[ Iniciando Secuencia... ]

EPISODIO DOCE

MORGAN STARK 

Pero, al final, siempre, debes sonreír.

Siempre... sonreír...

— señorita Stark —y volver a tu realidad— ¿cree usted que es bueno seguir incrementando el personal en sus empresas? ¿no ha habido fallos de personal? —y siempre demostrar lo que debes ser.

Respire hondo y conteste— no, si tu pregunta es si en mi empresa hay gente no experimentada en sus áreas, mi respuesta es no —porque sino, el mundo te tragaría— cada persona que he contratado y que Industrias Stark ha contratado ha pasado por serias fases de conocimientos generales, donde se les atribuye sus especialidades y se les descarta las áreas en las que no debería estar —me acomode en mi asiento— cada uno es consorte de sus habilidades y para las unidades que son propuestas —

— entonces ¿diría que son todos competentes? —

Ladee mi cabeza— ¿cómo sabe su jefe que es competente para el trabajo? —

— por mi expediente —contestó confiado.

Reí— un expediente no dice nada, más son las acciones que las palabras escritas —respire hondo y me levanté de mi asiento— por eso en Industrias Stark nos guiamos por el conocimiento que tienen en sus mentes y no que vemos en un típico expediente, si sabes inventar, hazlo y demuéstralo, si sabes investigar, hazlo y compruebalo, pero si solo me traes un papel con millones de letras —volví mi mirada al reportero— solo me mostrarás que dependes de hilos de otras personas y no de ti mismo —sonreí cuando se acomodó en su asiento y bajó su mirada.

Y si el mundo era cruel, tú debías ser despiadado.

— señorita Stark —mi madre desde el inicio del foro me veía con preocupación, mientras Happy no se dignaba a mirarme, ni hablarme, de hecho— ¿cómo llamaría a los ingresos de Industrias Stark? —otra periodista habló entre tanta gente.

— oh vaya —me senté— esa es una buena pregunta —amplifica— porque los ingresos de Stark, lo utilizamos en parte para las Expo y también para los materiales y respaldos a nuestros científicos, añadiendo las instalaciones nuevas y logrando incitar al mejor funcionamiento de los científicos —el silencio siempre iba a mi lado, suspiré y sonreí— en retrospectiva... malcrio a mis empleados para ampliar este nuevo mundo —risa entre todos.

Tal como se supone que debería ser.

Los foros siempre eran entretenidos en parte, porque siempre encontraba alimañas que se atrevían a desafiarme, pero entre las fotos, autógrafos y de más, me hallaba extremadamente desconcentrada de lo que era la soledad.

Happy hacía el pase, mientras mamá iba a mi lado.

Autógrafos, fotos y felicitaciones. Siempre la misma rutina.

— por favor no estorben el camino —Happy siempre tan delicado.

— MORGAN —y entre tantas, alguien que sí me llamó la atención.

No pensé verlo ahora, después de tanto tiempo.

Para ser exacta, tres días, el señor Lang había aparecido, sonreía entre tanta gente y alzaba su mano alardeando entre la gente.

— Scott —masculle sonriendo.

Y entre la multitud Scott trataba de emparejarse o de adelantarse a los demás, me detuve en medio de todo y lo espere a que viniera, por un momento todo a mi alrededor se vuelve nulo y solo veía a Scott.

— dejenlo pasar —exclame.

Scott reía disculpándose entre la gente.

Mientras mis guardaespaldas me daban un espacio para que Lang viniera.

— Morgan ¿qué haces? —y ahí fue donde Happy finalmente me habló.

Le mire con el ceño fruncido— quiero hablar con él —

Happy desistió de decirme algo y simplemente desvió su mirada.

— ¿quién es él? Morgan —mamá me miró con su ceño fruncido.

— es el tipo del que te hablé la vez pasada, él conocía a papá —dije animada.

Y entre tanta multitud, finalmente Scott llegó a mí— hola —reía oportuno— tengo grandes noticias —

— eso es excelente, ¿lograste..? —

— sí, sí, lo hice, inclusive logré que el Hank viniera a hablar contigo —

El creador del traje cuántico, mi emoción se elevó aún más.

— ¿donde? —

— está afuera esperando, no es muy amante de la multitud —dijo riendo.

— perfecto, quiero hablar con él —

— te está esperando —dijo oportuno.

— Morgan —mamá entonces tomó mi hombro y hablo en mi oído— al menos espera a que salgamos de aquí —lo dijo de manera severa.

Las personas empezarían a argumentar, asentí ante mamá.

No podía dejar que alguien argumente algo contra Scott, no ahora que era mi aliado.

— Scott, ven conmigo, dile al señor Hank que venga a la torre Stark —informe— necesito hablar con ustedes en privado —intuí alejándome de él— por favor, quiero verlo —mis labios temblaban.

Quiero verlo.

Mamá me llevaba de la mano mientras Scott era dejado en la multitud y me hacían paso para salir. Al fin y al cabo, este era mi mundo.

El mundo en el cual me había criado.

En el camino a casa era difícil ocultar mis emociones, pero aún así miraba por la ventana con la esperanza de ver la cara del señor Lang, aunque ni siquiera sabía si estaba tras de mí o no, ni como era su carro.

— ¿qué tiene de interesante ver a este tipo? —dijo mamá con su ceño fruncido.

— yo... —no podía decirle que estábamos hablando del viaje cuántico, eso implicaba el tiempo y ella no quería que volviera a viajar. Esa fue la promesa.

Además ahora mis diagnósticos me aferraban más a su promesa.

— es para una nueva investigación, sobre nuevos trajes de prueba —disfrace la realidad.

— ¿nuevos trajes de prueba? —ella se extraño— ¿no hiciste eso..? —

— sí —alente antes de que dijera la realidad— pero no puedo arriesgarme a que haya afectados en esos estudios, en este traje habrá una mejora —

— bueno, supongo que sabes de eso —masculló— pero ¿y tus clases de Universidad? —

Le quite la importancia— ya estudie el tema de hoy, puedo presentar el examen sin problema —

Mamá bufó por lo bajo decepcionada— lo peor es que no puedo decirte que es mentira, porque seguramente sí lo hiciste —masculló.

— esta bien, además, tú misma dijiste que debía ser más organizada en la empresa y esto es por la empresa —

— ¿y por ti? ¿cuando harás algo por ti? —

Pero lo que ella no sabía es que esto también era por mí— créeme, estaré bien —por mi ambición.

Aún así, debo decir también que durante tres días, este tipo no dejaba de venir.

— ¿tú de nuevo? —masculle con pesimismo, como si quisiera recomponer algo.

— ¿qué tiene de malo? —

— señor Barnes —mamá saludó respetuosamente, para hacer un flashback de la situación, podría decir que el encuentro entre ellos dos fue algo similar a una reunión de novio-suegra.

Y no bromeo.

Lo resumo.

Mamá había llegado un día, fue de hecho el mismo día que este tipo apareció.

— Morgan ¿quién es el caballero? —

Nerviosa y sin saber exactamente qué decir, pues estaba de más decir que me enfrente al tipo con la intención de tocar su mano con guante, justamente mamá llegó interrumpiendo.

— él es... —estaba en ese momento desorientada.

Pero Barnes se atribuyó— soy James Barnes, soy el amigo de su hija, vine a ver qué le sucedía, puesto que no fue hoy a nuestra cita predispuesta —me miró con una sonrisa con la intención de que le siguiera la corriente.

Mientras yo estaba tratando de entender qué rayos estaba diciendo.

— ¿cita? —mamá estaba shockeada pero al mismo tiempo ocultaba una sonrisa.

— ¿cita? —por mi parte estaba shockeada que asustada— yo... —y con intenciones de decir lo contrario, entonces entendí y analice que era mejor que mamá creyera eso, pues para ella era importante que tuviera amigos— él ya se iba —desvié mi mirada.

Porque detestaba mentirle a mi madre cuando no debía.

— tiene razón, volveré mañana, buenas noches, señora... —entrecerró sus ojos, pero mamá gustosa estrecho su mano confirmando que sí estaba feliz.

— Potts, Pepper Potts —dijo mamá oportunamente.

— Potts —entonces me miro y sonrio— Morgan Stark Potts —me señaló con una sonrisa.

Entre cerré mis ojos tratando de eliminarlo, pero el sonrió y terminó retrocediendo para irse por el ascensor.

— No vuelvas —alce mi voz bajando mi mirada.

— hasta mañana —fue lo último que dijo.

— maldición —masculle.

[ Lenguaje ]

— señorita ese vocabulario —

Y sí, al final termine regañada por mamá y por H.A.N.N.A

— vi toda la entrevista, vaya que te gusta dejar a la gente en pena —y en tan solo tres días, no sé como, pero este tipo ya se había atribuido mi confianza.

Entramos al ascensor con mamá en frente.