[ Iniciando secuencia... ]

EPISODIO DIECINUEVE

— James —ya me tenía harta— creo que este es el momento en que tú y yo dejamos de relacionarnos para cada uno ir a sus respectivos asuntos —

Barnes frunció su ceño con una sonrisa— ¿te molesta? —

Respire hondo— si lo ponemos de esa forma —dije entredientes.

— ¿Quieres que te deje entrenar a solas con tu amigo? —intuyo como si hubiera un secreto en ello.

Entrecerre mis ojos— ¿quieres que te mate? —

— mira, niña —¿cómo me dijo? camino por mi lado y subió un escalón— si de verdad quieres aprender a defenderte, será mejor que aprendas de un verdadero contrincante —

— sé lo que estoy aprendiendo, Barnes —

— ¿ah sí? —entonces me dio la espalda— entonces no te molestaría enseñarme cuanto has aprendiendo —y me dejo en el último escalón.

¿Me estaba retando?

— señorita Stark... —

Alce una mano para que Richards se callará— ese imbécil me las pagará —detestaba que duden de mí y Barnes lo estaba haciendo.

Esto es la guerra.

Y como pueden ver, soy muy pero muy estúpida a la hora de decidir algo, pero conste que él me había retado. Y cuando alguien me retaba, yo nunca me rendía.

— ¿segura que quieres luchar con tu muñeca así? —

— solo hace falta inteligencia para tirarte Barnes —

Barnes se estaba quitando la chaqueta, pensé que al fin descubriría lo que había, pero tenía un suéter manga larga y su guante le tapaba lo demás— ¿así solucionas todo? ¿tirando a las personas? —Hasta ese momento recordé que Barnes era un soldado.

La curiosidad aún estaba a tope— entonces, ¿dejaste la guerra para ser un... super soldado? —

Barnes se desentendió por un momento y me miró— ¿a qué te refieres con supersoldado? —

Estire mientras él también lo hacía— señorita Stark, ¿segura que quiere hacer esto? —mientras Richards estaba en una esquina.

Ignore a Richards— ya sabes a lo que me refiero, con los vengadores, muchos superhéroes, otros con alta tecnología y tú —mire su brazo— ¿quizás sea un brazo de rama lo que tengas ahí? eso explicaría porqué es tan... duro —

Barnes sonrió de lado— bien, Stark, si quieres saber que hay en mi brazo —suspiro— tendrás que derrotar a este hombre —

Estaba poniéndome a prueba de verdad. Esto sería interesante.

— tú lo pediste —en el instante en que James se posicionó tome la delantera con la cabeza hirviendo de ansias y termine siendo atajada por él dando vueltas por su lado y casi al borde de la caída, Barnes había mantenido su mano aferrada a mí.

Eso había sido muy rápido, mire a James, pero él sonrió— cuidado preciosa —

Gruñí con furia y por inercia intente doblar su mano, pero fue un ataque muy tonto porque él termino pegandome a su cuerpo, tuve que pensar en algo rápido y pise su zapato para sacar provecho y lo hice, le dolio, aunque solo un poco y nuevamente estaba en formación— te vas a arrepentir Barnes —

— puedes decirme Bucky —dijo gustoso.

¿Han oído? que el cuerpo del hombre es, en general, un 8% más grande, un 10% más pesado y un 7% más largo que el de la mujer. Sin embargo, la elasticidad y movilidad articular de ellas es un 10% mayor y las diferencias de fuerza son menos notorias en la parte inferior del cuerpo

Bueno, ahí estaba la diferencia entre Barnes y yo, además de que no me rendía tan fácilmente. Yolanda me había enseñado una técnica hace mucho, pero no podía hacerlo con ella, pero ahora lo podía hacer con Barnes.

Y en acercamientos cangrejos, logré visualizar lo que haría y accione la técnica, consistía prácticamente en una patada en su pecho para soltar el aire que tenía y que se doblega, para después desestabilizarlo con una patada en el hueco poplíteo (la parte de atrás de la rodilla) para proceder a patear su espalda y sacar por completo el aire y tirarlo al suelo.

