[ Iniciando secuencia... ]

EPISODIO VEINTIUNO

— ¿Qué objeto tiene realizar una investigación fuera de las instalaciones? —El señor John estaba exaltado.

Estaba furiosa— ¿qué objeto? ustedes no tienen el derecho a detener mi investigación —

— si afecta a nuestra empresa, sí lo es —

— sé lo que hago señor John —me senté en mi silla— usted debería saber lo que está haciendo, declinar las órdenes de la CEO de la empresa —

— no tiene sentido ir a una isla, ¿Qué se supone que harán? ¿Investigarán el mineral? —

¿Se estaba burlando de mí?

Pero respire hondo— mineral o no, el equipo irá, no pueden declinar mi posición, señores, sino lo entienden apártense, luego verán lo importante que es esto —quería marcarme cuánto antes de allí.

Entre la mirada opresora del señor John, el silencio abrazador de la señora Liberman y el punto de estrés del señor Walkes, junto con los otros del consejo que se mantenían en silencio y parecían ser perros sumisos, me vi en la tarea de replantear todo.

— la exploración será un hecho y es algo que no podrán evitar, pero si tanto les incomoda la situación y le preocupa los recursos de la empresa, puedo proponer que yo ponga mis dinero en juego, ya que también formó parte del grupo de exploración con mi asistente el señor Richard —el joven Nathaniel se sobresaltó en su lugar de la esquina y me miró impresionado— nosotros iremos con el equipo y yo me encargaré de pagar todo, inclusive de darle el salario que se le descuente por haber faltado al trabajo esos días, así, ustedes no tendrán que preocuparse, sino que todo estará en mis manos, cuando regrese me encargaré de esta situación —me levanté de mi asiento y suspire caminando a la salida, Richard me abrió la puerta, pero antes de salir dije— casi lo olvido —les mire de reojo— si esto resulta ser un éxito, señores, ustedes me pagarán los días de labor del equipo, como penitencia —

— ¿Qué dice? —el señor Walkes se exaltó al final, pero ya había salido y conmigo Richard.

— señorita Stark —

— ¿No te gusta viajar? —entré al ascensor.

— no es eso señorita, solo que fue algo de golpe y yo pensé que usted no era de viajes tan... —

— escucha Richard —suspire— tienes que entender que, uno. Soy una Stark y una Stark nunca tiene una vida planeado, siempre habrán cosas que saldrán de la nada y debo aprender a controlar eso, dos. Sí estás en este trabajo y leíste todo el papeleo que te dió mamá, debes saber que ir a todos los lugares conmigo, significa también, trabajos de negocio, vuelos de negocios e inclusive estaría mensual en un país ajeno a Estados Unidos, tres. Estás en todas tus cabalidades de irte, tranquilo no sienta pena, entiendo que no es un trabajo a tu altura —las puertas se abrieron y finalmente salí de ahí, lista para volver a mi laboratorio.

— señorita Stark, tal vez malinterpretó la situación, no es que no quiera acompañarla —

Hice oídos sordos a Richard— H.A.N.N.A ¿Cómo vas con el material? —

[ Se perdió mucho de los nanobots, señorita, pero con una carga de 100.000 nanobots podré reconstruirlo con éxito ]

Era increíble como el software de HA.N.N.A ahora lucía tan sofisticado, tenía su propia manera de hablar y no sonaba tan robótica.

— en ese caso, haz un encomienda de industrias Stark, que llegue a casa cuanto antes —

[ Sí, señorita Stark ]

Happy nos estaba esperando.

— señorita, ¿Puedo hacer una pregunta? —

— sí —en realidad no, pero era cortesía, por haberme aguantado.

Happy me abrió la puerta, odiaba hacer contacto de mirada, pero con Happy nunca había problema, aunque creo que era más por el hecho de que aún estaba enojado conmigo.

Entramos en el auto en un silencio innato y Happy poco después entró y arrancó el auto, casi se me olvidaba la pregunta de Richard cuando la hizo.

