EPISODIO CINCUENTA Y SIETE

[Iniciado secuencia...]

Llovía en todo Nueva York, casi como si el mismísimo cielo estuviese en contra mía, pero al menos tenía los Pym, aún los tenía en mi mano porque no tenía un lugar donde guardarlos. Había conseguido una chaqueta en una esquina cuestionable, pero era mejor tenerla encima que solo un vestido de gala aún más atrayente para las personas.

Mis tacones me matan, mis pies ya no aguantaba, sabía que la torre Stark estaba a unos kilómetros del lugar donde estaba, desgraciadamente no tenía dinero, ni tampoco un auto que me llevará allá, estaba segura que está noche había sido condenada desde el momento en que Happy me descubrió.

Tal vez era el karma pasando factura y si era así, esto era demasiado cruel.

Finalmente, bajo la lluvia y muchos cruces peatonales pude ver la torre Stark tintineante. Estaba muriendo de frío, las calles estaban totalmente abarrotadas y los tacones no soportaban la lluvia y yo menos. Me detuve, me quite los tacones y los tire en un basurero cercano, me atrapé en el abrigo aún más mientras cruzaba la calle para llegar a la torre Stark, pase casi al instante y entre a la recepción de inmediato.

— disculpe... —el guardia me iba a impedir la entrada, pero me quite el cabello mojado de mi rostro e hizo gesto de repugnancia— huele terrible —

— soy... —

— Sé quién es, ¿Dónde consiguió ese olor? Será mejor que mantenga su distancia con el señor Stark —olí la chaqueta disimuladamente y no sentí el olor extraño, sin embargo el guardia siguió hablando— el señor Happy ha salido en busca de usted y el señor Stark ha pedido a tres de sus guardaespaldas que la busquen por todo Nueva York —informó— apenas y se fueron, usted milagrosamente ahora está aquí, será mejor que se reporte de inmediato —se alejó caminando apresuradamente y tocó el botón que llamaba el ascensor— y por favor, duchese —apenas y entendía que estaba siendo buscada y que olía a basura.

Entre en el ascensor con los Pym aún en la mano y estática en mi lugar, estaba totalmente mojada y habían cuatro personas allá afuera buscándome, estaba descalza e incluso el poco maquillaje que tenía de había desaparecido.

Era un desastre andante que seguramente el señor Stark no querría ni cerca.

Pero las puertas del ascensor se abrieron y mostraron a un hombre desesperado, caminando de un lado a otro, con camisa blanca y pantalón negro que pronto presto su entera atención en mí, como si fuera algo de no creer, como si fuera un spoiler de su serie favorita.

Camine tan solo dos pasos mientras el ascensor se cerraba y permanecía en silencio frente a él. Estaba casi segura que iba a estallar.

Y acerté, porque tomó aire y con su ceño severamente fruncido replicó— ¿Sabes el susto que me has dado? ¿Las cosas que he hecho para buscarte? —

— perdón —masculle— el portero... —

— le exigí a Happy que su trabajo dependía de que estuvieras aquí, mande a cinco de mis guardaespaldas o tres, no recuerdo —dijo fastidiado— para que te fueran a buscar por todo Nueva York con esta lluvia, creyendo que quizás fuiste raptada, incluso le pedí a Happy que fuera a albergues a ver si una jovencita desenfrenada con delirios en su cabeza estaba cerca o estaba muriendo por ahí —él estaba desquiciado— ¿Dónde están tus zapatos, jovencita? —mis pies desnudos en el piso, los noto, pero también empezó a olfatear y con repugnancia mencionó— ¿Qué rayos es esa peste? —hice un amago con mis labios pero no respondí, sin embargo su mirada se volvió a posar en mi, pero esta vez más abajo y miró con despreció— todo este caos por ese simple artefacto en tu mano, ¿Cómo es posible que hagas todo un espectáculo por eso? —

Me recriminaba sin parar, hasta ahora, respire hondo con la adrenalina a tope y respondí— señor Stark, esto es lo único que aseguraba mi regreso a casa, pero le aseguro que el escándalo jamás lo empecé yo, le advertí... —

— ¿Me advertiste? —dijo con gracia.

Y me levanté contra él— por supuesto que sí, las cosas no salieron como se suponía que sería —

— ¡Aterrorizaste a las personas, Morgan! —

— ¡Las hormigas se querían llevar mis...cosas! —gruñí.

— ¿Es que no lo has visto? ¡Estás en las noticias! —exclamó— en la radio resuena el nombre de un futuro villano —no era consciente de nada de lo que estaba reclamando, no sabía tampoco, cómo de pronto, tal vez debido a la situación o tal vez debido a la tenuidad del lugar, podía verlo al borde del colapso— le prometí a Pepper que por el momento trataría de no involucrarme en nada que represente un peligro inminente, pero tú lo haces difícil, ahora todos esperan que atrape al personaje de armadura, ¡incluso le tienen un nombre! —exclamó demente— ¡te llaman el Anti-Héroe! siquiera tiene sentido —

En cierto momento el señor Stark pareció perder la cabeza, se desestabilizó de pronto y recurrí de inmediato a él, pero se sentó sobre una silla y me alejó con su mano, y miró mi mano— si tan solo no fueras tan impulsiva —levantó su mirada a mí enojado— ¿todo esto por un artefacto? ¿sabes? —Su respiración no era normal.

