[ Iniciando secuencia...]

EPISODIO VEINTIOCHO

Hola, de nuevo, soy H.A.N.N.A tu asistente virtual, has entrando en la quinta carpeta de su diario.

Iniciaremos la secuencia, con el diario digital de la señorita Morgan Stark.

Estoy lista para iniciar la secuencia, ¿está preparado (a)?

Bien.

En un lapso corto de tiempo, las paredes de la torre Stark fue testigo de la presencia imprevista del hechicero supremo y su gran y nunca faltante capa de levitación.

— Strange —y Morgan al igual que el señor Barnes estaban tan confusos por la situación, aunque ella estaba algo más que confusa, su corazón aceptaba el hecho de que Strange era un escape de su realidad y que verlo, era bueno para ella.

Un vistazo al lugar y Strange persuadió que no sucedía nada malo y que todo estaba bien, que solo estaban charlando y que no había peligro, pero que aún pese a todo, Morgan estaba bien y eso lo calmaba.

— en una milésima de segundos, recorrí lo que podría considerarse cerca de diez santuarios en el mundo para vigilar que todo estuviera bien y estaba completamente perfecto —aún así estaba preocupada— pero, no me explico cómo desapareciendo una milésima de segundo de ti, se transforma en una catástrofe —

Claramente a Morgan por alguna razón se le ocurrió que Strange había estado viendo todo y se preguntó el por qué no hizo nada, ahora entendía. Morgan no era a la única que Strange debía cuidar, Morgan no era la única que dependía de él, sino muchas personas mas y el hecho de que se preocupara por ella, la hacía sentir débil— dos tipos vinieron y mataron... —

— a cinco personas, eso lo sé, no necesito detalles, ni tampoco que mortifiques tu cabeza con eso —Strange levemente miró a Barnes, lo reconocía, lo reconocía de aquella vez en el campo de batalla. El sargento del brazo metálico— lo importante ahora es que estás bien —

Morgan sintió un pinchazo en el corazón, en el momento en que Strange se atrevió a decir eso, pero se abstuvo a decir algo y simplemente ignoró su comentario, volviéndose a la cocina— no tenías que venir —dijo a lo lejos, Strange conocía a la chica desde pequeña, sabía que su vida no le importaba de esa forma, sabía que aún Morgan estando a esta edad, su vida no el importaba, no le importaba siempre y cuando otra no fuera arrebatada.

Morgan no quería ver a nadie más morir por su futuro, no como su padre. No como Anthony Stark.

Morgan tomó una pastilla más, cuando anteriormente lo había hecho y Barnes siguiéndole con la mirada, la captó— ¿Por qué sigues tomando medicamentos? —James no demoró en caminar hasta ella y tomar la pastilla de su mano y tirarla por el fregadero para que desapareciera— ni siquiera has desayunado —

— vaya, te pones más intenso que Happy con estas cosas —

Barnes tomó en cuenta lo que Hogan había dicho antes y no quería que la adolescente terminará siendo dependiente de algo así, aún así tampoco se quedó para estorbar— escucha, pediré algo para comer, pero no tomarás más pastillas ¿Bien? —

Aunque esas fueron las palabras del señor Barnes para calmar a la chica, ella no podía evitar pensar que ahora estaba pasando pena frente a Strange y que Barnes ahora la trataba como una niña.

Aún así, su estómago rugía por algo de comida, así que a regañadientes respondió— bien, que sea rápido —y salió de la cocina, mientras Strange y Barnes la seguían con la mirada, tal vez Morgan esperaba que Strange le dijera algo más, algo como tal vez que la otra dimensión necesitaba su ayuda o que él la necesitaba a ella o alguien... quería verla al otro lado de esta realidad, pero lo único que recibió fue decepción, cuando en el quinto escalón, subiendo las escaleras, Strange no se inmutó en detenerla y simplemente la siguió con la mirada, tal vez sabiendo lo que ahora haría.