— Hanna ¿Es su asistente virtual? —le miré de reojo— es que nunca había escuchado hablar a una empresaria con un asistente virtual y es que casi nadie lo tiene, pero sé que la familia Stark es legendaria en tecnología y es mucho trabajo realizar un asistente así con tantos sistemas y computación, me resulta interesante saber quién es ella —eso me hacía sentir halagada, pero ahora mismo tenía un mundo en mi cabeza, que se me dificulta realmente hablar sobre H.A.N.N.A

Pero lo hice, suspire y recorte mis palabras— un comportamiento activo de software y hardware complementario con capacidad de poder revelar muchos secretos, joven Nathaniel, H.A.N.N.A posee toda la tecnología en software que te puedas imaginar y toda la tecnología en hardware que puedas desear, contando con el ideal de nanobots que ha Sido muy tendencia, pero prácticamente realizar proyectos con nanobots, para mí es un tanto... complicado —muchas veces los nanobots podrían ser fácil y particularmente susceptibles a muchos incidentes— pero, en lo que pueda los utilizo o sino me dedico a la construcción manual de muchos de mis artefactos, pero claro que no sabrás de eso porque nunca te he llevado a mi laboratorio —dirigí mi mirada a él y tenía la mirada perdidamente concentrada o imaginativa, pero entonces la volvió a mí.

— todo suena tan... accesible, señorita Stark —

Fruncí mi ceño, pues pensaba que diría algo más— accesible —masculle— en cualquier caso tienes que saber sobre mi laboratorio, si estarás conmigo siempre deberás conocerlo muy bien, también te daré ciertos códigos que te darán acceso como invitado a mi laboratorio, siempre y cuando lo permita —

Y sí, dirán que estaba siendo muy accesible con el chico, pero Richard tenía algo distinto, algo que no sabía si era bueno o malo, pero tendría que averiguarlo.

¿Han oído ese dicho de a tus amigos mantenlos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca? Bueno, sea o no sea, Richard una máscara, debía saber quién era realmente.

En el lapso de regreso a casa, me mantuve en cierto silencio, no sé como lo estaría tomando Richard, pero yo estaba analizando la situación, porque hoy en día, las personas están muy dadas a ser falsificadoras en cualquier cosa, inclusive en la amistad.

Y Richard era una de esas ecuaciones que debía resolver. Aunque debo admitir que cuando veía a Scott siempre me provocaba una sonrisa, al Happy abrirme la puerta recurrí con rapidez a él, mientras me veía con una sonrisa frente a las puertas del edificio Stark.

— Morgan —Scott no demoró en sonreír y abrir sus brazos.

Fruncí mi ceño acercandome y creo que entendió la situación— ¿cómo está señor Lang? —

— bueno, esperaba que me dejarán entrar, pero dicen que sin autorización no puedo, aunque la vez pasada vine —

— Es un reglamento muy importante, de hecho —con todos los intentos de hurtos.

— sí he de imaginar que muchas personas locas han intentado entrar —hizo gestos graciosos— pero, en fin —suspiro— vine con Luis en la camioneta —entonces señaló a una vans que estaba a unos tres carros lejos de aquí.

— ¿cómo le fue con su..? —

— oh, bueno solo paso una noche en el departamento policial —

— ¿qué? pero se supone que lo hizo en defensa propia ¿no? —

Scott negó con la cabeza de inmediato y dijo— lo que pasó fue que ella iba caminando, al antro, pero cuando pensó que era su ex-novio y rocío sin ver, luego, luego se dio cuenta que en realidad era una señora que iba caminando por el mismo lugar —

— oh no —ahora entendí la situación.

— sí, pero ya salió —dijo contento.

— entiendo —masculle, esperando a que dijera lo que en realidad quería decir, pero sonreí asintiendo aún, así que tuve que darle un empujón— en cuanto a lo que venías a hacer... —

Scott miró a un lado algo extrañado, pero después chasqueó los dedos— cierto —y sacó de su entre-brazo una carpeta que tenía guardada ahí— el señor Pym dijo que te trajera esto, dice que lo llamaste, eso es nuevo ¿ya son amigos? —intuyo con una sonrisa,

Tome la carpeta y suspire abriendola— yo no diría exactamente amigos —contextualice, estaban los datos de la señorita Hope, del señor Henry y de la señora Janet, pero no el de Scott, cerré la carpeta, sin Scott no creía poder soportar a los demás— gracias por ello, pero necesitaré otra ayuda tuya —

— ¿para qué soy bueno? —

Sonreí de lado— necesito que me traigas tus datos y que mañana antes de las siete estés aquí —

— ¿mañana temprano? —cuestiono.

— mañana temprano —resalte.

— ¿algo en especial? —

— digamos que tendremos un viaje —resumí— así que empaca cosas para ir a una isla —

Scott ladeo su cabeza y asintió— bien, entiendo —terminó sonriendo.

Eso era lo que me gustaba del señor Lang, siempre aceptaba aunque sonara una locura.