— H.A.N.N.A signos vitales —ordené mientras tomaba su brazo, pero él se alejó bruscamente, volví a hacerlo, pero esta vez lo tomé con más fuerza.

— no me toques —y se alejó.

[Pulso acelerado, posible fallo cardíaco]

Me advertí que quizás podría matarlo, del susto y mi corazón empezó a acelerarse también, pronto mis alternativas se cerraban, mientras él apenas respiraba— necesito llevarlos... —

— ¿al hospital? —cuestionó— no seas mediocre, no tengo un corazón normal, no me distraigas del tema central, yo te... —

— el reactor —masculle— debería... —

— no deberías hacer nada —espetó— es solo el alcohol que se me subió a la cabeza, mi reactor está bien, yo estoy bien, tú estás en problemas —

— pero aún así no se estabiliza bien —

— ¡no me cambies el tema! —dijo entre dientes.

Era demasiado terco, bufé y termine volviendo sobre mis pies al sillón— no tengo tiempo para sermones, señor —

— ¿por qué? —lo escuche decir entonces— ¿porque no soy tu padre? —Un escalofrío cruzó por mi espalda mientras él se levantaba frente a mí con su ceño fruncido— ¿crees que por eso no tengo autoridad? —y de pronto me cayó como un balde de agua fría, esta vez de pronto se sentía diferente a las veces que mamá me regañaba, porque sabía que ella estaba viva, pero yo había venido aquí para pasar tiempo con mi padre, no escuchándolo regañarme, todo porque no le hice caso a mamá.

Ahora entendía que no era ella quién actuaba sobre protectoramente, siempre creí que papá me entendería, pero no tenía idea de que realmente me estaba excediendo en lo que hacía. Mis noches en el laboratorio, mi incesante falta de respeto, mi egocentrismo creciente, mi falta completa de responsabilidad por mi vida, el preocupar a mi madre y a Happy, el tener que demostrar constantemente que era mejor que cualquiera, todo ello, de pronto me cegaba la vista y atacaban mi mente.

— ¡Estás loca! ¡Estás loca si crees que el señor Stark te aceptará solo por ser indulgente y tener coraje! No cambia nada —estaba rojo— pero sí el hecho de que no volverás a mi casa, no albergaré a una niña irresponsable que no sabe seguir indicaciones —

Incluso ahora me veía tan patética. Ahora, ¿Qué hacía aquí?

¿Qué se supone que hacía aquí?

— no puede ser, ahora vas a llorar —no me había dado cuenta que mis lágrimas se habían quedado en mi rostro, estaba estupefacta por mi increíble estupidez, se suponía que era la mejor, que nada me detenía, pero era imposible cuando incluso sobrepasaba los límites.

Mi mente solo me recordaba todas las veces que mamá me regañaba, todas las veces que Happy guardaba silencio molestó, todas las veces que alguien me decía que estaba mal.

¿En serio fui tan lejos?

— será mejor que te bañes y te acuestes a dormir, ha sido suficiente por hoy, veré que historia cuento para la prensa, agradece que para mañana no estaré aquí —eso me despertó de mi apagón momentáneo y me hizo verlo sobre las escaleras yendo a su cuarto, me apresuré a correr hacia él y tropecé con algo, pero inmediato y angustiada por el tiempo que seguramente perdería para enmendar todo le exigí una respuesta.

— ¿Qué quiere decir con irse? ¿por qué se iría? —

Esto debías ser una maldita broma.

— tengo cosas que hacer, reuniones, acuerdos, trabajo, algo que tú deberás conseguir pronto, mañana llenaré tus documentos y los aprobaré para tu universidad futurista y para que te vayas cuanto antes —su voz había decaído, casi como si estuviera decepcionado, pero ya no gritaba.

Me encontraba en un silencio inmenso, una oscuridad que aprovechaba para atraparme y una sensación incómoda en mi corazón.

Realmente ¿había hecho todo mal?

Ahora más que nunca en serio deseaba que Strange apareciera y me regañara, que me dijera que era una adolescente malcriada, pero que aún así le importaba, deseaba ver a Happy estar en silencio frente a mí, pero dispuesto a llevarme donde fuera, deseaba ver a mi madre gritándome por haber pasado toda una noche en el laboratorio, deseaba entender que todo lo que había hecho era consciente de que le hacía daño a los demás y no solo a mí.

Pero ahora teniendo los Pym conmigo, sabía que estaba a un solo click de regresar a mi mundo, aunque mi corazón herido decía que debía arreglar las cosas con papá porque había arruinado todo desde que había llegado, me disciplinaría a mi misma con una semana amonestada de ingresar en el laboratorio y seguramente tendría que arreglar todo en casa.

No quería volver a sentirme tan sola como esta noche. No quería tener que irme a dormir peleada con mi madre.

Tenía que enmendar todo mientras tuviera tiempo.