[ Iniciando secuencia... ]

EPISODIO OCHO

— ¿Sabes lo eufórica que estuvo tu madre anoche? —

Y en el regreso, cuando Happy vino a mí, se la paso todo el tiempo regañándome.

Aunque eso ahora mismo no me importaba, porque aún tenía en mente lo que había dicho el señor Lang, es decir Scott.

— conseguiré el traje para ti o al menos algo que haga referencia a ello, hablaré con Hank para convencerlo, sé que me escuchara, mientras tanto, toma mi número y llámame cuando quieras, también te llamaré cuando tenga todo listo, recuerda que tienes un amigo en mí, Morgan —

Un amigo… Mi primer amigo fue Peter y ahora Scott era mi amigo.

Pero, no solo eso, Scott también habló sobre unas partículas subatómicas a las que llamó PYM, había escuchado de ellas pero creí que ya no existían.

Durante la década de 1960 , Hank Pym descubrió y aisló un grupo raro de partículas extradimensionales subatómicas, que se conocieron como "Partículas Pym", que podían aumentar o disminuir el tamaño y la masa de los objetos o seres vivos al desviarlo o agregarlo desde un dimensión subatómica.

Admito que también investigue sobre los PYM y viaje cuántico, pero ya no existían.. ¿O sí?

Pero, Hank, Scott dijo que Hank había creado las partículas subatómicas PYM eso quiere decir que el mismo Hank Pym que yo investigue, es el mismo que Scott conocía.

Si ese era el caso, entonces Hank Pym realmente seguía con vida, después de tantos años.

— ¿Me estás escuchando? Morgan —

— debo hacer muchas cosas —masculle.

Aún tenía un informe que procesar y unos archivos que analizar, una reunión. Que realizar y muchas mejoras a la compañía, debía dar el visto bueno a la casa tecnológica en Malibú y pronto tendría una conferencia. Tenía tantas cosas que hacer, pero también tenía que intentarlo, intentar viajar en el tiempo y el mundo cuántico.

— sino usas casco, tu cerebro podría mostrar mucho daño —fue lo último que dijo Scott antes de despedirnos.

— Morgan —

— ya sé, lo siento, ¿Okay? Pero ya estoy lo suficientemente grande como para valerme por mí misma —dije con fastidio. Tenía tantas cosas en la cabeza y ellos solo se limitaban a regañar.

— ¿Qué te sucede? —

— no tengo nada, Harold, solo sigue conduciendo y deja de molestarme —bufé exasperada.

En un bucle de espacio y tiempo, podría quedar atrapada en otra realidad, pero si todo salía como se suponía que debía, tal vez podría viajar a un lugar en específico.

Para eso necesitaría la ayuda de alguien y sabía perfectamente de quién.

En todo el camino Happy hizo silencio, durante casi un día completo, fueron como a las diez y veinte de la noche que finalmente llegamos a casa, mamá me esperaba. Happy ya se había ido.

— jovencita —

— ya me disculpé con Happy —adelante— pero tenía algo importante que hacer o más bien, tengo cosas importantes que hacer —

Bufé y subí las escaleras dejando mi bolsa en mi cuarto, volví a bajar y mamá estaba sentada en el sillón.

Deduje que estaba enojada.

— adelante, di algo —

— no sé qué está pasando contigo Morgan —dijo decepcionada— creí que este cambio de ser mejor emprendedora y atender tu las cosas no se te saldrían de las manos, pero… —

— ¿Pero? —cuestione incrédula bajando las escaleras— hasta el momento y con todo el respeto madre, Industrias Stark se ha mantenido en un progreso muy notable, el mundo vuelve a notar Industrias Stark y nuestros ingresos suben cada vez más, he hecho todo lo posible por ser lo que no fui antes, estoy dando al máximo mi esfuerzo y trato siempre de hacerlo todo, entonces ¿Por qué hay peros? —

— porque me ocultas cosas —dijo finalmente.

Para ese entonces estaba frente a ella. Mi corazón se contrajo y trague fuerte.

— ¿De qué hablas? —

Ella se levantó y suspiró, entonces ví una carpeta en su mano— le mentiste a Happy, dijiste que saldrías con tu entrenadora a tomar algo y unas horas más tarde estás rumbo a San Francisco —dijo exasperada— luego en la mañana me llega el correo del doctor Magno ¿Y sabes que dice el diagnóstico? —mi corazón se contrajo.

