🎫 MORGAN STARK - La Historia de Barnes
[ Iniciando secuencia... ]
EPISODIO QUINCE
En las horas siguientes y luego de pasar todo un día dentro de casa, parte del día lo pasé con Scott y James, pero cuando Scott se fue, porque Luis lo había venido a buscar, quedamos solo James y yo.
James y yo en un silencio, no incómodo, pero sí me daba ansias de preguntarle.
Scott había dicho que lo había visto en la última batalla y presentía que hablaba de la última en la que estuvo papá.
Faltaban dos horas para que mamá regresara y James solo veía la puesta del sol. Era un tipo interesante, pero también muy misterioso. Poco a poco me fui acercando, pensando en que preguntarle, porque hasta el día de hoy, él seguía siendo un misterio y no me gustaba tener un misterio sin descubrir.
Aunque debía admitirlo, el señor James era lindo y su cuerpo no estaba nada mal, pero su mano cubierta... eso era algo que quería exponer.
— ¿te vas a quedar mirando? —y muchas veces era demasiado grosero.
Me senté en la silla frente a él— ¿por qué no me dices quién eres? —
— ya te lo dije —no me miraba.
Ladee la cabeza— ¿sabes lo que me he abstenido a buscar información de ti en mi computador? —cuestioné con una sonrisa oculta.
Pero, James no pareció tomarlo mal y solo sonrió y volvió su mirada a mí— estoy seguro que puedes hacerlo justo ahora —
— dime, James Barnes, ¿quién eres en realidad? —luego de un inmenso silencio, James se mantuvo fijo en un solo punto, parecía querer provocar a tirarle un puño en la cara, pero me abstenía.
Rechiné mis dientes y retrocedí desviando mi mirada. Detestaba...
— en tan solo tres días pude descifrar que no te gusta que te miren directo a los ojos, te gusta tener el control, pero no te gusta que te intimiden —le miré de reojo y volví mi mirada a la pared.
— siempre haces lo mismo, evades mis preguntas, desde el primer día en que te conocí —me queje.
Barnes era un tipo demasiado oculto, un tipo que no cualquiera descubre y ese era el problema, yo no era cualquiera y él solo me trataba como una persona más. Había venido a mí, entonces ¿por qué no me respondía? la pizza en mi estómago daba vueltas del enojo, solo pude comerme cuatro rebanadas y él se tragó seis en minutos, no era justo.
Pero después de minutos en silencio, James habló— ¿quieres que te hable de mí? —
Me tomo desprevenida y volví mi mirada de inmediato a él, pero actúe de inmediato y desvíe mi mirada— no estoy para juegos Barnes —masculle con detesto.
— ni yo tampoco, quiero algo serio contigo —se me sobresaltó el corazón.
Creo que fue susto lo que me pasó, rápidamente me levanté de la silla y me aleje de él de inmediato— ¿q-qué dices? yo no... —
— no, no —dijo con vagueza y se levantó con una sonrisa— no hablaba de una relación —se detuvo y miró al techo, mientras se me bajaba la sangre de la cabeza— bueno, no de esa relación, quiero ser tu amigo, ya sabes, de esos que siempre andan juntos —y entonces me enoje.
Fruncí mi ceño con odio y me acerque a él para pegarle en el hombro, pero creo que fue lo peor que pude hacer, termine quebrando mi mano— mierda —maldije retrocediendo y tapando mi mano.
— Morgan ¿estás bien? —y Barnes se acercaba, negué con la cabeza y me aleje aún más— oye, déjame ver —
— NO —me detuve y lo alejé. Era una piedra, no, eso era hierro y dolía— agh —era un dolor inmenso, le había dado muy fuerte y a cambio casi me quebraba mi mano— no puedes ser —reprimí mis labios y me senté en la escaleras de la casa cubriendo mi mano.
Barnes corrió a la cocina y le seguí con una mirada de odio, ¿por qué tenía metal en su hombro?
— aguanta por favor, estoy buscando hielo —
— ¡BARNES! —quería maldecirlo, pero me abstuve. Estaba enojada.
Barnes volvió con una bolsa de hielo— ven, dame tu mano —me dolía demasiado, pero extendí mi mano a él y la tomó con su mano descubierta, su mano era suave, mi mano estaba rojiza a punto de volverse morada, no debí haberlo golpeado tan fuerte, pero él puso el hielo sobre mi mano, me abstuve de gritar.
— lo siento, no pensé que harías algo así —dijo como si fuera culpable.
Pero creo que fue su manera de tratar mi mano, de sentarse a mi lado y de reposar mi mano sobre su pierna, lo que me hizo bajar el enojo, porque él se había hecho cargo de mi dolor. Respire hondo en ese momento, porque no me había dado cuenta, cuánto había estado sin aire, tirándolo a la fuerza y trayéndolo por la boca.
Repose mi cabeza en su hombro y suspire— ¿se ve mal? —
Pero su respuesta me hizo reír— bueno, ahora sé que el color morado se ve bonito en alguien —me hizo reír como no tienen idea, mis mejillas estaban calientes y él reía conmigo, no me atreví a mirarlo, pero podía escuchar su risa— te lo juro, se ve lindo, tu mano es pequeña y con ese color, es muy lindo —
— no sigas —dije entre risas.
Pero cuando sentí que podía volver mi mirada a él, sin dolor y con una sonrisa, descubrí que él también me estaba mirando, pero siempre que me miraba parecía tener un conflicto interno que no podía detener.
Desvió su mirada y negó con su cabeza mirando mi mano— cuando estuve en el ejército —inició, ¿ejército? pero, no dije nada— era normal ver a un soldado con moretones, aunque nunca uno tan grande —sonreí de lado y él siguió— siempre salía en las noches que podía con mi amigo y bebíamos, nos enamoramos de chicas hermosas y volvíamos a nuestro puesto —respiro hondo— pero en algún momento todo eso... desapareció... —hizo una pausa— mi amigo era delgado y estaba en el ejército, pero de un día a otro, él se hizo fuerte y grande, sabía bien lo que había pasado —reconoció con una sonrisa— luego, fuimos a una misión y pues... Tuvimos... un accidente —parecía no muy verídico lo que decía— nos separamos y pues, no supimos de ninguno durante muchos, muchos años —volvió su mirada a mi mano— está mejorando —
— no es cierto —sonreí de lado— ¿cómo se llamaba tu amigo? —
— pues yo creo que sí se ve mejor —contradijo— su nombre era Steve —
— ¿eran muy cercanos? —
— como hermanos —
— eso es lindo —reconocí— me gustaría tener una amistad así —masculle.
Pensé que no diría más nada, pero después siguió— conocí a tu padre —no dije más nada— Anthony Stark —suspiro— aunque no fuimos exactamente compañeros de trabajo —reconoció— mi amigo Steve... apareció años después y me protegió de tu padre —
Fruncí mi ceño— ¿por qué..? —
Volvió su mirada a mí— aún no te contaré eso —dijo con simpleza— solo digamos que... —bajo su mirada— le quite algo... que no puedo regresar —reconoció.
¿Qué podría ser tan malo?
— ¿Qué pasó al final? —
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro