🎫 MORGAN STARK - Extra queso y pepperoni
[ Iniciando secuencia...]
EPISODIO VEINTINUEVE
MORGAN STARK
Tal vez podría hacer sensores de defensas que pudieran ser controlados por H.A.N.N.A como mecanismo, no un robot como tal, no podría en una noche, pero sí que podría hacer en el poco tiempo que tenía, una red de diversas "trampas" para intrusos.
- bueno, hay que reconocer que esta vez hiciste más larga tu estadía -era claro que no podía permitirme sentirme mal por el hecho de que él no pudiera quedarse, pero era lo más cercano que tenía a un confidente en esta realidad.
El intercall sonó.
Le miré y camine en su dirección, aunque por momentos me llegaba deja vú de lo que había pasado en la mañana, pero al final lo tome y conteste.
- señorita Stark, ya llego la pizza que ordenó -la voz de la nueva secretaria, solo me hacía sentir miedo por ella.
Respire hondo y miré de inmediato a James que se acercaba por la esquina con su ceño fruncido.
Bajé el teléfono confirmando que fuera él el que hubiera pedido la pizza.
- ¿pediste pizza? -
Pero James frunció aún más su ceño extrañado y cuando pensé que él respondería, el que lo hizo fue Strange- fui yo, es tu favorita, extra queso y pepperoni -de forma directa y sin muchos rodeos, Strange se puso tras de mí, ya no parecía tan preocupado, solo él.
Baje la mirada y asentí- gracias -para volver al intercall- por favor, que suba -y colgué.
- Yo la recibiré -James caminó por la sala y llegó al pasillo que llevaba al ascensor que ahora subía, pero no podía permitir que el miedo de que alguien viniera a asesinarme, me dejará inmóvil y más sabiendo que ponía en peligro a otras personas.
- Esta bien -pero al menos por esta vez, dejaría que se hiciera cargo- iré a buscar dinero en mi caja fuerte y lo pagaré -
- claro, como todo el mundo tiene caja fuerte -él disfrutaba de hacer bromas y sacar su sarcasmo. Sonreí de lado.
Estaba dispuesta a mirar a mi lado para despedir a Strange, pero para cuando lo hice, solo fui capaz de ver su capa roja siendo absorbida por un gran círculo naranja, típico de Strange.
Al final, él tomaría distancia.
Subí las escaleras para buscar el dinero y ayudar a James con el repartidor, en cierta forma me daba gusto que él estuviera aquí, aunque se pusiera así de gruñón y exceptico con la comida.
Sospechaba que fuera un glotón. Un gran glotón.
Mi caja fuerte, no era exactamente una caja, era más bien un pequeño cuarto secreto en mi pared, dónde la mayoría del dinero que había era para emergencia, tenía una cierta cifra de dinero que debería guardar cada que ganaba algo. No me malinterpreten, como siempre, no era como si fuera avariciosa, sino que era un buen deporte, guardar el trabajo que mi familia ha hecho, no confiaba mucho en los bancos, pero lo hacía porque era parte de ser un empresario y...
¿Saben qué? De hecho solo quería tener este dinero libre, porque sentía que en algún momento lo necesitaría. No sé cuándo, pero lo hacía.
Baje las escaleras, para darle el dinero a James, cuando el repartidor estaba esperando y hablaba con él- extra queso, pepperoni -fue lo único que escuche antes de que el repartidor me viera.
Y se detuviera al hablar con sus labios entreabiertos- caballeros -pronuncie bajando los últimos escalones y sonriendo mientras me acercaba.
Pero al respirar hondo antes de entregar el dinero, el dolor de cabeza volvió, pero me mantuve firme y sonreí- señorita Stark -estaba embobado. No era una suposición, de hecho sí lo estaba, ver a Morgan Stark, era como ver a una genio en miniatura- yo no, esperaba... -
- ¿Verme? -cuestione con una sonrisa de lado- en mi casa, en mi puerta, cielos, qué sorpresa ¿No? -bromeé cuando tomo el dinero y puse mis manos como jarrón.
Él río y bajó su mirada, mire a James y pude descifrar algo en su mirada, algo como: que chistosa, pero en un tono molesto.
- es un placer conocerla, de verdad -empezaba a tartamudear- yo soy, soy un estudiante de computación avanzada en la universidad de Collumbia y aspiró a entrar en su empresa y... -
- ¿Cómo te llamas? -aspirantes y más aspirantes, si eras avaricioso y querías ser algo más que un simple bufón, siempre te fijarías en Industrias Stark.
- Jordan, señorita, Leo Jordan -mencionó nervioso.
Asentí y le mire de arriba a abajo, para darme la vuelta e ir a la cocina- gracias por la pizza, Jordan, puedes irte -siempre sería lo mismo. Si querías conocer a Morgan Stark sería para tu conveniencia.
Pero me detuve y volví mi mirada, para ver a Jordan dentro del ascensor- nos veremos pronto, Jordan -y las puertas del ascensor se cerraron.
Jordan desapareció de mi vista. Y ahora solo quedaba un chico de brazo de vibranium con una pizza en su mano normal.
- te cayó bien el tal Jordan ¿No? -y pasó a mi lado con cierta cizaña en sus labios.
Entre cerré mis ojos y sonreí- ¿Celoso, señor Barnes? -
- ¿Y darte la razón? Jamás -respondió estando ya en la cocina.
Entonces sentí un piquete en mi cabeza y un escalofrío recorrió mi cuerpo, el dolor de cabeza aún estaba.
Bufé.
- será mejor que comamos ya -abrió la pizza la caja de la pizza y tan solo podía verlo de lejos, el pinchazo se hizo más fuerte en mi cabeza.
No podía hablar y el apetito desapareció, apenas tenía un poco y este pinchazo lo desapareció, mierda.
Las pastillas, necesitaba las pastillas.
- ¿Morgan? -
No quería hablar, las fuerzas habían desaparecido, solo quería descansar.
Y no estaba cansada... yo estaba más que eso.
- ¿Stark? -James volvió a llamar.
No podía respirar hondo, si lo hacía, esto se intensificará.
Los pasos de Barnes se acercaron, pero yo no quería a nadie cerca, abrí mis ojos y con la mirada en el suelo, caminé hacia el sofá.
- esto es una mierda -masculle.
- ¿Sucede algo? ¿Te sientes bien? -James me puso sus brazos sobre mi hombro..
- ¿Puedes traerme las pastillas? -pedí aturdida, pero también el hambre apareció con más fuerza.
¿Qué era esto? ¿Por qué de pronto tan bipolar?
- no, no más pastillas... -
- ay no seas tan pesado, Barnes -fastidiada, me aparté de él y caminé a la cocina.
¿Por qué no podía hacer algo que le pedí con tanta amabilidad? Yo no era amable, pero era amable con él, entonces ¿Por qué no simplemente hacía caso?
Abrí el refrigerador y saque la botella de pastillas- Morgan, no -saque un vaso y tome agua de él.
Metí la pastilla en mi boca y el agua también a la vista de Barnes que venía con su ceño fruncido, como papá en kinder porque su hijo estaba haciendo cosas que no debía y apenas era un niño.
La pastilla había bajado.
Cruzado de brazos y con su ceño fruncido, el Cyborg me miraba, sonreí de lado y dejé a un lado el vaso.
- bien, comamos -tomé una rebanada de pizza y la comí sin muchos preámbulos.
Justo cuando el ascensor empezaba a abrirse y una madre con un asistente entraba cansada.
Y mis labios tocaban apenas la pizza.
Y otra mirada acusadora se presentaba- ¿Qué diablos crees que haces? -
- ganando calorías -dije de inmediato y abrí mis manos sonriendo- hola madre -
- ¿Qué te dije sobre la comida chatarra? -llegó a la cocina, estaba enojada.
Y entonces señalé a James- le dije que no -y ella lo miró a él.
James no entendía, pero se retraía- no sabía que se le había prohibido -me miró con recelo.
Mamá bufo y cerró la caja- no quiero volver a verte comiendo cosas así -
- perdón, lo sé, pero iré a hacerme todos los exámenes y quería comer algo increíble antes de ser sentenciada a ser vegana de por vida -comí otro pedazo de pizza que tenía en mano.
No quería a mamá de mal humor, tenía que desvelarme realizando la siguiente fase de mi proyecto y haciendo el otro antes de irme.
Pero ella ya lo estaba.
- H.A.N.N.A, ¿Cómo va mi proyecto de universidad? -hable a lo alto.
Mientras el silencio incómodo llenaba el lugar, Richard me miraba desde la sala y Barnes mantenía su cabeza agachada y Pepper Potts estaba enojada.
[ Ya está terminado, señorita Stark ]
- gracias, H.A.N.N.A ya mismo voy para allá -pero mamá aún me miraba con recelo, suspire- escucha -quería la paz.
- señor Barnes, señor Richard, dejenos solas por favor -esto iba en serio.
Creo que ahora sí lo había jodido- no es para tanto -
Sus ojos estaban rojos- ¡¿Es que acaso no te da miedo morir?! -y su voz estaba muy áspera.
- no -calle tratando de ordenar mis ideas y de conseguir un poco de paz, aunque ella estaba enojada- madre, solo fue una pizza, ¿Okay? Te aseguro que mi vida no está en peligro y te lo demostraré con las radiografías, de verdad, te lo prometo -
Ella suspiro, trataba de mantener la calma, siempre lo hacia cuando intentaba mantener la calma, pero sus ojos se calmaron, nuestras miradas aún estaban firmes, ella solo quería que estuviera bien y lo entendía.
Pero, yo...
- es por tu bien, Morgan -
Ella se había calmado, había logrado mi cometido.
Siempre lo he logrado.
Esto de hacer tranquilizar a las personas con lo que hiciera, me estaba agotando. Hasta consolar a mi madre.
Esto no me gustaba.
Mi vida era perfecta en muchos sentidos, pero yo no la valoraba realmente. Tenía tantas cosas en mente y era como un pájaro en una jaula, una jaula enorme y muy accesible a muchas cosas.
Pero no a mí.
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