[ Iniciando secuencia...]

EPISODIO CUATRO

— ponte el cinturón —después de un irrelevante conversatorio entre el señor Barnes y yo y la aparición del señor Lang, finalmente, pude entrar a la camioneta del señor Lang.

Aunque, parecía un chiquero. Pero no lo diría.

— linda ¿no? —aún así al señor Lang parecía fascinarle la camioneta— me la dieron para el trabajo, mis amigos son dueños de una empresa de seguridad que ellos mismo crearon y yo soy el chofer —

— ¿para que necesitarán un chofer, una empresa de seguridad? —

— pues... para moverse —dijo no muy seguro.

Estábamos saliendo de los estacionamientos del complejo.

— no entiendo —masculle.

— bueno, es que no es una compañía de seguridad normal, es más como tecnológica —entre cerré mis ojos sacada de onda. Pero, el señor Lang siguió hablando— es una organización especializada en sistemas y dispositivos de seguridad —

Y entonces entendí, abrí mis labios demostrando que por fin había captado la situación— entiendo, ahora sí, es una compañía de seguridad en sistemas —haberlo dicho antes.

Lango sonrió mirando la carretera, mientras daba vuelta a una intersección— es correcto, así es, mis amigos y yo la creamos, hace muchos años, es una organización súper secreta —

Alce una ceja— ¿por qué es super secreta? —

— pues... —

— ¿no tienen los papeles suficientes para ello? —

Scott Lang, reprime sus labios y termina guardando silencio. Creo que era así.

— los perdimos hace algunos años, los teníamos, pero sucedieron cosas y pues... los perdimos —

— vaya, entonces una asociación ultra secreta para seguridad sistemática —

— sí, somos expertos en ello —algo me decía que no tan expertos. Parecía un sonso.

— hace unos minutos atrás, me habló sobre las teoría cuántica y me dijo que alguien la había creado... —

— sí, el señor Hank y de hecho tuvo éxito en ello, él fue el primer Hombre Hormiga —

— ¿hombre hormiga? —

— sí, ya sabes, Ant-Man —dijo como si fuera obvio.

— temo decir, señor Lang, que no estoy familiarizada con nombres de héroes —sabía que existían, pero no sabía quienes eran.

— seguro con el de tu padre sí —rió.

Pero no me causó gracia a decir verdad, no consideraba que fuera un asunto gracioso.

— mi padre tuvo muchos nombres a lo largo de su vida, algunos lo veían como Tony —mire por la ventana con aburrimiento— otros como señor Stark, la mayoría como Iron Man, otros como el playboy más rico de Nueva York, pero yo... solo lo conocí como padre, aunque —baje la mirada— fue por un corto tiempo —

— he de imaginar lo mal que te sientes por ello —su voz bajo. Ahora no sabía qué decir.

Era lo usual en las personas que no conocían a papá a fondo. Ni tampoco sabían de mí.

— siendo sincero, no me imagino como se habrá sentido Cassie el tiempo que no estuve —

— ¿se fue de viaje? señor Lang —

Me miró y sonrió negando con la cabeza, para volver su cabeza— no, bueno, algo así, estaba haciendo una prueba justamente en el reino cuántico, pero lo que para mí parecieron dos horas —suspiro y reprime sus labios diciendo— para el mundo fueron cinco años —

— El BLIP —masculle.

— sí, estuve en el reino cuántico durante el BLIP, mi novia y el señor Hank había desaparecido, ellos eran los que se encargaban de regresarme, pero no pudieron —

— desaparecieron —

Supongo que no había visto ese punto, sé que muchos perdieron familias en el BLIP, pero creía que solo las personas normales, no los héroes del momento, aunque fue algo ilógico, el BLIP solo era un efecto que sucedía no vería quién se llevaba o quién dejaba.

— sí, volví, aún no sé cómo, pero lo hice —dijo restándole importancia, nuevamente volvía a sonreír.

— ¿su hija lo reconoció? —masculle apenas.

— ¿perdona? —

Pero entonces pensé mejor mi pregunta y la cambie— no, mejor dicho, ¿usted reconoció a su hija? —había pasado mucho tiempo, la última vez que vi a papá en ese sueño tan real, él... no sabría si me reconoció o no, pero el Cap dijo mi nombre.

— debo admitir que cuando la vi quede impresionado —dijo con admiración— pero, fueron segundos, reconocí a mi hija, sus ojos eran los mismos, pero ella había crecido, había cambiado —

— había cambiado —masculle.

— sí, es normal, la vida siguió, no es como que cuando nos fuéramos las cosas quedarían estáticas —

— eso creo —pero entonces caí en que estaba en una camioneta con un desconocido y me di cuenta también que estaba cruzando el puente de Nueva York con los suburbios.

— ¿puedes repetirme a donde vamos? —fruncí mi ceño.

Nunca había venido por acá.

— a mi casa —dijo feliz— bueno, es más bien mi compañía, ahora, la comparto con mis amigos —

— ¿no tienes familia? —cuestione extrañada, ya era un adulto.

— bueno sí, Cassie, mi hija, pero no vivo con ella, su madre y yo nos separamos hace mucho —

— así que estas solo —

— no del todo, tengo una novia —sonrió a gusto— se llama Hope, me gusta decirle nena hermosa —

— no quería saber eso —dije al instante.

— también su papá, el señor Hank, ya sabes, el que creó el traje y viaje cuántico —

Suspiré, no quería ver tanta gente— ¿vives con todos ellos en tu casa? —

— no —dijo de inmediato— solo con mis amigos, a Hope la veo cuando salimos a citas o la visitó en su casa —

No dije más.

Pero entonces llegó una llamada.

[ Llamada entrante de Happy ]

Rayos. Se me había olvidado, Happy me iba a buscar.

— abre la llamada —masculle.

— ¿sucede algo? —le indique a el señor Lang que no hablará.

— Morgan, ¿donde estas? —

— bueno... surgio algo de imprevisto —masculle por lo bajo.

— ¿algo de imprevisto? —

Sabía que no se fiaría si decía que estaba en una camioneta de un desconocido.

Así que decidí mentir.

— salí con Yolanda, a tomar algo —masculle viendo por la ventana.

Sonaba extraño decir que había salido con alguien.

— ¿la señorita Yolanda? —

Cuestionó Happy.

— sí, la señorita Yolanda Belova, ya sabes mi instructora —pero él me estaba creyendo.

— oh...supongo que esta bien... —

Me había creído.

— sí —masculle, aunque si fuera él ni siquiera me lo creería un poco.

— entonces, avísame cuando termines y te pasaré a buscar —

— gracias, Happy —

Cerré la llamada y terminé bufando.

No me gustaba mentirle, pero era lo que podía hacer ahora.

— ¿Yolanda? —

— no me dejarían ir si supiera que estoy en el auto de un desconocido —acredite.

— bueno punto —