Narrador: primera persona

-Lo sabía... -me dice Sara

-¿Cómo?

-Tus ojos no solamente dicen lo que eres, sino de dónde vienes

Le tuve que contar todo a Sara, desde el momento de mi nacimiento hasta lo del hombre aquella vez en la cabaña y como siempre, ella lo tomó con mucha tranquilidad y comprensión.

-¿El hombre era guapo?- me pregunta, yo abrí mis ojos sorprendida.

-¿Cómo carajos puedes preguntarme eso?

-jajajaja!!!

-No me da risa Sara Jhoseph

-Vamos!! Él estaba muy cerca de mí, y eso de la arena... me suena a un mito que mi madre me contaba cuando estaba pequeña.

-¿Cuál?

-El cambia formas, el dios del sueño, Oneiros o Morfeo... todos esos nombres para el mismo ente.

-¿Crees que es un fantasma o algo así?

-No... mas que eso... dije dios hace poco- me contesta señalándose.

-Entonces... ¿Crees que es un dios?

-Creo que es mas que eso...

-No estas siendo especifica...

-Mi madre me contaba sobre las historias del dios Morfeo, uno era su historia sobre el nacimiento de los eternos hace milenios, cuando el mundo apenas era construido por Dios.

-Recuerdo algo que mi madre decía sobre los eternos- le di la razón-

-Ellos siempre han vivido con nosotros, en cada apocalipsis y destrucción de la humanidad, y en el nuevo nacimiento de tal. Ellos han conocido a la humanidad por muchísimos años.

-¿Y cual es el fin de ellos?

-Fueron creados por Dios, para nuestro servicio

-¿Como ángeles?

-Algo parecido

-¿Cuántos eternos son?

-Son 7. Muerte, Destrucción, Desesperación, Deseo, Sueño, Destino y Delirio. Todos con un propósito a como suena sus nombres...

-Así que conocí a Sueño- afirmo pensativa.

+++++++++++++++

Es de noche, camino hacia mi casa después de un día tedioso en el restaurante, en la acera no hay nadie mas que yo y mis ruidosos pasos. Al momento escucho unos pasos detrás de mí, me detengo asustada y miro, no hay nadie, respiro hondo y sigo mi camino. Al caminar observo los cables de luz que se movían, no había viento y al instante vi una lechuza, sus plumas eran blancas y negras, hermosa sus ojos eran negros y me observaba con detenimiento.

-Eres hermosa... -susurro.

Al momento ella comenzó a disiparse asustándome.

-Eres Amunet Cisse -me dice alguien a mis espaldas, la voz era apacible y gruesa, no sentí mas miedo, sino curiosidad y volteé a ver.

Cuando me volteé, vi a un hombre de cabellos negros como la noche, piel pálida de contextura delgada, muy delgada, vestía todo de negro con una gabardina que le llegaba hasta los pies. Sus ojos eran como dos luces, como dos estrellas. No pude evitar mirarlo y algo en mi se comenzó a mover.

Sé que eran mis ojos y recordé lo que le había hecho a Samuels así que los cerré rápidamente, bajando mi cabeza. Mi respiración comenzó a acelerarse, "otro ataque de pánico" pensé.

Sentí un toque cálido en mi barbilla haciéndome levantar el mentón.

-Abre los ojos Amunet- la voz de aquel hombre, me dio la tranquilidad que ocupaba en ese momento, así que lentamente los abrí. Parecía que mis ojos lo iluminaron, ya que logré ver el color de sus ojos, eran grises. Su mirada era tranquila- Idylla... -susurra

- "Perfecta como el universo" -recito.

-Te seguiré viendo Amunet- me dice desapareciendo, dejándome con mil preguntas.

¿Era Morfeo? ¿Por qué se presentó ante mi de esta forma? ¿Por qué me llamó Idylla?

++++++++++++

Narrador: omnisciente

Al aparecer Morfeo en su palacio, se encuentra con una no muy grata visita.

-Señor del infierno... -Saluda Morfeo con una pequeña reverencia, al igual que Lucifer.

-El rey Estrella de la Mañana quiere hablar con usted y ha pedido una audiencia-dice Lucienne.

-Estoy muy ocupado en mi reino...

-Y tomo una audiencia la mas rápida que habrá entre nosotros... -interrumpe Lucifer con una sonrisa, obligando a Morfeo a escucharlo, Sueño le sonríe sin decirle nada más- Seré breve Sueño.

-Di lo que tienes que decir

-Varios demonios, me han dicho sobre una mortal con ojos del universo, pareciera que tiene una conexión con el inframundo y otras puertas además de la mía y la tuya.

La mirada de Morfeo pasó de Lucifer a Lucienne con complicidad.

-¿Ah sí?- dice Morfeo caminando lentamente sentándose en su trono.

-¿No has escuchado de tal mujer? Si fue ella la que envió a un humano hasta tu reino... -suelta, el señor de los sueños lo mira sin ocultar su sorpresa.

-¿Quién te dijo eso?

-Muchos hablan...-le contesta moviendo las manos sin importancia.

-Conozco a alguien, pero no estoy seguro de que sea esa misma persona.

-¿Y quién es?

-Lucifer... -suspira -¿A qué has venido realmente?

El silencio de Lucifer respondió todo lo que Morfeo se preguntaba.

-Espero que no la cubras -dice Lucifer- sabes que un poder como el de ella puede ocasionar otro fin de la humanidad y aunque eso me divirtiera ... no quiero que los reinos sean destruidos por ella.

Morfeo no dice nada, y sin expresiones en su rostro solo asiente. Lucifer le sonríe haciendo una reverencia y se va.

-Jessamy!! -llama Oneiros a su ave. Al llegar, esta se posa en el hombro de Lucienne quien estuvo callada y asustada por la tención de ambos bandos- Vigila a Amunet, cualquier movimiento que haya alrededor de ella me lo informas... - el ave asiente y se va volando.

-¿Qué es lo que piensa hacer mi señor?- pregunta Lucienne.

-Sé cuales son los planes de Lucifer para con Amunet, y no lo permitiré. Jessamy la vigilará en el mundo de la vigilia y yo por los sueños.