Morgan desapareció del pasillo.

Para entonces, Strange miró a James Barnes, el soldado del invierno, que por mucho tiempo todos temían, pero que ahora servía de niñera. James trataba de tomar el teléfono de la pared para pedir la comida, pensando que tal vez a Morgan le gustaría algo de ensalada y fideos, pero antes de que eso sucediera, Strange lo interrumpió.

— Sargento Barnes —y James sabía que no era un desconocido para él.

— pensé que tarde o temprano lo dirías, te recuerdo ¿Sabes? —James no lo miraba, pero si hablaba con él, como si fuera lo más normal, aunque ciertamente tenía temor. Y él no lo sabía, simplemente se sentía amenazado.

Strange suspiró y desvió su mirada— veo que tenemos un objetivo en común —volvió entonces la mirada a James— Morgan y su bienestar —

— no soy su niñera, ella ya tiene uno —Barnes vagamente miró los números del teléfono y dudo en que numero llamar.

— sé que Morgan no me lo dirá, así que necesito saber con exactitud qué sucedió —Barnes suspiro mirando a la pared y terminó colgando el teléfono, la verdad es que eso también era algo que a él también lo tenía pensando— y creo que sabes mucho más que lo que aconteció —Strange podía descifrar su mirada de intriga en cuanto a la situación y que había algo de lo cual no podía dejar de pensar.

James también creía que él podría ayudarlo en lo que quería hacer. Investigar la amenaza que ahora estaba ocurriendo, las personas que habían venido y el por qué. Fue entonces cuando Barnes decidió mirar a Strange y asintió, aceptando ayudarle en lo que fuera, Strange entrecerró sus ojos para luego suspirar y mirar a un lado, donde visualizó con mucha facilidad la mesa cerca de la vitrina— sentémonos y bebamos algo, ¿le gusta la idea? —

— primero quiero asegurarme que Morgan... —pero Strange no dejo que Barnes terminará de hablar para cuando este ya había levantado la mirada y con un simple uso de su cuerpo astral, se encargaba de ello.

El tiempo y la experiencia hicieron que Strange logrará desarrollar al máximo sus poderes.

— ¿coma? claro, no demorara en llegar su comida, mientras tanto asegurémonos de saber todo con detalle —Strange removió sus hombros y fue una señal para la capa de levitación de que debía despojarse de él.

— creo que te he visto pelear, en la batalla final ¿no? —

— así es —confirmó Strange sentándose en una silla, al momento en que Barnes también lo hacía— ¿bebida normal o algo de cerveza? —

— ¿perdona? —y James sacado de onda solo fue capaz de mirar a Strange, este con una sonrisa y una mirada profunda a Barnes descifrar lo que de verdad le gustaría, así que con un movimiento de sus dedos, fue capaz de aparecer no botellas de cerveza. James perplejo miró la botella y la tomó entre sus dedos como si fuera irreal, río— eres como la chica mágica, la pelirroja, tienes esos poderes —reía para no verse asustado y respiró hondo antes de tomar un trago,

— Entonces ¿qué sucedió? —

Barnes soltó la boquilla de la botella y sacudió su cabeza diciendo— se suponía que era un correspondencia, que les traían unas cajas, pero cuando llegaron, fueron dos tipos —aclaro antes de seguir— cuando llegaron actuaron normal para luego darme cuenta de algo —

— ¿de qué te diste cuenta? —

— ¿conoces a HYDRA? —Strange entrecerró sus ojos y terminó negando con su cabeza, aunque conocía poco por el hecho de que en muchos acontecimientos de los vengadores, este nombre estaba incluido— HYDRA es una organización de terroristas que no buscan más que causar problemas, llevan apareciendo desde los año noventas y siempre hemos tenido conflictos con ellos, tanto los vengadores, como los soldados, pero eso no los ha detenido —Strange asintió— uno de ellos, uno de esos mensajeros, tenía el tatuaje que reconocía a uno de HYDRA —

— ¿dices que HYDRA tiene que ver con todo esto? ¿por un tatuaje? —

James negó con su cabeza— esos no son simples tatuajes, sirve para identificarlos a cada uno de ellos y HYDRA desde que Howard Stark decidió alejarse, ha intentado desaparecer a todo Stark de esta tierra, porque esos seres forman parte de una amenaza para ellos —Barnes suspiró, sus nervios ya estaban de punta, el solo hecho de hablar de HYDRA y recordar todo y recordar que mató a tantas personas por HYDRA— conocí a Howard Stark, fuimos amigos, fuimos compañeros, no tenía nada en contra de él, pero cuando HYDRA me encontró, me hizo su marioneta y gracias a ello, acabe con la vida de Howard Stark y también de muchas otras más —Barnes sentía que no podía mantenerlo ya más tiempo dentro, pero sintió que diciéndolo a Strange ayudaría en algo— HYDRA no es algo con lo que te puedes andar sin cuidado, es algo más que eso, también intentaron deshacerse de Anthony Stark, pero la guerra lo mato antes —James se incorporó en la mesa— ahora ¿Qué quita que vengan por ella? Aún industrias Stark sigue representando una amenaza —

— y más con el hecho de que brindará armas al ejército estadounidense —masculló Strange.

Pero era claro que esto no le competía a él, las cosas así no eran su área de trabajo, por lo que se le vería imposible meterse en esos asuntos. Aunque también pensó en pedirle el favor a Barnes, pero él mantenía a Morgan a salvo en estos momentos y era lo que más se necesitaba.

Mientras que los hombres conversaban en el comedor, la chica alistaba su ropa y pedía a su asistente virtual que dejara todo lo más cifrado posible, los accesos y las cámaras, las entradas e inclusive la conexión con la torre, cualquier cosa que representará un peligro para la seguridad de su información y de su madre, durante los días que estaría fuera. Aún quería saber el origen de esa agua tan limpia y nítida.

— Haz unos arreglos con los pines de seguridad de la entrada, actualizalos —

[ están en la última actualización ]

Morgan bufó y metió el último par de ropa antes de tirarse sobre la cama— es que no siento que sea suficiente, necesito saber que todo está completamente... —

[ señorita Stark, puede confiar en que cuidaré de la señora Potts y del señor Hogan ]

— eso lo sé, H.A.N.N.A, pero no estás aquí para socorrerlos en la realidad —

[ siento no poder estar en físico, señorita ]

— no es tu culpa H.A.N.N.A —Morgan hizo un alardeo en su cama y le resto importancia— es mía por no adaptarte de esa forma aún... —sus ojos brillaron, sus manos temblaron de ansiedad y su cabeza ideaba miles y miles de inventos, casi como si fueran millones de archivos en solo una persona— o sí —y sin demora, Morgan salió de su cuarto con emoción.

Mientras Strange y Barnes afilaban sus intereses en un solo objetivo— entonces es un trato —afirmó Strange— conseguiré información sobre lo sucedido y tú la cuidaras —

— tómate tu tiempo, no creo que alguien se vuelva... —pero en cuanto Barnes levantó su mirada la vio correr despavorida por las escaleras, Morgan con una sonrisa en labios y millones de idea que volaban sobre ella no se percataba de los caballeros.

— ¿A dónde vas con tanta prisa? —pero Barnes tuvo el tiempo para que su pregunta fuera escuchada y Morgan se detuvo en el último escalón antes de desaparecer.

Su sonrisa aún permanecía y su rostro mostraba la ilusión en ellos— oh, aún estás aquí, Strange —

Pero Strange suspirando se levantó de su asiento y miró a Morgan— no pretendía demorar tanto —

— nunca lo pretendes —recito Morgan con gracia.

— bueno, tengo que hacer muchas cosas, solo quería verificar que estuvieras bien —Morgan asintió, al final y al cabo él siempre vendría para verificar que, ella siguiera con vida.