Pensé que caería en seco, pero, Barnes era más fuerte y solo terminó arrodillado en el suelo, me había costado mucho porque su cuerpo era muy tosco, pero cayó en el suelo y aún estaba estable, me miró desde lo bajo y sonrió cuando supo que a mí sí me faltaba el aire.

Pero recobrando un poco fruncí mi ceño y me impuse— te derrote, ahora dime —el dolor de cabeza empezó.

Mierda.

— ¿por qué tantas ganas de saber? Stark —bajo su mirada y estiró su mano hacia mí— Nathaniel, ¿me buscas agua? ¿me ayudas? —era su mano con guante, fruncí mi ceño y mire a Richards. Entendí el punto de Barnes, no quería que Richards supiera.

Respire hondo— que sean dos, Richards —el chico asintió y salió de inmediato de la sala, Barnes aún tenía su mano estirada.

Finalmente lo sabría.

Tome su mano, era... dura como y lisa como... un...

— metal —masculle.

Barnes se levantó por sí solo— Vibranio —corrigió— de unos amigos Wakandianos —solto mi mano y sacó su guante, dio a luz su brazo de metal.

— ¿Vibranium? —cuestioné impresionada y sin pensarlo tomé su brazo entre mis manos, se sentía un material muy fuerte— ¿hasta donde? —la adrenalina recorría mi cuerpo.

— hasta el hombro —corrí a su hombro y hasta cierto punto sí lo era, luego estaba su brazo normal.

— Fascinante —masculle y para entonces quise mirarle y me di cuenta lo cerca que estaba de su rostro— ¿hay otra parte de tu cuerpo que sea de este material? —

Y por un momento frunció su ceño y mostró desconcierto— no —masculló extrañado.

Ladee entonces mi cabeza y recorrí mi mano por su brazo hasta sus dedos— entonces solo este... eres como un cyborg —masculle extasiada de el descubrimiento.

Sentí su respiro hondo— algo así —confesó.

— dijiste Wakandianos ¿no? —ladee la cabeza— ¿a que te refieres con Wakandianos? —Barnes entreabrió sus labios pero miro hacia abajo y luego a mí, hice lo mismo y hasta ese momento me di cuenta que había entrelazado su mano con la mía, reí y retrocedí rascando mi nuca— perdona, es solo que... no había visto un brazo de este material —confesé.

— bueno —respiro hondo y guardo su mano en el guante de nuevo— es un lugar que está guardado a los ojos de la humanidad, ahí me ayudaron a pasar... muchas cosas —reconoció cuando justo Nathaniel entraba por la puerta con dos vasos de agua.

Guardado a los ojos de la humanidad...

Esa tarde, después de la práctica, descubrí que Barnes era un soldado con brazo de vibranium , un elemento muy raro de conseguir y escaso en mi laboratorio, pero ahora sabía que había en donde estaban los Wakandianos, pero ¿dónde vivirían? si estaba oculto a la vista humana.

Para las cinco de la tarde, Richards y yo estábamos saliendo del complejo, Barnes había decidido irse unos minutos después de su confesión, lo cuál aún me tenía pensado.

Pero bajando las escaleras me desentiendo en el momento en que Cassie Lang aparece.

— Morgan Stark, vienes todos los días y nunca te veo —siempre tan radiante, termine de bajar los escalones.

— bueno, digamos que soy una sombra para los vengadores —

— ya me doy cuenta —ella era una vengadora, era a ella a quién Scott venía a ver.

— por cierto, conocí a tu padre —indique— es algo... interesante —

— bueno, un día deberías probar como cocina —índico.

Alce una ceja— ¿es eso sarcasmo o..? —

Ella rió pero entonces dirigió su mirada hacia mi parte trasera, justo donde estaba Richard— ¿quién es el chico? —

Mire a Richards, pero él tenía su mirada baja y reprimía sus labios— es mi asistente —masculle, aferraba su agarre a su mochila, era extraño que no interactúa.

— bueno, tengo cosas que hacer, pero fue un placer verte y también saber que tienes compañía —indicó, volví mi mirada a Cassie y solo la vi guiñar un ojo e irse.

Volví mi mirada a Richards pues parecía desilusionado.