No quería que ella viera mi diagnóstico, desvíe mi mirada, no quería preocuparla— no debió haberlo hecho, le dije que… —

— ¡Morgan! —grito mamá ahogada en lágrimas que aparecieron en segundos— ¿Posible tumor? —

— yo no… —

— ¿Hemicrania continua? —me cuestionas como sino lo pudiera creer— Morgan, ¿Por qué no..? —levantó su mano y terminó tapando sus ojos.

Estaba desesperada y yo ya no tenía plan B para esto, no podía decirle que era mentira, pero no quería preocuparla, quería hacerme cargo de mi destino.

— no duermes lo suficiente, no comes bien, solo comes frituras, tu sobreesfuerzo, no vives tu adolescencia —

— Tsk —mire con recelo— mi adolescencia desapareció hace mucho, madre, es algo que deberías saber —

— ¿Y qué paso con la confianza? Morgan, ¿Qué pasó con contarme todo? —

— no quería que supieras esto —

— ¿Me contarás sobre tu ansiedad? ¿Sobre tu depresión? —

— no estoy deprimida —dije con vagueza.

— ¿No? ¿Por qué estos resultados dicen otra cosa? —levantó la carpeta y la zarandeó para tirarla en el sillón— ¿Por qué fuiste a San Francisco? ¿Con quién? —

Desvíe mi mirada.

— contestame, Morgan —

— tengo una reunión en media hora, madre —masculle.

— la postergue —dijo finita.

— ¿Que? —levante mi mirada— ¿Sin mi consentimiento? —

— ¿Sin tu consentimiento? ¿Es que acaso no sabes quién soy? ¿Es que acaso no reconoces mi autoridad? —

— pero es MI empresa —recalque— yo tomo las decisiones —ahora el consejo se pondría en mi contra.

— ¿Decisiones? —cuestionó irracional— ¿Llamas decisiones al sobreesfuerzo y a tu falta de sueño? ¿Esa fue la decisión que tomaste? —

— lo hago porque quiero, sí, porque es lo que deseo —

— Morgan, mírame —sus ojos verdes estaban rojos de tanto dolor en ellos— me preocupas —masculló en un hilo de nostalgia— y no sé qué te ocurre —baje mi mirada— Morgan, yo no sé que este pasado, pero solo te pido que confíes en mí —

Desde que llegué me limite a ser un disfraz, hasta en mi casa y fui tan estúpida al pensar que mi mamá no se daría cuenta que algo andaba mal.

Cerré mis ojos con pesimismo y bufe— prometo ayudarte —masculló acercándose— pero por favor, dime qué te sucede —

No quería lastimarlo, pero tampoco quería mentirle.

Y entre lastimarla y mentirle… sabía que mentirle solo prolongará el dolor…

— el doctor Magnus, dice que debo tener otra cita, pero será para unas radiografías en el oncológico… —y poco a poco el pánico se apoderó de ella— pero no es nada certero —la posibilidad de que tuviera cáncer por constante radiación era casi mínima— además, necesito tomar constante proteínas y vitamina C ya que eso ayuda con al reducción de migraña —alente— como te dije —aclare cuando estaba al borde del colapso, pero no quería que se quedará solo con esa información— además —así que decidí decirle a quien fui a ver, porque creo que sería importante—a razón por la que fui a San Francisco fue porque… un tipo dijo que conocía a papá y también habló sobre el mundo cuántico y los posibles vórtices a otros tiempos u otras realidades y que también conocía a una persona que sabía de ello y que tenía un traje para el mundo cuántico y de verdad quería verlo —aclare tan rápido como pude.

— espera… —mamá tomó su cabeza en manos y se sentó— Dios no puedo creer que tanto te pareces a Tony —

— ¿Necesitas agua? —

— oncólogo.. ¿Cuando tienes que ir? —

— supongo que debo programar una cita, pero aún no quiero hacerlo, además no es algo tan grave, dijo que era la probabilidad de un cinco por ciento, además si sigo comiendo y haciendo ejercicio bien, puede que no se desarrolle tanto —

— pero no quita que sea una probabilidad —masculló mi madre, pero terminó suspirando y limpiando sus lágrimas— ¿Qué tipo conoció a tu padre? —e hizo su segunda pregunta. Aunque sabía que le dolía hablar de papá en el pasado.

Removí mis labios y chasqueé la lengua— su nombre es Scott Lang, aunque dice que lo conocen más como un tal Ant-Man estuvo en la última pelea que tuvieron… —masculle— también en el funeral —

— bueno, si sabe del funeral seguro si era un conocido de tu padre —indicó— nunca nadie supo sobre eso, solo… los más cercanos —dijo por último con su mirada apagada.