos apresurados de Morgan en medio de todos los disturbios, le hacía latir tan rápido como fuera posible, hasta que su subconsciente le trajo a razonar algo que su corazón hizo retumbar con fuerza.
"La última batalla de papá" pensó en tanto se hizo a un lado cuando vio a un hombre acuchillar la espalda de uno de esos monstruos y entonces, vio pasar a un hombre gigante y se quedó tan quieta como una hormiga, pero no fue difícil reconocer a quién pertenecía el traje, porque ya antes lo había visto.
— Lang —masculló casi asombrada del tamaño, le siguió con la mirada, como daba grandes pasos, hasta que uno de sus pies pisó a un monstruo y entonces, la mirada de Morgan se esclareció.
Cuando vio a Peter, el rostro de Peter que conoció en otra dimensión, abrazar con fuerza al hombre que la guerra le arrebató, al hombre que dio su vida, a cambio de salvar al mundo.
— ¿Papá? —masculló Morgan con el corazón destruido y el lloró en la garganta, cuando sus ojos empezaron a cristalizarse y su cuerpo a quedarse inmóvil— pa...pá —cuando sus recuerdos le empezaron a fallar y atormentarla.
Ver a su padre, casi parecía ser un espejismo para ella y todo su cuerpo quería simplemente caer en colapso, porque sabía lo que venía, sabía a lo que se enfrentaba.
Y era ahora o nunca si de verdad el doctor Banner quería que las cosas no quedarán marcadas de por vida o si quería devolver a Morgan a tiempo, porque las coordenadas que marcaban el destino de Morga eran claras para él.
— Debemos sacarla cuanto antes, debe ser ahora o nunca —y ya Barnes estaba listo para la señal de Banner, porque sabían donde estaba y Banner sabía que Morgan no debía estar ahí— en tres, dos... —
Mientras Morgan corría desesperada cuando su padre estaba siendo golpeado bruscamente, Strange ya tenía mucho trabajo por encima, pero no dejó de lado a Morgan y la detuvo antes de que se metiera en la pelea, enterrando sus pies en el suelo.
— No, no, no... —a Morgan se le estaba yendo la voz— no, no —sus pies eran irremovibles, no podía. Porque cada segundo que pasaba escuchaba a su padre pelear por su vida— ¡NO! —y en el instante una onda expansiva pareció caer sobre el monte de tierra que enterró sus pies e hizo un agujero liberando sus pies.
Aunque casi al instante alguien la tomó entre los hombros y la ajustó— Morgan —llamando su atención una y otra vez, una y otra vez— Morgan, soy yo, soy yo... —Barnes trataba de llamar su atención— escúchame, Morgan —pero ella no atendía, porque solo veía a su padre.
— Déjame, por favor, debo, debo salvarlo —su voz se quebraba con cada instante, en cada latido, casi como si estuviera sufriendo ella misma lo que estaba sucediendo.
— por favor, Morgan, detente, esto no te hace bien —y entonces busco su mirada— esto no es correcto —busco, encontrar la razón entre tanto sufrimiento— debes volver, te necesitamos —y entonces Morgan miró a Strange y vio cómo levantaba su dedo índice hacia su padre y como este parecía aceptar algo que ambos congeniaron, algo que Strange ya parecía saber y algo que serían inevitable.
Y lo último de lo que Morgan fue testigo, fue de su padre siendo poseído por las gemas, de Barnes atrayéndola a ella y de la presión de su PYM dirigido para que ella volviera a su tiempo, junto con Barnes, ambos abrazados, con el rostro oculto en el pecho de Barnes y un destello indescriptible.
Que ella desearía no haber escuchado nunca, ni haberlo visto tampoco.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro